miércoles, 14 de octubre de 2009

MALA LECHE: LA ARENA Y EL BOTE A BOTE

Era de esperarse, los partidos políticos han jurado (¿cuándo no?) por sus intereses y competencias exclusivas, lo demás se arregla solo, piensan.

César Nava, como el títere supremo de Acción Nacional, declaró exactamente los mismos argumentos usados por el dueño de la maleta y se ha vuelto un experto en todos los detalles implicados en la desaparición de Luz y Fuerza del Centro, hasta le está copiando la tonadita al mandamás para quedar bien y si es necesario empinarse por ese México, alucinado por el inquilino de Los Pinos. “Usted nada más dice y yo me aviento al ridículo, que para eso estoy, jefazo”.

Desgraciadamente el servilismo de Nava es innecesario por la intervención de Manlio Fabio Beltrones, priísta híbrido, capaz de cambiar de máscara frente a los reflectores sin atisbo de escrúpulos o formulismos idiotas. En la primera oportunidad ya ventiló su apoyo total, revolucionario e institucional a las grandes decisiones nacionales que acaben con el sindicalismo, que su partido ayudó a construir, y que lesionan la integridad nacional, palabras más o palabras menos. El Senador está listo para servir de puente, de ser necesario, entre la inconformidad de los leales al pasado y los “aleluyos” del futuro. Si es indispensable, suponemos, jurará por lo que sea, la inocencia personal en esas cosas nefandas de corrupción charra y protección delictiva.

Los verdes-ecologistas-pro la pena de muerte, está sí es combinación, no sopladas, al grito de dónde, ya firmó, metafóricamente hablando, su primera sentencia de muerte, sin juicio, debates; a la condena directa sin apelación. Que qué tiene que ver el Sindicato Mexicano de Electricistas con la ecología, eso no importa, el punto es matar y cumplirle al electorado. No vamos a reparar en sutilezas, en adelante, la consigna es ponerse del lado ganador con tucán y toda la parafernalia. Por eso son profesionales y no han perdido el registro.

El Partido de la Revolución Democrática y el Partido del Trabajo, amén de Andrés Manuel y compañía, literalmente se pusieron la camisola del SME y, tratando de no caer en el doble mortal, aseguraron apoyar a los sindicalizados en el marco de la ley, sin alentar provocaciones o mitotes que acaben con las pavesas de aquel inmenso amor que alguna vez se tuvieron durante procesos electorales decisivos para el hundimiento democrático de la Patria.

Recuérdese la participación activa del SME en contra del panismo durante las elecciones presidenciales pasadas, por un pelo estuvieron de salirse con la suya y renunciar al Presidente del empleo, que ahora se desquita y lo corre.

Le probable mega marcha de este jueves, corroborará el tino de los partidos, que oran a Santo Tomás Moro, patrono de los políticos, para que los electricistas no arrastren a las multitudes y salga el gobierno federal con el habitual: no creímos que pasara.

Los sindicatos supervivientes de medio pelo y las hordas acarreadas del caso se aprestan a meter un calambre en los bajos a la Presidencia y a los Secretarios de Estado, por entrever la negra entraña que los pone en la mira de próximas extinciones.

La maestra, como es usual, no sufre ni se acongoja, se sabe comadre de los pesos completos de la grilla nacional y aunque la ciudadanía entera se levantara pidiendo su renuncia, la señora externa a los cuatro vientos “Yo soy el sindicato” y mis chicharrones truenan. Que no le salgan con chingaderas porque es ruda y se le anda atizando a Felipón, una santa madriza por el recto derecho laboral.

Hay de sindicatos a sindicatos, como de líderes a los pelmazos que se representan a sí mismos.

La arena está lista, los botes se han repetido, a ver quién va por la primera caída.

De confirmarse las denuncias del SME que el ejército y la policía están llevándose por la fuerza a los electricistas operativos de varios escalafones y subestaciones para mantener el servicio a causa de la incompetencia de la Comisión Federal de Electricidad, el conflicto va tomar una senda inédita, en especial, por los apagones ocurridos desde la toma de las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro a la fecha, que muestran la falsa transición de terciopelo de una compañía a otra.

Los sapos y las culebras apenas y muestran sus cabecitas.

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