Por.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
Siguiendo la pauta del tiempo mediático, la crisis de Luz y Fuerza del Centro rápidamente fue minimizada con la habitual cargada de las fuerzas vivas amantes y prostitutas del Gobierno Federal. De pronto, la venda cayó de los ojos de millones de mexicanos y como peleles repitieron los argumentos aprendidos en los noticieros y los análisis al servicio del Estado. Calderón, es el héroe, el Lula emplumado que nos devolverá la opulencia.
Es increíble que las masas no vean más allá de sus narices para constatar que la desaparición de Luz y Fuerza del Centro tiene todas las explicaciones imaginables, menos las de mejorar al país. ¿Por qué? Porque simplemente una mejora sustancial de México representa un peligro para el verdadero status quo de los cien hombres más poderosos de la población contra los millones que restamos y eso, en este contubernio de políticos, empresarios y delincuentes de cuello blanco es impensable.
Sin embargo, alguien ya hizo una aplicación en Facebook para votar a favor y en contra de la medida ¿adivinen el resultado y el conocimiento real de esos votantes?. Diversos foros fueron abiertos en Internet para expresar el sentir correspondiente a la medida y el nivel de sapiencia que arrojan los comentarios roza el disparate o la lentitud mental.
Una de las formas de la propaganda contemporánea es el perfeccionamiento de la mediocracia, es decir, del poder real de los medios para moldear y controlar conciencias sin riesgos de levantamientos o revueltas populares. Es asombroso cómo el ciudadano promedio se vuelve autoridad de la noche a la mañana en temas totalmente ajenos a su entorno, por la elección propia de no informarse, y pontifica en el maniqueísmo puro del “está chido y no está chido”. De ese calibre son los censores de las decisiones nacionales, de ese vacío cívico. Si mañana nos volvemos azules por voluntad presidencial, está bien, sino, también.
La democracia real comienza con uno mismo, con la preocupación de estudiar lo que nos atañe como ciudadanos y ser congruentes con nuestras obligaciones y nuestros derechos constitucionales; no dejar en la corriente de los borregos el juicio y la ejecución de nuestra competencia.
Pero es más fácil jugar el papel de veleta y en la irresponsabilidad personal jugar a ser diferentes, radicales y antagonistas de mentiritas.
Es una decepción bochornosa cómo la multitud agacha la cabeza y se convierte en eco de los intereses que le hacen daño. Aplaude y se regocija por una medida, como otras tantas, que están llevando a las instituciones públicas y privadas a un punto de quiebre. Sin embargo, en la noche estrenan una nueva telenovela (qué es el refrito del refrito conocido), nos vamos al mundial, el chat funciona, hay luz y tenemos un trabajo seguro.
Que se jodan los desempleados, los corridos arbitrariamente, los infelices que no aceptan la mano tendida del Presidente, mire que rechazar esa lana, a pesar de las ofensas cometidas al país, es no tener madre.
A rodar mundo, ya sabemos que cuando nos toque nadie va a mover un dedo.
Esa es la solidaridad en los tiempos de la Derecha y la claudicación de los ideales en las nuevas generaciones.
2 comentarios:
Está bueno pero me gustaría que profundizaras sobre tu visión y las fuentes sobre el origen de todo para podre abrir la conversación.
Creo que tienes toda la razon, es muy triste ver que jóvenes como yo estamos entorpecidos por los medios, que ven los noticieron y se la creen mientras ellos mismo o los que yo conozco que estudian mi carrera saben que es la manipulacion de masas,que piensan que es una distraccion mas del gobierno, pero no se han enterado los muertos que ha habido en el df no se han enterado de cuantas madres son solteras y gracias a ese trabajo substian familias enteras si no les tocará a sus familiares ahi estarian tratando de mover masas, queriendo irse a otros paises para tener una beuna calidad de vida pero que hicieron ellos para su nacion nada, por que no hay libertad de expresion, por que ellos creen que asi son los mexicanos en fin... ojala y el gobierno nose quede con lyf
Publicar un comentario