El 22 de diciembre de 1997, en el gobierno de Ernesto Zedillo, un grupo armado de más de 100 integrantes asesinó a 46 indígenas tzotziles: 18 niños, 22 mujeres y 6 hombres por aparentes conflictos políticos internos en Acteal, Chiapas.
Con cuatro votos contra uno, la Suprema Corte de Justicia de la Nación amparó y ordenó la liberación de 20 indígenas culpados por la masacre de ese poblado, el 12 de agosto de 2009, al considerar las sentencias originales basadas en pruebas obtenidas ilegalmente y en testimonios fabricados por la Procuraduría General de la República.
La exoneración alcanzará a otros once individuos en similares circunstancias.
Culpable o no, queda una pregunta histórica sin resolver: ¿Quiénes ordenaron y ejecutaron a la gente de Acteal y por qué no se les ha castigado?
Once años después ninguna autoridad ha dicho esta boca es mía, o ¿es suficiente un usted disculpe para cubrir la cobardía?
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