En las últimas horas de este trágico, doloroso y sangriento 2009, en la Redacción de El ÚLTIMO DE LOS DODOS, el DODO DE GUARDIA y YO, antes de irnos a celebrar las doce campanadas y brindar por los buenos deseos y la ilusión, sabemos que tenemos que dejar un mensaje realista a nuestros lectores.
En orden de importancia, nuestro Blog ha crecido en cuanto a trabajo y audiencia, circunstancia que nos regocija y compromete a seguir en la labor diaria de establecer una comunicación con ustedes, DODOLECTORES, a quienes nos debemos y nos impulsan a seguir nadando contra corriente.
Continuaremos dando mensajes para llamar a la inteligencia, la diversidad y los principios elementales de convivencia social en los que creemos y que están expuestos en el MANIFIESTO DODO para aquellos que deseen saber cuál es la columna ideológica de este proyecto.
2010 será un año de pruebas duras para el país y para TODOS los que aquí vivimos. Simbólicamente, el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicanas llegan en un contexto de crisis económica, política, social y cultural que mueven a pensar en similitudes tenebrosas.
LOS DODOS Y LA COMUNA DEL PANTANO, al igual que otras agrupaciones que se han ido conectado a nuestras ideas, daremos la batalla a favor del ciudadano, de la gente común y de los que siempre llevan la peor parte.
Dejamos asentado que mientras haya un lector al que aportar información, análisis y un juicio objetivo de la realidad, habrá un DODO tratando de brindar respuestas.
Algunos DODOS ya anunciaron el día de su regreso y, con ellos, la brega cotidiana. Por ende, en los días por venir, regresaremos a las secciones habituales y a la locura que es ponernos de acuerdo entre plumíferos petacones y desmadrosos.
FUERZA, DETERMINACIÓN Y ESPÍRITU son nuestros deseos generales para el público de EL ÚLTIMO DE LOS DODOS, con la salvedad que estaremos junto a él para no vencernos y sacar las responsabilidades conjuntas.
Los dejamos con una cita de Albert Einstein “Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto trabajaremos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarlo”.
Que comience lo que venga.
ATENTATEMENTE
EL ÚLTIMO DE LOS DODOS
jueves, 31 de diciembre de 2009
MARASSA: DULCES 16
POR: RAÚL GÓMEZ MIGUEL
Entrando entrando, los chavos de mi clase comenzaron a mirarme medio raro. Pelaban los ojos y cuchicheaban entre sí. Yo no los pelé. Me clavé a la solución de unos problemas de matemáticas hasta que sonó el timbre del primer descanso.
“A guevo, ese patín está chido” , grito el “Poca” al pasar junto a mi pupitre. Sonreí a lo idiota.
Un papelito me llegó de las bancas de atrás. Era de Nora, mi amiga confidente y casi hermana que conocía desde primero de primaria.
“Gracias por decirme que le ibas a llegar a Lea. Creí que éramos amigos”.
El recadito borró el misterio. Pinche “Edarito”, el muy cabrón había ventilado mal un comentario que le hiciera el viernes, antes de Deportes.
Por güey le había confesado mi atracción por Lea pero nunca le dije que iba a declararme.
Lea era un imposible, una pulgota enorme que no brincaría en mi triste petate. Blanca, bonita, curvilínea y sensual, la chamaca llevaba un promedio de hits al olvido de casi media secundaria. La mayoría de sus pretendientes salían por cuerdas. ¿Qué posibilidad tenía un idolito azteca como yo ante la magnificencia de la Bella?
No le reclamé al “Edar”, que fingía estar atento a las clases. El reloj caminaba muy rápido para mi gusto, y la campana de recreo pronto tocaría, marcando el principio de mi sacrificio, de mi inmolación al dios primordial del amor.
Sabía que mi honor estaba en entredicho. De seguro, mis compañeritos estaban construyendo cábalas en mi contra. Si me rajaba quedaba como puto, si me declaraba me mandaban a la chingada. O sea estaba en la disyuntiva clásica del todo adentro y el nada a fuera.
El timbrazo fue puntual. La clase salió al patio. Yo me quedé al último. Suspiré y me encomendé a los santos que conocía.
En la banca central estaba Lea y sus amigas; la reina y la corte.
Lentamente recorrí los metros que me separaban del paredón. Me temblaban las corvas y el corazón retumbaba en mi cerebro.
Casi a susurros pedí ¿Lea, puedo hablar contigo?
La niña me dirigió una mirada displicente y con una señal alejó al séquito.
¿Sí?
Ya sabes a lo que vengo, expusé.
No, contestó en un tono de inocencia fingida.
Te habrás enterado.
¿De qué?
De que deseaba decirte una cosa.
¿Qué?, la chica insistía en la estocada final.
Y en ese segundo encontré la luz, oí al ángel de mi guarda y salvé la patria.
Vine a decirte que para mí eres una persona especial, que me gusta tu forma de ser y que me importa mucho verte todas las mañanas. Sé que muchos te han dicho lo mismo pero yo no te pido respuesta ni cosa parecida; sólo deseaba que lo supieras... y no digas nada, ya me voy, gracias.
Me dí la media vuelta y me fui.
Ninguno de los dos explicamos algo.
En mi cumpleaños 35, a falta de alcohol y comida, entré al súper de una vieja colonia y a medios chiles me puse a correr en el pasillo de bebidas y al dar la vuelta me estampé contra un carrito lleno de mercancías.
La mujer que manejaba ahogó un grito. Yo apenas y pude disculparme sin soltar las botellas que llevaba abrazadas.
Hermosa en la plenitud de los años, la señora no perdió compostura. Fijó su mirada unos segundos y exclamó: A usted lo conozco.
La bruma etílica impedía la reacción inmediata de mi mente. La señora me gustaba, aunque no para conocerla.
Estudiamos la secundaria juntos, dijo.
Casi escuché el clic de mi memoria al pronunciar Lea.
Evitaré atosigarlos con el recuento de los daños biográficos de los dos y las peculiaridades afectivas de la medianía de edad.
Le acompañé a su automóvil, le ayudé a meter las compras en la cajuela y le abrí la puerta del conductor. Bajó la ventana y encendió el motor.
A punto de despedirse elevó la voz.
¿Te acuerdas de tu declaración?. Fue única, nadie ha vuelto a decirme eso.
No fue declaración, déjalo en aclaración de principios.
Lo que haya sido, nadie volvió a decírmelo sinceramente.
De todos modos yo ya sabía tu respuesta.
¿Estás seguro?, concluyó, y aceleró para siempre.
Entrando entrando, los chavos de mi clase comenzaron a mirarme medio raro. Pelaban los ojos y cuchicheaban entre sí. Yo no los pelé. Me clavé a la solución de unos problemas de matemáticas hasta que sonó el timbre del primer descanso.
“A guevo, ese patín está chido” , grito el “Poca” al pasar junto a mi pupitre. Sonreí a lo idiota.
Un papelito me llegó de las bancas de atrás. Era de Nora, mi amiga confidente y casi hermana que conocía desde primero de primaria.
“Gracias por decirme que le ibas a llegar a Lea. Creí que éramos amigos”.
El recadito borró el misterio. Pinche “Edarito”, el muy cabrón había ventilado mal un comentario que le hiciera el viernes, antes de Deportes.
Por güey le había confesado mi atracción por Lea pero nunca le dije que iba a declararme.
Lea era un imposible, una pulgota enorme que no brincaría en mi triste petate. Blanca, bonita, curvilínea y sensual, la chamaca llevaba un promedio de hits al olvido de casi media secundaria. La mayoría de sus pretendientes salían por cuerdas. ¿Qué posibilidad tenía un idolito azteca como yo ante la magnificencia de la Bella?
No le reclamé al “Edar”, que fingía estar atento a las clases. El reloj caminaba muy rápido para mi gusto, y la campana de recreo pronto tocaría, marcando el principio de mi sacrificio, de mi inmolación al dios primordial del amor.
Sabía que mi honor estaba en entredicho. De seguro, mis compañeritos estaban construyendo cábalas en mi contra. Si me rajaba quedaba como puto, si me declaraba me mandaban a la chingada. O sea estaba en la disyuntiva clásica del todo adentro y el nada a fuera.
El timbrazo fue puntual. La clase salió al patio. Yo me quedé al último. Suspiré y me encomendé a los santos que conocía.
En la banca central estaba Lea y sus amigas; la reina y la corte.
Lentamente recorrí los metros que me separaban del paredón. Me temblaban las corvas y el corazón retumbaba en mi cerebro.
Casi a susurros pedí ¿Lea, puedo hablar contigo?
La niña me dirigió una mirada displicente y con una señal alejó al séquito.
¿Sí?
Ya sabes a lo que vengo, expusé.
No, contestó en un tono de inocencia fingida.
Te habrás enterado.
¿De qué?
De que deseaba decirte una cosa.
¿Qué?, la chica insistía en la estocada final.
Y en ese segundo encontré la luz, oí al ángel de mi guarda y salvé la patria.
Vine a decirte que para mí eres una persona especial, que me gusta tu forma de ser y que me importa mucho verte todas las mañanas. Sé que muchos te han dicho lo mismo pero yo no te pido respuesta ni cosa parecida; sólo deseaba que lo supieras... y no digas nada, ya me voy, gracias.
Me dí la media vuelta y me fui.
Ninguno de los dos explicamos algo.
En mi cumpleaños 35, a falta de alcohol y comida, entré al súper de una vieja colonia y a medios chiles me puse a correr en el pasillo de bebidas y al dar la vuelta me estampé contra un carrito lleno de mercancías.
La mujer que manejaba ahogó un grito. Yo apenas y pude disculparme sin soltar las botellas que llevaba abrazadas.
Hermosa en la plenitud de los años, la señora no perdió compostura. Fijó su mirada unos segundos y exclamó: A usted lo conozco.
La bruma etílica impedía la reacción inmediata de mi mente. La señora me gustaba, aunque no para conocerla.
Estudiamos la secundaria juntos, dijo.
Casi escuché el clic de mi memoria al pronunciar Lea.
Evitaré atosigarlos con el recuento de los daños biográficos de los dos y las peculiaridades afectivas de la medianía de edad.
Le acompañé a su automóvil, le ayudé a meter las compras en la cajuela y le abrí la puerta del conductor. Bajó la ventana y encendió el motor.
A punto de despedirse elevó la voz.
¿Te acuerdas de tu declaración?. Fue única, nadie ha vuelto a decirme eso.
No fue declaración, déjalo en aclaración de principios.
Lo que haya sido, nadie volvió a decírmelo sinceramente.
De todos modos yo ya sabía tu respuesta.
¿Estás seguro?, concluyó, y aceleró para siempre.
miércoles, 30 de diciembre de 2009
VIDEOS: LET'S DO THE DODO
UN REPASO AL BAILE QUE SE IMPONE PARA CERRAR EL AÑO. LET'S THE DODO
EL DODO DE GUARDIA
EL DODO DE GUARDIA
MARASSA: LOS QUE SE FUERON
Por.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
Escribe del silencio y de sus muertos.
Platícame de las huestes de la noche, de los pantalones entallados y los zapatos de goma brincando las bardas, de las pintas en una barda.
¿Podrías jurarme que corriste con ellos en sus torneos de carriles de alta velocidad?.
¿Cuántos viste caer para no levantarse?.
Su guerra no era la nuestra.
No defendían su país.
No mordían formas políticas.
No se congregaban al mañana.
Peleaban por no tener nada que hacer, por calentarse el frío de manzana podrida, comida en la infancia de periódicos viejos. Reclamaban ridículas superficies de metros cuadrados, que legalmente nunca fueron suyos.
Interiorizar su delgadez te remitía la juventud enjuta y al espanto de aprender que a los 16, el destino es una farsa. En esos cinturones de miseria nadie llega a viejo.
¡Carajo!, podrías regalarles una novela, un artículo, o de perdis, una limosna a las Santas Animas del Purgatorio.
Te llevé a los panteones, a las morgues judiciales.
Vomitaste por su sino y lloraste patéticamente.
El llanto, a estas jodidas pretensiones, fue un recurso barato.
Los cadáveres no escapan de sus tumbas para limpiarte los mocos.
Fuiste testigo y se acabó.
No te pidieron venganzas, lutos rigurosos, exhortos a la izquierda.
Netamente te convidaron de sus cervezas, de su cemento, y del cruel olor de sus tenis rotos.
Ya no están y te esfuerzas por inventar historias, otras, por supuesto, no la de los príncipes decadentes del Periférico.
Ya no somos ni seremos, ni siquiera por especie.
Simplemente, el círculo del mundo te va cubriendo.
Los bendecidos murieron jóvenes y siempre serán así. Los otros, recorrieron varios niveles biográficos para terminar con sus nombres expuesto en la galería del panteón.
Pides regresar a reunirte con la banda; la invencible banda de adolescentes, y sólo escuchas las campanas anunciando la última noche del año, y a ti gritando porqué no te fuiste primero.
Aun eso, te fue negado: la esperanza.
Escribe del silencio y de sus muertos.
Platícame de las huestes de la noche, de los pantalones entallados y los zapatos de goma brincando las bardas, de las pintas en una barda.
¿Podrías jurarme que corriste con ellos en sus torneos de carriles de alta velocidad?.
¿Cuántos viste caer para no levantarse?.
Su guerra no era la nuestra.
No defendían su país.
No mordían formas políticas.
No se congregaban al mañana.
Peleaban por no tener nada que hacer, por calentarse el frío de manzana podrida, comida en la infancia de periódicos viejos. Reclamaban ridículas superficies de metros cuadrados, que legalmente nunca fueron suyos.
Interiorizar su delgadez te remitía la juventud enjuta y al espanto de aprender que a los 16, el destino es una farsa. En esos cinturones de miseria nadie llega a viejo.
¡Carajo!, podrías regalarles una novela, un artículo, o de perdis, una limosna a las Santas Animas del Purgatorio.
Te llevé a los panteones, a las morgues judiciales.
Vomitaste por su sino y lloraste patéticamente.
El llanto, a estas jodidas pretensiones, fue un recurso barato.
Los cadáveres no escapan de sus tumbas para limpiarte los mocos.
Fuiste testigo y se acabó.
No te pidieron venganzas, lutos rigurosos, exhortos a la izquierda.
Netamente te convidaron de sus cervezas, de su cemento, y del cruel olor de sus tenis rotos.
Ya no están y te esfuerzas por inventar historias, otras, por supuesto, no la de los príncipes decadentes del Periférico.
Ya no somos ni seremos, ni siquiera por especie.
Simplemente, el círculo del mundo te va cubriendo.
Los bendecidos murieron jóvenes y siempre serán así. Los otros, recorrieron varios niveles biográficos para terminar con sus nombres expuesto en la galería del panteón.
Pides regresar a reunirte con la banda; la invencible banda de adolescentes, y sólo escuchas las campanas anunciando la última noche del año, y a ti gritando porqué no te fuiste primero.
Aun eso, te fue negado: la esperanza.
martes, 29 de diciembre de 2009
MARASSA: URIEL
Por.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
Uriel bajó del cielo.
Un día aterrizó en el barrio y nos acostumbramos a verlo.
Alto, greñudo, mugroso y bien pirado de la realidad, Uriel daba de que hablar. Las beatas de la iglesia del Espíritu Santo le huían peor que al diablo. Las prostis le regalaban un café, un pan y puede que una caricia. Los comerciantes le donaban lo que pedía y Escandón fue su residencia terrestre.
Uriel le metía a tocho. Al frutsi con alcohol, a las naranjas con flexo, a las estopas de activo y a la mostaza que apañaba en el rol. Neta que lo primero que veías al salir de tu guarida era a Uriel taloneando pa’ la cruz que lo jodía.
Estábamos chavitos y nuestras jefas conspiraban gacho por lo traviesos que les salimos. Cero escuela; cero catecismo; cero aliviane a la casa.
Ignoro a quién se le ocurrió de las mamás usar al Uriel como arma represiva y tan pronto nos veía que agarrábamos rumbo al mercado o a las laterales del doce de octubre, el Uriel nos correteaba e íbamos en retirada al colegio.
Uriel fue correcto con la gente. Te pedía un peso o un taco y no había fijón de no dárselo. “Madrecita (o padrecito), gracias” te decía y se retiraba. Yo creo que por decente, los escandinavos le agarramos ley y lo convertimos en héroe desconocido o excombatiente de nuestro Vietnam pueblerino, ya que la comunidad lo abastecía de lo que se pudiera: una cobija, unos “cacles”, un poco de carne guisada, un “chesco” o una botelluca.
Uriel vivió en Escandón muchos años y los chavitos crecimos. Unos cambiaron de aire y otros nos atamos al barrio por herencia de los jefes. La Escandinavia se agrandó y perdió sus tradiciones, sus afectos y la hermandad. Yo me agarré una novilla de la San Simón y mis roles se ampliaron al norte: Tlatelolco, la Raza o los Indios Verdes. Muy pocos días me encontraba en la colonia.
Uriel pasó de moda y arreciaron los “Panchitos” y la “Banda Unida Kiss”; chavalos gruesos que adelantaron el costo social de una ciudad en la que los contrastes avivan odio y venganza.
Los colonos metidos en sus problemas ya no pelaban al loquito de Uriel y con el agandalle de las bandas, las madres cambiaron de “Coco”. No digo que lo abandonáramos; más bien definimos intereses en los que “Uri” no cabía.
La Universidad y los libros me sacaron definitivamente de Escandón. Vinieron los fríos y nos cargó el payaso.
Una preposada, unas vecinas de la iglesia encontraron al Uriel agonizante. Pedimos una ambulancia. Llegó tarde. El buen Uriel murió en los brazos de las mujeres. La noticia hizo temblar Escandón. Colectamos una feria y lo enterramos decentemente. Hicimos misas en su memoria que triplicaron la asistencia de los propios Viernes Santos.
Muerto Uriel nos percatamos de lo perdido. Escandón, el mítico Escandón, el lugar mágico se diluía en la desaparición de su vagabundo favorito.
Dirás que estoy orate, pero te juro que al descolgarme al barrio me parece que voy a toparme al Uriel y a la tropa que hemos perdido en esas guerras sin nombre, en esas noches escandinavas...
Uriel bajó del cielo.
Un día aterrizó en el barrio y nos acostumbramos a verlo.
Alto, greñudo, mugroso y bien pirado de la realidad, Uriel daba de que hablar. Las beatas de la iglesia del Espíritu Santo le huían peor que al diablo. Las prostis le regalaban un café, un pan y puede que una caricia. Los comerciantes le donaban lo que pedía y Escandón fue su residencia terrestre.
Uriel le metía a tocho. Al frutsi con alcohol, a las naranjas con flexo, a las estopas de activo y a la mostaza que apañaba en el rol. Neta que lo primero que veías al salir de tu guarida era a Uriel taloneando pa’ la cruz que lo jodía.
Estábamos chavitos y nuestras jefas conspiraban gacho por lo traviesos que les salimos. Cero escuela; cero catecismo; cero aliviane a la casa.
Ignoro a quién se le ocurrió de las mamás usar al Uriel como arma represiva y tan pronto nos veía que agarrábamos rumbo al mercado o a las laterales del doce de octubre, el Uriel nos correteaba e íbamos en retirada al colegio.
Uriel fue correcto con la gente. Te pedía un peso o un taco y no había fijón de no dárselo. “Madrecita (o padrecito), gracias” te decía y se retiraba. Yo creo que por decente, los escandinavos le agarramos ley y lo convertimos en héroe desconocido o excombatiente de nuestro Vietnam pueblerino, ya que la comunidad lo abastecía de lo que se pudiera: una cobija, unos “cacles”, un poco de carne guisada, un “chesco” o una botelluca.
Uriel vivió en Escandón muchos años y los chavitos crecimos. Unos cambiaron de aire y otros nos atamos al barrio por herencia de los jefes. La Escandinavia se agrandó y perdió sus tradiciones, sus afectos y la hermandad. Yo me agarré una novilla de la San Simón y mis roles se ampliaron al norte: Tlatelolco, la Raza o los Indios Verdes. Muy pocos días me encontraba en la colonia.
Uriel pasó de moda y arreciaron los “Panchitos” y la “Banda Unida Kiss”; chavalos gruesos que adelantaron el costo social de una ciudad en la que los contrastes avivan odio y venganza.
Los colonos metidos en sus problemas ya no pelaban al loquito de Uriel y con el agandalle de las bandas, las madres cambiaron de “Coco”. No digo que lo abandonáramos; más bien definimos intereses en los que “Uri” no cabía.
La Universidad y los libros me sacaron definitivamente de Escandón. Vinieron los fríos y nos cargó el payaso.
Una preposada, unas vecinas de la iglesia encontraron al Uriel agonizante. Pedimos una ambulancia. Llegó tarde. El buen Uriel murió en los brazos de las mujeres. La noticia hizo temblar Escandón. Colectamos una feria y lo enterramos decentemente. Hicimos misas en su memoria que triplicaron la asistencia de los propios Viernes Santos.
