domingo, 31 de enero de 2010

DOSSIER: AGRADECIMIENTOS


Termina la SEMANA DE LA DIVERSIDAD SEXUAL, convocada por los DODOS, que esperan que este DOSSIER haya contribuido a ofrecer argumentos de discusión, análisis y comprensión de lo que verdaderamente está en juego de mantenerse o desechar El MATRIMONIO Y LA ADOPCIÓN por personas del mismo sexo.

“EL ÚLTIMO DE LOS DODOS” hace un público agradecimiento y reconocimiento a las plumas invitadas que generosamente contestaron nuestro llamado de solidaridad. Asimismo recibió con gusto las muestras de apoyo de los DODOLECTORES y también las observaciones críticas.

El tema y la problemática, lejos de estar resuelta, se irá calentando por motivos externos a una objetividad social, los DODOS estarán pendientes informando, comentando, proponiendo y difundiendo cuanto sea necesario.

GRACIAS POR CREER Y HACER LA FELICIDAD POSIBLE

ATENTAMENTE

“EL ÚLTIMO DE LOS DODOS”

DOSSIER: MI TESTIMONIO

POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL

Soy heterosexual y estoy casado desde hace dos décadas y no he procreado hijos. Según las normas de la sociedad mexicana soy normal, es decir, soy promedio o pretendo serlo. Pero visto al detalle ya no soy tan equis.

Soy heterosexual, sí, pero para mí la preferencia sexual no me define en mi integridad de ser humano. Estoy casado, pero en pecado mortal, según la Iglesia Católica, porque lo hice sólo por las leyes de los hombres y no le pedí su parecer a ningún ministro, que no a Dios. No tengo hijos de sangre, porque de alma no me puedo quejar, por ende, tampoco cumplí el precepto de “creced y multiplicaos”.

Fui concebido fuera del matrimonio, por una “madre soltera” menor de edad. Sólo estoy bautizado, no me he confirmado y, mucho menos, hice mi primera comunión. Sin embargo, hablo con Dios directamente y no cuestiono la excepcionalidad humana de Jesús. He leído la Biblia completamente casi desde niño, al igual que los textos angulares de otras religiones, a diferencia de cientos que rugen la militancia entre los elegidos. Cuando por azares de la vida he asistido a servicios de otros creyentes, he observado con respeto y espiritualidad los ritos, y me he sumido en el contacto con lo divino. Porque DIOS es universal e inasequible al hombre en cuanto a su comprensión, por ello, guardo respeto a lo que honestamente desconozco como para pontificar dogmas.

Tengo amigos, homosexuales y amigas lesbianas, como también enemigos gays. Y nunca he tenido problema con lo que hagan en la intimidad, de hecho, acudo a sus reuniones y eventos con alegría y me la pasó terriblemente bien. Mucho mejor que en algunas fiestas de parejas casadas con hijos en las que la cortesía se impone más al ya me dieron flojera y ya me voy.

He sentido en carne propia la malignidad de la heterosexualidad y he admirado el sacrificio de la misma, como me ha ocurrido con la homosexualidad. En estas cuatro décadas de existencia defiendo la diversidad sexual porque sostengo que en ella descansa la felicidad de los seres humanos al poder contar con instituciones, normas y otros iguales y respetados para construir una vida en común, al margen de términos poco claros como la mentada normalidad.

Cuando la Iglesia Católica expresó que los gays no van al Cielo, publiqué y expresé públicamente que yo me iba con mis amigos, y en lo íntimo exterioricé: Dios, si todos los seres humanos somos a tu imagen y semejanza, por qué tus improbables representantes terrenos suponen que nos vas a negar el regreso a tu esencia. Y hasta donde sé, Dios no nos ha negado. Por ende, yo estoy con mis entrañables compañeros de mi viaje existencial, sean de la preferencia sexual que sean. No soy quien para juzgarlos y tampoco puedo desligarme de amarlos. Y si eso me cuesta el infierno, bienvenido, pues en él veré los rostros de ciertos santos varones inquisitoriales.

Por supuesto, que lucho por vencer la necedad y las tinieblas que les impiden tener los mismos derechos y las mismas obligaciones que tengo con Marcia, que, si gustan pueden ser la diferencia para un niño (nacido de heterosexuales indolentes), como lo he vivido con gays admirables que, con cualquier etiqueta socialmente aceptada, educan y moldean niños y jóvenes orgullo de sus familias.

Ya expliqué que soy heterosexual y aún no me convence que esa preferencia sea la revelación de los cielos. También el goce extremo de la heterosexualidad trae problemas.

En lo personal, me veo como un hombre, como un blues man, solitario y defendiéndome de la adversidad. Sin embargo, todos los seres humanos nos sentimos igual: solos encarando lo que venga, esa es la vida. La diferencia es que yo puedo escoger a la mujer y al cumplir un proceso, mi elección será definitiva legal y religiosamente aceptada, pero gente buena no lo puede hacer entre sí. ¿Entonces existen seres humanos de segunda categoría?. De ser así, yo pondría a verdaderas lacras sociales que asesinan, destruyen y prostituyen la sociedad. Y eso no me gusta, pues, actúo convencido que una preferencia sexual no determina mi lugar social. No. El ser humano es más que eso y, por lo tanto, pelearé por el amor y la concretización encima de los paradigmas y el terror a la diferencia.

Me gustaría ver a la gente que amo feliz con las personas que hayan elegido y con la protección de un cuerpo jurídico que les asegure el mismo legado que a mí y a mi pareja.

Quiero una sociedad abierta y sin doble moral. Un lugar donde la ciudadanía tenga los beneficios de la diversidad que son las bases de su diferencia. Quiero que GAY sea una palabra feliz, multicolor, respetuosa y digna. Quiero que estos hombres y estas mujeres depositen en otro ser humano la esperanza y le den un margen para revolucionar su biografía, como lo hizo la intervención de mi abuela Celia, al tomarme a su cargo y llevarme a un status que socialmente no me pertenecía. Mi abuela era heterosexual, pero como una vez me explicó: Sunny boy, las personas valen por sus actos, nada más.

Dejemos entonces que sea la igualdad legal la que establezca el rumbo que le daremos a nuestro futuro. Pero, créanme ser heterosexual u homosexual no es cosa de otro mundo; ser individuos ejemplares, positivos y memorables es una bendición que pocos les toca. Soy heterosexual, pero amo a los míos, y su felicidad, la hago mía. Somos seres humanos y eso es lo que cuenta.

DOSSIER: UN CUESTIONARIO A CONTESTARSE CON SINCERIDAD

Para cerrar esta semana de diversidad sexual, reproducimos un cuestionario serio, cuyas respuestas personales moverán a reflexionar que es muy fácil abrir la boca cuando una contestación nos conviene. Seamos francos: si vamos a embestir midamos el tamaño del trancazo a llevarnos.

“1. ¿Qué cree que causó su heterosexualidad?
2. ¿Cuándo y cómo decidió usted que iba a ser heterosexual?
3. ¿Es probable que su heterosexualidad sea una fase de su desarrollo y que usted la supere con el tiempo?
4. ¿Es posible que su heterosexualidad se derive de un temor neurótico hacia personas de su mismo sexo?
5. ¿No cree que todo lo que usted necesita para convertirse en homosexual es un (a) buen (a) amante de su mismo sexo?
6. Los (as) heterosexuales tienen una larga historia de fracasos en relaciones homosexuales. ¿Cree usted que haya escogido ser heterosexual por miedo al rechazo?
7. Si usted nunca ha tenido relaciones sexuales con alguien de su mismo sexo, ¿cómo sabe que no le van a gustar?
8. Si ser heterosexual es normal, ¿por qué hay un número tan desproporcionado de enfermos (as) mentales que son heterosexuales?
9. ¿A quiénes les ha confesado sus tendencias heterosexuales?, ¿cuál fue su reacción?
10. Si su heterosexualidad no me ofende, siempre y cuando no trate de imponérmela por la fuerza, ¿por qué ustedes los (as) heterosexuales se sienten compelidos a seducir a otros (as) hacia su orientación sexual?
11. Si usted decide educar a sus hijos (as), ¿le gustaría que fueran heterosexuales, sabiendo todos los problemas que van a enfrentar?
12. La gran mayoría de las personas que abusan sexualmente de niños (as) son heterosexuales (algunos estudios indican que 95%). ¿Cree usted que su niño (a) está a salvo, al saber que sus maestros (as) son heterosexuales?
13. ¿Por qué insiste tanto en ser tan obvio (a) y en hacer un espectáculo público de su heterosexualidad?, ¿no puede usted simplemente ser lo que es y mantenerlo en silencio y en privado?
14. ¿Cómo espera usted convertirse en un ser humano completo si se limita a un exclusivo objeto sexual heterosexual y no está dispuesto (a) a explorar su normal, natural y saludable potencial homosexual?
15. Los (as) heterosexuales se caracterizan por asumir roles sexuales estereotipados muy restringidos; ¿está usted satisfecho (a)?
16. ¿Cómo puede usted disfrutar una relación sexual completamente satisfactoria, o una compenetración emocional profunda, con una persona de sexo diferente del suyo, sobre todo si tomamos en cuenta que las diferencias físicas, biológicas y temperamentales son tan obvias y tan vastas?, ¿cómo puede un hombre comprender lo que satisface a una mujer y viceversa?
17. ¿Por qué los (as) heterosexuales ponen tanto énfasis en el sexo?
18. A pesar de todo el apoyo social que recibe el matrimonio, la tasa de divorcios aumenta de manera alarmante. ¿A qué se debe que haya tan pocas relaciones estables entre heterosexuales?
19. ¿Cómo podría sobrevivir la especie humana si todo el mundo fuera heterosexual, como usted, considerando la amenaza de la sobrepoblación?
20. Por lo que puede verse en los diferentes noticieros, parece que hay muy pocos (as) heterosexuales que son realmente felices. Se han diseñado ciertas técnicas que pueden ayudarle a cambiar, si en verdad lo desea. ¿Ha considerado la posibilidad de someterse a alguna terapia de aversión, como los electrochoques?
21. Un número desproporcionado de criminales, vagabundos (as), narcotraficantes, alcohólicos (as) y drogadictos (as) son heterosexuales. ¿Por qué querría alguien dar trabajo a un (a) heterosexual, especialmente si se trata de un puesto de gran responsabilidad?
22. Los (as) heterosexuales odian y/o desconfían de los miembros de su sexo; ¿por eso se vuelven heterosexuales?
23. ¿Por qué los (as) heterosexuales son tan promiscuos (as)?
24. ¿Por qué siempre se saca en cara el hecho de que mucha gente famosa sea heterosexual?, ¿es para justificar su propia heterosexualidad?
25. Podría realmente usted confiar en un (a) terapeuta o consejero (a) heterosexual?, ¿no teme que él o ella estén inclinados a influir en la dirección de sus propios prejuicios y preferencias?
26. Estadísticamente, el grupo con la mayor tasa de aumento de casos de SIDA es el heterosexual. ¿Acaso no deberíamos prohibir el sexo heterosexual?”
KELLY,


Nota de la Redacción.- Patricia Kelly. Salud sexual para todos. Derribemos mitos y tabúes para alcanzar una vida plena, sin prejuicios. Editorial Grijalbo. México. 1999. p. 106-109

sábado, 30 de enero de 2010

EL COCOTAZO:

Y como es usual en este tipo de tragedias – escándalos, los editorialistas de los medios de (des) información ya descubrieron el agua tibia. La culpable del atentado contra el jugador de fútbol profesional, Salvador Cabañas, es la corrupción; esa golfa que suelta millones de pesos para hacer su regalada gana y que es regenteada por el Gobierno en todos sus niveles. Esa escoria se reprodujo en otra alimaña igual de perjudicial: el influyentismo; una especie de señalamiento de excepcionalidad para quienes “son alguien” en la sociedad y que hacen y deshacen con los demás porque “así tiene que ser” y ¿quiénes son los influyentes? Los mismos que jijos de la corrupción que la ciudadanía, en pleno señala, y contra los que no puede safarse a menos que sean sus mismos hermanos quienes los expulsen del clan y entonces permitan aplicarles “todo el peso de la ley”. Así es esto de comer pinole y chiflar al mismo tiempo.

