POR.- LA REDACCIÓN DODO
El British Museum, en Londres, Reino Unido, recibe anualmente a 5.5 millones de visitantes.
El Tate Museum, en Londres, es visitado por 5.1 millones.
El Metropolitan Museum de Nueva York, Estados Unidos, es recorrido por 4.3 millones.
Los Museos Vaticanos atienden a 4.3 millones.
El Museo del Prado, en Madrid, España, cuenta con un público de 3.4 millones cada año.
Sin embargo, el Museo del Louvre es el más visitado del mundo con 8.3 millones de visitas anuales.
¿Y México?.
De acuerdo con la Encuesta de Hábitos de Consumo del 2010, publicada en el Atlas de infraestructura y patrimonio cultural de México 2010, en nuestro país, 37.6 por ciento de los mexicanos nunca ha acudido a un museo. Las personas pretextan varias razones, entre ellas que no tienen tiempo, que los recintos están muy lejos o, simplemente, que no desean conocerlos.
Esto cobra relevancia en un país donde hay más de mil 185 museos, uno por cada 91 mil 437 habitantes.
Sí, la misma sociedad que se horroriza por la ignorancia de los suspirantes presidenciales y demás fauna pública, esa merita le vale gorro tumbarse las orejotas de burro y persiste en rebuznar a la menor provocación.
Datos recientes obtenidos por el Sistema de Información del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), sostienen que la mayoría de las personas que van a los museos lo hacen, generalmente, por motivos escolares. Las instituciones culturales han emprendido esfuerzos por conocer a sus visitantes, lamentablemente no ha sido un proyecto que arroje datos significativos.
A la fecha, la falta de asistencia obedece, en gran medida, al espíritu y a las colecciones que se presentan, pues en muchas ocasiones no son del gusto y el agrado del público, es decir, que cada institución maneja su oferta cultural en términos atractivos para sí, mas no para el público que no está familiarizado con ella.
En la concepción típica de los intelectualazos emplumados, la cultura permanece en algunas minorías, que seleccionan, precian y difunden lo “que hay que ver”.
Las escuelas tampoco no son de mucha ayuda, al reducir la apreciación artística a esquemas obsoletos y carentes de vínculos.
Aunque El Museo Nacional de Antropología (MNA) de la Ciudad de México es el más visitado del país, apenas reporta más de un millón 800 mil personas cada año, y más de 57 por ciento de sus visitantes asiste para cumplir con algún trabajo escolar o para acompañar a otra persona a este espacio que, en alrededor de 45 mil metros cuadrados y más de 24 salas permanentes, cuenta con una colección de más de 100 mil piezas.
El MNA ha registrado un número sin precedente de visitantes con la exposición Faraón. El culto al sol en el antiguo Egipto. Fue recorrida por 618 mil 874 personas, cifra que contribuyó en gran medida a que, en 2008, el recinto tuviera una asistencia de aproximadamente 2 millones de personas.
No obstante, los museos mexicanos en general padecen lo mismo que otras propuestas de conocimiento y cultura: son consumidos por obligación y, por ende, limitan la aceptación de la gente a otros caminos de desarrollo personal.
2 comentarios:
La solución que le veo a este problema, es que en la Condesa, Polanco, Santa Fe, San Ángel, Interlomas, se coloquen anuncios con un copy que diga algo así:
“ir a un museo, está de onda” acompañado con una campaña en Palacio de Hierro que diga: Hay algo que una persona no puede evitar, verse bien y estar de moda.
La solución que le veo a este problema, es que en la Condesa, Polanco, Santa Fe, San Ángel, Interlomas, se coloquen anuncios con un copy que diga algo así:
“ir a un museo, está de onda” acompañado con una campaña en Palacio de Hierro que diga: Hay algo que una persona no puede evitar, verse bien y estar de moda.
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