El repunte de contagios y muertes por influenza en los estados de Chiapas y Yucatán viene a recordarnos una lección ignorada: la enfermedad llegó para quedarse y, por ende, para no bajar la guardia y darle cara. Independiente al carácter sanitario de origen, el padecimiento cae en un momento crítico nacional, donde las prioridades están supeditadas a los decretos y la Secretaría de Salud, por presupuesto y eficiencia, es superada en los campos dominantes del virus.
Por un simple tránsito de turistas por el verano, la Federación debe de extremar medidas para frenar el escenario de crisis, vivido en meses pasados. El semáforo de prevención debe de encenderse y la ciudadanía prepararse a la posible contigencia. No se trata de caer en la alarma histérica; ahora sabemos cómo proceder. Simplemente, recuerde las instrucciones y reaccione a tiempo. Cuide a los suyos, cuidándose.
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