POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
Los sabuesos del infierno jamás descansan. Sueltos, las bestias regresan al descanso sin la pieza correspondiente. Así que va para largo la persecución sistemática de indocumentados en los Estados Unidos.
La propuesta SB1611, introducida la víspera por el propio presidente del Senado en Arizona, el republicano Russell Pearce, pretende despojar de servicios y derechos claves a los inmigrantes ilegales en esta entidad, incluso negarles el acceso a escuelas y colegios públicos.
A un año de haber aprobado la controversial ley SB1070, su promotor Pearce no descansará hasta rebasar el espíritu inquisitorial conocido por cualquier legislación anterior en la materia.
La iniciativa, redactada en 29 páginas, propone eliminar todo servicio público a inmigrantes indocumentados y plantea una pena obligatoria de 30 días de cárcel a aquel que sea sorprendido conduciendo un automóvil, además del decomiso del vehículo.
Refuerza los requisitos que los patrones deben seguir para verificar que sus trabajadores estén autorizados a laborar en forma legal en el país y establece que si un inmigrante usa documentos falsos afrontaría hasta seis meses de cárcel.
La SB1611 requeriría que escuelas públicas de Arizona recaben información sobre el estatus de residencia legal de los alumnos y denuncien a la policía los casos en que sus padres no proporcionan los documentos necesarios o presenten identificaciones falsas.
En otra de las previsiones, la SB1611 obligaría a las oficinas públicas de públicas de Arizona, incluyendo las municipales, a verificar el estatus migratorio de las personas que renten casas o apartamentos.
La iniciativa plantea desalojar a todo inquilino que viva en una unidad, si se determina que la casa o apartamento fue rentado por un indocumentado.
El proyecto de ley cambia algunos de los requerimientos para el programa estatal de asistencia médica Medicaid para endurecer aún más los controles e impedir que indocumentados puedan recibir alguno de sus beneficios.
Varias de las previsiones contempladas en la SB1611 van en contra de las leyes federales de Estados Unidos y son anticonstitucionales. Sin embargo son coherentes a la fobia de los extraños que ahoga a la derecha recalcitrante.
En Estados Unidos, la ley federal garantiza la educación pública a niños y jóvenes sin importar su estatus migratorio.
Pearce presentó la iniciativa y tomó por sorpresa a la oposición demócrata en el Senado, donde los republicanos tienen una mayoría de 21 contra nueve, por lo que sería imposible frenarla sin la colaboración de algunos compañeros del partido de Pearce.
"Somos Republican" la mayor organización hispana del país afiliada al Partido Republicano, denunció la propuesta SB1611 como un "despilfarro" del dinero de los contribuyentes, por el costo que acarreara defenderla en las cortes en caso de ser aprobada como ley.
Desgraciadamente el apoyo que recibe el Senado Pearce es suficiente para volver a meter en la discusión legislativa mayores candados al tránsito de “extraños”, en una circunstancia adversa a la oposición demócrata, imposibilitada a capitalizar aun el control de la presidencia del país.
Esto apenas comienza.
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