DOSSIER: YO NO DISCRIMINO

Por.- ANAMÁ M. CH.

Leía la nota que compartió el Abuelo y comencé a hacer un recuento de los últimos años de mi vida.

Hace casi diez años que “salí del clóset” y el día de hoy me pregunto: ¿en serio estamos en el 2010?, ¿no se supone que nuestro país va agarrando forma?, ¿es tan difícil respetarnos unos a otros como seres humanos que somos?

Bien, pues estos cuestionamientos surgen a partir de los recientes sucesos por los que hemos atravesado como sociedad en las últimas semanas. Que si la iglesia, que si la adopción, que si la familia, que si las bodas, que si Marianita, que si los putos, que las machorras… ¿acaso la Iglesia “nos da con todo” a la comunidad LGBT para distraernos de la pederastia que vive escondida debajo de muuuuuchas sotanas? y a ella ni quien la mande a la Asamblea, ni quien le critique si dicho acto es natural o no, ni quien ponga en entredicho sus derechos… ¿y al Estado laico… alguien lo ha visto?

¿Por qué agredir a la gente con calificativos como anormal, aberración, antinatural?… ¿No sería todo más digerible si, y sólo si, existiera un debate respetuoso, de cordura e inteligencia?

A mí me tocó recorrer parte del camino al lado de un personaje de la política en pro de los derechos de la comunidad LGBT; aprendí que todos y todas somos iguales, que tanto derecho tiene el Sr. Presidente de vestir, calzar, comer y dormir; como lo tengo yo. En la primaria me obligaron a aprender de memoria la gran mayoría (no digo todos) de los artículos que conforman la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y con eso crecí, con la idea de ser mexicana y libre por el simple y sencillo hecho de que a mi madre se le dio la gana parir en este país. Y el día de hoy me he topado con una visión retrógrada, tendenciosamente religiosa, de un grupo de políticos de derecha que pretende anular los derechos de quienes pagamos sus sueldos. Sí, yo soy profesionista, independiente, emprendedora, trabajadora, con derechos y obligaciones; pero el día de hoy me da pena decir que en mi país, siendo legítima ciudadana mexicana tengo más obligaciones que derechos… ups! omití la parte de que soy lesbiana, y es éste el pretexto de mis gobernantes para discriminarme en su “intento” de sociedad.

Me da pena decirle a mi familia que no los puedo invitar a mi boda, porque “alguien” dijo que el matrimonio entre personas del mismo sexo no tiene objeto. Me da pena y dolor no poder ofrecerle a mi pareja la seguridad y el patrimonio que nos merecemos, porque a “alguien” se le ocurrió que no tenemos personalidad jurídica. Me da pena que teniendo un país “democrático y libre”, tan maravilloso con gente tan hermosa, vivamos a expensas de la palabra (y el humor) de Norberto y su séquito. Me da pena que la equidad y el respeto no sean palabras comunes de nuestro léxico. Me causa un profundo dolor que amigos y amigas quienes han forjado carreras, vidas, familias, patrimonios en unión, en convivencia, en amor y en respeto; tengan que mandar todos sus esfuerzos al bote de basura porque nuestros políticos de derecha no cenan fibra… pero ¡ah cómo la cagan! Me da pena decir que vivo en un país que dicta normas a partir de la palabra de dios. Lo único que no me da pena es decir que soy lesbiana, que amo a mi familia y ellos me aman, que profeso el respeto y la equidad y a cambio he recibido el mismo trato, que tengo amigas y amigos ‘bugas’ y ‘de ambiente’ con los que convivo con profundo respeto y confianza, que he tenido éxitos y también derrotas al igual que cualquier ser humano que tenga los pies sobre el planeta, promuevo la diversidad todos los días porque no fuimos hechos en serie, porque todos somos diferentes y nos merecemos respeto, porque afortunadamente somos auténticos, únicos e irrepetibles, y son precisamente las diferencias, lo que nos hace valiosos; no me da pena pronunciarme en pro de los derechos de las minorías (porque lamentablemente son muy marcadas), no me da pena ser quien soy porque si tan aberrante, tan anormal y tan contra natura fuese… simplemente no existiría.

¿Qué me gustaría? Me gustaría que uno sólo de los que se atreven a juzgar y a menospreciar a otros, intentara ponerse en los zapatos de uno por sólo cinco minutos, para saber si ellos soportarían ser los discriminados, los insultados, los ‘inexistentes’.

Somos gente tolerante, respetuosa, luchona, que sólo buscamos tener los mismos derechos, no por ser hombres ni mujeres, con o sin religiones, con o sin preferencias sexuales, con o sin tendencias políticas; sólo por ser PERSONAS merecemos ese lugar ante la sociedad. Merecemos ser reconocidos ante la ley porque también pagamos impuestos, porque también vamos a misa, porque también tenemos familias, porque también contribuimos al desarrollo de nuestros entornos, porque somos seres humanos libres de elegir, de amar, de potencializar nuestras aptitudes, de crear, de disfrutar.

Hagamos del respeto y la tolerancia nuestras herramientas en la lucha por la equidad y la sana convivencia.

DOSSIER: ALGUNAS REFLEXIONES GENERALES 5

Por.- MARCIA TREJO

14.- Uno de los aspectos que, sin duda, está causando más posturas encontradas es el religioso.

De entrada, es necesario, aclarar que es falso que el matrimonio entre personas del mismo sexo sea un atentado contra el matrimonio religioso. La reforma al artículo 146 del Código Civil del Distrito Federal, en ningún momento y en ninguno de sus apartados, menciona a la Iglesia, en consecuencia, afirmar –como han hecho algunos representantes de la Iglesia mexicana- que la ley es un “atentado” es inexacto y engañoso. El que se lleven a cabo matrimonios entre personas del mismo sexo no guarda relación alguna con la afirmación previa, ya que se trata de dos espacios radicalmente distintos: por un lado, el correspondiente al Estado y, por el otro, el de lo religioso. Y así como el Estado –a través de sus distintos órganos- no le dice a la Iglesia cómo llevar a cabo el sacramento del matrimonio, así tampoco la Iglesia puede –porque así lo estipula la ley y México tiene un Estado laico- decirle al Gobierno del DF (ni a ningún otro) a quiénes casar y cómo. Ya lo dijo Jesús “A Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César”.

De acuerdo al Catecismo Romano (P.II, cap. 8, n. 3), el matrimonio “es la unión marital de un hombre y una mujer, entre personas legítimas, para formar una comunidad indivisa de vida”. Marital significa que existe el derecho mutuo a la unión física apta para engendrar hijos, es decir, mantener relaciones sexuales con fines reproductivos; al decir un hombre y una mujer, se excluye la poligamia (unión de un hombre con varias mujeres), la poliandria (unión de una mujer con varios varones) y el matrimonio entre personas del mismo sexo; las personas legítimas son aquellas que por ley (natural o positiva) pueden casarse entre sí; indivisa quiere decir que es indisoluble. En síntesis, un hombre y una mujer, que tienen sexo para reproducirse y que deben permanecer juntos mientras vivan.

Partiendo de la definición anterior, los matrimonios religiosos entre personas del mismo sexo no son posibles y, por tanto, estas uniones no podrán contar con el sacramento. Lo que bajo ningún concepto y circunstancia impide que tales parejas puedan contraer matrimonio civilmente en el Distrito Federal.

Si la Iglesia reconoce el matrimonio religioso como el único válido para ella, está en su derecho de hacerlo, pero ello no quita validez ni reconocimiento oficial a los que son realizados en y por el Registro Civil. Lo que no se vale es que sacerdotes –desde el púlpito o frente a las cámaras y micrófonos- nieguen la legitimidad de una voluntad jurídicamente reconocida y que ha cumplido con todos los requisitos de ley, porque no se sujeta a su forma de ver el mundo, así como tampoco es correcto ni legal invitar a la discriminación.

15.- Se argumenta que la sociedad no está preparada para una ley de este tipo y mientras eso no suceda, no debería aprobarse. Una afirmación de esa naturaleza equivale a una postergación por tiempo largo e indefinido, ya que la sociedad mexicana no va a estar lista ni en el corto ni en el mediano plazo. No estar capacitados no nos autoriza a quedarnos sentados mano sobre mano a esperar que mágicamente nos caiga la preparación, sino –por el contrario- implica el reto y la responsabilidad de buscar las herramientas y conocimientos requeridos para enfrentar y resolver situaciones reales y concretas.

No olvidemos que durante siglos la sociedad mexicana no estuvo preparada para los niños estudiaran de forma obligatoria y, sin embargo, la ley lo hizo posible (la Constitución de 1917 establece que la primaria es obligatoria y gratuita) y hoy por hoy la tasa de no conclusión de la primaria es de 9.6 (9.6 alumnos de cada 100 no la terminan).

No olvidemos que la sociedad mexicana, en 1953, tampoco estaba preparada para que la mujer votara y, sin embargo, la ley lo hizo posible y hoy por hoy las mujeres constituyen una fuerza política definitiva.

No olvidemos que a mediados del siglo pasado no toda la sociedad mexicana estaba preparada para la vacunación generalizada y, en algunas zonas, las madres corrían a esconder a sus niños para evitar que fueran vacunados y, sin embargo, la ley lo hizo posible y hoy por hoy miles de vidas infantiles son salvadas.

Hoy, quizá, la sociedad mexicana no está preparada para la existencia de los matrimonios entre personas del mismo sexo y, sin embargo, la ley lo hizo posible y a nosotros corresponde construir lo que en el futuro se recordará de ello.

viernes, 29 de enero de 2010

EL COCOTAZO: ¿QUIÉN ESTÁ LIBRE DE PECADO?

Siguiendo instrucciones del presidente de la República, Felipe Calderón, la Procuraduría General de la República hizo suya la causa de oponerse legalmente a la propuesta, hecha por las autoridades de la Ciudad de México, del matrimonio y la adopción por personas del mismo sexo.

La orden estuvo asentada en las exigencias de la Iglesia Católica y otros credos que atrajo a su cruzada, y en los principios decimonónicos de la Derecha, representada por el Partido Acción Nacional; ambas entidades que no se han hecho una pregunta fundamental: ¿Cuántas personas no heterosexuales creen, trabajan y cumplen sus funciones para que se dé cumplimiento al papel religioso y político que estas Instituciones poseen?

Al negarse a aceptar ciertos cambios efectivamente democráticos, la Iglesia Católica y el PAN también le están pegando a sus correligionarios que, en las sombras, sufren el estrago de mantener oculta una preferencia sexual porque, de lo contrario, serán castigados.

DOSSIER: EL SUSTENTO JURÍDICO DE LA PGR CONTRA EL MATRIMONIO Y LA ADOPCIÓN GAY

Por.- LA REDACCIÓN

Al promover la Procuraduría General de la República (PGR) ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) una acción de inconstitucionalidad contra los matrimonios gay y la adopción de menores por esas parejas en el Distrito Federal, sustentada en los artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos vigente: 4, 14, 16 y 133; a la vez que en los artículos 146 y 391 del Código Civil para el Distrito Federal, es obligado presentarlos íntegros para el análisis crítico de los Dodolectores.

ARTÍCULOS CONSTITUCIONALES (*)

Artículo 4. (Se deroga el párrafo primero)
El varón y la mujer son iguales ante la ley. Esta protegerá la organización y el desarrollo de la familia.

Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos.

Toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La Ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general, conforme a lo que dispone la fracción XVI del artículo 73 de esta Constitución.

Toda persona tiene derecho a un medio ambiente adecuado para su desarrollo y bienestar.

Toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa. La Ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo.

Los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral.

Los ascendientes, tutores y custodios tienen el deber de preservar estos derechos. El Estado proveerá lo necesario para propiciar el respeto a la dignidad de la niñez y el ejercicio pleno de sus derechos.

