domingo, 14 de junio de 2009

MALA LECHE: DALE DE COMER AL CONEJITO

Sobre advertencia no hay engaño. El Dodo Pambolero la agarró contra esta sección y nos dedicó un video que esperamos y le haya gustado porque para Mala Leche, por lo menos en el terreno de la ridiculez y la falta de autocrítica musical, la Patria es limpia y diamantina. Estamos de acuerdo que aquí las habas se queman y luego se exporta cada talento artístico de horror, pero el fenómeno (y nunca mejor usado el término) de la expresión musical de los broncos pueblos de Perú y Ecuador le acaba la compasión al más pintado.

Cual ejemplo de la Historia de la Infamia, joyas videográficas como la dedicada por el Dodo Pambolero, nos hacen ver que no todo está perdido, que aun las monstruosidades comerciales que exportamos al Centro y Sur de América tienen cierto nivel de sofisticación al envolver la porquería en papel de metálico luminoso y de colores.

Nadie está en contra de la libertad expresión, asociación y de la negación de la falta de talento, sin embargo, You Tube se ha convertido en un escaparate para que cualquier nativo se aviente cada producción Mickey Mouse, sólo comparable al Delirium Tremens o a grados de esquizofrenia no tratada.

De la “Tigresa de Oriente”, pasando por “Torres Gemelas” o “Agarrándose los calzones”, al mugriento intento de conejo, estilo “peques” en festival del día del niño, la inteligencia se pregunta qué ha hecho para merecer tal desprestigio. Reconocemos que el hambre es madre de la barbaridad y que por unos “varos” la gente se pone en el ridículo que sea, no obstante, suponemos que existe una frontera, como un dios, para frenar estas pesadillas visuales, que los videoadictos buscan para martirizar a inocentes.

Si los videos de música de banda ya no parecían producidos con media neurona de creatividad, los aportes de esa mezcla extravagante de ritmos andinos, instrumentos folclóricos, cajas de ritmo y fatales cantantes extraídos de las “raíces profundas del alma popular” están para rendirse sin meter las manos.

Los DODOS que somos propensos a cualquier manifestación de carnaval nos quedamos de a seis al ver y oír esta pieza que debería estar sepultada en una bóveda sellada eternamente junto a la totalidad de títulos que recorren y estimulan impunemente el subdesarrollo mental.

Esto nos recuerda los paseos matutinos del Dodo de Guardia y Africa, la perra guardiana de la redacción, que todas las mañanas iban a constatar la transformación del cadáver de un gato tirado en la calle, con la curiosidad y la fobia entremezclada. Revisaban los cambios y después felices continuaban su camino.

Algo similar debe de suceder con los visitantes a esos espacios en video que ponen a prueba las vísceras igualito que una película de la serie Trauma. Son horrendos, obscenos y decadentes, pero el decadente los admira y los manda por correo electrónico para mayor presencia del retorcimiento estético.

Miles de años para alcanzar un margen de civilización discretamente alejado de las cavernas y el hombre alienta al Neandertal que lleva dentro y lo expone a estas “radiaciones” de ingenuidad bovina o de maldad superior. Vayamos a saber.

El Dodo Pambolero no oculta su satisfacción de haber lavado la afrenta de confundirlo con mula, mas ya veremos el marcador de enfrentarse la Selección Argentina de Fútbol y la mexicana por el último boleto para la Copa del Mundo. O sin irnos al limbo, el resultado Copa de Oro: Estados Unidos y México.

JUARK. JUARK. JUARK


Y denle de comer al conejito.

No hay comentarios: