Entre decir, aprobar y hacer hay un mar de diferencia.
A las 1:54 horas de hoy martes 17 de noviembre de 2009, la Cámara de Diputados aprobó tres billones, 176 mil, 332 millones de pesos para el gasto federal de 2010.
La votación tuvo 437 votos a favor del PRI, PAN, PVEM, PANAL y CONVERGENCIA; 25 en contra y cuatro abstenciones a cargo del PT y el PRD.
Corrigiendo con la “sabiduría” que dan años de grilla, los “representantes” del pueblo armaron una lista de prioridades a su gusto y no al interés de la Nación.
El reparto del dinero cobija intereses políticos, no sociales, y apunta en la dirección de siempre: lo mejor para unos pocos, lo sobrante a la gente común.
No hubo gritos ni sombrerazos. Simplemente se cumplió en tiempo y forma.
La “clase” política esta salvada, tentativamente salvó los fondos y cumplió el papel asignado.
El pueblo se queda con promesas, números huecos en rubros esenciales de progreso y una patada en el trasero.
Habrá gasto, que no justicia o igualdad.
Y los mexicanos estábamos dormidos,
Así se construye la democracia.
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