sábado, 26 de marzo de 2011

EL COCOTAZO: LOS COMEMIERDA

POR.- EL DODO DE HUMOR NEGRO

A pesar de la peculiaridad de la información, esta noticia es divertida, precisamente por que, en una manera extraña, da un poco de consuelo al contribuyente, al constatar que esa bola de zánganos mal llamados “representantes del Pueblo”, muy contadas veces pagan lo que hacen.

El Reporte de análisis Microbiológico de Alimentos, Superficies Vivas o Inertes de Laboratorios Villarreal (adscritos a la Secretaría de Salud Federal) aplicado al restaurante Los Cristales, el principal lugar en donde consumen sus alimentos los diputados federales, concluyó que la comida pasa por manos llenas de bacterias, infectados con hongos y hasta salmonella, que es servida en vasos y platos con rastros fecales.

La concesión a cargo de la empresa Alimentos Cook-chil S.A, presentó graves fallas sanitarias en la producción de alimentos, tal es el caso del mole verde, rojo, frijoles, salsas y pollo entomatado que son de los más contaminados, "con presencia de bacterias patógenas que en mayor consumo causarán intoxicación".

"Los cocineros, meseros, chef y personal que se encuentra en la parrilla obtuvieron una calificación fuera de la normalidad sanitaria, por lo que se recomienda obligarlos a lavar, desinfectar sus manos, en el caso de algunos, a etiquetarlos como no aptos para el manejo de alimentos", explicó el documento.

El diputado del Partido del Trabajo, Mario DiCostanzo, pidió formalmente a la mesa directiva de la Cámara baja, cancelar la concesión a la empresa que se opera desde hace más de un año, y que resultó de una degustación entre todos los interesados ofrecida a los diputados del comité de administración.

Es a gusto de los legisladores encargados de las finanzas públicas como se determina quién será el responsable de los alimentos de los legisladores, que desayunan y comen ahí los días de sesiones, pues ellos mismos consideran malos los alimentos y malo el servicio.

Los diputados federales tienen cupones válidos por dos bufetes a la semana en Los Cristales, que para el resto de los comensales cuesta 170 pesos.

En ese restaurante operan los cabilderos, ahí apartan zonas para cuando va un gobernador o se juntan por las noches cuando hay sesiones largas, para tomarse una cerveza o un vino tinto, con un plato de la barra de ensaladas.

Di Costanzo mostró ante los más de 500 diputados y medios de comunicación los resultados del estudio sanitario realizado de abril a noviembre de 2010.

El consumo constante de las bacterias, heces y hongos, puede provocarle a los diputados desde una diarrea pasajera hasta una enfermedad mortal.

Además, se evidencia que ni a los dueños ni a los diputados federales les interesó la insalubridad de los alimentos.


La historia saltó a los sitios de la Red y causó una reacción jocosa sin que hubiera un comentario preocupado por la integridad física de los “congresistas”. El razonamiento fue básico, si un diputado literalmente come mierda qué coas no podrá procesar su organismo. No obstante, Mario Di Constanzo, continuó en la lucha combativa, a falta de mejores causas.

En conferencia de prensa, dijo que ha sido objeto de calumnias de parte del dueño del restaurante "Los Cristales", que ha sido defendido a su vez, señaló, por Jorge Carlos Ramírez Marín, presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados.

Di Costanzo acusó a Ramírez Marín y al secretario general de la Cámara de Diputados de encubrir actos de corrupción, ya que el contrato puede rescindirse sin costos para la Cámara de Diputados.

Se puede aplicar la cláusula quinta que señala que se rompe el contrato cuando el restaurante brinde un servicio fuera de las normas de calidad y de higiene.

Aseguró que contra lo que se dijo que el contrato fue otorgado en licitación, el hecho es que se trata de una asignación directa, que prueba la forma en que se manejan los contratos en San Lázaro.

Sostuvo que el restaurante "Los Cristales" es operado por una empresa constituida en 2008, mucho después de la época de inicio de las firmas "Bellinghausen" y "Casa Bell", como lo reportó la mesa directiva.

Reprochó a Ramírez Marín acudir a comer a "Los Cristales", después de haber acusado la falta de higiene de los servicios del restaurante, en vez de hacer cumplir las disposiciones de los diputado.


Motiva la mofa la pretensión del funcionario y es que existiendo miles de asuntos impostergables que resolver, el señor venga a “destapar la cloaca” de un escandalito del que esperamos sinceramente, aniquile a unos cuantos grillos vía oral. JUAR, JUAR, JUAR.

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