El Estado otorgará facilidades a los particulares para que coadyuven al cumplimiento de los derechos de la niñez.

Toda persona tiene derecho al acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios que presta el Estado en la materia, así como el ejercicio de sus derechos culturales. El Estado promoverá los medios para la difusión y desarrollo de la cultura, atendiendo a la diversidad cultural en todas sus manifestaciones y expresiones con pleno respeto a la libertad creativa. La ley establecerá los mecanismos para el acceso y participación a cualquier manifestación cultural.

Artículo 14. A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna.
Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al hecho.

En los juicios del orden criminal queda prohibido imponer, por simple analogía, y aún por mayoría de razón, pena alguna que no esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito de que se trata.

En los juicios del orden civil, la sentencia definitiva deberá ser conforme a la letra o a la interpretación jurídica de la ley, y a falta de ésta se fundará en los principios generales del derecho.

Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento.

Toda persona tiene derecho a la protección de sus datos personales, al acceso, rectificación y cancelación de los mismos, así como a manifestar su oposición, en los términos que fije la ley, la cual establecerá los supuestos de excepción a los principios que rijan el tratamiento de datos, por razones de seguridad nacional, disposiciones de orden público, seguridad y salud públicas o para proteger los derechos de terceros.

No podrá librarse orden de aprehensión sino por la autoridad judicial y sin que preceda denuncia o querella de un hecho que la ley señale como delito, sancionado con pena privativa de libertad y obren datos que establezcan que se ha cometido ese hecho y que exista la probabilidad de que el indiciado lo cometió o participó en su comisión del juez, sin dilación alguna y bajo su más estricta responsabilidad. La contravención a lo anterior será sancionada por la ley penal.

Cualquier persona puede detener al indiciado en el momento en que esté cometiendo un delito o inmediatamente después de haberlo cometido, poniéndolo sin demora a disposición de la autoridad más cercana y ésta con la misma prontitud, a la del Ministerio Público. Existirá un registro inmediato de la detención.

Sólo en casos urgentes, cuando se trate de delito grave así calificado por la ley y ante el riesgo fundado de que el indiciado pueda sustraerse a la acción de la justicia, siempre y cuando no se pueda ocurrir ante la autoridad judicial por razón de la hora, lugar o circunstancia, el Ministerio Público podrá, bajo su responsabilidad, ordenar su detención, fundando y expresando los indicios que motiven su proceder.

En casos de urgencia o flagrancia, el juez que reciba la consignación del detenido deberá inmediatamente ratificar la detención o decretar la libertad con las reservas de ley.

La autoridad judicial, a petición del Ministerio Público y tratándose de delitos de delincuencia organizada, podrá decretar el arraigo de una persona, con las modalidades de lugar y tiempo que la ley señale, sin que pueda exceder de cuarenta días, siempre que sea necesario para el éxito de la investigación, la protección de personas o bienes jurídicos, o cuando exista riesgo fundado de que el inculpado se sustraiga a la acción de la justicia. Este plazo podrá prorrogarse, siempre y cuando el Ministerio Público acredite que subsisten las causas que le dieron origen. En todo caso, la duración total del arraigo no podrá exceder los ochenta días.

Por delincuencia organizada se entiende una organización de hecho de tres o más personas, para cometer delitos en forma permanente o reiterada, en los términos de la ley de la materia.

Ningún indiciado podrá ser retenido por el Ministerio Público por más de cuarenta y ocho horas, plazo en que deberá ordenarse su libertad o ponérsele a disposición de la autoridad judicial; este plazo podrá duplicarse en aquellos casos que la ley prevea como delincuencia organizada. Todo abuso a lo anteriormente dispuesto será sancionado por la ley penal.

En toda orden de cateo, que sólo la autoridad judicial podrá expedir, a solicitud del Ministerio Público, se expresará el lugar que ha de inspeccionarse, la persona o personas que hayan de aprehenderse y los objetos que se buscan, a lo que únicamente debe limitarse la diligencia, levantándose al concluirla, un acta circunstanciada, en presencia de dos testigos propuestos por el ocupante del lugar cateado o en su ausencia o negativa, por la autoridad que practique la diligencia.

Las comunicaciones privadas son inviolables. La ley sancionará penalmente cualquier acto que atente contra la libertad y privacía de las mismas, excepto cuando sean aportadas de forma voluntaria por alguno de los particulares que participen en ellas. El juez valorará el alcance de éstas, siempre y cuando contengan información relacionada con la comisión de un delito. En ningún caso se admitirán comunicaciones que violen el deber de confidencialidad que establezca la ley.

Exclusivamente la autoridad judicial federal, a petición de la autoridad federal que faculte la ley o del titular del Ministerio Público de la entidad federativa correspondiente, podrá autorizar la intervención de cualquier comunicación privada. Para ello, la autoridad competente deberá fundar y motivar las causas legales de la solicitud, expresando además, el tipo de intervención, los sujetos de la misma y su duración.

La autoridad judicial federal no podrá otorgar estas autorizaciones cuando se trate de materias de carácter electoral, fiscal, mercantil, civil, laboral o administrativo, ni en el caso de las comunicaciones del detenido con su defensor.

Los Poderes Judiciales contarán con jueces de control que resolverán, en forma inmediata, y por cualquier medio, las solicitudes de medidas cautelares, providencias precautorias y técnicas de investigación de la autoridad, que requieran control judicial, garantizando los derechos de los indiciados y de las víctimas u ofendidos. Deberá existir un registro fehaciente de todas las comunicaciones entre jueces y Ministerio Público y demás autoridades competentes.

Las intervenciones autorizadas se ajustarán a los requisitos y límites previstos en las leyes. Los resultados de las intervenciones que no cumplan con éstos, carecerán de todo valor probatorio.

La autoridad administrativa podrá practicar visitas domiciliarias únicamente para cerciorarse de que se han cumplido los reglamentos sanitarios y de policía; y exigir la exhibición de los libros y papeles indispensables para comprobar que se han acatado las disposiciones fiscales, sujetándose en estos casos, a las leyes respectivas y a las formalidades prescritas para los cateos.

La correspondencia que bajo cubierta circule por las estafetas estará libre de todo registro, y su violación será penada por la ley.

En tiempo de paz ningún miembro del Ejército podrá alojarse en casa particular contra la voluntad del dueño, ni imponer prestación alguna. En tiempo de guerra los militares podrán exigir alojamiento, bagajes, alimentos y otras prestaciones, en los términos que establezca la ley marcial correspondiente.

Artículo 133. Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos los Tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión. Los jueces de cada Estado se arreglarán a dicha Constitución, leyes y tratados, a pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber en las Constituciones o leyes de los Estados.


(*) CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
CÁMARA DE DIPUTADOS DEL H. CONGRESO DE LA UNIÓN
Secretaría General
Secretaría de Servicios Parlamentarios
Centro de Documentación, Información y Análisis
Última Reforma DOF 24-08-2009



ARTÍCULOS DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL(*)

Artículo 146.- Matrimonio es la unión libre de un hombre y una mujer para realizar la
comunidad de vida, en donde ambos se procuran respeto, igualdad y ayuda mutua con la posibilidad de procrear hijos de manera libre, responsable e informada. Debe celebrarse ante el Juez del Registro Civil y con las formalidades que esta ley exige.

Artículo 390. El mayor de veinticinco años, libre de matrimonio, en pleno ejercicio de sus
derechos, puede adoptar uno o más menores o a un incapacitado, aun cuando éste sea mayor de
edad, siempre que el adoptante tenga diecisiete años más que el adoptado y que acredite además:
I. Que tiene medios bastantes para proveer a la subsistencia, la educación y el cuidado de la persona que trate de adoptarse, como de hijo propio, según las circunstancias de la persona que trata de adoptar;
II. Que la adopción es benéfica para la persona que trata de adoptarse, atendiendo el interés superior de la misma, y
III. Que el adoptante es persona apta y adecuada para adoptar.
Cuando circunstancias especiales lo aconsejen, el juez puede autorizar la adopción de dos o más incapacitados o de menores e incapacitados simultáneamente.

Artículo 391.
Los cónyuges o concubinos podrán adoptar, cuando los dos estén conformes en considerar al adoptado como hijo y aunque sólo uno de ellos cumpla el requisito de la edad a que se refiere el artículo anterior, pero siempre y cuando la diferencia de edad entre cualquiera de los adoptantes y el adoptado sea de diecisiete años de edad cuando menos. Se deberán acreditar, además, los requisitos previstos en las fracciones del artículo anterior.

REFORMADOS

Artículo 146.- Matrimonio es la unión libre de dos personas para realizar la comunidad de vida, en donde ambos se procuran respeto, igualdad y ayuda mutua. Debe celebrarse ante el Juez del Registro Civil y con las formalidades que estipule el presente código.

Artículo 391.- Los cónyuges o concubinos podrán adoptar, cuando los dos estén conformes en considerar al adoptado como hijo y aunque sólo uno de ellos cumpla el requisito de la edad a que se refiere el artículo anterior, pero siempre y cuando la diferencia de edad entre cualquiera de los adoptantes y el adoptado sea de diecisiete años de edad cuando menos. Se deberán acreditar, además, los requisitos previstos en las fracciones del artículo anterior.

CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL(*)



Nota de la Redacción.- El artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos está orientada a la causa que la PGR presentó simultáneamente contra el acceso a la información de instituciones gubernamentales.

DOSSIER: ALGUNAS REFLEXIONES GENERALES 4

Por.- MARCIA TREJO

10.- Según la Real Academia Española la familia es “1. Grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas. 2. f. Conjunto de ascendientes, descendientes, colaterales y afines de un linaje”.

La familia, desde el punto de vista de la realidad social, es una institución natural formada por la madre, el padre y los hijos no emancipados por matrimonio, que conviven en el hogar común y están bajo la autoridad de los padres.

Jurídicamente la familia es un grupo formado por la pareja, sus descendientes y ascendientes, así como otras personas unidas por vínculos de sangre, matrimonio o civiles, los cuales tienen deberes y derechos jurídicos. La unión de una pareja y los hijos fuera del matrimonio, no siempre son una familia desde el punto de vista jurídico, para serlo necesitan que la relación de pareja se mantenga y que los hijos sean reconocidos.

El matrimonio entre personas del mismo sexo y la familia que de este vínculo derive tendrán jurídicamente los derechos y obligaciones que cualquier otra familia o matrimonio, es decir, formar un matrimonio o familia homosexual no significa un estatus especial; al igual que el resto de los matrimonios y familias, asumirán los mismos derechos y obligaciones. Así como la ley les da la capacidad de contraer nupcias, asimismo los obliga a cumplir con lo estipulado en ella o enfrentar las consecuencias que acarree el no hacerlo.

Entre las obligaciones de los miembros de la familia se encuentran: colaborar según su capacidad y posibilidad, en las tareas necesarias para el bienestar de la familia; establecer y cumplir conjuntamente las normas familiares; respetar los derechos de los demás; compartir la responsabilidad de las tareas para la mejoría familiar y colaborar en la solución de cualquier problema.

11.- Al reformar el artículo que define lo que es el matrimonio, en consecuencia, otros vínculos similares contenidos dentro de la misma ley se ajustarán también a esta circunstancia, es decir, la figura de concubinato.

El Código Civil del DF, en el artículo 291 Bis, establece que “Las concubinas y los concubinos tienen derechos y obligaciones recíprocos, siempre que sin impedimentos legales para contraer matrimonio, han vivido en común en forma constante y permanente por un período mínimo de dos años que precedan inmediatamente a la generación de derechos y obligaciones a los que alude este capítulo.

12.- Los matrimonios entre personas del mismo sexo son exactamente iguales en derechos y obligaciones a los establecidos entre individuos de distinto sexo. Asimismo los hijos adoptados tienen los mismos derechos que los que fueron engendrados por los padres y no existirá distinción alguna entre hijos adoptados por parejas homosexuales o heterosexuales. Lo anterior tiene consecuencias que van más allá de lo moral, de hecho, implica impactos en otros ámbitos como lo es la salud, la protección a la familia, el sistema de pensiones, trámites bancarios o sucesorios, divorcios, etc.