Muerto Uriel nos percatamos de lo perdido. Escandón, el mítico Escandón, el lugar mágico se diluía en la desaparición de su vagabundo favorito.
Dirás que estoy orate, pero te juro que al descolgarme al barrio me parece que voy a toparme al Uriel y a la tropa que hemos perdido en esas guerras sin nombre, en esas noches escandinavas...
lunes, 28 de diciembre de 2009
MARASSA: ROCK AND ROLL
Por.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
Se los advertí . No era lo mismo “Los tres mosqueteros” que “Veinte años después” o “El paraíso recobrado”.
Productos beatleanos armados en el “peace ando love”, las drogas, el sexo, los movimientos estudiantiles, la música y el izquierdismo infantil, tardamos cincuenta años en madurar y casi diez para aceptarlo.
Vayamos despacio. Alberto, César, José y yo coincidimos en una preparatoria pública y nos hicimos amigos. Sencillamente ocurrió. Alberto tocaba la guitarra y cantaba baladas en español. César aprendía el uso y abuso del contrabajo. Las orejas de José escurrían mermelada al escuchar las canciones de los Biros. Yo insistía en blusear, pese a la clase media y a la colonia Escandón.
En la obviedad de la época formamos un conjunto musical. A falta de un baterista serio, convencimos a Joe y mal encaminando su salvajismo, conformamos la banda de los Few Mothers. El primer hard-act made in Mexicalpancingo de las tunas.
La asociación funcionó casi siete años. En el promedio de los esfuerzos y el fusil, la banda consiguió un cartel interesante en Tacubaya, Santa Fé y demás localidades aguerridas del rupestre Observatorio.
Nuestros padres, azotados y católicos, no cejaron en insistir sobre la “necesidad de ser alguien en la vida”. Poco a poco, empezamos a claudicar. Alberto estudió Medicina. César encontró esposa. José vistió uniforme de la Fuerza Aérea. Yo me clavé a las Relaciones Internacionales.
Rebasamos la adolescencia convertidos en la antitesis de nuestros anhelos. Compenetrando docilidad, entreguismo y chaquetismo ideológico, Alberto y yo nos graduamos con honores y continuamos la especialidad correspondiente. César y José fueron padres.
Los caminos reventaron. Cada chango a su mecate y tendido al crédito, la honorabilidad y los blasones de aristocracia. En una década huimos del guitarrazo y el descontón a la monotonía de un club deportivo, automóviles austeros y una casita en abonos.
La paradoja nos avergonzó y discretamente dejamos que la desidia dictara la sentencia. Nos perdimos. En un rinconcito de nuestras mentas desvencijadas, la banda de los Few Mothers se despedía de sus amados fans.
Rondando los cuarentas, José movió mar y tierra para un reencuentro. Seis meses nos ocupó generar la coincidencia correcta. Un bar de imponente aspecto abrigó la cita de cuatro veteranos fallidos del verano hippioso, la primavera de Praga y el mayo francés. Alberto, el doctor, Raúl, el licenciado, César, el líder sindical, y José, el oficial, lamieron la claudicación a sus ideales. En el cenit de la borrachera juraron el retorno de los valientes y las reconquista de la utopía acuariana. La banda de los animales regresaba al circuito de la perdición.
Viéndose a intervalos desordenados, los cuatro sostuvimos una especie de amistad fundamentada más en las evocaciones que en la actualidad imperante. La inercia hubiera seguido indefinidamente de no ser por el anuncio del concierto de despedida del Gran Ídolo, el mega grupo sesentero, que concluía una trayectoria de cuatro decenios de “puro y auténtico” rock and roll.
Alberto sugirió la asistencia compartida en honor a los buenos tiempos y al salvajismo eterno. César y José aceptaron apartar y comprar los boletos. Yo me hice güey y opté por invitar los tragos previos al toquín, esperando que el mítico Al pusiera la ranfla y el estacionamiento.
El viernes fatal, los cuatro comimos y bebimos en una cantina light de Coyacán. Flameados e indecisos, subimos al hiper auto de Albertico y nos dirigimos al Estadio.
Si bien, enfundados en mezclillas y accesorios casuales, las marcas destacaban el éxito laboral, reduciendo nuestra peregrina idea de imitar el “no class” de los roqueros empedernidos. En las inmediaciones del Coloso, el fluido vehicular y las pocas personas que observamos, nos indujo a suponer una llegada adelantada.
Las ofensas no se hicieron esperar. ¡Ya ves, pendejo¡ ¡No mames¡. José impuso orden. Liquen sus wachos. ¿Qué?. Sus relojes. Ah. Estamos en tiempo.
En el estacionamiento, una oleada de estupor devastó la integridad de los cuatro. Cual entrada dominical a la ópera, una larga fila de sesentones emperifollados aguardaban la inspección de los guardias de seguridad. Un parque jurásico poblado de dinos, chamarras de cuero, playeras-pijamas, olores a naftalina y celulares conectados a caros hospitales de urgencia, hollaba el estereotipo de la rebeldía roquer.
Reconocíamos que las mocedades apestaban a rancio pero guardábamos la fe en que las arrugas no derribarían el ánimo del corazón. Y hete que a las puertas de un recinto deportivo, la gerontocracia en pleno usurpaba el lugar de las bellas huestes de una generación legendaria.
A la defensiva nos colamos al Estadio. Estupefactos constatamos el auge de la momiza y uno que otro nieto trasnochado. En silencio aguardamos el principio del concierto. La oscuridad automática anunció el redoble de un tambor. Una cascada de luz inundó el escenario. El Gran Idolo arremetió su hit “Tengo 16 y me vale madre”.
En desvarío cuasi etílico psicotrópico al estilo Burroughs, los integrantes del Gran Ídolo, en la amplitud de los miles de lustros integrados a su fama, semejaban a un quinteto de momias flamboyantes inmolándose en la ovación de los muertos vivientes de George A. Romero.
A mi diestra una pareja de carcamales fumaba mariguana, retorciendo sus magras carnes. En la siniestra, dos cacatúas disfrazadas de Bruce Springsteen aullaban a la luna. Las tribunas exhibían la descomposición de la vitalidad. De sumar el total de las edades asistentes tendríamos el origen del planeta. El mero caldo primigenio hecho caca.
En esos minutos, la película de mi biografía fue consumida. Mis camaradas reaccionaban del mismo modo. A la discreta nos inspeccionamos. ¿Jóvenes?. Ni de nombre. Arrugas, verrugas, reumas, canas, tripas, hinchazones; el catálogo de la vejez nos estalló en las jetas. Las máscaras rodaron. Un cuarteto adulto decrépito aplaudió el primer número de su funeral.
Se los advertí . No era lo mismo “Los tres mosqueteros” que “Veinte años después” o “El paraíso recobrado”.
Productos beatleanos armados en el “peace ando love”, las drogas, el sexo, los movimientos estudiantiles, la música y el izquierdismo infantil, tardamos cincuenta años en madurar y casi diez para aceptarlo.
Vayamos despacio. Alberto, César, José y yo coincidimos en una preparatoria pública y nos hicimos amigos. Sencillamente ocurrió. Alberto tocaba la guitarra y cantaba baladas en español. César aprendía el uso y abuso del contrabajo. Las orejas de José escurrían mermelada al escuchar las canciones de los Biros. Yo insistía en blusear, pese a la clase media y a la colonia Escandón.
En la obviedad de la época formamos un conjunto musical. A falta de un baterista serio, convencimos a Joe y mal encaminando su salvajismo, conformamos la banda de los Few Mothers. El primer hard-act made in Mexicalpancingo de las tunas.
La asociación funcionó casi siete años. En el promedio de los esfuerzos y el fusil, la banda consiguió un cartel interesante en Tacubaya, Santa Fé y demás localidades aguerridas del rupestre Observatorio.
Nuestros padres, azotados y católicos, no cejaron en insistir sobre la “necesidad de ser alguien en la vida”. Poco a poco, empezamos a claudicar. Alberto estudió Medicina. César encontró esposa. José vistió uniforme de la Fuerza Aérea. Yo me clavé a las Relaciones Internacionales.
Rebasamos la adolescencia convertidos en la antitesis de nuestros anhelos. Compenetrando docilidad, entreguismo y chaquetismo ideológico, Alberto y yo nos graduamos con honores y continuamos la especialidad correspondiente. César y José fueron padres.
Los caminos reventaron. Cada chango a su mecate y tendido al crédito, la honorabilidad y los blasones de aristocracia. En una década huimos del guitarrazo y el descontón a la monotonía de un club deportivo, automóviles austeros y una casita en abonos.
La paradoja nos avergonzó y discretamente dejamos que la desidia dictara la sentencia. Nos perdimos. En un rinconcito de nuestras mentas desvencijadas, la banda de los Few Mothers se despedía de sus amados fans.
Rondando los cuarentas, José movió mar y tierra para un reencuentro. Seis meses nos ocupó generar la coincidencia correcta. Un bar de imponente aspecto abrigó la cita de cuatro veteranos fallidos del verano hippioso, la primavera de Praga y el mayo francés. Alberto, el doctor, Raúl, el licenciado, César, el líder sindical, y José, el oficial, lamieron la claudicación a sus ideales. En el cenit de la borrachera juraron el retorno de los valientes y las reconquista de la utopía acuariana. La banda de los animales regresaba al circuito de la perdición.
Viéndose a intervalos desordenados, los cuatro sostuvimos una especie de amistad fundamentada más en las evocaciones que en la actualidad imperante. La inercia hubiera seguido indefinidamente de no ser por el anuncio del concierto de despedida del Gran Ídolo, el mega grupo sesentero, que concluía una trayectoria de cuatro decenios de “puro y auténtico” rock and roll.
Alberto sugirió la asistencia compartida en honor a los buenos tiempos y al salvajismo eterno. César y José aceptaron apartar y comprar los boletos. Yo me hice güey y opté por invitar los tragos previos al toquín, esperando que el mítico Al pusiera la ranfla y el estacionamiento.
El viernes fatal, los cuatro comimos y bebimos en una cantina light de Coyacán. Flameados e indecisos, subimos al hiper auto de Albertico y nos dirigimos al Estadio.
Si bien, enfundados en mezclillas y accesorios casuales, las marcas destacaban el éxito laboral, reduciendo nuestra peregrina idea de imitar el “no class” de los roqueros empedernidos. En las inmediaciones del Coloso, el fluido vehicular y las pocas personas que observamos, nos indujo a suponer una llegada adelantada.
Las ofensas no se hicieron esperar. ¡Ya ves, pendejo¡ ¡No mames¡. José impuso orden. Liquen sus wachos. ¿Qué?. Sus relojes. Ah. Estamos en tiempo.
En el estacionamiento, una oleada de estupor devastó la integridad de los cuatro. Cual entrada dominical a la ópera, una larga fila de sesentones emperifollados aguardaban la inspección de los guardias de seguridad. Un parque jurásico poblado de dinos, chamarras de cuero, playeras-pijamas, olores a naftalina y celulares conectados a caros hospitales de urgencia, hollaba el estereotipo de la rebeldía roquer.
Reconocíamos que las mocedades apestaban a rancio pero guardábamos la fe en que las arrugas no derribarían el ánimo del corazón. Y hete que a las puertas de un recinto deportivo, la gerontocracia en pleno usurpaba el lugar de las bellas huestes de una generación legendaria.
A la defensiva nos colamos al Estadio. Estupefactos constatamos el auge de la momiza y uno que otro nieto trasnochado. En silencio aguardamos el principio del concierto. La oscuridad automática anunció el redoble de un tambor. Una cascada de luz inundó el escenario. El Gran Idolo arremetió su hit “Tengo 16 y me vale madre”.
En desvarío cuasi etílico psicotrópico al estilo Burroughs, los integrantes del Gran Ídolo, en la amplitud de los miles de lustros integrados a su fama, semejaban a un quinteto de momias flamboyantes inmolándose en la ovación de los muertos vivientes de George A. Romero.
A mi diestra una pareja de carcamales fumaba mariguana, retorciendo sus magras carnes. En la siniestra, dos cacatúas disfrazadas de Bruce Springsteen aullaban a la luna. Las tribunas exhibían la descomposición de la vitalidad. De sumar el total de las edades asistentes tendríamos el origen del planeta. El mero caldo primigenio hecho caca.
En esos minutos, la película de mi biografía fue consumida. Mis camaradas reaccionaban del mismo modo. A la discreta nos inspeccionamos. ¿Jóvenes?. Ni de nombre. Arrugas, verrugas, reumas, canas, tripas, hinchazones; el catálogo de la vejez nos estalló en las jetas. Las máscaras rodaron. Un cuarteto adulto decrépito aplaudió el primer número de su funeral.
MARCIANADAS: LA MANO PELUDA
¿Existe espantajo más "inocente" que una mano caminadora y gandalla en el universo tenebroso de la imaginación popular mexicana? Honestamente no, por ello, en este "Día de los Inocentes" la traemos a cuento.
domingo, 27 de diciembre de 2009
MARASSA: CARLITOS
POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
Carlitos tiene siete años y una leucemia terminal.
Carlitos es un niño de siete años y cuando lean estas palabras probablemente estará muerto.
¿Quién dijo que Dios fuera justo?
Conocí a Carlitos en un consultorio del Instituto Nacional de Cancerología.
Acabado por el tratamiento, la fatalidad y el diagnóstico, Carlitos me decía que le gustaban los Power Rangers y el programa de los Dinosaurios; que le agradaban los girasoles y los días soleados; que no quería que su familia sufriera; que estaba preparado para irse y que le hubiera gustado ser doctor de grande o bombero.
Y yo lo escuchaba. Carlitos no iba a crecer, a tocar otra piel, a escaparse de la escuela o quedarse con los vueltos de los mandados. Carlitos personificaba una esperanza truncada. Carlitos hablaba y yo oía el dolor, la rabia y la resignación, y a través de su vocecita, me llegaban las decenas de moribundos que estuvieron en ese consultorio.
Carlitos me contaba que con su partida se acabarían los sufrimientos y que estaría en el cielo viendo a sus padres. Me interrogaba si me gustaba Batman o Ultramán y que si ya había visto Pocahontas y el calendario de la Trevi. Sus preguntas vinculadas a la cotidianidad me parecieron macabras y cambié de tema. Le expliqué que deseaba entrevistarlo para la radio y volverlo una celebridad.
Carlitos se rió.
Carlitos se fue de alta un domingo. Y un avión lo depositó en su natal Sinaloa. El viaje animó al niño. Volvería a estar en casa, en su cama con sus juguetes. No supo que el vuelo significaba la rendición de la Ciencia y el principio de la descomposición.
Carlitos se apagaría, dejándonos en tinieblas.
La enfermera me repitió el alta del niño.
No me despedí de Carlitos y no pude decirle que gustosamente me cambiaría por él; que donde yo estuviera lo recordaría y que deseaba que no sufriera en demasía.
Emigré del hospital derrotado.
¿Cómo y con permiso de quién pueden perpetuarse estas desgracias?
Saque las notas de mi saco y las cintas de la grabadora. Las aventé a una coladera. No lucro con la pena. La plática de Carlitos y yo estaría a salvo en mi memoria.
Y ruego que existan los ángeles y que cuiden de Carlitos.
Carlitos tiene siete años y una leucemia terminal.
Carlitos es un niño de siete años y cuando lean estas palabras probablemente estará muerto.
¿Quién dijo que Dios fuera justo?
Conocí a Carlitos en un consultorio del Instituto Nacional de Cancerología.
Acabado por el tratamiento, la fatalidad y el diagnóstico, Carlitos me decía que le gustaban los Power Rangers y el programa de los Dinosaurios; que le agradaban los girasoles y los días soleados; que no quería que su familia sufriera; que estaba preparado para irse y que le hubiera gustado ser doctor de grande o bombero.
Y yo lo escuchaba. Carlitos no iba a crecer, a tocar otra piel, a escaparse de la escuela o quedarse con los vueltos de los mandados. Carlitos personificaba una esperanza truncada. Carlitos hablaba y yo oía el dolor, la rabia y la resignación, y a través de su vocecita, me llegaban las decenas de moribundos que estuvieron en ese consultorio.
Carlitos me contaba que con su partida se acabarían los sufrimientos y que estaría en el cielo viendo a sus padres. Me interrogaba si me gustaba Batman o Ultramán y que si ya había visto Pocahontas y el calendario de la Trevi. Sus preguntas vinculadas a la cotidianidad me parecieron macabras y cambié de tema. Le expliqué que deseaba entrevistarlo para la radio y volverlo una celebridad.
Carlitos se rió.
Carlitos se fue de alta un domingo. Y un avión lo depositó en su natal Sinaloa. El viaje animó al niño. Volvería a estar en casa, en su cama con sus juguetes. No supo que el vuelo significaba la rendición de la Ciencia y el principio de la descomposición.
Carlitos se apagaría, dejándonos en tinieblas.
La enfermera me repitió el alta del niño.
No me despedí de Carlitos y no pude decirle que gustosamente me cambiaría por él; que donde yo estuviera lo recordaría y que deseaba que no sufriera en demasía.
Emigré del hospital derrotado.
¿Cómo y con permiso de quién pueden perpetuarse estas desgracias?
Saque las notas de mi saco y las cintas de la grabadora. Las aventé a una coladera. No lucro con la pena. La plática de Carlitos y yo estaría a salvo en mi memoria.
Y ruego que existan los ángeles y que cuiden de Carlitos.
sábado, 26 de diciembre de 2009
MARASSA: PRINCESA
POR: RAÚL GÓMEZ MIGUEL
Mil veces virgen. Mil veces desflorada. La Princesa seguía en la carretera.
Violada a los once, por un amigo de su padre, y fugada de la casa a los 16, la Princesa contaba las cárceles visitadas en los vistosos tatuajes de sus brazos.
Hubo un amor remoto que le dio tres abortos, la adicción al polvo y una motocicleta Harley.
Poderosa en sus jeans rotos y su gruesa chamarra de gamuza, la Princesa representaba toda la libertad aspirada por un niño de trece.
Y venía a la estación de abastecimiento, rugiente y esplendorosa. Encargaba la moto y entraba al baño de mujeres. Media hora después, llena de combustible y con el cabello al viento, la Princesa devoraba el camino.
Tímido en exceso, ella me habló primero.
En los atardeceres miraba el ocaso y platicaba conmigo. Supe de su pasado, de su presente irresponsable y del futuro no deseado. Hablaba suavemente, acariciando las palabras, y me decía: “¡Vive duro y nunca te rindas!”.
En tres ocasiones me visitó acompañada. Pero no tomaba en serio a nadie. “El amor no existe” –mascullaba- y me besaba en la mejilla. Una que otra vez se recargó en mí, cantando canciones que nunca había oído. Estar en su cercanía me colocaba en las puertas del cielo. La Princesa poseía el mejor par de ojos que hayas visto, y cuando reía, hermano, tocabas la gloria. Y no olía mal, olía a magia...
La última vez que nos vimos, me regaló un anillo en forma de calavera y una piedrita de cuarzo contra las malas vibras. Contemplamos el atardecer y antes de subirse a la moto, me jaló y me besó en la boca. Su lengua me robó el espíritu.
Encendió el motor y tomó la recta.
Esa noche no pude dormir y el “Jay”, mi perro, ladró hasta cansarse.
La rutina de la estación (despachar gasolina, poner aceite y aire, lavar coches y cobrar) fue un paliativo dudoso para no extrañar tanto a la Princesa. Muchos cambios sucederían y no estaba preparado.
La inquietud nocturna de mi precoz adolescencia causó nuevas expectativas físicas. Crecí, me salieron barros y en mi garganta brotaban unos “gallos” de antología.
Un diciembre, la Princesa volvió en forma de relato morboso.
Un camionero contó: “¿Te acuerdas de tu amiga la loca?. Se mató, hace dos meses. Fue gacho. Cerca de Tijuana, en una curva pronunciada, la chava se salió del carril y entre la moto y el trancazo se la cargó Pifas. Murió al instante”.
“¿Y el cuerpo?” –interrogué.
“Pos creo que naiden lo reclamó”.
Esa Navidad perdí la inocencia.
Me tardé años en concretar un indicio de su probable fin y lo encontré. La Princesa había muerto en un accidente, tal y como lo describiera el camionero, su cuerpo fue incinerado y dispersadas las cenizas en el desierto.
Por eso, mujer, venimos anualmente a estas ruinas. Por eso caminamos y me ves depositar un ramo de rosas rojas al pie de un árbol. Por eso, porque tras 30 años aún la amo y la espero...
Mil veces virgen. Mil veces desflorada. La Princesa seguía en la carretera.
Violada a los once, por un amigo de su padre, y fugada de la casa a los 16, la Princesa contaba las cárceles visitadas en los vistosos tatuajes de sus brazos.
Hubo un amor remoto que le dio tres abortos, la adicción al polvo y una motocicleta Harley.
