Para Ripley, el golpista número de América, Hugo Chávez, dictador de Venezuela, levanta el índice de fuego profético y anuncia la inminente caída de los militares hondureños en el poder, no sabemos si la profecía obedece a una desacuerdo “técnico” entre los camaradas en lucha o es parte de una nueva estrategia del payaso gritón para asegurar su papel protagónico en la revolución bolivariana; marca registrada de alta aceptación en las naciones bullangueras de Centro y Sudamérica, dispuestas a hundirse en la pobreza absoluta.
Calderón, el bueno, está reculando en sus fantasías bélicas, y ante las reacciones violentas orquestadas por los cárteles de la droga, comienza a medio entender la gran metedura de pata y el incendio descomunal propiciado en México por el decreto y la inteligencia del señor asustado. Por lo pronto, en los pasadizos del poder se rumora un cambio de planes y no acabar de derramar la leche, confesando públicamente el costo perdido de una guerra poco favorecida entre la ciudadanía, teóricamente, amenazada por el consumo de drogas. A ver quién explica la nueva línea y pone la cara de palo al rugir de la sociedad civil y el impuesto de sangre corrido a su cuenta.
Fijando apariencias, los partidos políticos autóctonos han impugnado algunos resultados, acelerando los trámites en la transición de mandos en los puestos correspondientes y empezar a colocar posiciones con miras a la Grande de 2012. El Partido Revolucionario Institucional es claro: urge una reorientación de la política económica y por ahí meterá los primeros golpes para ablandar al intransigente Poder Ejecutivo y le cantará las claras a Acción Nacional, enseñándoles cuanto no sepa sobre perder y reponerse.
El Partido de la Revolución Democrática administra la separación de los jefes tribales e invita a una tregua conciliadora y a encontrar la respuesta del acertijo López Obrador. Los caudillos del sol azteca no encuentran ninguna gracia en soportar los excesos megalómanos del Peje, sin embargo, reconocen la facultad de convocatoria y ruindad implícita en el ejército de habitantes de las alcantarillas del delito oficial y la transa impune, supeditado a sus manejos. Los vampiros y los licántropos harán valer la estirpe. El saldo es impredecible.
Platicando de seres fantásticos, el Innombrable, Carlos Salinas de Gortari aparece en los festejos de la cúpula priísta, perfumando de azufre los lugares como señal a tomar en cuenta en la ruta presidencial del próximo candidato del Partido. Habladurías más, habladurías menos, el duende de Dublín ha visto caer administraciones sin molestias ni desfiguros. Es un inamovible de los asuntos públicos y una deidad del panteón diabólico de la Grilla atemporal.
La Toya Jackson, hermana del finado Michael, soltó la afirmación tajante de homicidio en la muerte del rey del pop. Sin mencionar nombres, al estilo de los grillos emplumados, la alguna vez playmate expresó la teoría de un complot de gente cercana al cantante, quienes aprovechando su fragilidad emocional, lo engancharon en drogas, lo distanciaron de sus familiares y sus hijos, y lo obligaron a pactar cincuenta conciertos por el mundo, a iniciarse próximamente en Inglaterra, sabiendo de la imposibilidad física del ser humano. Pidió la recuperación de un testamento fechado en 2002, donde Michael expresó la voluntad de darle a la cantante Diana Ross, íntima amiga, la custodia de sus vástagos. La Toya asegura no darle jamás a la madre natural injerencia en el futuro de los niños, al tacharla de partícipe directa en la conspiración fatal contra Jackson. El caso apenas inicia y dará mucha tela de donde cortar, sobre todo en cuanto a los millones de dólares flotantes en regalías, derechos y otros renglones no contabilizados. Hay Michael para rato.
Y el Obama World Tour 2009 va viento en popa. De El Vaticano, donde no sucedieron exabruptos ideológicos a causa del aborto o la pobreza, el titular de la Casa Blanca se da un rol por Africa para conocer a sus paisanos y abrir sus ojos a otros países, de antemano desechados por gobiernos anteriores. Los consejeros, asesores y miembros del gabinete están tranquilos al constatar cómo los días transcurren sin incidentes y, especialmente, sin notas adversas en las materias relevantes para los Estados Unidos, a no ser de la clásica mirada barriobajera al trasero de una modelo brasileña o las habituales entrevistas insulsas entre sus homólogos mientras al mundo se lo lleva el carajo. UN genuino líder de chocolate.
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