Tanto el IMSS como el ISSSTE tendrán que prestar servicio y dar los beneficios que la ley y los reglamentos pertinentes establecen para los matrimonios homosexuales y a las familias de ellos derivadas, entiéndase servicio médico, pensión por viudez u orfandad, entre otros.

Las aseguradoras tendrán que hacer una revisión de sus conceptos, es decir, redefinir los seguros de gastos médicos familiares, cuidando de no incurrir en discriminación, por ejemplo, no se pueden establecer criterios distintos de exclusión o condiciones para matrimonios-familias homosexuales o heterosexuales. Los bancos, por su parte, deberán evaluar los requisitos para préstamos hipotecarios, fondos de retiro, etc.

Asimismo, entrarán nuevos factores en juego en caso de divorcio de una pareja del mismo sexo que haya adoptado. Jurídicamente se da preferencia a la madre para que sea ella quien se quede con los hijos menores, ejerciendo la guardia y custodia, y –en ocasiones- también la patria potestad de forma exclusiva. Ahora las decisiones tomadas por los jueces de lo familiar deberán tomarse y repensarse bajo estas nuevas circunstancias: ¿quién de ellos o ellas se quedará con el o los hijos?, ¿quién tendrá la guardia?, ¿la custodia?, ¿la patria potestad?, ¿quién dará la pensión alimenticia?, etc.

13.- La familia ha estado ligada a la reproducción y mantenimiento de la prole, por ello, durante gran parte de la historia se hizo énfasis en ella como la forma legítima en que un hombre y una mujer normaban su relación sexual y los hijos nacidos de ella.

Sin embargo, la necesidad acelerada de reproducción, que resultaba fundamental en aquellos tiempos en que la mortalidad era alta y la esperanza de vida, corta, ha dejado de ajustarse a las condiciones actuales de la mayoría de los países. Actualmente las parejas eligen tener pocos o ningún hijo.

Las familias extensas de antaño han cambiado, ahora existen múltiples modelos de familia que responden a las necesidades y decisiones –prácticas, emocionales y de distinta índole- de hoy, y la sociedad debe tomarlas en consideración, aceptarlas y, de ser necesario, proveer las condiciones para su desarrollo.

En estos tiempos, se vuelve necesario repensar el concepto de familia. Aquello de papá, mamá, abuelita, hijo, hija y perro se ha convertido en una postal que ya no se ajusta al México de hoy. Un número importante de las familias de hoy no tienen papá, los abuelos viven aparte, se forman exclusivamente por hermanos, convierten a los amigos en tíos honorarios, carecen de padres porque no hay hijos, en lugar de niños tienen perros, se conforman por los amigos que no se sienten a gusto en su respectivo hogar, están constituidas por una pareja homosexual, etc.

A nosotros corresponde reflexionar al respecto y elegir cuál de ellas queremos y nos hará felices, además, de comprender que en este rubro sólo los involucrados tienen la capacidad de decidir sobre ello.

jueves, 28 de enero de 2010

DOSSIER: COMIENZA LA PELEA



"Hace unas horas, la Procuraduría General de la República (PGR) promovió ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) una acción de inconstitucionalidad contra los matrimonios gay y la adopción de menores por esas parejas en el Distrito Federal.

La dependencia precisó que esta acción gira en torno de los artículos 146 y 391 del Código Civil para el Distrito Federal, que regulan las figuras del matrimonio y la adopción, al atender lo que establecen los artículos 4, 14, 16 y 133 de la Constitución.

Con relación a las reformas al Artículo 146 del Código Civil capitalino, la PGR consideró que se contraviene el principio de legalidad, pues la reforma se aparta del fin constitucional de protección de la familia concebida por el Poder Constituyente Permanente en 1974.

Asimismo, el cambio parte de la tesis de que no existía protección legal del ejercicio de los derechos de las parejas integradas por personas del mismo sexo y que desean fundar una familia.

La PGR precisó que no es exacto, ya que en el Distrito Federal existe desde 2006 la institución jurídica de la sociedad de convivencia que tutela prácticamente los mismos derechos que el matrimonio heterosexual, salvo los relacionados con la procreación y la descendencia.

Por otro lado, la dependencia consideró que la reforma se aleja del deber estatal de salvaguardar el interés superior del niño, cuya supremacía ordena la Constitución y cuyos alcances establecen los tratados internacionales y han interpretado los propios tribunales mexicanos.

Todo ello, señaló, con independencia de los conflictos jurídicos que la reforma genera en el resto de las entidades federativas que conforma la República e incluso frente a la Federación, además de que trastoca el sistema federal y las instituciones del derecho de la familia.

En lo que refiere a la adopción, prevista en el Artículo 391 del reformado Código Civil local, se considera inconstitucional porque no cumple con el principio de legalidad al no haber tomado en cuenta la supremacía del interés superior del niño, colocado por encima de cualquier otro derecho.

Además porque omitió considerar que todo menor tiene derecho al modelo de la familia concedido expresamente por el Poder Constituyente Permanente en el dictamen de la reforma de 1974 a tal dispositivo constitucional.

La PGR añadió que con la presentación de la acción de inconstitucionalidad contra estas disposiciones reitera su indeclinable compromiso con la plena observancia de los derechos fundamentales de los mexicanos y con la vigencia de la supremacía constitucional y del Estado de derecho".


fml (TOMADO DE EL UNIVERSAL ON LINE)

EL COCOTAZO: REFORMA A...

La improbable reforma política impulsada por el presidente Felipe Calderón nace bajo el signo del fracaso simplemente porque para impulsar la transformación de las instituciones políticas del país, es menester, revolucionar el Estado. Con tantos parches, sobre la marcha, las disposiciones oficiales, circunscritas a los Poderes de la Federación apenas y libran unos días de vigencia para meterse en el rincón de los triques. Lo que México verdaderamente necesita es volverse a erigir sobre principios acordes al momento que nuestra Historia impone y no en las gastadas ideas de políticos ineptos acostumbrados a quedarse con todo el pastel a costa del lodo de la infamia. No es reforma, señor Calderón, es REVOLUCIÓN lo que esta nación demanda o arrebatará en su momento.

DOSSIER: EL LLAMADO AL MERCADO ROSA

Por: HÉCTOR MÁRQUEZ
Planeación Estratégica
Publicidad Ferrer.


Son tiempos de crisis; se vive un clima general de golpeteo económico, que permea desde la cartera hasta la modificación de hábitos, de ideas y de costumbres entre otras cosas.

Vivimos una época de cambio, en la que desgraciadamente (para los que trabajamos en la industria de la publicidad) una de las primeras cosas en contraerse son los gastos de comunicación de las marcas. Es poco común el producto o servicio que en la actualidad dependa de una campaña para su tráfico o venta, no se quiere decir por esto que la publicidad no ayuda, sino que los esquemas tradicionales de inversión publicitaria, poco a poco se vuelven obsoletos.

El día de hoy los esfuerzos en publicitar una marca, producto o servicio son mucho más focalizados, desde el desarrollo de contenido empiezas a pensar en quiénes funcionarán como impactos útiles y así sucesivamente con las demás tareas. Ante lo precario de la época y el intento de empezar a pensar de manera moderna y civilizada, en México se ha identificado a un grupo que con el paso de los años se ha convertido hoy en un mercado importante y que cada día cobra mayor relevancia en términos de ventas y lealtad.

Independiente a que México es un país que no termina de empezar a aceptar la homosexualidad, el mercado gay tiene un valor de cuatro mil quinientos millones de pesos anuales y varias empresas tienen conocimiento de este monto, lo que ha llevado a varios participantes a colocarse un estandarte de “gay friendly” en sus estrategias y mensajes. Esto ha servido de alguna suerte como una oportunidad para crear un soporte y amortizar la caída de las ventas y el consumo en varias categorias. De acuerdo a un estudio cualitativo y cuantitativo realizado en 2009 por “De la Riva Investigación Estratégica” algunas de las marcas en aprovechar este segmento son: Apple, Absolut (borracheras de diseño), Levi´s y las cadenas televisivas Bravo, Showtime y HBO que han mostrado atinados retratos en sus contenidos con series como: Sex in the city, Six Feet Under, Queer as folk y The L Word.

Evidentemente hay una contraparte, hay marcas que se ven repudiadas por este mercado, las peor valoradas por la comunidad gay son: Wal Mart, Krispy Kreme (por un tema saludable), Mobil y Samsung, siendo desfavorecidas estás dos últimas por temas ambientales.

El consumidor homosexual prefiere las marcas que promuevan mensajes de aceptación hacia ellos, no tanto mensajes directos, abiertos o muy obvios. Un ejemplo: el anuncio de Comercial Mexicana donde una mujer estruja efusivamente a un cajero, mientras que este le lanza una mirada cómplice al muchacho formado en la fila detrás de ella (fondo musical de José José Pido un aplauso para el amor). Los hombres gay dejaron de ir a Superama para hacer sus compras en “La Comer”

¿Por qué son un mercado?

- 5% de la población total en México es homosexual.
- Doble sueldo no hijos (DINK: double income no kids).
- Compran impulsivamente (sensación de una vida corta).
- Encuentran refugio en las marcas (apapacho - lealtad).


El mercado gay no es homogéneo, se distinguen diversos nichos de mercado con necesidades, deseos y aspiraciones particulares. Por mencionar algunos, entre los hombres existen diferentes perfiles de consumidor: el inseguro, el reservado, la loca, el macho, el narciso; en el mercado lésbico: la trailera, la punketa, la dura, la femenina, la equilibrada. Esta serie de hallazgos es como una veta inexplorada para marcas y agencias de publicidad ya que los retos creativos no son sencillos.

El factor DINK (Double income no kids, doble salario no hijos) probablemente es el factor más importante en este análisis ya que hace más abierto el abanico de opciones para efectuar un gasto. Un comparativo entre los ingresos y la forma de distribución del dinero entre un heterosexual y un homosexual, como parte del estudio hecho por De la Riva, señala que estos últimos alcanzan a recibir el doble o el triple de dinero por los empleos y cargos que consiguen como resultado de su preparación, por lo que su consumo es mayor proporcionalmente, además de que en su mayoría mantienen a pocas personas o únicamente a ellos mismos, lo que permite una mayor capacidad de ahorro e inversión.

En el tema de la vivienda, el estilo de vida al que aspiran y la discriminación dentro de su propia familia los obliga a independizarse desde muy jóvenes, por lo que la categoría de bienes raíces
juega un rol importante.

Esta es una forma de acercamiento a la gente que empieza a ser explorada. Las bondades económicas que representa el llamado Pink Market poco a poco empezarán a notarse más en la mercadotecnia y la publicidad y, de manera paulatina, serán mensajes que pasarán desapercibidos y se diluirán en la cotidianeidad de la TV, el radio o los medios impresos.

La reflexión aquí es que sería absurdo depender de la publicidad para potenciar la aceptación de la gente homosexual como parte activa de la sociedad a la que pertenecemos. Como publicistas debemos por fuerza explorar esta alternativa, pero es inadmisible no pensar en “el de junto” o en “el otro” a la hora de caminar por la calle y hacer juicios prematuros en contra de las reformas ideológicas por las cuales atraviesa la realidad de nuestro país.

DOSSIER: ALGUNAS REFLEXIONES GENERALES 3

Por.- MARCIA TREJO

7.- El derecho a adoptar hijos es, quizás, el punto más controvertido de la ley. La oposición a ello se fundamenta en creencias tales como que si se es homosexual, se convertirá a los hijos en homosexuales, porque ese es el ejemplo que tendrán; que las parejas homosexuales son inestables y promiscuas; que los niños necesitan figuras paterna y materna para identificarse y definirse como perteneciente a un sexo, y que padres del mismo sexo generarán confusión; que los homosexuales no están capacitados para educar hijos porque están enfermos, etc.

