Quizás los grillos mexicanos no alcancen a comprender el porqué de la negativa popular a emitir su voto y, por ello, haciendo el ruido habitual se propongan efectuar cónclaves para dilucidar qué está sucediendo y cuál es la solución.
Dudando que concluyan con una percepción inteligente del fenómeno, los DODOS que no tenemos una sola pluma de tontos, apuntamos algunos motivos OBVIOS que empujan a la gente a negarse a seguirle el juego a la grilla empobrecida.
Los Partidos Políticos y los Candidotes están atrapados en la retórica y la demagogia de siempre, que los hace prometer y prometer cosas que jamás van a cumplir y que la audiencia ya se sabe.
La seudo propaganda política está tirada a la repetición enferma de modelos anticuados que sólo causan risa o sueño a los electores y no un convencimiento, pongamos discreto de la seriedad de las causas.
Las plataformas electorales carecen de respuestas concretas a problemática específicas y siguen pensándose como cheques en blanco a favor de los canditotes.
A pesar del despliegue mediático, las campañas se asumen resueltas, y el aliento del Instituto Federal Electoral supeditado a la voluntad de la clase dirigente.
Para el ciudadano que vive al día es ofensivo el derroche de dinero que presume la grilla nacional, en su nombre, mientras él, apenas y alcanza la cuota del medio vivir diario.
Los factores económico, cultural y social que alimentan una intención de voto aportan datos duros que el país está mal administrado y que la seudo política sólo ha servido de paraguas agujereado.
El conocimiento de informes hechos en el extranjero sobre la comparación de México y sus semejantes refuerza el credo: que lejos de avanzar, vamos como cangrejo hacia el precipicio.
Desde hace muchos años, los mexicanos hemos aprendido a rascarnos y rescatarnos con nuestros propios medios sin depender de autoridad alguna.
Las autoridades insisten en su papel de ser obstáculos y responsables directos por falta y omisión de las grandes tragedias nacionales.
Los grillos no son animalitos simpáticos, con perdón de Cri Cri, sino que simbolizan la escoria de la sociedad; calificativo que se han ganado a pulso.
En la imaginación popular grillos y pillos son la misma cosa, y cuando pelean entre ellos se admite que es un arreglo de cuentas entre ellos, donde la ciudadanía queda expuesta y por enésima vez jodida.
Los resultados de los Poderes de la Unión pocas veces son atinados y por costumbre atropellan la integridad del ciudadano que ni cuenta se da por el lado que llega el trancazo.
Las mujeres, en especial, pueden decir mucho al respecto sobre la supuesta lucha por la igualdad de género y los monstruosos saldos de tal pronunciamiento. Salvo en poquísimos Estados de la Federación, a la mujer se le permite ser dueña de su cuerpo y de sus actos; ya no pensemos en derechos o personalidad jurídica. Sin embargo, son mayoría demográfica y mayoría electoral.
Otros grupos olvidados como los ancianos, las minorías sexuales, los niños son usados de pretexto a fin de generar falsa empatía y aprovechar la sorpresa sin retribuir en nada la colaboración de estos en la formación del poder institucional.
El voto blanco es una expresión de un cansancio, de un rechazo público a la ineficiencia de los funcionarios y de ciertas instituciones que sin darse por aludidos deliran con un respaldo masivo que sólo menciona su nombre para mandarlos de patitas al infierno.
Sólo eso.
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