Poderosa en sus jeans rotos y su gruesa chamarra de gamuza, la Princesa representaba toda la libertad aspirada por un niño de trece.
Y venía a la estación de abastecimiento, rugiente y esplendorosa. Encargaba la moto y entraba al baño de mujeres. Media hora después, llena de combustible y con el cabello al viento, la Princesa devoraba el camino.
Tímido en exceso, ella me habló primero.
En los atardeceres miraba el ocaso y platicaba conmigo. Supe de su pasado, de su presente irresponsable y del futuro no deseado. Hablaba suavemente, acariciando las palabras, y me decía: “¡Vive duro y nunca te rindas!”.
En tres ocasiones me visitó acompañada. Pero no tomaba en serio a nadie. “El amor no existe” –mascullaba- y me besaba en la mejilla. Una que otra vez se recargó en mí, cantando canciones que nunca había oído. Estar en su cercanía me colocaba en las puertas del cielo. La Princesa poseía el mejor par de ojos que hayas visto, y cuando reía, hermano, tocabas la gloria. Y no olía mal, olía a magia...
La última vez que nos vimos, me regaló un anillo en forma de calavera y una piedrita de cuarzo contra las malas vibras. Contemplamos el atardecer y antes de subirse a la moto, me jaló y me besó en la boca. Su lengua me robó el espíritu.
Encendió el motor y tomó la recta.
Esa noche no pude dormir y el “Jay”, mi perro, ladró hasta cansarse.
La rutina de la estación (despachar gasolina, poner aceite y aire, lavar coches y cobrar) fue un paliativo dudoso para no extrañar tanto a la Princesa. Muchos cambios sucederían y no estaba preparado.
La inquietud nocturna de mi precoz adolescencia causó nuevas expectativas físicas. Crecí, me salieron barros y en mi garganta brotaban unos “gallos” de antología.
Un diciembre, la Princesa volvió en forma de relato morboso.
Un camionero contó: “¿Te acuerdas de tu amiga la loca?. Se mató, hace dos meses. Fue gacho. Cerca de Tijuana, en una curva pronunciada, la chava se salió del carril y entre la moto y el trancazo se la cargó Pifas. Murió al instante”.
“¿Y el cuerpo?” –interrogué.
“Pos creo que naiden lo reclamó”.
Esa Navidad perdí la inocencia.
Me tardé años en concretar un indicio de su probable fin y lo encontré. La Princesa había muerto en un accidente, tal y como lo describiera el camionero, su cuerpo fue incinerado y dispersadas las cenizas en el desierto.
Por eso, mujer, venimos anualmente a estas ruinas. Por eso caminamos y me ves depositar un ramo de rosas rojas al pie de un árbol. Por eso, porque tras 30 años aún la amo y la espero...
viernes, 25 de diciembre de 2009
EDITORIAL: UNA CARTA DE NAVIDAD
Lejos de las creencias religiosas y el oportunismo del comercio, la Navidad es una fiesta que nos permite detener un poco la marcha de la existencia y meditar en asuntos espirituales que fortalecen cuanto somos o pretendemos ser.
Durante doce meses, vivimos inmersos en radicalismos casi fanáticos entre quienes dicen tener la razón y los que descalifican ese monopolio mental. Nos dividimos, nos mordemos y los únicos que ganan son quienes imponen el divisionismo para ganar sus causas. El interés general es tan volátil que pareciera no existir.
Sin embargo, en estas horas de descanso, la humanidad trata de pensar en un mañana de esperanza y una realidad menos dolorosa para los que vienen. Por unos momentos, nos acercamos a la bondad de la especie y vemos en la felicidad que producimos y nos producen, la reivindicación del género.
En mi hogar, con mi familia y el DODO DE GUARDIA, envío a cada uno de nuestros lectores un abrazo firme y los parabienes correspondientes, esperando que el próximo año sigan leyendo, analizando y criticando lo que se le ocurre a los Dodos y a mi persona sobre los asuntos funestos del país y el mundo.
También hago un minuto de silencio por quienes se han adelantado, dejando el dolor de la terrible ausencia que arraiga en los suyos. Por ello, la veladora que bendice la redacción está prendida.
Creo firmemente en la capacidad de los hombres y las mujeres para hacer una diferencia ante lo que se asume inevitable, por eso, apelamos a esa excepcionalidad para defender cuanto sea considerado justo y necesario.
Lo que sí es un hecho sin cuestionamientos o quebrantos es que la época torna necesario asumir compromisos vitales, que no permiten retardos o postergación. Es el tiempo de creer y responder con el diálogo y la argumentación, la visión que sustentamos. La descalificación visceral es inadmisible
Por ende, el trabajo es mucho y el tiempo corto. No obstante, hoy en los círculos de nuestras querencias estará la convicción de que podemos hacer algo.
FELICES FIESTAS
EL ÚLTIMO DE LOS DODOS
Durante doce meses, vivimos inmersos en radicalismos casi fanáticos entre quienes dicen tener la razón y los que descalifican ese monopolio mental. Nos dividimos, nos mordemos y los únicos que ganan son quienes imponen el divisionismo para ganar sus causas. El interés general es tan volátil que pareciera no existir.
Sin embargo, en estas horas de descanso, la humanidad trata de pensar en un mañana de esperanza y una realidad menos dolorosa para los que vienen. Por unos momentos, nos acercamos a la bondad de la especie y vemos en la felicidad que producimos y nos producen, la reivindicación del género.
En mi hogar, con mi familia y el DODO DE GUARDIA, envío a cada uno de nuestros lectores un abrazo firme y los parabienes correspondientes, esperando que el próximo año sigan leyendo, analizando y criticando lo que se le ocurre a los Dodos y a mi persona sobre los asuntos funestos del país y el mundo.
También hago un minuto de silencio por quienes se han adelantado, dejando el dolor de la terrible ausencia que arraiga en los suyos. Por ello, la veladora que bendice la redacción está prendida.
Creo firmemente en la capacidad de los hombres y las mujeres para hacer una diferencia ante lo que se asume inevitable, por eso, apelamos a esa excepcionalidad para defender cuanto sea considerado justo y necesario.
Lo que sí es un hecho sin cuestionamientos o quebrantos es que la época torna necesario asumir compromisos vitales, que no permiten retardos o postergación. Es el tiempo de creer y responder con el diálogo y la argumentación, la visión que sustentamos. La descalificación visceral es inadmisible
Por ende, el trabajo es mucho y el tiempo corto. No obstante, hoy en los círculos de nuestras querencias estará la convicción de que podemos hacer algo.
FELICES FIESTAS
EL ÚLTIMO DE LOS DODOS
jueves, 24 de diciembre de 2009
EL DODO DICE: LA FELICIDAD Y LOS DODOS
Por.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
Desde tiempos inmemoriales, los DODOS han practicado una costumbre peculiar para preservar la felicidad que les caracteriza.
Todo DODO tiene, entre sus pertenencias, un coco que lleva a todas partes. En ese coco, seco por supuesto, coloca escrita en hojas de palmera una lista de las cosas, los acontecimientos y los seres que los han hecho felices. El coco, llamado simplemente FELICIDAD, contiene además de los pedazos de hojas de palmeras, fotografías, envolturas de dulces, boletos viejos de cine y una inmensa cantidad de chácharas, perfectamente ordenadas que -con el paso del tiempo- van cambiando el tamaño del coco, a veces lo agigantan, a veces lo reducen.
Al DODO SABIO le pregunté cuál era el propósito de esta costumbre. Con la venerabilidad que alcanzan los DODOS de edades avanzadas, me contestó que se trataba de una forma que los DODOS encontraron para prolongar la felicidad a través de perpetuarla en formas tangibles, para que bastara -en los momentos de tristeza- sacar del coco aquellos evidencias alegres y recordarlas hasta lograr el equilibrio emocional que los DODOS necesitan para vivir.
Cuando los DODOS dejan este mundo, el coco es puesto en la eternidad para que la felicidad nunca lo deje de acompañar.
Intrigado, me puse a pensar qué pondría en mi coco.
Por supuesto, las pocas fotografías que tengo con mi madre, mi abuela Celia y mi abuela Casimira; otras placas de mi amigo Enrique Trejo; una memoria usb con las imágenes de Silvia Trujillo, Alejandro Hernández, Jorge Souza,Cristian Viveros,Alejandra Castellanos, Double D y “Africa”, unas tomas de Edgar Serrano y José Salvador Orozco; los álbumes de recuerdos con Marcia; cientos de anécdotas escritas con diferentes alumnos y alumnas de todas las universidades donde he dado clases; una pluma pequeña de un DODO; los mensajes telefónicos con la voz de quienes se han ido; una copia del cd de Navidad favorito de doña Marcia Silva; unas instantáneas de Doña Berta, la Chata; las cartas apasionadas de mi primera novia, el primer poema que escribí, la primera canción que hice; el primer artículo que publiqué con mi nombre; las postales de los viajes realizados y los boletos de los mejores conciertos musicales a los que asistí; mi primer libro; el primer beso robado, un mechón de cabello de la mujer con que pase la primera noche; las huellas de todos mis perros; un poco de tierra del jardín de Cursos, un tabique del Colegio Carnegie original; un peluche viejo en forma de patita; un pétalo de la primera rosa que regalé; el Cristo de oro que mi mamá me puso para hacerme entrar en razón; un peso del primer salario que gané con el sudor de la frente; la llave de mi casa familiar; los jóvenes que fuimos, los hombres que somos y los ancianos que se irán despidiendo; las cubiertas de los libros que escribí; el vaso de la primera vez que junto a mi Carnal Serrano nos dimos cuenta que, a pesar de las desgracias, podíamos contar el uno con el otro, y tantos otros souvenirs que necesitaría cientos de cocos para que cupieran.
El DODO SABIO simplemente meneó el pico y dijo: “No es esencial hacer toda esa mudanza de recuerdos. Simplemente recurre a la memoria y a la imaginación para llevarte a esos momentos de dicha y comparar con lo que estás viviendo. Algún día cuando nuestra misión esté terminada y los DODOS vuelen, te quedarás con lo ocurrido entre nosotros y tú, y nosotros, a nuestra vez, recordaremos al ogro que nos abrió su casa y nos dio un espacio tecnológico para difundir la forma en que vemos el mundo”.
En un segundo el DODO SABIO extrajo un coco de regular tamaño y me lo mostró; al abrirlo cientos de risas DODOS llenaron la habitación y me puse a llorar...
Desde tiempos inmemoriales, los DODOS han practicado una costumbre peculiar para preservar la felicidad que les caracteriza.
Todo DODO tiene, entre sus pertenencias, un coco que lleva a todas partes. En ese coco, seco por supuesto, coloca escrita en hojas de palmera una lista de las cosas, los acontecimientos y los seres que los han hecho felices. El coco, llamado simplemente FELICIDAD, contiene además de los pedazos de hojas de palmeras, fotografías, envolturas de dulces, boletos viejos de cine y una inmensa cantidad de chácharas, perfectamente ordenadas que -con el paso del tiempo- van cambiando el tamaño del coco, a veces lo agigantan, a veces lo reducen.
Al DODO SABIO le pregunté cuál era el propósito de esta costumbre. Con la venerabilidad que alcanzan los DODOS de edades avanzadas, me contestó que se trataba de una forma que los DODOS encontraron para prolongar la felicidad a través de perpetuarla en formas tangibles, para que bastara -en los momentos de tristeza- sacar del coco aquellos evidencias alegres y recordarlas hasta lograr el equilibrio emocional que los DODOS necesitan para vivir.
Cuando los DODOS dejan este mundo, el coco es puesto en la eternidad para que la felicidad nunca lo deje de acompañar.
Intrigado, me puse a pensar qué pondría en mi coco.
Por supuesto, las pocas fotografías que tengo con mi madre, mi abuela Celia y mi abuela Casimira; otras placas de mi amigo Enrique Trejo; una memoria usb con las imágenes de Silvia Trujillo, Alejandro Hernández, Jorge Souza,Cristian Viveros,Alejandra Castellanos, Double D y “Africa”, unas tomas de Edgar Serrano y José Salvador Orozco; los álbumes de recuerdos con Marcia; cientos de anécdotas escritas con diferentes alumnos y alumnas de todas las universidades donde he dado clases; una pluma pequeña de un DODO; los mensajes telefónicos con la voz de quienes se han ido; una copia del cd de Navidad favorito de doña Marcia Silva; unas instantáneas de Doña Berta, la Chata; las cartas apasionadas de mi primera novia, el primer poema que escribí, la primera canción que hice; el primer artículo que publiqué con mi nombre; las postales de los viajes realizados y los boletos de los mejores conciertos musicales a los que asistí; mi primer libro; el primer beso robado, un mechón de cabello de la mujer con que pase la primera noche; las huellas de todos mis perros; un poco de tierra del jardín de Cursos, un tabique del Colegio Carnegie original; un peluche viejo en forma de patita; un pétalo de la primera rosa que regalé; el Cristo de oro que mi mamá me puso para hacerme entrar en razón; un peso del primer salario que gané con el sudor de la frente; la llave de mi casa familiar; los jóvenes que fuimos, los hombres que somos y los ancianos que se irán despidiendo; las cubiertas de los libros que escribí; el vaso de la primera vez que junto a mi Carnal Serrano nos dimos cuenta que, a pesar de las desgracias, podíamos contar el uno con el otro, y tantos otros souvenirs que necesitaría cientos de cocos para que cupieran.
El DODO SABIO simplemente meneó el pico y dijo: “No es esencial hacer toda esa mudanza de recuerdos. Simplemente recurre a la memoria y a la imaginación para llevarte a esos momentos de dicha y comparar con lo que estás viviendo. Algún día cuando nuestra misión esté terminada y los DODOS vuelen, te quedarás con lo ocurrido entre nosotros y tú, y nosotros, a nuestra vez, recordaremos al ogro que nos abrió su casa y nos dio un espacio tecnológico para difundir la forma en que vemos el mundo”.
En un segundo el DODO SABIO extrajo un coco de regular tamaño y me lo mostró; al abrirlo cientos de risas DODOS llenaron la habitación y me puse a llorar...
miércoles, 23 de diciembre de 2009
A TÍTULO PERSONAL: POR LEYES SIN PREFERENCIAS SEXUALES
Por.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
El lunes 21 de diciembre de 2009, con 39 votos a favor, 20 en contra y cinco abstenciones, el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó la reforma al Código Civil del Distrito Federal, que reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En el mundo, sólo se permiten los matrimonios homosexuales en Bélgica, Canadá, España, Holanda, Noruega, Sudáfrica y Suecia. También han sido aprobados en algunas ciudades de Estados Unidos como Connecticut, Iowa, Massachussetts y Vermont. Por tanto, la aprobación de esta reforma al Código Civil del Distrito Federal coloca a la capital de México en la vanguardia del respeto a las libertades civiles y los derechos humanos de sus habitantes, por encima de sus preferencias sexuales, como cualquier derecho inteligente debe promover.
Desde 2007 estaban permitidas en el DF las uniones civiles de parejas del mismo sexo, en consecuencia, la modificación al Código Civil vigente es un corolario lógico a las demandas de las minorías sexuales que defienden un trato digno y respetuoso de la ley y las autoridades, y tener las mismas prerrogativas de los matrimonios heterosexuales.
Ni tardo ni perezoso, el cardenal Norberto Rivera determinó que la ley era inmoral y una aberración. Consideró inadmisible y condenable, la posibilidad de adopción de esas parejas ya que, según el cura, daños psicológicos y morales serán consecuencia de someter a tal injusticia y arbitrariedad a los infantes.
En una franca postura política más que religiosa, el señor Rivera sintió impotencia, dolor y consternación por la decisión de los entes del mal de golpear la intimidad de la familia mexicana. En el exceso de la verborrea conservadora redujo las palabras de padre y madre, y negó sentido a los sexos.
"Nuestros niños y jóvenes corren un gravísimo riesgo, al ver como normales este tipo de uniones, y pueden entender equívocamente que las diferencias sexuales son un simple tipo de personalidad, dejando así de apreciar la dualidad de la sexualidad humana, que es condición de la procreación y, por tanto, de la conservación y desarrollo de la humanidad".
Pronosticó que la ley no durará precisamente porque en países que la han implementado, son pocas las parejas gays que la han utilizado, y exhortó a los feligreses a orar por el retorno de los asambleístas al buen camino y no alejarse de la voluntad de Dios.
"La aprobación arbitraria de esta ley inmoral sea el antídoto para que en los demás estados de la República no sigan este perverso ejemplo y se haga lo necesario para defender constitucionalmente a la familia, comprometiéndose los fieles laicos (SIC) a evitar, por cauces legales, estos atropellos contra la sociedad misma y sus valores más preciados".
"No es discriminarle, sino reconocer y defender al matrimonio como institución esencialmente heterosexual. Una unión formal entre personas del mismo sexo será todo, pero jamás un matrimonio, y desde los valores cristianos siempre será inmoral".
"No existe ningún fundamento racional o ético para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia".
"Los actos homosexuales, en efecto, cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso"
“Las relaciones homosexuales son reprobadas y los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados".
Y que conste que estas declaraciones la hace un ministro de culto centrado en la salvación espiritual de los creyentes, no en el uso que hagan de sus cuerpos.
Mariana Gómez del Campo, coordinadora del PAN en la Asamblea Legislativa, solicitó a Marcelo Ebrard, jefe de gobierno del Distrito Federal, que vete las reformas que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción. De lo contrario, advirtió, su partido impulsará una acción de inconstitucionalidad ante la Corte, una vez que éstas sean publicadas en la Gaceta Oficial local.
El origen de este ánimo beligerante estuvo en la votación por la adopción de niños por matrimonios del mismo sexo, ya que con el voto en contra del PAN y algunos legisladores del PRI y PVEM, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó que los matrimonios de personas del mismo sexo podrán adoptar niños.
Las facciones vencidas de Partido Revolucionario Institucional y el Partido Acción Nacional sostienen que pelearán hasta conseguir que esta desgracia destruya los pilares morales y de buenas costumbres que caracterizan a sus seguidores.
Sea como sea, la comunidad lésbico gay ha ganado una batalla importante al orillar a sus enemigos declarados a reconocerles existencia y a oponerse a una reivindicación ciudadana más que merecida.
Hasta donde el entendimiento me lo permite, la preferencia sexual no garantiza la aptitud de los adultos para sacar a un niño adelante y convertirlo en un elemento de provecho para la sociedad y, salvo por la procreación, tampoco existe una justificación científica definitiva en cuanto a la normalidad de la heterosexualidad.
La verdadera justicia debe tocarnos a todo por igual, gústele o no a los sectores retardatarios del país.
El lunes 21 de diciembre de 2009, con 39 votos a favor, 20 en contra y cinco abstenciones, el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó la reforma al Código Civil del Distrito Federal, que reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En el mundo, sólo se permiten los matrimonios homosexuales en Bélgica, Canadá, España, Holanda, Noruega, Sudáfrica y Suecia. También han sido aprobados en algunas ciudades de Estados Unidos como Connecticut, Iowa, Massachussetts y Vermont. Por tanto, la aprobación de esta reforma al Código Civil del Distrito Federal coloca a la capital de México en la vanguardia del respeto a las libertades civiles y los derechos humanos de sus habitantes, por encima de sus preferencias sexuales, como cualquier derecho inteligente debe promover.
Desde 2007 estaban permitidas en el DF las uniones civiles de parejas del mismo sexo, en consecuencia, la modificación al Código Civil vigente es un corolario lógico a las demandas de las minorías sexuales que defienden un trato digno y respetuoso de la ley y las autoridades, y tener las mismas prerrogativas de los matrimonios heterosexuales.
Ni tardo ni perezoso, el cardenal Norberto Rivera determinó que la ley era inmoral y una aberración. Consideró inadmisible y condenable, la posibilidad de adopción de esas parejas ya que, según el cura, daños psicológicos y morales serán consecuencia de someter a tal injusticia y arbitrariedad a los infantes.
En una franca postura política más que religiosa, el señor Rivera sintió impotencia, dolor y consternación por la decisión de los entes del mal de golpear la intimidad de la familia mexicana. En el exceso de la verborrea conservadora redujo las palabras de padre y madre, y negó sentido a los sexos.
"Nuestros niños y jóvenes corren un gravísimo riesgo, al ver como normales este tipo de uniones, y pueden entender equívocamente que las diferencias sexuales son un simple tipo de personalidad, dejando así de apreciar la dualidad de la sexualidad humana, que es condición de la procreación y, por tanto, de la conservación y desarrollo de la humanidad".
Pronosticó que la ley no durará precisamente porque en países que la han implementado, son pocas las parejas gays que la han utilizado, y exhortó a los feligreses a orar por el retorno de los asambleístas al buen camino y no alejarse de la voluntad de Dios.