Las parejas homosexuales (sean de varones o mujeres) son tan humanas como las heterosexuales; que a una persona le atraiga alguien de su mismo sexo, no invalida sus cualidades ni acrecienta sus defectos. Se puede ser inestable y promiscuo, sin importar la orientación sexual; nada más basta mirar el aumento en la variedad de relaciones erótico/amorosas de duración variable que se establecen actualmente o el incremento que han sufrido los divorcios (de acuerdo al INEGI, en 1971 había 3.2 divorcios por cada 100 matrimonios; en 2000 se incrementaron a 7.4; y en 2007 ya había 13 divorcios por cada 100 matrimonios).

Si la heterosexualidad de los padres garantizara la heterosexualidad de los hijos, el número de homosexuales sería muy muy inferior. Padres heterosexuales tienen hijos homosexuales, en consecuencia, no es una ley científica que padres homosexuales vayan a criar hijos con la misma orientación sexual.

Los niños encuentran sus figuras paternas y maternas, y lo pueden hacer tanto dentro de la familia como fuera de ésta. Tan es así que este país en el que existe un altísimo número de padres ausentes (ya sea por motivos laborales, abandono, muerte, divorcio, falta de responsabilidad, etc.), los niños mexicanos, de ayer y hoy, han encontrado a uno o varios varones que funjan como figura paterna, ya sea en tíos, abuelos, amigos de la familia, etc. Si no tener padre presente significara que uno va a volverse homosexual por falta de figura paterna, entonces este país estaría rebosante de homosexuales. Lo mismo aplica a la figura materna, cuántas veces hemos visto a niños que identifican a la abuela como la madre, o bien, que asumen que tienen varias mamás (entre madre, abuelas, tías).

La homosexualidad no es una enfermedad, es una orientación sexual. Se puede ser un enfermo psicológico o emocional, independientemente de la orientación sexual que se tenga.

Por último, el matrimonio homosexual –al igual que cualquier matrimonio heterosexual- tendrá que cubrir una serie de requisitos para poder adoptar y, al igual que éste, si no los cumple, las autoridades correspondientes no darán su autorización para que el proceso pueda ser completado. Esta serie de requisitos fueron creados con el fin de que el menor que sea dado en adopción, pase a formar parte de una familia que cuente con las capacidades económicas, sociales y emocionales para su óptimo desarrollo.

Lo anterior lleva a la necesidad de reflexionar si las instituciones responsables de los procesos de adopción ajustarán de algún modo sus criterios y si los funcionarios serán capaces de ir más allá de sus opiniones personales y prejuicios.

8.- Tal vez, lo que en el fondo nos cimbra no es que las parejas homosexuales contraigan matrimonio y adopten hijos, sino cómo lo vamos a explicar a los niños cercanos a nosotros.

Si hay personas a las que les inquieta y causa incomodidad hablar de temas como la sexualidad con los hijos o que no pronuncian jamás frente a ellos palabras como condón, orgasmo, eyaculación, sexo anal, etc.; la posibilidad de que tal inquietud crezca exponencialmente al tener que explicar que tal ejercicio se puede llevar a cabo entre personas del mismo sexo, es altísima. En consecuencia, se prefiere negar una realidad a tener que enfrentarla.

Yendo más lejos, no significa sólo explicar cuestiones sexuales, sino también que las personas pueden amarse y conformar parejas y familias sanas y amorosas, independientemente de su sexo; que existen distintas formas de alcanzar la felicidad. Y no sólo explicarlo a los niños, sino de que como adulto se asuma que hay otros modos de vivir, con salud y alegría, que no tienen que ajustarse exactamente a los nuestros; significa asumir y respetar la libertad y el derecho que tienen los demás a ser plenos y felices, por los caminos que ellos decidan.

Enarbolar a los menores que puedan ser adoptados y su bienestar como bandera para buscar echar atrás la ley, es un recurso engañoso y con tintes dramáticos. Si en verdad a tales grupos les preocuparan verdaderamente los niños, dedicarían sus esfuerzos a ellos y miren que hay bastantes: niños de la calle, en pobreza extrema, maltratados, abandonados, que no son adoptados y permanecen en instituciones públicas hasta la mayoría de edad, golpeados, abusados sexualmente, con problemas mentales ingresados en instituciones públicas, desnutridos, indígenas… Y si los nacionales no les resultan suficientes, existen más pequeños en el mundo que agradecerían su preocupación y ocupación. Y cualquiera de los menores que sea adoptado por un matrimonio entre personas del mismo sexo, estará en mucho mejores condiciones que los anteriores.

9.- De acuerdo al Código Civil del DF, los hijos naturales (engendrados) y adoptados son exactamente iguales, gozan de los mismos derechos, sin importar si los padres adoptivos tienen un matrimonio homosexual o heterosexual.

Sin embargo, es probable que este reconocimiento de igualdad no se concrete cabalmente en la práctica y ello desemboque en actos de discriminación.

El Código Civil del DF, en el artículo 2, establece que “La capacidad jurídica es igual para el hombre y la mujer. A ninguna persona por razón de edad, sexo, embarazo, estado civil, raza, idioma, religión, ideología, orientación sexual, identidad de género, expresión de rol de género, color de piel, nacionalidad, origen o posición social, trabajo o profesión, posición económica, carácter físico, discapacidad o estado de salud, se le podrán negar un servicio o prestación a la que tenga derecho, ni restringir el ejercicio de sus derechos cualquiera que sea la naturaleza de éstos.”

No olvidemos que todos los niños del planeta, según la Declaración de los Derechos del Niño, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, tienen derecho a:

“Artículo 2º: El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño.”

“Artículo 6º: El niño, para el pleno desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión.”

“Artículo 9º: El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación.”

“Artículo 10º: El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa, o de cualquiera otra índole. Debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.”

Pese al marco jurídico existente, vayamos a lo real y pensemos en la presión social que puede ejercerse sobre estos niños; si sectores significativos de la sociedad se encuentran en desacuerdo o en franco rechazo con la homosexualidad, no es de extrañar que hagan extensivo ese sentimiento hacia los hijos de tales matrimonios. Asusta e indigna pensar que la burla, agresión, violencia u homofobia abandonen el espacio adulto para identificar y convertir en nuevas víctimas a niños por el solo hecho de haber sido adoptados por un matrimonio homosexual, por haber tenido la fortuna de no permanecer en las instituciones estatales encargadas de velar por los huérfanos y contar con una pareja de padres, que asumió la amorosa responsabilidad de criar un hijo y darle una familia.

Esto no es un asunto que competa exclusivamente al matrimonio entre personas de distinto sexo, sino a la sociedad entera. Valdría la pena preguntarnos: ¿qué voy a hacer si veo un acto de discriminación o agresión contra uno de estos menores?, ¿qué actitud voy a enseñar a mis hijos para que tomen con estos niños?, ¿estoy dispuesto a enseñar a mis hijos que tales niños son exactamente iguales a ellos, independientemente de que tengan dos papás o dos mamás?, ¿voy a enfrentar a otros ciudadanos, padres o maestros cuando los agredan o discriminen?, ¿voy a asumir una postura de indiferencia porque no son de mi familia?, ¿voy a voltear hacia otro lado o a mantenerme callada porque soy heterosexual?, ¿voy a permitirlo, aunque esté en desacuerdo con la ley?, ¿voy a convertirme en cómplice de agresión o discriminación hacia un menor por omisión?, ¿voy a fingir que no sé que el silencio también es complicidad?, ¿voy a ser precisamente yo –tan decente, tan normal, tan heterosexual- quien ejerza esa agresión y segregación?, ¿voy a ser yo quien maltrate a un niño porque no me parece que dos personas del mismo sexo puedan amarse y ser pareja?

miércoles, 27 de enero de 2010

EL COCOTAZO: BALAZO

Ocurrida la desgracia comienza la lamentación y la excusa. Independiente a la investigación policíaca la agresión armada contra el jugador de fútbol profesional paraguayo, Salvador Cabañas, jugador del Club América, no debió suceder en un establecimiento comercial acreditado y regulado, en su giro, por las leyes del Gobierno del Distrito Federal. Podrán especular o demostrar diversos escenarios, pero la base es una: un hombre armado disparó en un espacio que, jurídicamente, prohíbe el acceso de armas, en un horario fuera de reglamento y en circunstancias agravantes para los dueños del establecimiento y para la autoridad que lo vigila. Nuevamente, se cuentan tomos enteros de legislación para que en la práctica, la impunidad permita este tipo de tragedias. Simple: el disparo jamás hubiera ocurrido si cada una de las partes vinculadas directa e indirectamente hubieran cumplido su trabajo.

DOSSIER: TENGO 26 AÑOS DE EDAD

Por.- EL ABUELO

Tengo 26 años de edad, con mucho esfuerzo logré terminar mi carrera y lo hice con honores, trabajo duro y soy independiente, no tengo antecedentes penales, jamás me he peleado a golpes con nadie, me gusta ser honesto, responsable, tenaz y creo en un futuro mejor lleno de oportunidades; pero ¿Cuál es mi mayor defecto antes los ojos de los demás? SOY HOMOSEXUAL.

Al parecer ser gay o simplemente tomar decisiones diferentes a un común de la gente, significa que eres una abominación. Señoras y señores, si tenían dudas que los monstruos existen, les presento al peor de ellos… “Los Gays”; sé que el tema como tal puede ya ser muy tedioso, gastado y que, a pesar de ello, muchas personas lo siguen rechazando como si fuera la peor enfermedad del mundo.

Pero más que hablar de estadísticas, de confirmar si en verdad nacemos o nos hacemos, que si nos convertimos en gays, que está de moda o que fuimos violados alguna vez; me interesa más exponer lo que es vivir siendo gay, porque somos muy buenos criticando a los demás y haciendo burla de todo lo que sucede alrededor, pero nunca buscamos entender y ponernos en los zapatos de los demás, lo que nos hace falta, y sorprendente que lo diga en el 2010, es EMPATÍA.

Aún recuerdo que desde chiquito se oía decir, “Dios te vomitará si te gusta alguien de tu mismo sexo”, “Los gays son una aberración”, “Es antinatural”, “Están enfermos” y con el paso del tiempo fueron saliendo otros como… “Eres un marica” o sea que si eres gay eres débil, no tienes pantalones; “Por ellos llegó el Sida”, “Promiscuos”, “ No te juntes con él, es gay y seguro se te pegará”, “Mira juega con barbies, ¡qué puto!”, etc.

Pero ¿realmente pensamos lo que sucede en la vida de todas las personas que reciben esa información constantemente? Desde niños existe un rechazo por parte de la sociedad, la cultura te marca como hierro incandescente lo que está bien y mal, pero jamás te enseña la educación a analizar una situación, a entenderla y verla objetivamente y, desgraciadamente, en México la gente no mira cualquier tipo de situación desde esa perspectiva, sólo a lo primero que les viene a la mente y lo defienden a capa y espada.

Regresando al tema de la niñez, aún recuerdo cuando era muy pequeño que sentía una gran atracción hacia el sexo masculino, y no una atracción carnal, a esa edad no eres “promiscuo” si así lo quieren pensar; pero -por lo menos en mi caso- lo supe desde que tengo razón, las mujeres me provocaban enternecimiento y cariño, una buena compañía, pero los niños sentía que me complementaban más, y no sabes cómo expresarlo y menos lo puedes hacer cuando reciben bombardeos continuos de todos lados de que eso que sientes está MAL. Lo que hice fue empezar a reprimirme, no revelar mis sentimientos, porque eso significaría que no encajaría, que mis papás se avergonzarían de mí, que Dios no me iba a querer y que seguro me vomitarían todos como Él lo haría por mis decisiones. Así mejor encontré una salida fácil al mentir, pretender ser un niño “normal” y tratar de ser aceptado como “era”, sin cuestionamientos ni reclamos ni discriminación alguna.

