Lo dijimos los Dodos antes de cualquier albazo. La crisis presupuestaria tiene destinatarios y no son los responsables. Sin un elemental rubor de incomodidad la Secretaría de Hacienda expresa el mal manejo de la bonanza y los platos rotos a cubrir en los próximos meses.
En los niveles bajísimos del poder, alcaldías y oficinillas perdidas en el polvo de la estadística, ya les salieron con el notición de no tener dinero ni para sueldos; una especie de usted aguante, haga chambitas extras, cierre el changarro o dígale sí a la corruptela ante la ausencia de efectivo.
Los Gobernadores, cerraron filas, aduciendo la inocencia en la mala administración de las monedas y proponen romper el cochinito a ver cuánto juntan o se lanzan a la organización de un “Federetón” para arrancarle al prójimo donativos y parchar la bancarrota.
Los partidos no se enteraron y harán desaparecer documentación peligrosa de los montos reales gastados a lo estúpido en las campañas intermedias, considerando los raquíticos resultados de algunos.
El Presidente ensimismado en su guerra perdida no ha hecho una declaración al respecto, precisamente por irse de boca al anunciar el fondo del desastre y el repunte paulatino de la productividad nacional; productividad insuficiente para las cabezas de familia en el próximo regreso a clases y el monto de las peticiones de los útiles escolares.
La descripción expuesta no impide el cabildeo por la gobernatura de Guanajuato o los cónclaves de las fuerzas políticas autorizadas a costo del erario público y de los contribuyentes menores mejor explotados.
Se esperan espectaculares tranquizas de lucha libre en la apertura de la siguiente Legislatura, obligada a responder las acciones gubernamentales en materia de billetes sin tocar un solo centavo de lo ya apañado por los Congreso y su “dolce vita”. Se defenderá al pueblo, pero jamás se igualará a él. Tanto para llegar y salen con el manoseo a la tía de las muchachas. Óigame, no.
Y metidos en esto de cooperar por el bienestar de la Patria ¿quiénes se quedaron la riqueza decomisada al crimen organizado?. Es una lana trasquilada, apta en la temporada de fríos adelantados, o ¿también fue desperdiciada?.
La Iniciativa Privada en corto planea ajustar la planilla de trabajadores y limitarse a cubrir las necesidades básicas del mercado.
Los bancos aumentarán las hipotecas y negociarán adeudos.
Y en vivo, la caída de la economía en el trimestre será del doce por ciento, una bobada para un pueblo acostumbrado a vivir del aire y los milagros.
Mas desde los cielos una voz cavernosa nos sentencia: “ustedes los votaron, ustedes la pagan”.
¿Sabían cuánto nos costó este semestre cuidarle la vida a los altos funcionarios de la administración del empleo? Diez mil millones de machacantes por concepto de seguros, no toquemos otros puntos de la contabilidad. Ese es suficiente para explicarnos el rastro de nuestra perdición.
Uno no pide, deme; póngame donde haya, del robo me encargo yo.
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