"La aprobación arbitraria de esta ley inmoral sea el antídoto para que en los demás estados de la República no sigan este perverso ejemplo y se haga lo necesario para defender constitucionalmente a la familia, comprometiéndose los fieles laicos (SIC) a evitar, por cauces legales, estos atropellos contra la sociedad misma y sus valores más preciados".
"No es discriminarle, sino reconocer y defender al matrimonio como institución esencialmente heterosexual. Una unión formal entre personas del mismo sexo será todo, pero jamás un matrimonio, y desde los valores cristianos siempre será inmoral".
"No existe ningún fundamento racional o ético para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia".
"Los actos homosexuales, en efecto, cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso"
“Las relaciones homosexuales son reprobadas y los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados".
Y que conste que estas declaraciones la hace un ministro de culto centrado en la salvación espiritual de los creyentes, no en el uso que hagan de sus cuerpos.
Mariana Gómez del Campo, coordinadora del PAN en la Asamblea Legislativa, solicitó a Marcelo Ebrard, jefe de gobierno del Distrito Federal, que vete las reformas que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción. De lo contrario, advirtió, su partido impulsará una acción de inconstitucionalidad ante la Corte, una vez que éstas sean publicadas en la Gaceta Oficial local.
El origen de este ánimo beligerante estuvo en la votación por la adopción de niños por matrimonios del mismo sexo, ya que con el voto en contra del PAN y algunos legisladores del PRI y PVEM, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó que los matrimonios de personas del mismo sexo podrán adoptar niños.
Las facciones vencidas de Partido Revolucionario Institucional y el Partido Acción Nacional sostienen que pelearán hasta conseguir que esta desgracia destruya los pilares morales y de buenas costumbres que caracterizan a sus seguidores.
Sea como sea, la comunidad lésbico gay ha ganado una batalla importante al orillar a sus enemigos declarados a reconocerles existencia y a oponerse a una reivindicación ciudadana más que merecida.
Hasta donde el entendimiento me lo permite, la preferencia sexual no garantiza la aptitud de los adultos para sacar a un niño adelante y convertirlo en un elemento de provecho para la sociedad y, salvo por la procreación, tampoco existe una justificación científica definitiva en cuanto a la normalidad de la heterosexualidad.
La verdadera justicia debe tocarnos a todo por igual, gústele o no a los sectores retardatarios del país.
martes, 22 de diciembre de 2009
APUNTES: COMO EN BOTICA
Como es habitual en este tipo de asuntos pestilentes, las autoridades de todo tipo están poniendo distancia frente a la herencia sangrienta y el balconeo impúdico de la caída de Arturo Beltrán Leyva.
Casi de inmediato, las editoriales y las columnas políticas de los medios se dan golpes de pecho por el ofrecimiento, documentado, del fallecido Jefe de Jefes para limpiar de delincuentes comunes las zonas que lo cobijaran a cambio de que los responsables de la seguridad ciudadana voltearan hacia otro lado con la “mochada” correspondiente.
En un estilo que emana la doctrina calderonista del bien y el mal, los periodistas dicen a los lectores que eso estuvo muy mal, que no se debe hacer y que sucede lo que suceda, los políticos no deben de pactar con el narcotráfico.
Más que pretender evangelizar de forma tan idiota, el Gobierno Federal tendría que admitir, primero, que el crimen organizado duerme en la misma almohada de los funcionarios, después que los recursos financieros de la delincuencia (lavado por si las dudas) ha contribuido al encumbramiento de burócratas plenamente identificados con varios delitos, y que lejos de verse una conclusión a corto plazo de este enfrentamiento, el negocio fabuloso de las drogas está en movimiento y es flexible para recomponerse de inmediato y ungir a otro líder.
Deducir que el Poder Ejecutivo mandó un mensaje tajante a través del cadáver de Arturo Beltrán Leyva a sus subordinados para negarse a la oferta de los delincuentes, es una lectura ramplona, tendenciosa e incongruente con la realidad.
Como cualquier persona con unos dedos de narices sabe, el dinero es una tentación de grueso calibre y considerando la formación ética de los grillos nacionales, no van a quedarse sin blanca por escrúpulos u ordenes del Más Allá.
Después de limpiar el expediente, anular las implicaciones peligrosas y retocar la emoción pura, la población conocerá un botón de la poderosa magnitud del cartel de los Beltrán Leyva y constatará que una organización así no se da en árboles. Por supuesto, gente influyente metió el hombro para llevarlos al infinito, y esos “agentes” siguen trabajando.
Dar lecciones de integridad no le queda a una administración arbitraria como la de Felipe Calderón, que ha hecho de la ineptitud, quizá, la única virtud válida.
En el pasado siglo XX, el Sistema Político Mexicano estaba armado de tal manera que aun se podía pactar con la delincuencia y salir con las manos limpias. Auténticos profesionales en el uso de la persuasión o el descontón, los operarios del equilibrio pudieron tener a este país en ruta sin aspavientos ni derramamientos enloquecidos de sangre.
¿Cómo lo hacían? Ese era un Secreto de Estado que murió en el momento que el espejismo democrático apostó por la derecha, que en estos nueve años, lejos de gobernar, se ha extendido cual cáncer en los núcleos de poder con la intención de apropiárselos en perjuicio de las libertades civiles y las garantías individuales de los mexicanos.
Tener al ejército en las calles, facilitar a la Procuraduría General de la República el libre accionar e insistir en la exageración mediática del adversario llevan implícitas intenciones distintas a la impartición de justicia y la protección de la integridad ciudadana; son instrumentos de control de intereses distintos a la discusión pública.
En varias ocasiones lo hemos escrito en este blog: detrás de la persecución al narcotráfico está la definición de un poder absoluto que integre las ganancias delictivas y el poder institucional.
Casi de inmediato, las editoriales y las columnas políticas de los medios se dan golpes de pecho por el ofrecimiento, documentado, del fallecido Jefe de Jefes para limpiar de delincuentes comunes las zonas que lo cobijaran a cambio de que los responsables de la seguridad ciudadana voltearan hacia otro lado con la “mochada” correspondiente.
En un estilo que emana la doctrina calderonista del bien y el mal, los periodistas dicen a los lectores que eso estuvo muy mal, que no se debe hacer y que sucede lo que suceda, los políticos no deben de pactar con el narcotráfico.
Más que pretender evangelizar de forma tan idiota, el Gobierno Federal tendría que admitir, primero, que el crimen organizado duerme en la misma almohada de los funcionarios, después que los recursos financieros de la delincuencia (lavado por si las dudas) ha contribuido al encumbramiento de burócratas plenamente identificados con varios delitos, y que lejos de verse una conclusión a corto plazo de este enfrentamiento, el negocio fabuloso de las drogas está en movimiento y es flexible para recomponerse de inmediato y ungir a otro líder.
Deducir que el Poder Ejecutivo mandó un mensaje tajante a través del cadáver de Arturo Beltrán Leyva a sus subordinados para negarse a la oferta de los delincuentes, es una lectura ramplona, tendenciosa e incongruente con la realidad.
Como cualquier persona con unos dedos de narices sabe, el dinero es una tentación de grueso calibre y considerando la formación ética de los grillos nacionales, no van a quedarse sin blanca por escrúpulos u ordenes del Más Allá.
Después de limpiar el expediente, anular las implicaciones peligrosas y retocar la emoción pura, la población conocerá un botón de la poderosa magnitud del cartel de los Beltrán Leyva y constatará que una organización así no se da en árboles. Por supuesto, gente influyente metió el hombro para llevarlos al infinito, y esos “agentes” siguen trabajando.
Dar lecciones de integridad no le queda a una administración arbitraria como la de Felipe Calderón, que ha hecho de la ineptitud, quizá, la única virtud válida.
En el pasado siglo XX, el Sistema Político Mexicano estaba armado de tal manera que aun se podía pactar con la delincuencia y salir con las manos limpias. Auténticos profesionales en el uso de la persuasión o el descontón, los operarios del equilibrio pudieron tener a este país en ruta sin aspavientos ni derramamientos enloquecidos de sangre.
¿Cómo lo hacían? Ese era un Secreto de Estado que murió en el momento que el espejismo democrático apostó por la derecha, que en estos nueve años, lejos de gobernar, se ha extendido cual cáncer en los núcleos de poder con la intención de apropiárselos en perjuicio de las libertades civiles y las garantías individuales de los mexicanos.
Tener al ejército en las calles, facilitar a la Procuraduría General de la República el libre accionar e insistir en la exageración mediática del adversario llevan implícitas intenciones distintas a la impartición de justicia y la protección de la integridad ciudadana; son instrumentos de control de intereses distintos a la discusión pública.
En varias ocasiones lo hemos escrito en este blog: detrás de la persecución al narcotráfico está la definición de un poder absoluto que integre las ganancias delictivas y el poder institucional.
lunes, 21 de diciembre de 2009
AVISO: Vacacionandodo
Como parte de las fiestas de fin de año, los Dodos de todo el mundo regresan a sus lugares de origen o aprovechan para descansar en un lugar que no conocen; lo que trae serios problemas para la Redacción de este blog, que como sus lectores saben, no tiene vacaciones y debe de informar constantemente lo que vale la pena saberse. Por ello, aunque temiendo lo peor, hemos dejado encargado de las oficinas al Dodo de Guardia, que por su extraña forma de ser -aun para un Dodo- goza demasiado quedarse solo y estar en contacto con los lectores, por lo tanto, de antemano les pedimos ciertas consideraciones por el tipo de material que encuentren aquí hasta que concluya el año.
El Gran Dodo Creador bendiga a los lectores que quedan en las alas del Dodo de Guardia, y a nosotros por tener que regresar a levantar el desgarriate, que juró no hacer este año.
El Último de los Dodos
PD: Lo anterior no quiere decir que no se suba diariamente algo diferente al blog y tampoco que el Dodo de Guardia puede hacer lo que quiere, ya que tiene instrucciones al respecto.
PD del Dodo de Guardia: ¿Les gustó el diseño navideño?
PD del Dodo de Guardia 2: Sí pienso hacer lo que quiero y las instrucciones me las comí. Juar, juar, juar, juar...
MARCIANADAS: Osos de peluche
Algunas explicaciones sobre el origen de tan peculiar juguete que, en cualquier época del año, se las arregla para llevar alegría a sus dueños.
domingo, 20 de diciembre de 2009
EL DODO DICE: LA LEYENDA DEL ÚLTIMO DE LOS DODOS
POR.- EL DODO SABIO
“Hace muchísimo tiempo, los DODOS habían encontrado un espacio propio en las Islas Mauricio y vivían dentro del ciclo natural de las especies. Un día, los hombres desembarcaron en las costas y se fueron apoderando de ellas, destruyendo cualquier obstáculo y rompiendo para siempre el equilibrio dado por nuestra Madre Naturaleza. Alguien mató el primer DODO y, por curiosidad, probó su carne y le supo sabrosa, dando pie a la cacería criminal de cuanta ave de este tipo se pusiera al alcance.
Los DODOS estaban diseñados para sobrevivir en un entorno controlado de fuerzas, pero fueron incapaces de frenar la brutalidad humana. Cientos de DODOS fueron masacrados para ser alimento e, incluso, por diversión, gracias a su tamaño, incapacidad de volar e ingenuidad, que le ganó el mote de “pájaros bobos”.
Escribió un niño, en un documento perdido en el transcurso de los siglos, que el ÚLTIMO DODO fue ocultarse a un lugar alejado, sabiendo que cargaba con el fin de su especie y que los cazadores darían cuenta de él en cualquier momento. Desesperado, meditó sobre qué podría hacer para decirle al futuro que una vez existieron los DODOS.
Acongojado, notó que sus limitaciones naturales le impedían asentar un testimonio perdurable de su paso por el tiempo y de cómo la crueldad humana había acabado con las aves.
Pensó y repensó hasta concluir que el destino estaba marcado. Iba a morir para perderse en el olvido.
Un niño, que había distinguido a lo lejos al DODO y que había sido testigo del asesinato del resto de estos, con tiento fue acercándose y observó lo siguiente.
El DODO, sin ningún semejante a quien aferrarse y agotado por la sangre derramada, decidió morir por cuenta propia. Levantó su pico y comenzó a rasgar sus carnes.
El ÚLTIMO DE LOS DODOS no fue cazado por el hombre, murió por sus propios picotazos.
El niño asustado por lo que estaba viendo se quedó quieto mientras las lágrimas le escurrían por las mejillas. Nunca se sintió más asqueado de pertenecer al género humano, culpable del sacrificio de tantos seres inocentes.
Entonces sucedió que el GRAN DODO UNIVERSAL, conmovido por el heroísmo del pájaro, recogió en un manto de luz extraordinaria los restos del ÚLTIMO DE LOS DODOS y se los llevó a las estrellas. Ahí, le devolvió la vida en espíritu y le abrió el espacio asignado en el Más Allá para los DODOS, él volvió a ver a la especie intacta y, por un momento, fue feliz.
Sin embargo, regresó a comunicarle al GRAN DODO UNIVERSAL Y CREADOR que era indispensable que lo sucedido a los DODOS no se repitiera jamás en otros lugares y otros espacios.
El GRAN DODO UNIVERSAL decidió, a petición del ÚLTIMO DE LOS DODOS, tomar los restos físicos de éste y con un soplido los devolvió a la tierra.
El niño, que había visto la luz cubriendo el cuerpo del DODO, contempló cómo miles de lucecitas se dispersaron por el aire y una de ellas le tocó la frente.
Cada luz era una síntesis del alma DODO que fue puesta en todas las especies vivas, incluyendo el hombre, para dotarlas de amor, inocencia, esperanza y sueños de hermandad; para darles una bondad sin fecha de caducidad que se despertaría cuando algo no estuviera bien, cuando la barbarie tratará de imponerse al orden natural y fuera necesario defender, aun a costa de la vida, causas que impidieran el caos.
El niño creció, tuvo familia y murió, no sin antes escribir su experiencia, pero como es normal en los humanos, lo tildaron de loco y el manuscrito se perdió. No obstante, el relato fue transmitido de boca en boca hasta el presente y compilado en el Gran Libro de los Dodos en que se guardan los secretos de nosotros.
Pero sucedió que empezaron a nacer seres medio extraños para la especie correspondiente que no cuadraban con nada, pero que destacaban por cualidades infinitas de sacrificio y cordialidad. Raros, eso sí, estos seres comenzaron a evocar en los dominios oníricos, el origen de su cuna. Descubrieron que eran DODOS en presentaciones distintas.
Con el conocimiento de que los DODOS estaban extintos, el GRAN DODO UNIVERSAL Y CREADOR colocó otra pareja original de plumíferos que dieron nacimiento a los DODOS actuales, expertos en el arte de pasar desapercibidos y ser tan normales como su anormalidad se los permite.
Los DODOS pueden pasar por cualquier ave y hasta por ciertos tipos chistosos si se lo proponen.
En esencia todos los DODOS actuales son EL ÚLTIMO porque de él proviene su espíritu, y así será hasta que se acabe el mundo.
Por eso es pertinente amados lectores que revisen en su interior, no vaya siendo que sean DODOS desconocidos esperando regresar al hogar”.
NOTA DE LA REDACCIÓN: El dibujo que acompaña este artículo es una copia facsimilar del original que aparecía en el documento redactado por el único testigo humano del destino DODO.
EXTRA: HERENCIA DE SANGRE
La muerte del Jefe de Jefes del cartel de los Beltrán Leyva, a manos de las fuerzas especiales de la Armada de México, y el inicio de la cacería definitiva de Edgar Valdez Villarreal, “La Barbie”,líder de los sicarios a su servicio, por parte de la Procuraduría General de la República, y también ubicado en el perímetro que comprenden los municipios de Yautepec y Cautla, en el estado de Morelos, pegan de frente al Partido Acción Nacional.
Recuérdese que la entidad está gobernada por el panista Marco Adame Castillo, quién recibió el poder de manos del anterior gobernador Sergio Alberto Estrada Cajigal, también de extracción blanquiazul.
La pregunta por su simpleza es bastante incómoda: ¿qué permitió a uno de los carteles duros del narcotráfico convertirse en el verdadero poder de la entidad?.
La respuesta se atiende en Los Pinos y la sede del PAN, y de conocerse algún día, dirá mucho en cuanto a la realidad objetiva de esta guerra sin nombre.
Ahora, a esperar represalias y ajustes mortales de los nuevos candidatos a relevar a los muertos en las jefaturas de su clan.
Viene el Santa Claus sangriento.
Recuérdese que la entidad está gobernada por el panista Marco Adame Castillo, quién recibió el poder de manos del anterior gobernador Sergio Alberto Estrada Cajigal, también de extracción blanquiazul.
La pregunta por su simpleza es bastante incómoda: ¿qué permitió a uno de los carteles duros del narcotráfico convertirse en el verdadero poder de la entidad?.
La respuesta se atiende en Los Pinos y la sede del PAN, y de conocerse algún día, dirá mucho en cuanto a la realidad objetiva de esta guerra sin nombre.
Ahora, a esperar represalias y ajustes mortales de los nuevos candidatos a relevar a los muertos en las jefaturas de su clan.
Viene el Santa Claus sangriento.
sábado, 19 de diciembre de 2009
VIDEOS: GIRLS, GIRLS, GIRLS FROM IMP
Una muestra de algunas de las lectoras y las fanes de El ÚLTIMO DE LOS DODOS y del DODO D.J, integrantes de la comunidad hermana del Instituto de Mercadotecnia y Publicidad, aquí se las dejamos para que sueñen en mundos mejores.
ASUNTOS EXTRANJEROS: NO DIGA CALOR HASTA QUE SE DESHAGAN LOS ICEBERGS
Por.-RAÚL GÓMEZ MIGUEL
Exactamente como el DODO ECOLÓGICO anunciaba, la semana pasada, la Cumbre de Copenhague sobre Calentamiento Climático, después de oleadas de discursos y la parafernalia diplomática tras bambalinas, queda lejos de las metas impuestas.
Los Estados Unidos y China, principales responsables de la contaminación industrial que afecta al planeta, discretamente, rodean el tema de fondo y aluden otras decisiones importantes, pero no trascendentes.
Aun si los Estados Unidos aportaran el total del fondo de 100 mil millones de dólares para ayudar a las naciones a vencer el cambio climático, sólo representaría un fuerte contraste con los 350 mil millones de dólares que le cuestan los conflictos directos de Afganistán e Irak..
China, sabiendo que no prosperará la petición, insiste en darle largas a la petición estadounidense de verificar las emisiones contaminantes en su territorio.
Hábilmente, Estados Unidos, el número dos en cuanto a la responsabilidad de emitir gases de efecto invernadero, después de China, insinúa safarse de la atención mundial con dinero y efectuar tibios contactos con los dirigentes chinos para guardar protocolo, sin tocar temas comprometedores.
El resto de los países que tienen algo que perder en un convenio internacional al respecto, han declinado suavemente estampar la poderosa en una declaración conjunta que no se apega a los intereses creados.
México, después del viaje y de gastarse los billetes públicos, salió con la promesa de trabajar en un documento vinculante a firmarse en 2010 o más tardecito, por eso de pensárselo bien y no dar paso sin guarache.
Ya como mero trámite, las delegaciones de 193 naciones redactaron borradores que den forma al texto definitivo a firmarse como cierre del encuentro.
Palabras más, palabras menos, la percepción adelantada es que se tratará de una lista de muy buenos deseos y muy pocas oportunidades.
Después de quince conferencias mundiales y de un incremento mesurable en inundaciones, olas de calor, sequías y aumento de los mares, los países no ceden prerrogativas y se juegan el futuro inmediato de la Tierra con tal de no debilitarse dentro de la Sociedad Internacional.
Para el presidente norteamericano Barack Obama el propósito de la Cumbre es apuntalar, aunque sea en el papel, un plan de acción, antes que no firmar documento alguno. Digamos que se trata de ser congruente en la prédica y flexible en el libre albedrío de la concurrencia.
China reaccionará en concordancia a su seguridad nacional, y no a la presión del orbe.
Los expertos calculan que tomando las palabras huecas de los asistentes a la Cumbre, es insuficiente en la teoría la reingeniería productiva requerida para disminuir el riesgo latente de una crisis ecológica global.
En la recta final de la Cumbre sobre el Calentamiento Global, sólo se espera la bendición divina, la fotografía del recuerdo y la invitación a otro evento internacional donde mostrar que el hombre solito se pone en la torre.
Pero, ¡viva el consumo navideño!
Exactamente como el DODO ECOLÓGICO anunciaba, la semana pasada, la Cumbre de Copenhague sobre Calentamiento Climático, después de oleadas de discursos y la parafernalia diplomática tras bambalinas, queda lejos de las metas impuestas.
Los Estados Unidos y China, principales responsables de la contaminación industrial que afecta al planeta, discretamente, rodean el tema de fondo y aluden otras decisiones importantes, pero no trascendentes.
Aun si los Estados Unidos aportaran el total del fondo de 100 mil millones de dólares para ayudar a las naciones a vencer el cambio climático, sólo representaría un fuerte contraste con los 350 mil millones de dólares que le cuestan los conflictos directos de Afganistán e Irak..