¿Que si resultó? La verdad no, cuando en medio de tu mentira viene de la mano una actitud amanerada, estás perdido, en la escuela no recibes más que insultos, te vuelves la burla de todos los niños, los maestros no hacían nada por detenerlo, tal vez pensaban que si me molestaban lo suficiente, no erraría el camino. Y entonces con qué te encuentras, pues con que ningún niño te quiere hablar, nadie juega contigo y ves que estás solo, y sin saberlo vas perdiendo tu autoestima, y vas olvidando quién eres en realidad, la vergüenza te llena, te odias a ti mismo por no ver el mundo como los demás, te castigas, te pierdes la fe y desapareces. Muchos años de niñez se fueron con las lágrimas de la soledad que sentía, sin amigos, haciendo cualquier tipo de estupidez para hacer reír a los niños que iban conmigo en la escuela y así sentirme tantito más aceptado. En mi casa, no podía ser yo porque seguro me odiarían y tenía que fingir cada segundo.

Mientras crecía con esa realidad, llegó mi primer beso, uno muy inocente, muy cálido, y sí, vino de un niño, un vecino que tenía. Una tarde cálida se acercó a mí y sin nadie más alrededor me preguntó ¿Te puedo dar un beso? Y yo recuerdo haberle dicho ¿Qué es un beso? Imagínense la edad que tenía para no saber qué era besar, pues se dio un tierno, instantáneo y rápido beso, que me hizo sentir lo que era un cariño de verdad, sin falsedades, sin remordimientos, sin necesidad de fingir. Recuerdo haber querido correr a casa y contarles lo que había pasado a mis papás y decirles que ya tenía un amigo y que me aceptaba, y que su cariño se demostraba de una manera muy tierna, pero antes de entrar a mi casa me detuvieron todos los mensajes negativos, me di cuenta que rompí las reglas y que estaba condenado por la sociedad por algo que -en realidad- fue lindo y lo había disfrutado mucho.

Toda mi niñez y adolescencia supe que era homosexual, pero a pesar de ello, me fui amargando, actuando como alguien muy ajeno a mí, muy triste, me sentía vacío, sin sentido, me engañé y engañé muchas veces a mujeres buenas haciéndoles creer que estaba enamorado de ellas, me acerqué al límite de pensar en la boda con una, y ¿para qué?, ¿para cumplir con la sociedad?, ¿para darme cuenta que en realidad no era gay y que sí tenía cura? Hubo veces que quise suicidarme, la presión en mis hombros era muy fuerte y a mis 18 años aún nadie me conocía como realmente era, ni siquiera yo mismo.

Un buen día, con la ayuda de algunos amigos y algunos libros, me di cuenta que estaba mal yo, que mi depresión recurrente y mi falta de cariño me la había producido yo con todas las ideas inculcadas por la sociedad y la iglesia, y que era momento de terminar con la farsa y empezar mi vida real. Por fin, a mis 18 años acepté mi orientación sexual: “Soy Homosexual” y punto. Salí a la calle, me dirigí a mi casa y decidí contar la verdad a mi familia; y así fue.

¿Fue fácil? No, ¿resultó ser como esperaba? Tampoco. Mis padres estaban destrozados, se les vino el mundo encima y pensaban que habían fallado. Pero ¿fallado en qué? Nunca he entendido ese sentimiento, cuando creo que los que menos me han fallado en la vida son ellos; pero no fue fácil, dejaron de comer, mi papá no quería ir a trabajar, no podían mirarme a los ojos, y fue entonces cuando me vi al espejo y sentí algo que nunca había sentido: “amor propio”. Me sentí liberado, sentí que no mentía más, que a partir de ese día iba a conocerme y quería disfrutar todo lo que no pude desde la niñez, sentí que había nacido de nuevo, pero por otro lado sentí que perdí lo más valioso de mi vida, a mi familia y lo que menos quería era verlos sufrir por mi culpa, por lo que decidí irme de la casa y comenzar mi aventura con 50 pesos en la bolsa, ellos juraron nunca más hablarme y me fui, viajé de Toluca al D.F. y llegué a casa de mi hermana mayor, me confesé con ella y me tendió la mano; no cabe duda que Dios nunca te deja solo.

Así fue como revelé mi mayor secreto que tenía y encontré mi libertad; a partir de ahí comencé a trabajar en mí, en fortalecer mi amor, en conocerme, en hacer bromas divertidas sin el miedo de que piensen que soy amanerado y así, que de hecho al crecer se me quitaron esos modales; pasó algo de tiempo en lo que me arreglaba, pero después de casi un año sin hablar con mis padres, por fin se dio un acercamiento y nos pedimos perdón de muchas cosas, ellos se dieron cuenta que informándose y viendo que las cosas no son tan graves como las pintan, en realidad, no cambiaba nada, sólo que ese era yo, su hijo, sin máscaras, y a partir de ahí construimos la mejor relación de padres e hijo que pueda tener en el mundo.

Y a partir de ese momento de mi vida, puedo decir que he sido muy feliz, he logrado las metas que me propongo, me siento apoyado y feliz por ser quien soy y nunca ocultarlo, nunca falto al respeto ni tampoco induzco a nadie a hacer nada, cada quién sabe como decide vivir su vida y el estilo que le quiera imprimir.

Por eso me llama tanto la atención que estemos etiquetados de la peor manera, a lo largo de la historia el homosexualismo ha existido y ha habido épocas en las que no era mal visto, hay muchos personajes que han triunfado y marcado la historia, que han dejado huella y que no por ser gays se detienen o algún defecto los enfrasca y no avanzan, al contrario, somos seres con ganas de salir adelante y de ayudar, no de perjudicar.

Existen muchas evasivas a que podamos tener derechos, que si casarnos, que si adoptar, etc. Pero lo que creo es que es una tremenda injusticia negarle los derechos a gente que piensa diferente, y simplemente por ese hecho; a final de cuentas somos seres humanos, pagamos impuestos como un heterosexual, necesitamos vivienda, trabajos, realizarnos, viajar, tener una casa o un depa, necesitamos crear núcleos familiares al igual que cualquiera en este mundo. ¿Qué nos hace tan diferentes? Existe el mismo derecho que un heterosexual a querer tener salud, poder proteger a tu pareja con seguros médicos, el juntar ahorros hipotecarios para adquirir un bien inmueble, tenemos derecho a jurar amor a nuestras parejas y tenemos derecho a ser libres, a expresar nuestro amor en la calle como cualquier otro.

No es fácil vivir escondiéndose, cuidándose de que no te vean besándote con alguien o no incomodar algún centro comercial porque hay niños y no los vayas a mal influenciar, que algún homofóbico se te vaya encima sin razón aparente, no es fácil rascarte con tus propias uñas, al no contar con derechos, sólo porque está mal visto, y eso duele, porque no cometemos delito alguno, ni tampoco hacemos algo que no sea natural, por Dios, ¿quién puede definir qué es natural?

Muchos pueden decir que hay todo tipo de gays y que algunos ni vergüenza tienen y que son “jotitas” y que todo es un desmadre, y sí lo es, porque muchos son de clóset, porque muchos no son escuchados, no son comprendidos por sus familias, somos gente apartada y mal vista a pesar de estar en el 2010, no hay oportunidades de hacernos sentir dentro de casa, dentro de una familia, la sociedad misma provoca que eso suceda, pero no lo piensan así; y es verdad que hay de todo tipo de tendencias, pero en los heterosexuales también los hay, siempre habrá gente buena, mala, enferma, sana y con todas las características que nos hacen ser una sociedad, pero eso no tiene nada que ver con una orientación sexual.

El AMOR es amor en cualquiera de sus presentaciones, no necesita ser medible por características que lo conviertan en algo natural, por lo que creo ciegamente que somos capaces, de adoptar, de dar educación, de tener buenos puestos, de ser propositivos y ser parte de una sociedad que a final de cuentas busca lo mismo, una nación fuerte y sólida que busca el bienestar y la paz, y que sólo lo lograremos si el cambio viene desde adentro, porque ese pequeño cambio que cada uno puede hacer, constituye la diferencia y construye una mejor sociedad. No somos un virus ni los vamos a contagiar, simplemente necesitamos ser libres y dignos de ser tratados como seres humanos, con todas nuestras garantías individuales y como ciudadanos, sin distinciones, sin prejuicios, sin hacernos menos, sin fingir.

Y como dice la frase conocida por todos “Cada quien hace con su cuerpo lo que quiere”, aprendiendo a respetar eso, los problemas se desaparecerán y comenzará una unión nunca antes vista y que, sin duda alguna, hace falta. Y tal vez mis palabras no signifiquen mucho para algunas personas, pero para mí lo son todo, es mi vida, mi historia, mi esencia que se plasma entre estas líneas en busca de derechos y libertad, no me lo niegues.
El Abuelo

DOSSIER: ALGUNAS REFLEXIONES GENERALES 2

Por.- MARCIA TREJO

5.- Antes de las reformas, el artículo 146 del Código Civil del Distrito Federal definía que el “Matrimonio es la unión libre de un hombre y una mujer para realizar la comunidad de vida, en donde ambos se procuran respeto, igualdad y ayuda mutua con la posibilidad de procrear hijos de manera libre, responsable e informada. Debe celebrarse ante el Juez del Registro Civil y con las formalidades que esta ley exige”.

Si uno lee con cuidado la definición se parece más a una lista de buenos deseos, que a la realidad de un sinnúmero de matrimonios –pasados, presentes y futuros- en esta ciudad y en este país.

Difícilmente se cubren los requisitos de respeto, igualdad y ayuda mutua, en un país como el nuestro en el que, según declaró el presidente Felipe Calderón en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (noviembre 2009), casi 70% de las mujeres, de 15 años en adelante, ha sufrido algún tipo de violencia en su vida. Es imposible suponer respeto e igualdad en el maltrato y la violencia.

En cuanto a la posibilidad de procrear hijos de manera libre, responsable e informada, las cosas tampoco son mejores. Simplemente hay que considerar que México es uno de los países con mayor tasa de embarazos no deseados entre adolescentes, aproximadamente 18 mil menores de 19 años quedan embarazadas sin planearlo, cada año. Y si a ese número se le suman los embarazos no deseados y no planeados de mujeres mayores de 19 años, la cifra se incrementaría de forma significativa. Además los esfuerzos de las distintas instituciones, públicas y privadas, para fomentar la planificación familiar tampoco han logrado los resultados óptimos.

La heterosexualidad no garantizó ni lo hace en la actualidad –desdichadamente- el cumplimiento de los requisitos establecidos por la ley, lo cual nos lleva a preguntarnos ¿en qué se transforma el matrimonio, si no se cumple con lo establecido en la legislación?

6.- Actualmente, la ley estipula –en el artículo 146 del Código Civil del DF- que el “Matrimonio es la unión libre de dos personas para la realizar la comunidad de vida, en donde ambos se procuran respeto, igualdad y ayuda mutua. Debe celebrarse ante el Juez de Registro Civil y con las formalidades que estipule el presente código”.

Encontramos dos cambios básicos con respecto a la versión anterior del artículo. El primero es que ahora en lugar de un hombre y una mujer, se refiere a dos personas, sin especificar si son hombre y mujer, dos mujeres o dos varones. El segundo es que ya no se incluye la posibilidad de procrear hijos.

El sexo de las personas no constituye un impedimento para vivir en común y procurarse entre sí respeto, igualdad y ayuda mutua. Dar a la pareja respeto significa tratarla con atención y urbanidad; considerar sus necesidades y puntos de vista sin pretensión de cambiarlos mediante la imposición de nuestra voluntad; respetar significa comprender que a quien hemos elegido como nuestro (a) compañero (a) de vida es un ser humano digno y valioso, con libertad de pensamiento y de acción, cuya presencia a nuestro lado es una elección, no una obligación; respeto significa también entender que la otra persona es distinta a uno y que tales diferencias, son válidas. Y todo eso no es privativo de un sexo en específico, cualquier sexo tiene la capacidad de hacerlo si ha sido educado para ello y desea hacerlo.

