De las nueve de la mañana del jueves pasado y hasta las nueve de la mañana de ayer, decenas de ciudadanos pedalearon una bicicleta para generar suficiente energía que mantuviera encendido un foco “ciudadano”, a favor de una reducción importante en los recursos públicos que reciben los partidos políticos, exigiéndoles poner el ejemplo en eso de apretarse el cinturón como lo predican en el pueblo.
La elección de los días fue determinada por el inicio de la sesión de la Cámara de Diputados, donde se aprobará el presupuesto para 2010, no pensando en la gente, sino en los intereses miserables “por” México.
Algunos amigos y uno que otro DODO infiltrado le dieron al pedal, precisamente porque consideramos que esta forma creativa de protestar es una vía poco explorada en la búsqueda de hacernos, no escuchar, sino obedecer, recordándoles a los representantes públicos que se deben al pueblo, indiscutible depositario de la soberanía nacional, y no al revés.
Sabemos que los aludidos se harán pendejos y meterán las nueces a conveniencia de los dictados de la afiliación partidista. Sin embargo, la respuesta a la convocatoria de la bicicleta fue importante para el largo plazo; la ciudadanía tiene que despertar de su letargo y pelear el poder.
Con un foco, un mensaje en las redes sociales, un disfraz, una canción, lo que esté al alcance ayudamos para construir una conciencia en la gente real de no seguir permitiendo el abuso, la prepotencia, la impunidad y la corrupción de esa asquerosa maraña de parásitos que llegaron al reparto de cúreles por números, y no por decisión de los votantes.
Al igual que como lo hacen todos los habitantes del país, los DODOS proponemos que se regule el presupuesto a los partidos y al Congreso de acuerdo a resultados, es decir, que si el abstencionismo electoral fue alto, el presupuesto político debe de ser contraído; si las votaciones fueron grandes, que los billetes fluyen, de esta manera esa panda de aprovechados entendería que su trabajo no es hacer idiotez y media si no aportar respuestas a problemas reales del interés general, tal y como funciona la sociedad: trabajas, ganas; no trabajas, no ganas.
Sabemos que el cambio no se hará de un día para otro y que los ciudadanos tenemos que aceptar la responsabilidad de velar, además del nuestro, el bienestar de la Patria, sólo de está forma México, la realidad y no el nombre, transitará por un nuevo rumbo.
La ciudadanía está obligada a convencerse de su mayoría de edad, durante un siglo de gobiernos seudo democráticos va siendo indispensable exteriorizar a los Poderes de la Federación que las mexicanas y los mexicanos nos valemos por nosotros mismos, y que no tienen por qué cuidarnos, al contrario, nuestra experiencia y conocimiento tendría que proteger y reforzar al país.
Por una simple probabilidad, existen fueran de las filas de burocracia, mujeres y hombres preparados, sin necesidad de robar o tentaciones similares, que día a día aportan a México las decisiones que lo hacen avanzar y que no nacen de los poderes federales.
Quedemos claro, lejos de impulsar el progreso nacional, los grillos entorpecen cualquier acción que les robe la carroña a la que están acostumbrados, contra eso se lucha.
El poder ciudadano es un refuerzo potencial poco utilizado en las limitaciones patológicas de la burocracia. De todos modos eso no cambia nada, pues la idea es mandarla a la fregada e irla sustituyendo por personas confiables, surgidas del entorno y no por dedazo o unción divina. La meta está lejos, no obstante, los pies empiezan a moverse.
Ayer fue la bicicleta, mañana será otra cosa, mas la finalidad es simple: pelear el poder y defender al México de nosotros, la gran mayoría que está emitiendo sus primeros sonidos.
FIGHT THE POWER
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