China, sabiendo que no prosperará la petición, insiste en darle largas a la petición estadounidense de verificar las emisiones contaminantes en su territorio.
Hábilmente, Estados Unidos, el número dos en cuanto a la responsabilidad de emitir gases de efecto invernadero, después de China, insinúa safarse de la atención mundial con dinero y efectuar tibios contactos con los dirigentes chinos para guardar protocolo, sin tocar temas comprometedores.
El resto de los países que tienen algo que perder en un convenio internacional al respecto, han declinado suavemente estampar la poderosa en una declaración conjunta que no se apega a los intereses creados.
México, después del viaje y de gastarse los billetes públicos, salió con la promesa de trabajar en un documento vinculante a firmarse en 2010 o más tardecito, por eso de pensárselo bien y no dar paso sin guarache.
Ya como mero trámite, las delegaciones de 193 naciones redactaron borradores que den forma al texto definitivo a firmarse como cierre del encuentro.
Palabras más, palabras menos, la percepción adelantada es que se tratará de una lista de muy buenos deseos y muy pocas oportunidades.
Después de quince conferencias mundiales y de un incremento mesurable en inundaciones, olas de calor, sequías y aumento de los mares, los países no ceden prerrogativas y se juegan el futuro inmediato de la Tierra con tal de no debilitarse dentro de la Sociedad Internacional.
Para el presidente norteamericano Barack Obama el propósito de la Cumbre es apuntalar, aunque sea en el papel, un plan de acción, antes que no firmar documento alguno. Digamos que se trata de ser congruente en la prédica y flexible en el libre albedrío de la concurrencia.
China reaccionará en concordancia a su seguridad nacional, y no a la presión del orbe.
Los expertos calculan que tomando las palabras huecas de los asistentes a la Cumbre, es insuficiente en la teoría la reingeniería productiva requerida para disminuir el riesgo latente de una crisis ecológica global.
En la recta final de la Cumbre sobre el Calentamiento Global, sólo se espera la bendición divina, la fotografía del recuerdo y la invitación a otro evento internacional donde mostrar que el hombre solito se pone en la torre.
Pero, ¡viva el consumo navideño!
viernes, 18 de diciembre de 2009
MALA LECHE: MATAN AL JEFE DE LOS PRÓXIMOS JEFES
La muerte de Arturo Beltrán Leyva, apodado El Barbas, de 48 años y nacido en Badiraguato, Sinaloa, a manos de las fuerzas especiales de la Armada de México, concluye otro capítulo de la guerra gubernamental contra el narcotráfico, y le da a los responsables un respiro mediático para eludir las fuertes protestas por el número de muertos acumulado en largos meses de resultados oscilantes.
Arturo era hermano de Héctor Alfredo Beltrán Leyva “El Mochomo”; enemigo jurado de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y en teoría uno de los pocos narcotraficantes capaz de unir a los Zetas con el Cartel de Juárez.
Buscando en Estados Unidos y en México, esta finísima persona, antes que los reflectores le cayeran y cometiera la terrible ofensa de llamar la atención, hacía cuanto se le ocurriera precisamente por la fuerza concedida por el bajo perfil. Tan pronto como empezó a ser una “estrella funesta” de las secciones policíacas y ordenó la muerte de Édgar Millán Gómez, coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal, en Morelos, ocurrida en la casa del agente en la colonia Guerrero, del Distrito Federal, fue marcado fatalmente.
El anuncio del fallecimiento de “El barbas”, ocurrida el miércoles 16 de diciembre de 2009, fue cubierto por la prensa local e internacional.
El problema ahora es que con la desaparición de Arturo Beltrán Leyva, no faltará el surgimiento violento de un relevo para quedarse con las plazas ganadas por el del delincuente, repitiendo el fenómeno de nunca acabar que distingue a las organizaciones criminales, que tan pronto se destruye a un grande, inician el golpeteo, al tono indispensable, para rehacerse y no perder presencia.
Por el momento, la noticia calma ciertas críticas pero insta a la reflexión. El narcotráfico esta ofreciendo una cortina de humo que ha hecho pensar, a más de uno, que se encuentra desesperado y, por ende, o se juega todas las cartas hasta el último hombre o se busca un pacto con el gobierno.
En cuanto a la primera opción, el crimen organizado abrió nuevas vías de ataques. El narcoterrorismo, aun en ciernes, podría subir de tono y efectivamente mover a la población a una protesta favorable a dejarlo en paz.
Pactar con el gobierno, o con cierto sector del gobierno y los partidos políticos, es una historia vieja. Desplegando el mapa de operaciones realizadas es curioso el detenimiento con que se rodea ciertas regiones y como en otras ni el viento es molestado. Como si la estrategia estuviera supeditada a objetivos desconocidos, pero poderosos en el trazo del hostigamiento.
Aunque la temporada navideña, según la publicidad y la mercadotecnia, es una época de reencuentros, paz y armonía, veremos las reacciones del hampa ante el vacío de poder, abierto en un lujoso condominio de Cuernavaca, Morelos, y con el cuerpo inerte de un capo mayor.
La apertura de una oficina conjunta con un grupo de 70 funcionarios mexicanos y de Estados Unidos, la primera oficina binacional de la Iniciativa Mérida, en la que se trabajará en el diseño de las estrategias de combate al narcotráfico y el crimen organizado, es una respuesta cabal, esperamos, a las demandas de México para acelerar la reciprocidad de los Estados Unidos y encarar al limón esta desgracia.
Las instalaciones se ubicarán el Distrito Federal y, por si las dudas, Keith Mines, jefe de la Unidad de Apoyo Antinarcóticos de la embajada de EU en México, sostuvo que no existen operativos estadounidenses en el país y que sus asesores trabajan con sus pares mexicanos en el intercambio de información, elaboración de proyectos y nada más
De esta forma se sobreentiende que México seguirá aportando la sangre y los Estados Unidos, las porras y las bastoneras. ¡Valiente guasa!
Arturo era hermano de Héctor Alfredo Beltrán Leyva “El Mochomo”; enemigo jurado de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y en teoría uno de los pocos narcotraficantes capaz de unir a los Zetas con el Cartel de Juárez.
Buscando en Estados Unidos y en México, esta finísima persona, antes que los reflectores le cayeran y cometiera la terrible ofensa de llamar la atención, hacía cuanto se le ocurriera precisamente por la fuerza concedida por el bajo perfil. Tan pronto como empezó a ser una “estrella funesta” de las secciones policíacas y ordenó la muerte de Édgar Millán Gómez, coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal, en Morelos, ocurrida en la casa del agente en la colonia Guerrero, del Distrito Federal, fue marcado fatalmente.
El anuncio del fallecimiento de “El barbas”, ocurrida el miércoles 16 de diciembre de 2009, fue cubierto por la prensa local e internacional.
El problema ahora es que con la desaparición de Arturo Beltrán Leyva, no faltará el surgimiento violento de un relevo para quedarse con las plazas ganadas por el del delincuente, repitiendo el fenómeno de nunca acabar que distingue a las organizaciones criminales, que tan pronto se destruye a un grande, inician el golpeteo, al tono indispensable, para rehacerse y no perder presencia.
Por el momento, la noticia calma ciertas críticas pero insta a la reflexión. El narcotráfico esta ofreciendo una cortina de humo que ha hecho pensar, a más de uno, que se encuentra desesperado y, por ende, o se juega todas las cartas hasta el último hombre o se busca un pacto con el gobierno.
En cuanto a la primera opción, el crimen organizado abrió nuevas vías de ataques. El narcoterrorismo, aun en ciernes, podría subir de tono y efectivamente mover a la población a una protesta favorable a dejarlo en paz.
Pactar con el gobierno, o con cierto sector del gobierno y los partidos políticos, es una historia vieja. Desplegando el mapa de operaciones realizadas es curioso el detenimiento con que se rodea ciertas regiones y como en otras ni el viento es molestado. Como si la estrategia estuviera supeditada a objetivos desconocidos, pero poderosos en el trazo del hostigamiento.
Aunque la temporada navideña, según la publicidad y la mercadotecnia, es una época de reencuentros, paz y armonía, veremos las reacciones del hampa ante el vacío de poder, abierto en un lujoso condominio de Cuernavaca, Morelos, y con el cuerpo inerte de un capo mayor.
La apertura de una oficina conjunta con un grupo de 70 funcionarios mexicanos y de Estados Unidos, la primera oficina binacional de la Iniciativa Mérida, en la que se trabajará en el diseño de las estrategias de combate al narcotráfico y el crimen organizado, es una respuesta cabal, esperamos, a las demandas de México para acelerar la reciprocidad de los Estados Unidos y encarar al limón esta desgracia.
Las instalaciones se ubicarán el Distrito Federal y, por si las dudas, Keith Mines, jefe de la Unidad de Apoyo Antinarcóticos de la embajada de EU en México, sostuvo que no existen operativos estadounidenses en el país y que sus asesores trabajan con sus pares mexicanos en el intercambio de información, elaboración de proyectos y nada más
De esta forma se sobreentiende que México seguirá aportando la sangre y los Estados Unidos, las porras y las bastoneras. ¡Valiente guasa!
jueves, 17 de diciembre de 2009
EDITORIAL: EL NEODESPOTISMO DE FELIPE CALDERÓN
Por.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
Acompañado por el subsecretario de Gobernación, Alejandro Poiré, y el consejero jurídico de la Presidencia Miguel Alessio, principales autores de la propuesta, el presidente Felipe Calderón Hinojosa propuso al Congreso, el 15 de diciembre de 2009, un paquete de reformas políticas que sustentan, una serie de medidas difíciles de implementar en una sociedad predemocrática como la de México y que, si nos descuidamos los ciudadanos, pueden llevar a un rompimiento definitivo entre el pueblo y sus representantes.
En diez puntos, el Poder Ejecutivo cumplió, como ya lo habían explicado los DODOS el acuerdo con el Partido Revolucionario Institucional para asegurar una convivencia benéfica para la mayoría del Poder Legislativo y el residente incómodo de Los Pinos, manipulando las demandas populares de las elecciones intermedias.
A continuación nuestras observaciones:
1.-Permitir la elección consecutiva de alcaldes y demás miembros de ayuntamientos, así como de los Jefes Delegacionales en los estados de la República y en los municipios hasta por un periodo de 12 años.
¿Ignora el Ejecutivo cual fue el origen del levantamiento popular de 1910 y el tamaño de la cadena legal que amarraría a los seudos representantes electos para hacer y deshacer con mayor tiempo, sin contra pesos posibles? ¿Así piensa acabar con la partidocracia?
2.- Permitir la reelección consecutiva de legisladores federales con periodos límite de 12 años.
¿El objetivo es terminar con la escasa libertad del ciudadano para no tener que cargar con tanto bicho siniestro perjudicial al progreso nacional? ¿Es la legalización de la permanencia automática antidemocrática y absolutista del dedazo con grandísimos premios?
3.- Reducir el número de integrantes del Congreso. En la Cámara de Senadores se eliminarían los 32 escaños electos de una lista nacional para un total de 96 senadores. La Cámara de Diputados se reduciría de 500 a 400 legisladores, 240 por mayoría relativa y 160 por representación proporcional.
Aun con la reducción de las Cámaras el costo político para la Patria sería altísimo, considerando que muchos de los votantes de leyes perjudiciales a la gente se mantendrían en el cargo por los procedimientos electorales dudosos y dirigidos a beneficiar a los partidos, y no a la justicia.
4.- Aumentar el mínimo de votos para que un partido político conserve su registro. El porcentaje necesario pasaría de 2% a 4%.
Con la triquiñuela del voto dividido y las peculiaridades centralistas de los partidos grandes, lejos de facilitar la diversidad de opciones, se reducirían significativamente a cambio de entidades suficientemente apoyadas por sus simpatizantes o la casta en el poder.
5.- Agregar la figura de "iniciativa ciudadana" para que las personas puedan proponer iniciativas de ley sobre temas de su interés que no se encuentren en la agenda legislativa.
El clásico recurso de dejar hablar a las masas para terminar olvidándose de ellas como en cada uno de los supuestos logros cacareados por el Congreso. ¿Quién determinaría el acceso de las causas a la tribuna máxima de la Nación?
6.- Incorporar la figura de las candidaturas independientes a nivel constitucional para todos los cargos de elección popular.
Desde amedrentar hasta el asesinato ha sido el precio a pagar por candidatos independientes, genuinos líderes de gente real; darles rango constitucional sólo flexibiliza otro escenario al alcance de quienes lo puedan cubrir, no al ciudadano común.
7.- Implementar la segunda vuelta electoral para la elección de presidente de la República. Se elegirá como presidente a quien obtenga más de la mitad de los votos emitidos, en caso contrario pasarían a segunda vuelta los dos que hayan obtenido el mayor número de votos. Ésta se realizaría en la misma fecha de la elección legislativa.
Y nos podemos aventar todas las vueltas que sean necesarias hasta que quede el que debe quedar; ¿no ha sido así desde los días de la dictablanda priísta?
8.- Reconocer a la Suprema Corte de Justicia de la Nación la atribución para presentar iniciativas de ley en el ámbito de su competencia.
Únicamente se estaría abriendo otro foco de discusión y de lucha política, pues, por el tipo de funcionamiento institucional vigente, las propuestas de ley tienen que aprobarse entre las cúpulas de la grilla en pleno.
9.- Facultar al Poder Ejecutivo para que pueda presentar al Congreso dos iniciativas preferentes que deberán votarse antes de que concluya el periodo. En caso contrario éstas se considerarían aprobadas.
Un tibio intento por recobrar fuerza, asumiendo que a los congresistas se les va a agarrar dormidos y se les tirará el hueso. Con un deterioro del Ejecutivo de nueve años, el punto suena a una especie de pedir prestado un poco del poder arrebatado.
10.- Establecer la facultad del Ejecutivo para presentar observaciones parciales o totales a los proyectos aprobados por el Congreso y al Presupuesto de Egresos de la Federación. Establece la figura de la "reconstrucción presupuestal".
El Presidente asumiría un papel de corrector de estilo más que de una diferencia en la toma de decisiones.
En suma, el decálogo de Felipe Calderón es una afrenta a la necesidad de una transformación radical del Estado, el Gobierno y los Poderes de la Federación; es una lista de peticiones concretas exigidas por un sector de la clase dirigente que está aprovechando la debilidad intrínseca del que propone para fortalecer posiciones y aumentar el regreso a las riendas de México.
Por qué no se incluyeron propuestas para quitar del mandato a autoridades, aprobar el gabinete y las vacantes que se vayan presentando, la consulta directa a la población, la obligación al rendimiento de cuentas, el derecho constitucional de rebelarse a la ineficiencia de los burócratas, o la exigencia de mínimos educativos para los cargos públicos de elección directa; por lo menos, que sepan leer y escribir.
Que no nos vendan la típica bufonada del bienestar general, porque el único beneficiario directo de aprobarse este paquete será el bando tricolor y los entusiastas diseñadores de un híbrido panista con la filiación que se los permita.
Un regalo de Navidad ofensivo a México y a los mexicanos.
Se avecinan temporadas de resistencia por el poder ciudadano.
Acompañado por el subsecretario de Gobernación, Alejandro Poiré, y el consejero jurídico de la Presidencia Miguel Alessio, principales autores de la propuesta, el presidente Felipe Calderón Hinojosa propuso al Congreso, el 15 de diciembre de 2009, un paquete de reformas políticas que sustentan, una serie de medidas difíciles de implementar en una sociedad predemocrática como la de México y que, si nos descuidamos los ciudadanos, pueden llevar a un rompimiento definitivo entre el pueblo y sus representantes.
En diez puntos, el Poder Ejecutivo cumplió, como ya lo habían explicado los DODOS el acuerdo con el Partido Revolucionario Institucional para asegurar una convivencia benéfica para la mayoría del Poder Legislativo y el residente incómodo de Los Pinos, manipulando las demandas populares de las elecciones intermedias.
A continuación nuestras observaciones:
1.-Permitir la elección consecutiva de alcaldes y demás miembros de ayuntamientos, así como de los Jefes Delegacionales en los estados de la República y en los municipios hasta por un periodo de 12 años.
¿Ignora el Ejecutivo cual fue el origen del levantamiento popular de 1910 y el tamaño de la cadena legal que amarraría a los seudos representantes electos para hacer y deshacer con mayor tiempo, sin contra pesos posibles? ¿Así piensa acabar con la partidocracia?
2.- Permitir la reelección consecutiva de legisladores federales con periodos límite de 12 años.
¿El objetivo es terminar con la escasa libertad del ciudadano para no tener que cargar con tanto bicho siniestro perjudicial al progreso nacional? ¿Es la legalización de la permanencia automática antidemocrática y absolutista del dedazo con grandísimos premios?
3.- Reducir el número de integrantes del Congreso. En la Cámara de Senadores se eliminarían los 32 escaños electos de una lista nacional para un total de 96 senadores. La Cámara de Diputados se reduciría de 500 a 400 legisladores, 240 por mayoría relativa y 160 por representación proporcional.
Aun con la reducción de las Cámaras el costo político para la Patria sería altísimo, considerando que muchos de los votantes de leyes perjudiciales a la gente se mantendrían en el cargo por los procedimientos electorales dudosos y dirigidos a beneficiar a los partidos, y no a la justicia.
4.- Aumentar el mínimo de votos para que un partido político conserve su registro. El porcentaje necesario pasaría de 2% a 4%.
Con la triquiñuela del voto dividido y las peculiaridades centralistas de los partidos grandes, lejos de facilitar la diversidad de opciones, se reducirían significativamente a cambio de entidades suficientemente apoyadas por sus simpatizantes o la casta en el poder.
5.- Agregar la figura de "iniciativa ciudadana" para que las personas puedan proponer iniciativas de ley sobre temas de su interés que no se encuentren en la agenda legislativa.
El clásico recurso de dejar hablar a las masas para terminar olvidándose de ellas como en cada uno de los supuestos logros cacareados por el Congreso. ¿Quién determinaría el acceso de las causas a la tribuna máxima de la Nación?
6.- Incorporar la figura de las candidaturas independientes a nivel constitucional para todos los cargos de elección popular.
Desde amedrentar hasta el asesinato ha sido el precio a pagar por candidatos independientes, genuinos líderes de gente real; darles rango constitucional sólo flexibiliza otro escenario al alcance de quienes lo puedan cubrir, no al ciudadano común.
7.- Implementar la segunda vuelta electoral para la elección de presidente de la República. Se elegirá como presidente a quien obtenga más de la mitad de los votos emitidos, en caso contrario pasarían a segunda vuelta los dos que hayan obtenido el mayor número de votos. Ésta se realizaría en la misma fecha de la elección legislativa.
Y nos podemos aventar todas las vueltas que sean necesarias hasta que quede el que debe quedar; ¿no ha sido así desde los días de la dictablanda priísta?
8.- Reconocer a la Suprema Corte de Justicia de la Nación la atribución para presentar iniciativas de ley en el ámbito de su competencia.
Únicamente se estaría abriendo otro foco de discusión y de lucha política, pues, por el tipo de funcionamiento institucional vigente, las propuestas de ley tienen que aprobarse entre las cúpulas de la grilla en pleno.
9.- Facultar al Poder Ejecutivo para que pueda presentar al Congreso dos iniciativas preferentes que deberán votarse antes de que concluya el periodo. En caso contrario éstas se considerarían aprobadas.
Un tibio intento por recobrar fuerza, asumiendo que a los congresistas se les va a agarrar dormidos y se les tirará el hueso. Con un deterioro del Ejecutivo de nueve años, el punto suena a una especie de pedir prestado un poco del poder arrebatado.
10.- Establecer la facultad del Ejecutivo para presentar observaciones parciales o totales a los proyectos aprobados por el Congreso y al Presupuesto de Egresos de la Federación. Establece la figura de la "reconstrucción presupuestal".
El Presidente asumiría un papel de corrector de estilo más que de una diferencia en la toma de decisiones.
En suma, el decálogo de Felipe Calderón es una afrenta a la necesidad de una transformación radical del Estado, el Gobierno y los Poderes de la Federación; es una lista de peticiones concretas exigidas por un sector de la clase dirigente que está aprovechando la debilidad intrínseca del que propone para fortalecer posiciones y aumentar el regreso a las riendas de México.
Por qué no se incluyeron propuestas para quitar del mandato a autoridades, aprobar el gabinete y las vacantes que se vayan presentando, la consulta directa a la población, la obligación al rendimiento de cuentas, el derecho constitucional de rebelarse a la ineficiencia de los burócratas, o la exigencia de mínimos educativos para los cargos públicos de elección directa; por lo menos, que sepan leer y escribir.
Que no nos vendan la típica bufonada del bienestar general, porque el único beneficiario directo de aprobarse este paquete será el bando tricolor y los entusiastas diseñadores de un híbrido panista con la filiación que se los permita.