Asimismo no perdamos la vista que la ley dice “procrear”, es decir, engendrar, lo cual no significa criar. Por razones, obvias dos personas del mismo sexo no pueden procrear entre sí, pero eso no significa que no puedan criar. Procrear es el acto biológico de multiplicar la especie; criar se refiere a alimentar, cuidar, educar, proteger y amar, y ello no es propiedad exclusiva de personas con una orientación heterosexual.

martes, 26 de enero de 2010

EL COCOTAZO: ALIANZAS

Por andar mordiéndose la cola, los dinosaurios de todas las bancadas políticas están aterrados con el espanto de las alianzas y han convertido sus ansias de ganar votos externos en amenazas reales de perderlos internamente. Los ideólogos partidistas ya no saben cómo explicar que la derecha duerma con la izquierda, o que alguna de las dos vendan el alma con el centro marrullero. En estos días el tiempo no alcanza para cambiarse la playera, menos para comprarse nuevas. Desde el centro de país, las ondas expansivas del chaquetezo están azuzando a la militancia lugareña a ponerse ruda, por andar vendiendo plazas que a ella le han costado y que la dirigencia considera opcional en el ascenso a la silla del desamparo. Se prevé fuego amigo y quemazones inducidas.

DOSSIER: UNA OPINIÓN, UNA POSTURA ... POR UN DERECHO Y LIBERTAD DE SER

Por.- C. SAMUEL HERRERA

A veces es más interesante la realidad, que un vivir felices para siempre…

Hace una semana me enteré que una pareja que conocí celebraba sus diez años de relación con una “boda no boda”. Me he cansado de leer los periódicos y encontrarme con declaraciones de la iglesia católica en México, de El Vaticano, de los grupos opositores ante la diversidad sexual y de uno que otro mandril pesado (líder de opinión por ser figura pública y tener un espacio en la televisión), respecto al tema de los matrimonios gay en México, si es válido o no, si son normales o no, si tienen derecho o no...

En mis cortos 27 años he cambiado de ideologías y creencias muchas veces. Crecí en un lugar de la provincia jalisciense, lleno de gente frívola y de doble moral. Recuerdo que no tenía yo mi primera eyaculación cuando ya se me presionaba con armarme un futuro –un destino que ni en mis planes estaba a esa corta edad-, ya se me decía que me tenía que casar y tener una familia, ser y hacer como la gente decía que tenía que ser, porque así debe de ser.

Dentro de la sociedad mexicana encontramos infinidad de creencias y tradiciones respecto al matrimonio. El ser humano (hombre y mujer) debe crecer, madurar, ser económicamente estable, casarse, formar una familia y matrimonio ejemplar –aunque no siempre sea en el mismo orden-. Pero qué sucede cuando en este mundo ¿no todos vamos por el mismo camino que ha marcado la sociedad?

Desde la aprobación de las sociedades de convivencia más de una persona me ha pedido mi opinión. Ante estos cuestionamientos mi postura es siempre la misma: todos tenemos el derecho de tener una unión de pareja amparada por las leyes, por todo lo que ésta representa.

Hoy quienes hacen las leyes en nuestro México, han dado un gran paso. Tenemos sociedades de convivencia y ahora se avalan los matrimonios entre personas del mismo sexo. Sí claro, es muy cierto que cuando una pareja heterosexual decide casarse y formar una familia está predestinados a procrear. Me repugnan los comentarios de grupos de derecha que se sienten con la autoridad para opinar sobre la vida de los demás… ¿no dice acaso la Constitución que lo tienen prohibido?

Sí, también todos tenemos el derecho de libertad de expresión, pero también ya lo dijo un grande “El respeto al derecho ajeno es la paz”. Y ante todo esto, hoy como un homosexual en mis 27 años, apoyo fielmente la ley… pero también quiero ser realista, y esto lo digo de acuerdo a mi experiencia dentro del mundo gay… Hay muchas parejas estables, que duermen en la misma cama y comparten un techo –esto implica los gastos, el mantenimiento, el ser uno solo-.

Mucho se ha satanizado a la sociedad gay en México y el mundo. De ser promiscuos y hasta estúpidamente de ser los causantes de la propagación del VIH. En esta ciudad, me he topado con parejas que sueñan un mundo rosa, una casa propia, amueblada, decorada como lo marcan las tendencias internacionales. Tener una vida en común. Invitar a los amigos a cenas de aniversario, de fiestas de calendario y de sólo por que sí. Y también me he tomado con parejas open mind que viven una relación como cualquier matrimonio, y la sal y pimienta de su relación la da el tener sexo con otros u otras. Están también las parejas que viven como room mates, a las que no les interesa un título, un adjetivo y simplemente comparten su vida bajo un mismo techo.

He escuchado y he comprobado que el llevar una relación de pareja con alguien del mismo sexo es intenso. Pues las cargas hormonales y personalidades pueden llegar a ser tan similares que a veces pueden ser conflictivas… pero vaya hoy puedo decir que una pareja gay tiene los mismos problemas que una pareja heterosexual. Al final del día lo que aquí debe ser importante es el compromiso, el amor, el cariño, la lealtad, para que una relación pueda funcionar no como debe de ser pues no hay normas, sino como tiene que ser para cada uno.

Es el año 2010 y atrás deben quedar las costumbres de la Colonia y el Porfiriato. En una era donde las mujeres ya no necesitan un hombre a su lado para ser madres y llevar una familia, donde ya sin antes haber una ley los papás de dos hombres homosexuales pueden convivir como consuegros, donde las mujeres lesbianas viven en una unión y ambas pueden tener hijos… es ridículo y retrógrada decir que “No son personas normales”, “No irán al cielo”. La iglesia católica en México, la Ortodoxa, el Opus Dei, los Legionarios, el PAN y todos estos grupos de ultraderecha deberían preocuparse por otros asuntos como la pederastia dentro de la iglesia que ellos mismos ocultan, y dejar vivir a los demás y entender que no todos son católicos y deben creer en un Dios, un Infierno, un Cielo y un Purgatorio, nadie les ha dicho que son dueños de la vida de los demás para opinar si está bien o mal una preferencia sexual o estilo de vida.

Alguien se ha puesto a pensar cuál es la estadística de las parejas homosexuales que no son católicas, porque entonces no tienen por qué ir al Cielo. Si ya desde hace unas dos décadas el tema de las parejas gay en nuestro país comenzó a ser aceptado por las propias familias de nosotros, entonces el hacerlo por la vía legal será solamente un soporte, un apoyo para todo lo que esta unión conlleva, ahora, espero que las compañías aseguradoras abran su mente y entiendan que si el mundo europeo y del norte de América se ha abierto a estas posibilidades –claro también viéndolo como negocio, que esto mueve al mundo- y entonces ahora si puedan tener un seguro de vida en común, un plan de retiro, una hipoteca…

Desde el punto de vista humano y civil tenemos todo el derecho de vivir nuestra vida como nos plazca, tenemos el derecho de tener leyes que nos protejan, que nos amparen y nos den un lugar, porque los gays también pagamos impuestos, también tenemos IFE. Es cuestión de libertad y derecho a dejar vivir, si el mundo gay en México está satanizado por una o por otra, es asunto de nosotros, al igual que es asunto de los grupos de ultraderecha a los cuales también se sataniza por retrógradas y realizadores de cultos secretos, pero claro como ellos llevan una vida como su Dios manda entonces no hay problema.

Todos tenemos un Dios, todos creemos en algo, todos tenemos relaciones sexuales, todos somos humanos y soñamos y queremos vivir en pareja y tener una vida tranquila lejos de recriminaciones y etiquetas… Somos seres humanos.

Alguien dentro de estos grupos que velan por el bienestar e integridad del ser humano, se ha puesto a pensar en ¿cómo es la vida de un gay en la edad madura? He escuchado historias de hombres y mujeres que envejecen solos, pues sí no se puede adoptar hijos aún y no todas las lesbianas o gays tienen hijos… Dentro de esas historias una vez escuché que cuando un integrante de la pareja murió la familia casi despedaza al que quedó en ese hogar, le quitaron todo, lo dejaron en la calle. Tengan sentido común ¿necesitamos leyes que amparen a una pareja gay?

El tema de la adopción y la “familia” como modelo es un tema aparte. Pero entonces una pareja heterosexual casada como Dios y las leyes mandan, pero que no tienen hijos ¿no son una familia? Dos personas hacen una familia les guste o no, por el simple hecho de que en esta era nuestra familia se construye por los amigos, las propias familias de una pareja integrándose, los hijos de nuestros amigos se convierten en sobrinos y nosotros nos convertimos en los tíos sonsacadores y consentidores… eso señores de Provida, de la Iglesia, de El Vaticano, es una familia.

Tenemos el derecho y la libertad.

DOSSIER: REFLEXIONES GENERALES 1

POR: MARCIA TREJO

El derecho de las mayorías no invalida el de las minorías.
Y ese es, precisamente, uno de los retos y límites de la democracia.



El 21 de diciembre de 2009, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo, dicha ley fue promulgada el 29 del mismo mes en la Gaceta Oficial del Distrito Federal. Lo anterior significa que a partir del 4 de marzo de 2010 cualquier pareja homosexual estará en condiciones de contraer nupcias y adoptar hijos.

Las reacciones no se hicieron esperar y las opiniones, tanto a favor como en contra, van y vienen. Independientemente de la postura que se tenga, es necesario, reflexionar de una forma más objetiva y profunda al respecto, no es suficiente decir si se está en desacuerdo o no. Por ello, a continuación se presentan algunos aspectos en los que vale la pena pensar.

1.- La aprobación de la ley es un hecho, a partir de marzo en la Ciudad de México habrá matrimonios entre personas del mismo sexo y, más adelante, veremos a estas parejas con hijos adoptivos.

Somos la primera generación que vive esto en el país y, en consecuencia, nos tocará construir –a partir de nuestra heterosexualidad, bisexualidad, transexualidad u homosexualidad- el escenario presente y futuro en que se desarrollarán estos matrimonios y familias. Ser heterosexuales no nos excluye de la cuestión, porque no se está hablando de algo exclusivamente de orientación sexual, sino de construcción de la sociedad en la que vivimos y viviremos.

Seguramente cometeremos errores al respecto, al igual que cualquier pionero en el área, sin embargo, es fundamental que asumamos nuestra responsabilidad y tratemos de disminuir al máximo nuestras equivocaciones, porque ser los primeros no nos exculpa de los errores cometidos a sabiendas.

2.- Las leyes son normas de Derecho dictadas, promulgadas y sancionadas por la autoridad pública, independientemente de que los individuos estén de acuerdo con ellas o no, y su finalidad es encauzar las distintas actividades sociales hacia el bien común.

La ley es obligatoria y nos corresponde respetarla y cumplirla. Por tanto, actos destinados a evitar su concreción estarían obstruyendo su cumplimiento, con todas las consecuencias legales que ello implique. Es decir, así como ningún homosexual o tamaulipeco o vegetariano tiene el derecho a tratar de impedir un matrimonio heterosexual (salvo en los casos y modos que la propia legislación estipule), ningún heterosexual (independientemente de su religión, partido político, profesión o cualquier característica) goza del derecho a evitar que se lleve a cabo un matrimonio homosexual. En caso de que cualquiera de ellos lo hiciera, estaría atentando contra la libertad de los contrayentes y, dependiendo de la forma en que pretendiera llevarlo a cabo, se sumarían los delitos correspondientes.

Si la ley debe ver por el bien común, esta función no se está cumpliendo si se ignoran las necesidades de un número importante de los habitantes de ese país. No olvidemos que el bien común no es sólo lo que nos gusta, sino lo que beneficia a la sociedad.

3.- El Derecho tiene la necesidad y la obligación de responder a las condiciones de la sociedad a la que pertenece, en consecuencia, debe ser capaz de irse ajustando a los cambios de ésta y ponderar los escenarios posibles para que tal ajuste se lo más efectivo que se pueda.

La homosexualidad es una realidad, le guste a quien le guste. Aunque no existen -por razones obvias- cifras confiables sobre el número de homosexuales en el país, y ya no digamos por estado o ciudad, se ha estimado que esta población abarca entre 5% y 10% de la población nacional; aunque hay quien dice que estas cifras son conservadoras. Según las proyecciones, México tendrá 108.3 millones de personas en 2010, lo que implicaría que la población homosexual estaría entre 5,415,000 y 10,830,000 personas.

