POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
Las disputas de los empresarios mexicanos tienen algo de lío de vecindad. Grupo Carso, Telmex y Telcel, y compañías de televisión por cable y de telecomunicaciones presentaron denuncias ante la Comisión Federal de Competencia para acusarse mutuamente de prácticas monopólicas, es decir, se acusaron de lo mismo que critican en el otro. Un monopolio denuncia a otro de hacer exactamente lo que ha hecho a lo largo de décadas cayendo en eso de que el pecado es de los demás, cuando yo lo nombro virtud, aunque sea exactamente igual.
Teléfonos de México (Telmex) ante la Comisión Federal de Competencia (CFC) una denuncia en contra de Televisa, Televisión Azteca y empresas de cable por prácticas monopólicas absolutas, informó el director de Regulación y Asuntos Jurídicos de la telefónica, Javier Mondragón.
"Televisa y TV Azteca se han coludido para impedir el acceso a Telmex al mercado de video y para excluirla del mercado de la telefonía al negarle la publicidad”.
Que son palabras similares que las televisoras pueden esgrimir en contra de don Carlos Slim, quien aprobó una campaña publicitaria de desprestigio para el duopolio mediático.
Otras empresas de telefonía y cableras que han formado un frente común contra la telefónica de Carlos Slim habían advertido que acudirían ante la Comisión Federal de Competencia para denunciar presuntas prácticas monopólicas de Telmex y Telcel. Argumentan que para bajar precios se deben resolver nueve procedimientos de interconexión pendientes en la COFETEL.
Entre los firmantes se encuentran entre otros Avantel, Axtel, Televisa (con sus filiales), Megacable, Nextel y Iusacell/Unefon.
A pesar del madruguete Carso, el empate persiste y los señores del dinero tendrán que hacer fila para ventilar un pleito ranchero, que muestra la estructura megalítica de la economía nacional que sólo responde a unos cuantos amos, lo demás es relleno.
Fijando estrategias torpes, TELEVISA comenzó un cabildeo entre sus pares parta saber hasta dónde puede llegar la lealtad a la cadena, ante el eventual incremento de la ofensiva política de Slim, desechando que número a número, el Grupo Carso posee una presencia absoluta en renglones productivos estratégicos, distante de la esfera clásica de los negocios televisivos.
El encuentro decisivo entre los monopolios aun no sucede y los efectos se sienten en las estructuras aledañas a los cocotazos. Nadie pensó que la quinta columna de un cambio social podría salir de los malentendidos de los cuellos blancos.
En plena concertación para el cambio de presidencia de 2012, la ira de los magnates moverá apoyos inéditos en la “cosa pública”. El ritmo político, a diferencia del siglo pasado, se inclina a la intervención directa del dinero y de las ventajas inmediatas que ofrezca cada candidato.
Con los carteles del narcotráfico liberados, la grilla destetada y los empresarios divididos, no hay apuesta ganada para los intereses totémicos de la Nación.
No es que la caballada esté flaca; es que estos jinetes no se andan con chingaderas.
Sin embargo, la Comisión Federal de Telecomunicaciones (COFETEL) fijó la tarifa de interconexión entre las telefónicas Alestra, propiedad del mexicano Grupo Alfa y la estadounidense AT&T, y Telcel, del magnate Carlos Slim.
El organismo indicó que el pleno de la COFETEL resolvió por unanimidad un desacuerdo entre ambas telefónicas respecto a la tarifa de interconexión en la terminación móvil para este año.
La COFETEL determinó que el servicio de terminación de llamadas en la red local móvil de Telcel tendrá una tarifa de 0.3912 pesos (unos tres centavos de dólar) por minuto de interconexión. Esta tarifa se aplicará por el tiempo de duración real, sin redondear al minuto siguiente.
El costo "refleja el Costo Incremental Total de Largo Plazo (CITLP)", que fue elaborado con una metodología reconocida a nivel internacional y que permite a las empresas la recuperación de sus costos.
La decisión envía "señales correctas al mercado en relación a la utilización de los recursos e inversiones necesarias para la provisión del servicio" y promueve la competencia entre operadores.
La COFETEL afirmó que esta tarifa establecida es consistente con la política de reducción gradual de tarifas que se han impulsado las autoridades con el fin de reducir los costos finales para los usuarios de los servicios de telecomunicaciones.
La metodología se aplicó en octubre del año pasado para resolver un desacuerdo similar entre la telefónica Axtel con el español Grupo Telefónica en el que se utilizaron datos de 2007.
Queda pendiente la resolución de diversas peticiones al Estado, sostenidas por las empresas de telecomunicaciones, que han acusado a las empresas telefónicas de Slim, Telmex y Telcel, de supuestas prácticas monopólicas y exigen la reducción de las tarifas de interconexión.
Don Carlos no se ha permanecido quieto y llevó el conflicto a la Opinión Pública mediante una campaña publicitaria en la que expone argumentos adversos a los capitalistas mediáticos, quienes contestan las mentadas en largas editoriales tendenciosas, dentro de los noticieros que producen.
El encuere es total y no depara nada bueno para los consumidores.
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