Un regalo de Navidad ofensivo a México y a los mexicanos.
Se avecinan temporadas de resistencia por el poder ciudadano.
miércoles, 16 de diciembre de 2009
MARCIANADAS: LOS FREES
Una revisión sociológica a los nuevos nexos eróticos juveniles y unas recomendaciones para disfrutarlos plenamente
ASUNTOS EXTRANJEROS: ALBA SEA LA PARTE
Por.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
De Hugo Chávez se espera cualquier extravagancia. Es más, aun lo insólito en él se torna cotidiano. Ahora que aguarda convertirse en el Libertador de la América muy jodida, pero muy jodida, armó un esperpento de seudo organismo internacional llamado “Alianza Bolivariana para las Américas” (ALBA) que en teoría incluye a Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Honduras, Cuba, San Vicente y las Granadinas, Dominica y Antigua y Barbuda. O sea naciones que son la diferencia continental, en parte baja de las estadísticas.
En un plan de más de vasallaje que de fomentar la igualdad, Chávez expuso la creación de una moneda que sustituya al dólar estadounidense en las transacciones comerciales de los países miembros: el “Sucre”, y un Sistema Unificado de Compensación de Pagos Recíprocos; de ahí el nombre de la moneda intraregional, que faciliten el comercio internacional sin depender de la divisa verde.
El Banco del Alba tiene su sede en Caracas, la capital de Venezuela, y, según los creadores, pronto tendrá el respaldo productivo y financiero necesario para convertir al Sucre en un Euro tropical.
Considerando al líder y los seguidores del proyecto, los analistas mueven la cabeza con escepticismo precisamente por lo jalado de los pelos que resulta una moneda, basada en la riqueza venezolana (curiosamente detentada por los millones de dólares recibidos por la comercialización de petróleo y derivados), y en el escaso margen de crecimiento real que pueden alcanzar las deterioradas estructuras económicas de la zona.
El plan tiene un objetivo claro, “exportar” el dominio de Chávez a través del sometimiento de pueblos pobres que no les importa si el dinero lo carga dios o lo arrima el diablo. La revolución bolivariana no es otra cosa más que la extensión de una visión dictatorial del mundo hundida en la ignorancia y la polarización del bienestar de siglos.
Chávez delira con ser cualquier héroe de los movimientos de independencia del siglo XIX y ha sabido mantenerse en el poder mediante la compra de almas y el reparto de fortunas para grupos radicales y desestabilizadores en el extranjero amen de dividir a su pueblo. Al no recibir reprimenda alguna por nadie, superior a su reino, el dictador de Venezuela comienza a formar una alianza, raquítica en verdad, pero alianza al fin para edificar la “América Libre”.
En la política exterior, corta de miras, para el sur del continente de la administración Obama, no existe alarma alguna para las maniobras proselitistas de Chávez y, después de un año en el poder, Barak ha mostrado una peligrosa semejanza a los cándidos propósitos del expresidente James Carter, que metieron a los Estados Unidos en una situación de vulnerabilidad que indigno a los halcones del partido republicano y le costó la presidencia.
El distanciamiento de la Casa Blanca a otros asuntos que no sean su prioridad, ha dado manga ancha a los enanos y he aquí los resultados. El agónico régimen castrista ve en la extravagancia del generalote Chávez la continuación remendada de Comandante Fidel y de una época aplastada en los libros de la memoria.
La Alianza Bolivariana para las Américas trae un olorcito al desaparecido Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) que la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas impuso al bloque comunista para tenerlos agarrados con los mismos argumentos de cooperación y crecimiento mutuo de la cantaleta de Chávez.
El caso es que la alineación de los pigmeos complicará las de por sí enrarecidas relaciones diplomáticas con los países importantes del cono sur: Brasil, Colombia, Chile y Argentina, que usan y avientan a Chávez, según sople el viento, pero que de ninguna manera permitirán que les ponga la bota encima.
México, absorbido por la nulidad del gobierno federal panista, juega a coqueteos pueblerinos con Cuba y lanza anzuelos a ver si algún vecino despistado le presta atención. El hermano mayor de Latinoamérica está enfermo de calderonismo y poco esperamos de él.
ALBA es una tomadura de pelo, no obstante, entre broma y broma, el payaso enloquece y le da por matar niños.
Estados Unidos está dormido en unos laureles que necesitan reverdecer. Venezuela es una oportunidad.
De Hugo Chávez se espera cualquier extravagancia. Es más, aun lo insólito en él se torna cotidiano. Ahora que aguarda convertirse en el Libertador de la América muy jodida, pero muy jodida, armó un esperpento de seudo organismo internacional llamado “Alianza Bolivariana para las Américas” (ALBA) que en teoría incluye a Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Honduras, Cuba, San Vicente y las Granadinas, Dominica y Antigua y Barbuda. O sea naciones que son la diferencia continental, en parte baja de las estadísticas.
En un plan de más de vasallaje que de fomentar la igualdad, Chávez expuso la creación de una moneda que sustituya al dólar estadounidense en las transacciones comerciales de los países miembros: el “Sucre”, y un Sistema Unificado de Compensación de Pagos Recíprocos; de ahí el nombre de la moneda intraregional, que faciliten el comercio internacional sin depender de la divisa verde.
El Banco del Alba tiene su sede en Caracas, la capital de Venezuela, y, según los creadores, pronto tendrá el respaldo productivo y financiero necesario para convertir al Sucre en un Euro tropical.
Considerando al líder y los seguidores del proyecto, los analistas mueven la cabeza con escepticismo precisamente por lo jalado de los pelos que resulta una moneda, basada en la riqueza venezolana (curiosamente detentada por los millones de dólares recibidos por la comercialización de petróleo y derivados), y en el escaso margen de crecimiento real que pueden alcanzar las deterioradas estructuras económicas de la zona.
El plan tiene un objetivo claro, “exportar” el dominio de Chávez a través del sometimiento de pueblos pobres que no les importa si el dinero lo carga dios o lo arrima el diablo. La revolución bolivariana no es otra cosa más que la extensión de una visión dictatorial del mundo hundida en la ignorancia y la polarización del bienestar de siglos.
Chávez delira con ser cualquier héroe de los movimientos de independencia del siglo XIX y ha sabido mantenerse en el poder mediante la compra de almas y el reparto de fortunas para grupos radicales y desestabilizadores en el extranjero amen de dividir a su pueblo. Al no recibir reprimenda alguna por nadie, superior a su reino, el dictador de Venezuela comienza a formar una alianza, raquítica en verdad, pero alianza al fin para edificar la “América Libre”.
En la política exterior, corta de miras, para el sur del continente de la administración Obama, no existe alarma alguna para las maniobras proselitistas de Chávez y, después de un año en el poder, Barak ha mostrado una peligrosa semejanza a los cándidos propósitos del expresidente James Carter, que metieron a los Estados Unidos en una situación de vulnerabilidad que indigno a los halcones del partido republicano y le costó la presidencia.
El distanciamiento de la Casa Blanca a otros asuntos que no sean su prioridad, ha dado manga ancha a los enanos y he aquí los resultados. El agónico régimen castrista ve en la extravagancia del generalote Chávez la continuación remendada de Comandante Fidel y de una época aplastada en los libros de la memoria.
La Alianza Bolivariana para las Américas trae un olorcito al desaparecido Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) que la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas impuso al bloque comunista para tenerlos agarrados con los mismos argumentos de cooperación y crecimiento mutuo de la cantaleta de Chávez.
El caso es que la alineación de los pigmeos complicará las de por sí enrarecidas relaciones diplomáticas con los países importantes del cono sur: Brasil, Colombia, Chile y Argentina, que usan y avientan a Chávez, según sople el viento, pero que de ninguna manera permitirán que les ponga la bota encima.
México, absorbido por la nulidad del gobierno federal panista, juega a coqueteos pueblerinos con Cuba y lanza anzuelos a ver si algún vecino despistado le presta atención. El hermano mayor de Latinoamérica está enfermo de calderonismo y poco esperamos de él.
ALBA es una tomadura de pelo, no obstante, entre broma y broma, el payaso enloquece y le da por matar niños.
Estados Unidos está dormido en unos laureles que necesitan reverdecer. Venezuela es una oportunidad.
martes, 15 de diciembre de 2009
MALA LECHE: RUBY TUESDAY
“El convoy de vehículos de soldados o de policías federales por las calles principales de la ciudad [Juárez] es un desfile de carros alegóricos. Eso no da un solo resultado. La presencia militar ha sido eso: escenográfica; es parte de la escenografía de Juárez ver patrullas de soldados o policías por aquí y por allá. Desfiles nada más, transitan las calles”. Que conste, la declaración es propiedad de Manuel Espino, alguna vez presidente nacional del PAN, para que no se diga que nada más los DODOS aventamos mala vibra al gobierno.
Cerrando el año a tambor batiente ensangrentado, el crimen organizado multiplica acciones e introduce fuertemente el factor psicológico negativo del rumor. Entre actos confirmados y supuestos, la población percibe como indestructible al enemigo gubernamental. El problema es que, del otro lado, no se dan por enterados y siguen costeando el matadero.
Tememos que las reformas propuestas por Felipe Calderón para reelegir alcaldes y legisladores, aunque sean discutidas en febrero, le otorguen a las fuerzas políticas del Congreso un bono extra de impunidad al facilitarle la permanencia vitalicia en el hueso sin advertir, de parte de los grillos involucrados, que en sólo en una verdadera democracia puede funcionar una figura de tal naturaleza. Otra causa para encrespar al ciudadano.
La investigación dada a conocer por el periódico estadounidense The Washington Post sobre el robo de petróleo perpetrado por narcotraficantes y que sólo mereció una ventilación mínima en los medios, se engarza con el conocimiento que México tendrá menos energéticos en el próximo año.
Sin embargo, en el presupuesto federal para el próximo año, esta variable no fue contemplado y, otra vez, los responsables construyeron catedrales imperiales en el aire. De no salir la cuenta, la charola será pasada a los mexicanos, que para eso les dieron esta responsabilidad.
Esto no quiere decir que el chanchullo remita en PEMEX, únicamente que tomará otras dimensiones.
El colmo y para amarrar lo dicho, la Procuraduría General de la República (PGR) y autoridades capitalinas descubrieron una toma clandestina de combustible a menos de 500 metros de la sede de Petróleos de Mexicanos en la ciudad de México, gracias a una denuncia anónima.
Así o más chistosa la idiotez de la paraestatal.
Reporta del DODO ECOLÓGICO que después de una semana de Cumbre Mundial de Cambio Climático en Copenhague, Dinamarca, y haber conocida datos escalofriantes, aun las naciones no ven claro que el terror mueva a las potencias productivas a hacer el esfuerzo de reducir la emisión de contaminantes y frenar la destrucción del medio ambiente. En esta segunda semana, el DODO ECOLÓGICO no prevé un consenso concreto y tampoco algo más que no sean las habituales conclusiones catastróficas y las fotografías de las poses de preocupación ensayadas por los asistentes.
Tras haber expulsado a los gays del paraíso, la Iglesia Católica Mexicana ahora pide que el Ejército salga de las calles del país y que se respeten las garantías individuales. Suponemos que a su juicio, las sexuales, son otra cosa. Preocupada pide valorar el retiro de los soldados y el respeto a los derechos humanos. Con esa coherencia lógica, cómo decir que no.
El Primer Ministro Italiano, Silvio Berlusconi, se recupera de la agresión que recibiera en el rostro con una estatuilla, blandida por un supuesto simpatizante del pensamiento político de izquierda en Europa, y que le dejó una perdida copiosa de sangre, una lesión lacero-contusa interna y externa del labio superior, una fractura en el tabique nasal y daños en los dientes. En síntesis, le partieron el hocico, y todo por abrir la boca de más, considerando la turbia trayectoria del señor y el nivel pasional del pueblo. Que las imágenes divulgadas sirvan para que otros funcionarios del mundo, piensen en la diferencia de la realidad que comparten y la de adeveras.
Y como un mal chiste, por andar haciéndole al tigre, Tiger Woods, el exitoso golfista norteamericano de color, está contemplando el desmoronamiento de su imperio comercial al perder el patrocinio publicitario de firmas importantes a causa de infidelidades extramaritales con 10 mujeres, y las que vayan saliendo. La esposa no puede estar más que satisfecha por el castigo ejemplar, en la habitual doble moral gringa, que está recibiendo el ídolo.
Cerrando el año a tambor batiente ensangrentado, el crimen organizado multiplica acciones e introduce fuertemente el factor psicológico negativo del rumor. Entre actos confirmados y supuestos, la población percibe como indestructible al enemigo gubernamental. El problema es que, del otro lado, no se dan por enterados y siguen costeando el matadero.
Tememos que las reformas propuestas por Felipe Calderón para reelegir alcaldes y legisladores, aunque sean discutidas en febrero, le otorguen a las fuerzas políticas del Congreso un bono extra de impunidad al facilitarle la permanencia vitalicia en el hueso sin advertir, de parte de los grillos involucrados, que en sólo en una verdadera democracia puede funcionar una figura de tal naturaleza. Otra causa para encrespar al ciudadano.
La investigación dada a conocer por el periódico estadounidense The Washington Post sobre el robo de petróleo perpetrado por narcotraficantes y que sólo mereció una ventilación mínima en los medios, se engarza con el conocimiento que México tendrá menos energéticos en el próximo año.
Sin embargo, en el presupuesto federal para el próximo año, esta variable no fue contemplado y, otra vez, los responsables construyeron catedrales imperiales en el aire. De no salir la cuenta, la charola será pasada a los mexicanos, que para eso les dieron esta responsabilidad.
Esto no quiere decir que el chanchullo remita en PEMEX, únicamente que tomará otras dimensiones.
El colmo y para amarrar lo dicho, la Procuraduría General de la República (PGR) y autoridades capitalinas descubrieron una toma clandestina de combustible a menos de 500 metros de la sede de Petróleos de Mexicanos en la ciudad de México, gracias a una denuncia anónima.
Así o más chistosa la idiotez de la paraestatal.
Reporta del DODO ECOLÓGICO que después de una semana de Cumbre Mundial de Cambio Climático en Copenhague, Dinamarca, y haber conocida datos escalofriantes, aun las naciones no ven claro que el terror mueva a las potencias productivas a hacer el esfuerzo de reducir la emisión de contaminantes y frenar la destrucción del medio ambiente. En esta segunda semana, el DODO ECOLÓGICO no prevé un consenso concreto y tampoco algo más que no sean las habituales conclusiones catastróficas y las fotografías de las poses de preocupación ensayadas por los asistentes.
Tras haber expulsado a los gays del paraíso, la Iglesia Católica Mexicana ahora pide que el Ejército salga de las calles del país y que se respeten las garantías individuales. Suponemos que a su juicio, las sexuales, son otra cosa. Preocupada pide valorar el retiro de los soldados y el respeto a los derechos humanos. Con esa coherencia lógica, cómo decir que no.
El Primer Ministro Italiano, Silvio Berlusconi, se recupera de la agresión que recibiera en el rostro con una estatuilla, blandida por un supuesto simpatizante del pensamiento político de izquierda en Europa, y que le dejó una perdida copiosa de sangre, una lesión lacero-contusa interna y externa del labio superior, una fractura en el tabique nasal y daños en los dientes. En síntesis, le partieron el hocico, y todo por abrir la boca de más, considerando la turbia trayectoria del señor y el nivel pasional del pueblo. Que las imágenes divulgadas sirvan para que otros funcionarios del mundo, piensen en la diferencia de la realidad que comparten y la de adeveras.
Y como un mal chiste, por andar haciéndole al tigre, Tiger Woods, el exitoso golfista norteamericano de color, está contemplando el desmoronamiento de su imperio comercial al perder el patrocinio publicitario de firmas importantes a causa de infidelidades extramaritales con 10 mujeres, y las que vayan saliendo. La esposa no puede estar más que satisfecha por el castigo ejemplar, en la habitual doble moral gringa, que está recibiendo el ídolo.
lunes, 14 de diciembre de 2009
APUNTES: STORMY MONDAY
Por.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
Una investigación periodística publicada ayer por el periódico estadounidense The Washington Post concluyó que narcotraficantes mexicanos abrieron una opción de capitalización para mantener el nivel de violencia que requiere enfrentarse al Gobierno Federal: el robo y la venta clandestina de petróleo, que en los últimos dos años rebasó los mil millones de dólares.
Para el rotativo, Los Zetas son una de las bandas más activas en el tráfico del oro negro, organizando los hurtos, distribuyéndolos y revendiéndolo a empresas norteamericanas que han sido y están siendo investigadas judicialmente.
En sí, la noticia es fuerte pero no asombrosa, admitiendo que los tentáculos del narcotráfico se han extendido en todos los niveles de la sociedad, incluyendo gobiernos estatales y el nacional.
Tampoco es posible ignorar la participación de Petróleos Mexicanos en este tipo de ilícitos porque, ante todo, para efectuar un robo de petróleo es pertinente información y facilidades en la relajación de la seguridad, y eso sólo proviene de dentro de la compañía.
Durante décadas, hemos denunciado delitos de cuello blanco y azul efectuados por funcionarios y trabajadores de PEMEX sin que los PODERES DE LA UNIÓN respingaran.
El dinero no conoce lealtades y el flujo de la riqueza no contempla escrúpulos, por ende, al margen de lo publicado por The Washington Post, Calderón vuelve a equivocarse al suponer que la “cruzada” que encabeza para exterminar al crimen organizado, es frontal y sólida. Por el contrario, está abriendo oportunidades de negocio para los mercenarios de la guerra.
Mil millones de dólares es una cifra difícil de imaginar y ocultar, por consecuencia, dónde fueron a parar, qué favores compraron y cuál fue el destino final.
Los cerebros del crimen organizado están planteando un esquema de economía de guerra, es decir, planean estratégicamente que sus ramales lucrativos atraigan la fortuna e inauguran opciones lucrativas para no ceder un milímetro al enemigo.
A diferencia de los gastos y los ingresos del Estado, el narcotráfico tiene un abanico de responsabilidades limitado y, faculta, un mejor rendimiento de los recursos sin sacrificar márgenes de utilidad.
Con un código salvaje de lealtad, los criminales asientan lo que para un gobierno es imposible: la confianza absoluta en sus tropas. Pagando bien y castigando con la vida, el narcotráfico está en una posición, documentada por la prensa extranjera, de comprar voluntades donde se le pegue la gana.
En los Estados Unidos, primera economía a trabajarse, los nexos del crimen organizado están desatados y comprometen regiones enteras del sur de ese país y los focos decisivos del manejo financiero.
En América Latina, las mafias mexicanas son hermanas casi de sangre de sus homologas y han pactados relaciones comerciales mejor estructuradas que la de los Tratados Internacionales de Libre Comercio.
En una simple seducción de: le entras o te mueres, los zares de la droga mexicana fortalecen el panorama operativo y adelantan los escenarios de una renegociación con las autoridades que vengan porque las actuales están condenadas al fracaso.
Sin embargo, por lo menos los narcotraficantes asumen su condición de forajidos, no como sus colaboradores que con la fotografía del Presidente de fondo y la Bandera Nacional en una esquina, extienden la mano para recibir el cuerno de su cobardía, facilitando que la sangre siga corriendo en el país.
Una investigación periodística publicada ayer por el periódico estadounidense The Washington Post concluyó que narcotraficantes mexicanos abrieron una opción de capitalización para mantener el nivel de violencia que requiere enfrentarse al Gobierno Federal: el robo y la venta clandestina de petróleo, que en los últimos dos años rebasó los mil millones de dólares.
Para el rotativo, Los Zetas son una de las bandas más activas en el tráfico del oro negro, organizando los hurtos, distribuyéndolos y revendiéndolo a empresas norteamericanas que han sido y están siendo investigadas judicialmente.
En sí, la noticia es fuerte pero no asombrosa, admitiendo que los tentáculos del narcotráfico se han extendido en todos los niveles de la sociedad, incluyendo gobiernos estatales y el nacional.
Tampoco es posible ignorar la participación de Petróleos Mexicanos en este tipo de ilícitos porque, ante todo, para efectuar un robo de petróleo es pertinente información y facilidades en la relajación de la seguridad, y eso sólo proviene de dentro de la compañía.
Durante décadas, hemos denunciado delitos de cuello blanco y azul efectuados por funcionarios y trabajadores de PEMEX sin que los PODERES DE LA UNIÓN respingaran.
El dinero no conoce lealtades y el flujo de la riqueza no contempla escrúpulos, por ende, al margen de lo publicado por The Washington Post, Calderón vuelve a equivocarse al suponer que la “cruzada” que encabeza para exterminar al crimen organizado, es frontal y sólida. Por el contrario, está abriendo oportunidades de negocio para los mercenarios de la guerra.
Mil millones de dólares es una cifra difícil de imaginar y ocultar, por consecuencia, dónde fueron a parar, qué favores compraron y cuál fue el destino final.