Un segmento social de estas dimensiones, no puede seguir viéndose como una minoría digna de ser ignorada. Estaríamos hablando de una población con un porcentaje parecido al de las personas que sufren alguna discapacidad -entre 7 y 10% de la población mundial total- de acuerdo a cifras de la OMS, la Organización de Rehabilitación Internacional y la Oficina Panamericana de la Salud. No puede ser que estemos de acuerdo en legislar sobre la condición de las personas con discapacidad, y se ignore a un grupo del mismo tamaño porque no se está de acuerdo con su orientación sexual.

No perdamos de vista que una de las funciones esenciales y definitorias del Estado –o, por lo menos, del Estado democrático- es velar por el bienestar de sus ciudadanos así como de aquellos que todavía no alcanzan la ciudadanía (por razones de edad). La voluntad de algunos sectores de la sociedad no es razón suficiente para que el Estado deba incumplir sus funciones por cuestiones de moral personal; la elección de pareja de los nacionales (mientras cumpla con lo estipulado en la ley) no es asunto del Estado, pero sí lo es el matrimonio -sea entre personas del mismo sexo o de distinto- porque es una voluntad que es reconocida por los organismos gubernamentales y concretada por el Registro Civil.

4.- De forma equívoca y engañosa, se afirma que el matrimonio entre personas del mismo sexo atenta contra el matrimonio tradicional, es decir, aquel que se forma por la unión de un hombre y una mujer.

Lo anterior es totalmente falso, ningún matrimonio heterosexual verá mermados sus derechos y obligaciones sólo porque parejas homosexuales se casen. Si una o muchas parejas homosexuales contraen nupcias, un casado heterosexual no se verá liberado de sus responsabilidades en cuanto a la alimentación y educación de sus hijos; así como tampoco adquirirá mayor número de obligaciones con su familia u otra cualquiera. En síntesis, su matrimonio seguirá igual.

Así como la población heterosexual -que cumpla con los requisitos exigidos por el Registro Civil- tendrá derecho a contraer nupcias por los motivos que consideren válidos, sea amor, interés, atracción sexual, acuerdos económicos, para salirse de su casa, porque quieren ejercer su sexualidad libremente, porque ya tienen muchos años de novios y lo que sigue es casarse, etc.; las parejas homosexuales gozarán del mismo derecho.

lunes, 25 de enero de 2010

DOSSIER: PRESENTACIÓN

La sexualidad humana es tan amplia y compleja como el ser humano mismo. Por ende, establecer parámetros de normalidad y anormalidad sobre principios, ajenos a la sexualidad misma, es confrontar la visión que cada persona tenga en cuanto a sí mismo y a los demás.

La construcción de una verdadera democracia implica definir, discutir y legislar la libertad, no lo que a unos convenga, sino al concepto que represente la diversidad existente en nuestra sociedad.

No se trata de agudizar el absolutismo del todo o nada; se trata de encontrar espacios donde puedan coexistir y convivir, en reconocimiento y respeto, las posibilidades de vida existentes en la colectividad.

Con ese objetivo, “El ÚLTIMO DE LOS DODOS” preparó un DOSSIER en partes centrado en la disertación, el análisis y la expresión escrita de la DIVERSIDAD SEXUAL, desde diferentes ángulos a modo de que nuestros DODOLECTORES evalúen las tendencias ideológicas que en los últimos meses se han desatado por el matrimonio, primero, y la adopción, después, entre individualidades de un mismo sexo.

El tema lejos de englobar exclusivamente la preferencia sexual, atrae una gama de posturas, semejante a la problemática del aborto que, como ciudadanos democráticos que nos calificamos, no podemos dejar a un lado.

La libertad de expresión es un derecho inalienable de la ciudadanía y, por ende, tenemos que defenderlo aun a costa de la vida misma, pero esta libertad de decir las cosas trae una obligación: argumentar el porqué sostenemos lo expresado.

Así que los puntos de vista que ustedes leerán tratan de llamar la atención y mover a la reflexión individual objetiva, fría, dura.

Por encima de los fines políticos y sociales, la DIVERSIDAD SEXUAL es una realidad incuestionable y es un tema que no podemos eludir, simplemente porque afecta directamente al diez por ciento de la población nacional, por lo bajo, que ha manifestado una orientación sexual hacia su mismo género, faltan por contabilizar otros mexicanos y mexicanas que, por razones diversas, aún manejan su inclinación en la ambivalencia.

El ejercicio de la sexualidad no basta para calificar la esencia espiritual de un ser humano, por consiguiente, démonos la oportunidad para pensar diferente e imaginar cómo sería una sociedad en donde TODOS pudieran encontrar la felicidad y gozar de un sistema jurídico que la garantizara.

Finalmente, de eso trata la DEMOCRACIA.

ATENTAMENTE

EL ÚLTIMO DE LOS DODOS

DOSSIER: LA LEY AL PIE DE LA LETRA

A continuación reproducimos fielmente un fragmento de la ley sobre matrimonios entre personas del mismo sexo, publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal, publicación equivalente al Diario Oficial de la Federación, que propició el revuelo en los sectores conservadores de la sociedad, más por interpretaciones de terceros que por una lectura directa del documento.

29 de Diciembre de 2009 GACETA OFICIAL DEL DISTRITO FEDERAL


DECRETO POR EL QUE SE REFORMAN DIVERSAS DISPOSICIONES DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL Y DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL DISTRITO FEDERAL


(Al margen superior un escudo que dice: Ciudad de México.- Capital en Movimiento)

DECRETO POR EL QUE SE REFORMAN DIVERSAS DISPOSICIONES DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL Y DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL DISTRITO FEDERAL. MARCELO LUIS EBRARD CASAUBON, Jefe de Gobierno del Distrito Federal, a sus habitantes sabed:

Que la H. Asamblea Legislativa del Distrito Federal, V Legislatura se ha servido dirigirme el siguiente:

DECRETO

(Al margen superior izquierdo el Escudo Nacional que dice: ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.- ASAMBLEA LEGISLATIVA DEL DISTRITO FEDERAL.- V LEGISLATURA)

ASAMBLEA LEGISLATIVA DEL DISTRITO FEDERAL V LEGISLATURA.

D E C R E T A

DECRETO POR EL QUE SE REFORMAN DIVERSAS DISPOSICIONES DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL Y DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL DISTRITO FEDERAL.
Artículo Primero.- Se aprueba la modificación de los artículos 146, 237, 291 bis, 294, 391 y 724 del Código Civil para el Distrito Federal, para quedar como sigue:

Artículo 146.- Matrimonio es la unión libre de dos personas para realizar la comunidad de vida, en donde ambos se procuran respeto, igualdad y ayuda mutua. Debe celebrarse ante el Juez del Registro Civil y con las formalidades que estipule el presente código.

Artículo 237.- El matrimonio de una persona menor de edad, dejará de ser causa de nulidad cuando la persona menor hubiere llegado a los dieciocho años, y ni ésta ni su cónyuge hubieren intentado la nulidad.

Artículo 291 Bis.- Las concubinas y los concubinos tienen derechos y obligaciones recíprocos, siempre que sin impedimentos legales para contraer matrimonio, han vivido en común en forma constante y permanente por un período mínimo de dos años que precedan inmediatamente a la generación de derechos y obligaciones a los que alude este capítulo.

No es necesario el transcurso del período mencionado cuando, reunidos los demás requisitos, tengan un hijo en común.

Si con una misma persona se establecen varias uniones del tipo antes descrito, en ninguna se reputará concubinato. Quien haya actuado de buena fe podrá demandar del otro, una indemnización por daños y perjuicios.

Artículo 294.- El parentesco de afinidad, es el que se adquiere por matrimonio o concubinato, entre los cónyuges y sus respectivos parientes consanguíneos.

Artículo 391.- Los cónyuges o concubinos podrán adoptar, cuando los dos estén conformes en considerar al adoptado como hijo y aunque sólo uno de ellos cumpla el requisito de la edad a que se refiere el artículo anterior, pero siempre y cuando la diferencia de edad entre cualquiera de los adoptantes y el adoptado sea de diecisiete años de edad cuando menos. Se deberán acreditar, además, los requisitos previstos en las fracciones del artículo anterior.

Artículo 724.- Pueden constituir el patrimonio familiar la madre, el padre o ambos, cualquiera de los cónyuges o ambos, cualquiera de los concubinos o ambos, la madre soltera o el padre soltero, las abuelas, los abuelos, las hijas y los hijos o cualquier persona que quiera constituirlo, para proteger jurídica y económicamente a su familia.

Artículo Segundo.- Se reforma el artículo 216 y 942 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, para quedar como sigue:

Artículo 216.- Los derechos contemplados en el presente capítulo, también podrán ejercerlos las concubinas y los concubinos, cuando tengan un domicilio común con las características del domicilio conyugal a que se refiere el Código Civil.

Artículo 942.- No se requieren formalidades especiales para acudir ante el Juez de lo Familiar cuando se solicite la declaración, preservación, restitución o constitución de un derecho o se alegue la violación del mismo o el desconocimiento de una obligación, tratándose de alimentos, de calificación de impedimentos de matrimonio o de las diferencias que surjan entre cónyuges sobre administración de bienes comunes, educación de hijos, oposición de padres y tutores y en general de todas las cuestiones familiares similares que reclamen la intervención judicial.

Esta disposición no es aplicable a los casos de divorcio o de pérdida de la patria potestad.

Tratándose de violencia familiar prevista en el Artículo 323 Ter del Código Civil para el Distrito federal en materia común y para toda la República en materia federal, el juez exhortará a los involucrados en audiencia privada, a fin de que convengan los actos para hacerla cesar y, en caso de que no lo hicieran en la misma audiencia el juez del conocimiento determinará las medidas procedentes para la protección de los menores y de la parte agredida. Al efecto, verificará el contenido de los informes que al respecto hayan sido elaborados por las instituciones públicas o privadas que hubieren intervenido y escuchará al Ministerio Público.

T R A N S I T O R I O S

Primero.- El presente decreto entrará en vigor a los 45 días hábiles de su publicación en la Gaceta Oficial del Distrito Federal.

Segundo.- A partir de la publicación del presente Decreto, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal deberá realizar las adecuaciones jurídicas administrativas correspondientes, en un plazo no mayor a 45 días hábiles.

Tercero.- Publíquese en la Gaceta Oficial del Distrito Federal y para mayor difusión en el Diario Oficial de la Federación.

Cuarto.- Notifíquese por los conductos pertinentes el presente decreto al Jefe de Gobierno del Distrito Federal, al Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, al Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.

Recinto de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, a los veintiún días del mes de diciembre del año dos mil nueve.- POR LA MESA DIRECTIVA.- DIP. LIZBETH EUGENIA ROSAS MONTERO, PRESIDENTA.- DIP. MARÍA DE LOURDES AMAYA REYES, SECRETARIA.- DIP. RAFAEL CALDERÓN JIMÉNEZ, SECRETARIO.- FIRMAS.

En cumplimiento de lo dispuesto por los artículos 122, apartado C, Base Segunda, fracción II, inciso b), de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 48, 49 y 67, fracción II, del Estatuto de Gobierno del Distrito Federal, para su debida publicación y observancia, expido el presente Decreto Promulgatorio en la Residencia Oficial del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, en la Ciudad de México, a los veintiocho días del mes de diciembre del año dos mil nueve.- EL JEFE DE GOBIERNO DEL DISTRITO FEDERAL, MARCELO LUIS EBRARD CASAUBON.- FIRMA.- EL SECRETARIO DE GOBIERNO, JOSÉ ÁNGEL ÁVILA PÉREZ.- FIRMA.

NOTA DE LA REDACCIÓN: Después de leer el documento queda claro que no sólo se está beneficiando a cierta preferencia sexual, sino a todos aquellos que entran bajo la ley. Valdría la pena, que los hombres y mujeres heterosexuales también consideraran los beneficios concretos que trae esta legislación para aquellos que viven en unión conyugal desde hace más de dos años.