POR.- EL DODO DE LA MALA LECHE Y EL DODO DE HUMOR NEGRO
Ahora resulta que todo es del color del cristal con que se mira. Ante una pregunta de Mutsutake Otsuka, representante de la delegación japonesa, sobre seguridad pública, durante la comida de la XXIX Plenaria del Comité Empresarial México-Japón, en el hotel Nikko de la ciudad de México, Felipe Calderón contestó otra inmortal declaración cínica:
"Muchas de las ciudades en México sí son problemáticas, algunas ciudades, por ejemplo Juárez tiene problemas específicos que estamos arreglando, pero una gran cantidad de ciudades en México tienen índices de homicidios tan bajos o equivalentes a los de muchas ciudades de Europa, por ejemplo".
Metido en la comparación resaltó y que hay ciudades como Washington, Baltimore, Atlanta o Nueva Orleáns, en los Estados Unidos, con tasas de criminalidad mucho más altas que en México, por lo que es indispensable trabajar en la percepción, (o sea darle la vuelta a la cuestión y reducirla a un truenito discreto).
Como suponemos que para eso le pagamos, Calderón ha salido bastante ocurrente con respecto a la materia y, a pesar de los múltiples llamados nacionales e internacionales, es el único que cree que en México no pasa nada.
"De ver la problemática que hemos tenido, cómo va a estar la situación en el futuro, mejor o peor. Yo les aseguro que si mi gobierno no hubiera intervenido para luchar contra la criminalidad y reconstruir las instituciones, crear una política social preventiva del delito, seguramente las cosas estarían peores en el curso del tiempo, como se vinieron empeorando por la falta de acción a resolver este problema".
Ni “Cantinflas” lo explicaría mejor. Una cosa es una cosa, y otra, muy distinta, otra. El punto es que no había opción y el gobierno le entró a los cates, de lo que desprende que por arriba de los costos de largo plazo (cuándo no) se trabaja en que "México sea un país seguro, estable y con una gran fortaleza institucional y social en materia de combate a la delincuencia".
A modo de escurrirse al bulto, el presidente anotó: "finalmente, cualquier empresa de las que ustedes representan, cualquier requerimiento específico en materia de seguridad, mi gobierno tiene instrucciones a través del secretario de Economía de atender personalmente esos requerimientos". Ojo, no es con la Secretaría de Gobernación, es con la dependencia productiva con quien se debe tocar el asunto de las garantías.
Invariable en la estrategia de “vender” con la manera equivocada, Calderón aconsejó que México es un destino de inversión seguro, sin embargo, por la maledicencia de los medios, sólo se promueven notas trágicas espectaculares, que no reflejan la realidad que estamos viviendo.
Eso es lo malo de ser el “foco de la atención mundial”. Ni modo, la celebridad cuesta y los reporteros se inventan cada historia. ¡Qué bueno¡ que Felipe Calderón sí está informado y le enseña al pueblo de México la puritita verdad encuerada.
Pura ojeriza contra el campeón del humorismo cruel. Ya ni la hacen.
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