Los cerebros del crimen organizado están planteando un esquema de economía de guerra, es decir, planean estratégicamente que sus ramales lucrativos atraigan la fortuna e inauguran opciones lucrativas para no ceder un milímetro al enemigo.
A diferencia de los gastos y los ingresos del Estado, el narcotráfico tiene un abanico de responsabilidades limitado y, faculta, un mejor rendimiento de los recursos sin sacrificar márgenes de utilidad.
Con un código salvaje de lealtad, los criminales asientan lo que para un gobierno es imposible: la confianza absoluta en sus tropas. Pagando bien y castigando con la vida, el narcotráfico está en una posición, documentada por la prensa extranjera, de comprar voluntades donde se le pegue la gana.
En los Estados Unidos, primera economía a trabajarse, los nexos del crimen organizado están desatados y comprometen regiones enteras del sur de ese país y los focos decisivos del manejo financiero.
En América Latina, las mafias mexicanas son hermanas casi de sangre de sus homologas y han pactados relaciones comerciales mejor estructuradas que la de los Tratados Internacionales de Libre Comercio.
En una simple seducción de: le entras o te mueres, los zares de la droga mexicana fortalecen el panorama operativo y adelantan los escenarios de una renegociación con las autoridades que vengan porque las actuales están condenadas al fracaso.
Sin embargo, por lo menos los narcotraficantes asumen su condición de forajidos, no como sus colaboradores que con la fotografía del Presidente de fondo y la Bandera Nacional en una esquina, extienden la mano para recibir el cuerno de su cobardía, facilitando que la sangre siga corriendo en el país.
FUCHO: MONTERREY CAMPEÓN
Por.- EL DODO PAMBOLERO
Más que merecido el campeonato de futbol mexicano ganado por el equipo de Monterrey. En dos juegos de angustia y hombría, estos jugadores refrendaron que es indispensable para ser mejor de todos, trabajar, demostrarlo y tener ambición; esa pasión fundamental para consolidar las grandes proezas. Viniendo desde abajo y con una aparente inferioridad frente al rival, Monterrey regaló una estampa de los tamaños requeridos para ostentar una corona.
Cruz Azul sigue siendo el equipo de la eterna promesa, de estar a un paso de la gloria y perderla. Como maldición, siempre convence a la afición de que la hora ha llegado y acaba siendo una formación patética. La máquina quiso pero no pudo. Al final cayeron en la mediocridadad de todo club endiosado: muchos recursos, poca solvencia.
Más que merecido el campeonato de futbol mexicano ganado por el equipo de Monterrey. En dos juegos de angustia y hombría, estos jugadores refrendaron que es indispensable para ser mejor de todos, trabajar, demostrarlo y tener ambición; esa pasión fundamental para consolidar las grandes proezas. Viniendo desde abajo y con una aparente inferioridad frente al rival, Monterrey regaló una estampa de los tamaños requeridos para ostentar una corona.
Cruz Azul sigue siendo el equipo de la eterna promesa, de estar a un paso de la gloria y perderla. Como maldición, siempre convence a la afición de que la hora ha llegado y acaba siendo una formación patética. La máquina quiso pero no pudo. Al final cayeron en la mediocridadad de todo club endiosado: muchos recursos, poca solvencia.
domingo, 13 de diciembre de 2009
PINCHE Y PINCHE DISCOS: CUATRO DÉCADAS DEL TRI
Por.- EL DODO DJ
Cayeron del camión, las grabaciones y las imágenes de la celebración oficial de los cuarenta años en activo del grupo musical leyenda El Tri, tomadas a lo bruto y como va, el 12 de octubre de 2008 en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México, y lanzadas este año de forma oficial a través de Lora Records.
La producción es sucia, mal hecha, casi casera, pero íntimamente honesta. Sin afanes estéticos mayores a un testimonio directo, el proyecto “Cuatro Décadas” es un resumen cumplido al enorme catálogo de canciones de Alejandro Lora y las diferentes formaciones que ha tenido la banda desde su primer toquín en l968.
Iniciando con el Three Souls Boogie, escuchamos 26 composiciones que guardan verdaderas apariciones históricas de esta necedad, alguna vez llamada Rock Mexicano. En el escenario desfilan: Alejandro Mancera, la segunda guitarra líder de la mejor época del conjunto; Arturo Labastida “El Papaito”, saxofonista original; Mariano Soto, baterista sustituto de Charlie Hauptvagel, el cuerero inicial; Guillermo Briseño, tecladista y compositor contemporáneo generacional; Celso Piña, el rey de la cumbia norteña, Sabo Romo, uno de los bajistas más inflados del medio, ex Caifán; Rod Levario, cantante y guitarrista de varias asociaciones vinculadas a la forma Tri de hacer rock and roll; el muñeco mayor, Lalo, de Tex Tex; ¡Chamín Correa!, el requinto del bolero y un largo etcétera que sólo la personalidad de Alex Lora puede congregar, además de los miles de fanáticos que acudieron al concierto.
En el clásico uno, dos, tres y al madrazo, la música del Tri, mal cuadrada, elemental y caricatura de los primeros discos de los Rolling Stones, el discurso fluye con el sabor agrio de las ciudades mexicanas que prometen y no cuajan. Sin embargo, la longevidad de la propuesta es una combinación correcta de varios elementos: unas bases sólidas en los larga duración iniciales y el carisma de Lora, que con los años se ha convertido en un comunicador de masas excepcional, que encontró en el habla coloquial de la gente la forma de inventarse un personaje: mal hablado, desmadroso y cábula, poseedor de una voz aguardientosa única y mil veces imitada.
El punto es que este señor, un Peter Pan emplumado, ha trepado a cuotas de popularidad permanente que suma varias generaciones de escuchas y sus creaciones se han filtrado a todo el espectro social de un país, de una manera impensable para cualquier otra competencia pasada, presente y futura. El Tri es un fenómeno envuelto en el saco del rock, según la improvisación reinante en una sociedad acostumbrado al ahí se va.
En el Tri está ejemplificado la terquedad, la eficiencia y el espíritu festivo melancólico del mexicano ideal. Por eso, no existe un connacional que no se reacciona a los cantos primarios de la banda.
Rememoró el Gómez, la primera vez que estuvo en una presentación del Three Souls, flaquito, bailando de a brinquito y con las morras en la misma frecuencia de “Chavo de Onda” o “ADO”, hoy, a pesar de la amplitud de lo vivido, nuestro editor trata de hacerme comprender el meta mensaje del tripas y se pone como loco cuando alguien le sale con discos de banditas actuales de lo que él desprecia con el término rockcitiiiiiiiiiiiiiiiiiito.
Este Dodo asistió, por invitación rigurosa, al Auditorio Nacional algunos años atrás y disfrutó de un espectáculo bastante extraño, considerando las referencias internacionales, a mi juicio, el TRI es una banda de garage con un payaso distintivo de cantante. Una de esas pruebas vivientes del surrealismo tepachero, pero es innegable el vínculo energético y catalizador que Alejandro Lora ejerce en las masas.
Si dudan, traten de conseguir el DVD (que inche producción) para que en la tranquilidad del domingo analicen eso de que cuarenta se dice fácil, pero vivirlos no es cualquier madre. Y en la primera oportunidad vayan al circo, perdón, a una tocada del Tri de México y elijan entre botarse de la risa, unirse al despiporre o parar la nariz y seguir soñando que algún día tendremos ROCK STARS de culto trasnacional.
Lou Reed es dios, jura nuestro editor, y Lora es su profeta; y ubicando distancias, no está tan errado.
El primero es el cronista duro de New York, el segundo, es la brocha gorda que pinta a la Virgen Morena, Cri-Cri, o a María Sabina.
Cayeron del camión, las grabaciones y las imágenes de la celebración oficial de los cuarenta años en activo del grupo musical leyenda El Tri, tomadas a lo bruto y como va, el 12 de octubre de 2008 en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México, y lanzadas este año de forma oficial a través de Lora Records.
La producción es sucia, mal hecha, casi casera, pero íntimamente honesta. Sin afanes estéticos mayores a un testimonio directo, el proyecto “Cuatro Décadas” es un resumen cumplido al enorme catálogo de canciones de Alejandro Lora y las diferentes formaciones que ha tenido la banda desde su primer toquín en l968.
Iniciando con el Three Souls Boogie, escuchamos 26 composiciones que guardan verdaderas apariciones históricas de esta necedad, alguna vez llamada Rock Mexicano. En el escenario desfilan: Alejandro Mancera, la segunda guitarra líder de la mejor época del conjunto; Arturo Labastida “El Papaito”, saxofonista original; Mariano Soto, baterista sustituto de Charlie Hauptvagel, el cuerero inicial; Guillermo Briseño, tecladista y compositor contemporáneo generacional; Celso Piña, el rey de la cumbia norteña, Sabo Romo, uno de los bajistas más inflados del medio, ex Caifán; Rod Levario, cantante y guitarrista de varias asociaciones vinculadas a la forma Tri de hacer rock and roll; el muñeco mayor, Lalo, de Tex Tex; ¡Chamín Correa!, el requinto del bolero y un largo etcétera que sólo la personalidad de Alex Lora puede congregar, además de los miles de fanáticos que acudieron al concierto.
En el clásico uno, dos, tres y al madrazo, la música del Tri, mal cuadrada, elemental y caricatura de los primeros discos de los Rolling Stones, el discurso fluye con el sabor agrio de las ciudades mexicanas que prometen y no cuajan. Sin embargo, la longevidad de la propuesta es una combinación correcta de varios elementos: unas bases sólidas en los larga duración iniciales y el carisma de Lora, que con los años se ha convertido en un comunicador de masas excepcional, que encontró en el habla coloquial de la gente la forma de inventarse un personaje: mal hablado, desmadroso y cábula, poseedor de una voz aguardientosa única y mil veces imitada.
El punto es que este señor, un Peter Pan emplumado, ha trepado a cuotas de popularidad permanente que suma varias generaciones de escuchas y sus creaciones se han filtrado a todo el espectro social de un país, de una manera impensable para cualquier otra competencia pasada, presente y futura. El Tri es un fenómeno envuelto en el saco del rock, según la improvisación reinante en una sociedad acostumbrado al ahí se va.
En el Tri está ejemplificado la terquedad, la eficiencia y el espíritu festivo melancólico del mexicano ideal. Por eso, no existe un connacional que no se reacciona a los cantos primarios de la banda.
Rememoró el Gómez, la primera vez que estuvo en una presentación del Three Souls, flaquito, bailando de a brinquito y con las morras en la misma frecuencia de “Chavo de Onda” o “ADO”, hoy, a pesar de la amplitud de lo vivido, nuestro editor trata de hacerme comprender el meta mensaje del tripas y se pone como loco cuando alguien le sale con discos de banditas actuales de lo que él desprecia con el término rockcitiiiiiiiiiiiiiiiiiito.
Este Dodo asistió, por invitación rigurosa, al Auditorio Nacional algunos años atrás y disfrutó de un espectáculo bastante extraño, considerando las referencias internacionales, a mi juicio, el TRI es una banda de garage con un payaso distintivo de cantante. Una de esas pruebas vivientes del surrealismo tepachero, pero es innegable el vínculo energético y catalizador que Alejandro Lora ejerce en las masas.
Si dudan, traten de conseguir el DVD (que inche producción) para que en la tranquilidad del domingo analicen eso de que cuarenta se dice fácil, pero vivirlos no es cualquier madre. Y en la primera oportunidad vayan al circo, perdón, a una tocada del Tri de México y elijan entre botarse de la risa, unirse al despiporre o parar la nariz y seguir soñando que algún día tendremos ROCK STARS de culto trasnacional.
Lou Reed es dios, jura nuestro editor, y Lora es su profeta; y ubicando distancias, no está tan errado.
El primero es el cronista duro de New York, el segundo, es la brocha gorda que pinta a la Virgen Morena, Cri-Cri, o a María Sabina.
sábado, 12 de diciembre de 2009
MALA LECHE: NOTAS PENDEJAS
Que siempre sí. Clara Brugada es la suplicante para ser la Delegada de Iztapalapa ante la renuncia a punta de cates de Rafael Acosta “Juanito”, conseguida por Marcela Ebrard, quien ahora es padrino de está causa y de los amarres indispensables para meterla en el cargo. El fuego nuevo en el cerro de la Estrella nomás fue un reciclado de idioteces a perpetuidad. ¿Adivinen? Clara Brugada ya fue ratificada como Delegada. Tanto volar para caer en picada.
¿Y todo para qué? Canta el Sindicato Mexicano de Electricistas al conocer el fallo de la Jueza Primero de Distrito del Centro Auxiliar de la Primera Región, Guillermina Coutiño Mata, que le niega el amparo contra la extinción de la compañía Luz y Fuerza del Centro, definida en el decreto presidencial publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 11 de octubre de 2009.
Asimismo, la funcionaria objetó el amparo contra el artículo 16 de la Ley Federal de las Entidades Paraestatales, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 24 de junio de 1992, que el SME calificaba de inconstitucional y una piedra angular de la lucha legal por la reivindicación política y laboral.
En corto, la Jueza señaló que el Poder Legislativo no está obligado a proponer un mecanismo que escuche a los trabajadores de un organismo público que se proponga extinguir. La acción emprendida por el Poder Ejecutivo no tuvo, explicó, la finalidad directa e inmediata de anular empleos, sino que fue un medio para evitar el funcionamiento de una entidad pública en perjuicio del interés general y social. Los empleados no tienen derecho a solicitar al gobierno mantener un organismo descentralizado disfuncional sólo para mantener empleos.
A las claras, la ley mandó al Sindicato Mexicano de Electricistas a freír espárragos y lo conminó a darse de santos que con puntualidad y forma, la Presidencia hizo lo posible para liquidarlo en apego a derecho.
Lo misterioso de la sentencia es que es muy parecida a lo dicho por Felipe Calderón y achichincles, pero enriquecido con la jerga jurídica, lo que habla muy bien de la sincronía mental de la Jueza con el calderonismo, o la disposición de modificar documentos conocidos para coincidir en el objetivo de neutralizar el alboroto de los electricistas.
Cabe la posibilidad legal de que el SME interponga una recurso de revisión del fallo, sin embargo, es una larga cadena de trámites que inmersa en vacaciones de fin de años y fiestas navideñas, enfriará el entusiasmo de los simpatizantes externos con la causa eléctrica.
Para Ripley’s: Petróleos Mexicanos, la empresa insignia de la corrupción, el fraude y la transa de cuello blanco y azul, se durmió en el charquito de componendas piteras del país y dejó descubierto el gran océano económico de los Estados Unidos, y no se le ocurrió registrar la marca por no tener intención de uso, es decir, jamás pensó que alguien se pudiera interesar en el nombre y las particularidades de la marca en el mercado extranjero al que se va la mayor parte del crudo nacional.
El drama comenzó con un tal Jimmy Rosen, representante de la Compañía Intermix, asentada en las Islas Caimán, paraíso del lavado de dinero y de negocios de pestilentes efluvios, que anunció la comercialización de gasolineras marca “PEMEX” y un logotipo similar al de Petróleos Mexicanos.
Cada franquicia costará un millón de dólares, e INTERMIX tiene registrada ya la marca “PEMEX” en los Estados Unidos, por consiguiente, nada podrá hacer el elefante blanco de México para componer su imbecilidad.
Jimmy Rosen, quien dice ser hermano de Roberto Madrazo Pintado (ignoramos si por delincuente o de sangre) pondrá el negocio andar a través de una campaña publicitaria fuerte y espera tener éxito a costillas de la ignorancia emplumada.
¿Ya habremos registrado el nombre de México en el extranjero, no vaya siendo que hasta tengamos que cambiarlo por un descuido de la inteligencia subnormal de algún funcionario?
Y cantemos: en el cielo ya venden caguamas, mona y mariguana.
¿Y todo para qué? Canta el Sindicato Mexicano de Electricistas al conocer el fallo de la Jueza Primero de Distrito del Centro Auxiliar de la Primera Región, Guillermina Coutiño Mata, que le niega el amparo contra la extinción de la compañía Luz y Fuerza del Centro, definida en el decreto presidencial publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 11 de octubre de 2009.
Asimismo, la funcionaria objetó el amparo contra el artículo 16 de la Ley Federal de las Entidades Paraestatales, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 24 de junio de 1992, que el SME calificaba de inconstitucional y una piedra angular de la lucha legal por la reivindicación política y laboral.
En corto, la Jueza señaló que el Poder Legislativo no está obligado a proponer un mecanismo que escuche a los trabajadores de un organismo público que se proponga extinguir. La acción emprendida por el Poder Ejecutivo no tuvo, explicó, la finalidad directa e inmediata de anular empleos, sino que fue un medio para evitar el funcionamiento de una entidad pública en perjuicio del interés general y social. Los empleados no tienen derecho a solicitar al gobierno mantener un organismo descentralizado disfuncional sólo para mantener empleos.
A las claras, la ley mandó al Sindicato Mexicano de Electricistas a freír espárragos y lo conminó a darse de santos que con puntualidad y forma, la Presidencia hizo lo posible para liquidarlo en apego a derecho.
Lo misterioso de la sentencia es que es muy parecida a lo dicho por Felipe Calderón y achichincles, pero enriquecido con la jerga jurídica, lo que habla muy bien de la sincronía mental de la Jueza con el calderonismo, o la disposición de modificar documentos conocidos para coincidir en el objetivo de neutralizar el alboroto de los electricistas.
Cabe la posibilidad legal de que el SME interponga una recurso de revisión del fallo, sin embargo, es una larga cadena de trámites que inmersa en vacaciones de fin de años y fiestas navideñas, enfriará el entusiasmo de los simpatizantes externos con la causa eléctrica.
Para Ripley’s: Petróleos Mexicanos, la empresa insignia de la corrupción, el fraude y la transa de cuello blanco y azul, se durmió en el charquito de componendas piteras del país y dejó descubierto el gran océano económico de los Estados Unidos, y no se le ocurrió registrar la marca por no tener intención de uso, es decir, jamás pensó que alguien se pudiera interesar en el nombre y las particularidades de la marca en el mercado extranjero al que se va la mayor parte del crudo nacional.
El drama comenzó con un tal Jimmy Rosen, representante de la Compañía Intermix, asentada en las Islas Caimán, paraíso del lavado de dinero y de negocios de pestilentes efluvios, que anunció la comercialización de gasolineras marca “PEMEX” y un logotipo similar al de Petróleos Mexicanos.
Cada franquicia costará un millón de dólares, e INTERMIX tiene registrada ya la marca “PEMEX” en los Estados Unidos, por consiguiente, nada podrá hacer el elefante blanco de México para componer su imbecilidad.
Jimmy Rosen, quien dice ser hermano de Roberto Madrazo Pintado (ignoramos si por delincuente o de sangre) pondrá el negocio andar a través de una campaña publicitaria fuerte y espera tener éxito a costillas de la ignorancia emplumada.
¿Ya habremos registrado el nombre de México en el extranjero, no vaya siendo que hasta tengamos que cambiarlo por un descuido de la inteligencia subnormal de algún funcionario?
Y cantemos: en el cielo ya venden caguamas, mona y mariguana.
viernes, 11 de diciembre de 2009
VIDEOS: LOVE SONG (VERSIÓN ALTERNA)
VIDEO CONCEPTUAL SOBRE UNA CANCIÓN DE THE CURE DE IMPECABLE MANUFACTURA QUE PUEDE HACER SONREÍR AL MISMÍSIMO ROBERT SMITH
MALA LECHE: LOS CARNALES DE CALDERÓN
Sin mayor mérito que ser el delfín de Felipe Calderón para sucederle en su trono imaginario, Ernesto Cordero Arroyo fue designado nuevo Secretario de Hacienda sin ser absolutamente NADIE en la comunidad financiera internacional o en el hermético club del dinero mexicano. Pero así lo quiso Felipe y ahora a temblar porque si con la “celebridad” de Agustín Carstens Carstens, al país y a los contribuyentes nos cargo la celestial Chingada, con el advenedizo, rodeado de las preferencias ejecutivas, y su cuantificable falta de experiencia para el cargo, el destino se pone renegrido.
El mexicano mejor alimentado del país fue metido a la evaluación política para ser el gobernador del Banco de México, sustituyendo a Guillermo Ortiz Martínez que, curiosamente, mantuvo una estabilidad férrea de nuestra moneda y una gestión en términos generales congruente con la recesión económica actual. No obstante, Calderón desea romperle la crisma a la Nación, poniendo en su lugar al responsable directo de las tragedias económicas tributarias para que culmine la destrucción iniciada en la Secretaría de Hacienda, aun sin que entren en vigor el regalo mortal dejado a los ciudadanos para el primer minuto de 2010.
Fijos en la servidumbre, los Senadores y Diputados de Acción Nacional que manifestaban un desacuerdo por el movimiento de piezas en el gabinete, metieron la cola y pusieron las mejillas ensangrentadas por tantas bofetadas recibidas por la Oposición y los Ciudadanos, a cuenta de la eficiencia intelectual del Primer Mandatario.
El Partido Revolucionario Institucional afila las garras para sacarle al Reyezuelo Calderón otra porción de poder al descrédito fomentado por estas maniobras burocráticas.
Transformar a la Secretaría de Hacienda en trampolín para la unción presidencial, sólo fue posible en los años del Ejecutivo Centralista del siglo XX; en el remedo de presidencia que sostiene Calderón, lejos de facilitar el entendimiento de las fuerzas productivas, terminará por derrumbar los pocos pilares de estabilidad de financiamiento que le quedan al gobierno. Por mucho que traiga la bendición de Calderón, Ernesto Cordero será el tiro al blanco de los suspirantes a la grande de todas las tendencias, incluido, el doble juego del panismo ortodoxo.
Compensar al artífice de la anulación de salidas concretas a la recesión mundial con el mando de la Banca Central es cerrar el círculo vicioso de la equivocación. Carstens, paradójicamente, resulto tener muy poco volumen para el cargo de Secretario de Estado y, ahora, lo ponen en las llaves del sistema monetario en un acto de honda filiación de amistad y lealtad a Calderón.
Estamos en un sexenio de carnales, no de servidores públicos. El único requisito para cualquier responsabilidad estatal es ser “sangre” de Felipe Calderón. Él se encarga de lo demás. Aunque sea mal, pero los carnales son ley a los ojos del presidente mínimo.
Así quién no duerme tranquilo, teniendo a los carnales espantándoles los mosquitos. Eso es autoridad, sagacidad y visión de estadista. El nepotismo califica como opción para gobernar. ¿No oyen ladrar a los perros?.
Al parecer la farsa política, cómica, musical de “Juanito” terminó con la salida del personaje por la puerta de atrás de la Delegación Iztapalapa. Con argumentos de fuerza real, Marcelo Ebrard lo renunció, y cual “chacha” enfurecida por falta de pago y aguinaldo, Johnny Boy tomó las de Villadiego. Sólo una pregunta flota en el ambiente ¿ para qué sirvió tanto sainete de encumbrar un payaso en representación de otros menos pintorescos?.
¿Faltaban osos? Ahí está el protagonizado por la Secretaría de Relaciones Exteriores y el gobierno de Honduras para concretar el asilo de Manuel Zelaya, pues, resultó que con avión a la espera, la casta en el poder negó la salida del presidente depuesto; no fuera siendo una artimaña para que el chavista siguiera jorobando a su gente. De ese tamaño es la confianza diplomática que le guardan a México, pero eso no impide que ande de ofrecido y que le pinten un violín. Guaca, guaca.
El mexicano mejor alimentado del país fue metido a la evaluación política para ser el gobernador del Banco de México, sustituyendo a Guillermo Ortiz Martínez que, curiosamente, mantuvo una estabilidad férrea de nuestra moneda y una gestión en términos generales congruente con la recesión económica actual. No obstante, Calderón desea romperle la crisma a la Nación, poniendo en su lugar al responsable directo de las tragedias económicas tributarias para que culmine la destrucción iniciada en la Secretaría de Hacienda, aun sin que entren en vigor el regalo mortal dejado a los ciudadanos para el primer minuto de 2010.
Fijos en la servidumbre, los Senadores y Diputados de Acción Nacional que manifestaban un desacuerdo por el movimiento de piezas en el gabinete, metieron la cola y pusieron las mejillas ensangrentadas por tantas bofetadas recibidas por la Oposición y los Ciudadanos, a cuenta de la eficiencia intelectual del Primer Mandatario.
El Partido Revolucionario Institucional afila las garras para sacarle al Reyezuelo Calderón otra porción de poder al descrédito fomentado por estas maniobras burocráticas.
Transformar a la Secretaría de Hacienda en trampolín para la unción presidencial, sólo fue posible en los años del Ejecutivo Centralista del siglo XX; en el remedo de presidencia que sostiene Calderón, lejos de facilitar el entendimiento de las fuerzas productivas, terminará por derrumbar los pocos pilares de estabilidad de financiamiento que le quedan al gobierno. Por mucho que traiga la bendición de Calderón, Ernesto Cordero será el tiro al blanco de los suspirantes a la grande de todas las tendencias, incluido, el doble juego del panismo ortodoxo.
Compensar al artífice de la anulación de salidas concretas a la recesión mundial con el mando de la Banca Central es cerrar el círculo vicioso de la equivocación. Carstens, paradójicamente, resulto tener muy poco volumen para el cargo de Secretario de Estado y, ahora, lo ponen en las llaves del sistema monetario en un acto de honda filiación de amistad y lealtad a Calderón.
Estamos en un sexenio de carnales, no de servidores públicos. El único requisito para cualquier responsabilidad estatal es ser “sangre” de Felipe Calderón. Él se encarga de lo demás. Aunque sea mal, pero los carnales son ley a los ojos del presidente mínimo.
Así quién no duerme tranquilo, teniendo a los carnales espantándoles los mosquitos. Eso es autoridad, sagacidad y visión de estadista. El nepotismo califica como opción para gobernar. ¿No oyen ladrar a los perros?.
Al parecer la farsa política, cómica, musical de “Juanito” terminó con la salida del personaje por la puerta de atrás de la Delegación Iztapalapa. Con argumentos de fuerza real, Marcelo Ebrard lo renunció, y cual “chacha” enfurecida por falta de pago y aguinaldo, Johnny Boy tomó las de Villadiego. Sólo una pregunta flota en el ambiente ¿ para qué sirvió tanto sainete de encumbrar un payaso en representación de otros menos pintorescos?.
¿Faltaban osos? Ahí está el protagonizado por la Secretaría de Relaciones Exteriores y el gobierno de Honduras para concretar el asilo de Manuel Zelaya, pues, resultó que con avión a la espera, la casta en el poder negó la salida del presidente depuesto; no fuera siendo una artimaña para que el chavista siguiera jorobando a su gente. De ese tamaño es la confianza diplomática que le guardan a México, pero eso no impide que ande de ofrecido y que le pinten un violín. Guaca, guaca.
jueves, 10 de diciembre de 2009
A TÍTULO PERSONAL: LA LUCHA POR LOS DERECHOS HUMANOS EN TIEMPOS DE CALDERÓN
Por.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
Como lo habían previsto los DODOS, Amnistía Internacional no sólo reveló su informe sobre las condiciones irregulares de inseguridad por las que atraviesa México, alguna vez ejemplo de la paz chicha continental, sino exhorto a sus integrantes a manifestarse en 150 embajadas mexicanas en el mundo en contra de la presencia del ejército en las calles de varias entidades federativas, azoladas por la guerra contra el narcotráfico.
Ante esa dura crítica de la organización no gubernamental, César Nava, la versión muñeco chaqueto de ventrílocuo de Felipe Calderón y seudo dirigente del Partido Acción Nacional, abrió la bocaza para expulsar este lingote de oro ideológico “No hay nadie en este país más interesado en el retiro del Ejército en esta lucha que precisamente los capos de la droga. Ellos son los principales interesados y aquellos que se suman a este coro y que piden el retiro de las fuerzas federales, le hacen un flaco favor a la ciudadanía porque la dejaría indefensa y le hacen un descarado favor al crimen organizado”.
El monigote no rebuznó nada más porque la neurona no le funcionó. Honestamente, esta declaración no tiene madre, después de reconocerse las más de siete mil muertes y el número no cuantificado de víctimas colaterales de este enfrentamiento condenado al fracaso real, pero capaz de revolver el avispero de la política interna y las relaciones internacionales.
Tácticamente es casi imposible, sin cargar el peso de la derrota, que el Poder Ejecutivo decline continuar las operaciones del Ejército en el territorio, por el costo político, sin embargo, existen otras opciones jurídicas, políticas, económicas y sociales no exploradas que pueden apalancar una persecución permanente del delito sin poner a los ciudadanos en el paredón. La violencia, lo indica en la Historia, sólo genera mayor resistencia y acciones abominables.
Cuando el Ejército Mexicano era una institución de ayuda, colaboración y protección casi ingenua, después del descalabro de la matanza de la Plaza de las Tres Culturas en 1968, la población mantenía respetuosa distancia; en la medida en que empezó a utilizarse como instrumento del poder para hacer de las suyas, el prestigio fue dañándose al punto que hoy resuena la resistencia civil a tenerlo cerca.
El gobierno federal respalda al Ejército, no en balde lo pusieron en medio de los trancazos, pero uno de los problemas mayores entre autoridad y ciudadanía es que no se han revelado los datos duros de lo que se está haciendo y, mucho menos, el porqué de esta invasión armada. En serio, argumentos como “no dejaremos que las drogas lleguen a tus hijos” o el sobadísimo criterio del patriotismo no alcanzan para convencer al pueblo de la inexistencia de intereses ocultos en esta matanza.
Un paso valiente a la comprensión de la problemática es contar la verdad, aunque duela y lastime. No mantener la información privilegiada y enviar efectivos tras efectivos para saber que, por ejemplo, Ciudad Juárez es una de las ciudades más violentas del mundo a la que no se ha podido poner en orden.
Tampoco es atrayendo la pluma de figuras de la desinformación mediática para contar la amenaza de un atentado durante el “Teletón” para convencer a las mentes dóciles de la malas entrañas de los mal vivientes. “Lloramos” por la niñez discapacitada, quiénes lloran por los niños muertos, heridos o huérfanos a cuenta de la persecución a los narcotraficantes; estos no venden en los medios.
Calderón dijo que el crimen no se resuelve por arte de magia; tampoco, creemos los Dodos, que con la paz de los cementerios.
Los informes detallados de violaciones a los Derechos Humanos por el Ejército Mexicano están creciendo exponencialmente hasta alcanzar un punto de ruptura. No obstante por conveniencia, los Poderes restantes de la Federación están alentando (ya con las porras o con el cínico silencio) el desbarranque de Calderón y los implicados directos en el conflicto armado.
Es tiempo de contraer compromisos civiles con la paz, el derecho y la inteligencia política.
¿Quién nos sigue?
Y a propósito de la preocupación social, tendremos en nuevo partido de zánganos para el próximo año “DIA”, Diálogo para la Reconstrucción de México, integrado por pelafustanes extraídos del Partido de la Revolución Democrática, Partido del Trabajo y Convergencia; algo elegantísimo...
.
Como lo habían previsto los DODOS, Amnistía Internacional no sólo reveló su informe sobre las condiciones irregulares de inseguridad por las que atraviesa México, alguna vez ejemplo de la paz chicha continental, sino exhorto a sus integrantes a manifestarse en 150 embajadas mexicanas en el mundo en contra de la presencia del ejército en las calles de varias entidades federativas, azoladas por la guerra contra el narcotráfico.
Ante esa dura crítica de la organización no gubernamental, César Nava, la versión muñeco chaqueto de ventrílocuo de Felipe Calderón y seudo dirigente del Partido Acción Nacional, abrió la bocaza para expulsar este lingote de oro ideológico “No hay nadie en este país más interesado en el retiro del Ejército en esta lucha que precisamente los capos de la droga. Ellos son los principales interesados y aquellos que se suman a este coro y que piden el retiro de las fuerzas federales, le hacen un flaco favor a la ciudadanía porque la dejaría indefensa y le hacen un descarado favor al crimen organizado”.
El monigote no rebuznó nada más porque la neurona no le funcionó. Honestamente, esta declaración no tiene madre, después de reconocerse las más de siete mil muertes y el número no cuantificado de víctimas colaterales de este enfrentamiento condenado al fracaso real, pero capaz de revolver el avispero de la política interna y las relaciones internacionales.
Tácticamente es casi imposible, sin cargar el peso de la derrota, que el Poder Ejecutivo decline continuar las operaciones del Ejército en el territorio, por el costo político, sin embargo, existen otras opciones jurídicas, políticas, económicas y sociales no exploradas que pueden apalancar una persecución permanente del delito sin poner a los ciudadanos en el paredón. La violencia, lo indica en la Historia, sólo genera mayor resistencia y acciones abominables.
Cuando el Ejército Mexicano era una institución de ayuda, colaboración y protección casi ingenua, después del descalabro de la matanza de la Plaza de las Tres Culturas en 1968, la población mantenía respetuosa distancia; en la medida en que empezó a utilizarse como instrumento del poder para hacer de las suyas, el prestigio fue dañándose al punto que hoy resuena la resistencia civil a tenerlo cerca.
El gobierno federal respalda al Ejército, no en balde lo pusieron en medio de los trancazos, pero uno de los problemas mayores entre autoridad y ciudadanía es que no se han revelado los datos duros de lo que se está haciendo y, mucho menos, el porqué de esta invasión armada. En serio, argumentos como “no dejaremos que las drogas lleguen a tus hijos” o el sobadísimo criterio del patriotismo no alcanzan para convencer al pueblo de la inexistencia de intereses ocultos en esta matanza.
Un paso valiente a la comprensión de la problemática es contar la verdad, aunque duela y lastime. No mantener la información privilegiada y enviar efectivos tras efectivos para saber que, por ejemplo, Ciudad Juárez es una de las ciudades más violentas del mundo a la que no se ha podido poner en orden.
Tampoco es atrayendo la pluma de figuras de la desinformación mediática para contar la amenaza de un atentado durante el “Teletón” para convencer a las mentes dóciles de la malas entrañas de los mal vivientes. “Lloramos” por la niñez discapacitada, quiénes lloran por los niños muertos, heridos o huérfanos a cuenta de la persecución a los narcotraficantes; estos no venden en los medios.
Calderón dijo que el crimen no se resuelve por arte de magia; tampoco, creemos los Dodos, que con la paz de los cementerios.
Los informes detallados de violaciones a los Derechos Humanos por el Ejército Mexicano están creciendo exponencialmente hasta alcanzar un punto de ruptura. No obstante por conveniencia, los Poderes restantes de la Federación están alentando (ya con las porras o con el cínico silencio) el desbarranque de Calderón y los implicados directos en el conflicto armado.
Es tiempo de contraer compromisos civiles con la paz, el derecho y la inteligencia política.
¿Quién nos sigue?
Y a propósito de la preocupación social, tendremos en nuevo partido de zánganos para el próximo año “DIA”, Diálogo para la Reconstrucción de México, integrado por pelafustanes extraídos del Partido de la Revolución Democrática, Partido del Trabajo y Convergencia; algo elegantísimo...
.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
EDITORIAL: ¿MIEDITO A LA APERTURA DE MEDIOS DE ENAJENACIÓN?
Por.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
En México, la farsa democrática está plagada de ingenuos decretos y reacciones concretas de los intereses creados por los mexicanos, eso dicen, que verdaderamente importan. Esos que no se pueden tocar sin levantar tormentas.
La Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión, protectora de las indulgencias históricas de los medios clásicos de control social respingaron recio a las reformas propuestas en la Ley Federal de Radio y Televisión que estaban trabajando en comisiones del Senado de la República. El movimiento fue tan brusco que el Partido Revolucionario Institucional, defensor a ultranza de la conveniencia hedonistas, reculó y casi pidió disculpas por el pecado a cometer.
El punto que abrió la pelotera fue el de la creación de legal de la radio comunitaria y el margen de 5% para comercializar su espacio.
Dicho de otra manera, se buscaba abrir los monopolios privados y darle un derecho de difusión y comunicación a proyectos de tipo social, producidos y dirigidos por gente distinta a los grandes escualos de la industria, con la posibilidad de generar negocio.
Recurriendo al habitual desplegado en periódicos y al cabildeo de altísimo impacto, hasta donde salió bailando el fantoche de las dictaduras y la limitación de la libre empresa, la CIRT le cantó las negras al PRI, que terminó casi disculpándose por el lapso de locura y retiro el apoyo al dictamen.
Además de la pérdida para de las radios comunitarias, públicas e indígenas y de la comercialización del 5%, quedaron pendientes la transición de formatos de amplitud modulada a frecuencia modulada, el refrendo y permisos de concesiones.
El objetivo de la maniobra es claro, sólo el club selecto que constituye la CIRT tiene derecho para determinar el rumbo de sus negocios, aun pasando por la improbable autoridad y el cacareo de la igualdad. No se puede dejar en manos extrañas ni las moronas del pastel de los medios. Como en su momento doblaron al Presidente de la República, los señores de horca y cuchillo fueron por el Poder Legislativo. En sus ondas nadie es bienvenido sin permiso.
Poniendo tiempos, 2010 es un año electoral y los Partidos necesitan de la CIRT para efectos propagandísticos, así que es definitivo que los grillos no vayan por una ruta prohibida y las reformas queden en “stand by”.
Reaccionando al empinamiento del PRI, Acción Nacional explicó a la fuente que estudiará a profundidad los documentos y le medirá el agua a los camotes para no perder lo poco que mantiene en la lucha por el poder.
Como si fuera necesario, el PRI confundió a los preguntones con respuestas crípticas de tan extraño proceder. Es obvio que después del soplamocos dada CRIT, debajo del agua compense al tricolor por el sacrificio hecho “a favor de México” y el progreso de la iniciativa privada.
Medio calmadas las aguas, las partes en pugna aseguraron que mantendrán el diálogo para encontrar soluciones equilibradas.
Lo que a los DODOS les queda perfectamente definido es que las voces de las minorías y las posibilidades de supervivencia real de proyectos distintos a la enajenación y manipulación colectivas quedan fuera de la mesa.
Entristece demostrar que la grilla nacional prefiere ser los sirvientes del gran capital que responder a las reclamaciones de sus supuestos electores.
Una anotación final: van siete mil muertos, sin contar heridos en diferentes grados, desaparecidos o civiles violentados, en la guerra de Calderón contra el narcotráfico.
¿Cuántos más necesitamos para decir basta?.
En México, la farsa democrática está plagada de ingenuos decretos y reacciones concretas de los intereses creados por los mexicanos, eso dicen, que verdaderamente importan. Esos que no se pueden tocar sin levantar tormentas.
La Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión, protectora de las indulgencias históricas de los medios clásicos de control social respingaron recio a las reformas propuestas en la Ley Federal de Radio y Televisión que estaban trabajando en comisiones del Senado de la República. El movimiento fue tan brusco que el Partido Revolucionario Institucional, defensor a ultranza de la conveniencia hedonistas, reculó y casi pidió disculpas por el pecado a cometer.
El punto que abrió la pelotera fue el de la creación de legal de la radio comunitaria y el margen de 5% para comercializar su espacio.
Dicho de otra manera, se buscaba abrir los monopolios privados y darle un derecho de difusión y comunicación a proyectos de tipo social, producidos y dirigidos por gente distinta a los grandes escualos de la industria, con la posibilidad de generar negocio.
Recurriendo al habitual desplegado en periódicos y al cabildeo de altísimo impacto, hasta donde salió bailando el fantoche de las dictaduras y la limitación de la libre empresa, la CIRT le cantó las negras al PRI, que terminó casi disculpándose por el lapso de locura y retiro el apoyo al dictamen.
Además de la pérdida para de las radios comunitarias, públicas e indígenas y de la comercialización del 5%, quedaron pendientes la transición de formatos de amplitud modulada a frecuencia modulada, el refrendo y permisos de concesiones.
El objetivo de la maniobra es claro, sólo el club selecto que constituye la CIRT tiene derecho para determinar el rumbo de sus negocios, aun pasando por la improbable autoridad y el cacareo de la igualdad. No se puede dejar en manos extrañas ni las moronas del pastel de los medios. Como en su momento doblaron al Presidente de la República, los señores de horca y cuchillo fueron por el Poder Legislativo. En sus ondas nadie es bienvenido sin permiso.
Poniendo tiempos, 2010 es un año electoral y los Partidos necesitan de la CIRT para efectos propagandísticos, así que es definitivo que los grillos no vayan por una ruta prohibida y las reformas queden en “stand by”.
Reaccionando al empinamiento del PRI, Acción Nacional explicó a la fuente que estudiará a profundidad los documentos y le medirá el agua a los camotes para no perder lo poco que mantiene en la lucha por el poder.
Como si fuera necesario, el PRI confundió a los preguntones con respuestas crípticas de tan extraño proceder. Es obvio que después del soplamocos dada CRIT, debajo del agua compense al tricolor por el sacrificio hecho “a favor de México” y el progreso de la iniciativa privada.
Medio calmadas las aguas, las partes en pugna aseguraron que mantendrán el diálogo para encontrar soluciones equilibradas.
Lo que a los DODOS les queda perfectamente definido es que las voces de las minorías y las posibilidades de supervivencia real de proyectos distintos a la enajenación y manipulación colectivas quedan fuera de la mesa.
Entristece demostrar que la grilla nacional prefiere ser los sirvientes del gran capital que responder a las reclamaciones de sus supuestos electores.
Una anotación final: van siete mil muertos, sin contar heridos en diferentes grados, desaparecidos o civiles violentados, en la guerra de Calderón contra el narcotráfico.
¿Cuántos más necesitamos para decir basta?.
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