POR.- EL OGRO
Persiste el afán electorero tercermundista. Nada, que el presidente Felipe Calderón lanzó CompuApoyo, un nuevo “gran programa” en beneficio de un millón 700 mil hogares, a través de créditos a quienes ganan entre uno y cinco salarios mínimos y cuya empresa esté afiliada al Fonacot, para que, aunque muertos de hambre, los pobres tengan computadora.
El tope de los préstamos es de 3 mil 500 pesos para un equipo, y “el gobierno va a dar un dinero, un subsidio, un apoyo directo” de mil pesos y va a “regalar” 300 pesos para contratar Internet.
No faltaba más, si una computadora cuesta más de 4 mil 500 pesos, el trabajador debe liquidar el resto. El precio máximo del equipo a adquirir será de 6 mil 500 pesos, concretó Dionisio Pérez-Jácome, secretario de Comunicaciones y Transportes, en Los Pinos.
Recuperando el sentido simplista y populachero del dador de limosnas, Calderón insistió: “Queremos que todos los jóvenes puedan navegar por la red de manera ágil, eficiente; realizar trámites, conectarse con sus amigos y familiares, chatear, bajar música; obviamente, hacer la tarea, las investigaciones, etcétera, buscar información para trabajos escolares, enviar y recibir mensajes de correo electrónico; es decir, todos los beneficios del acceso a la tecnología de la información”.
“Nos aseguramos que las fábricas y las tiendas no quieran meter a CompuApoyo equipos obsoletos, ni modelos viejos. No, no estamos en venta de saldos de equipo que ya no usan. Eso regálenlo a los estudiantes”, manifestó el Presidente.
Con esa apreciación suponemos que los “estudiantes” son la última pieza de la cadena alimenticia y sus padres humildes, pero honrados, tendrán que “apocar” el dinero en un equipo incapaz de reducir las carencias.
Y aprovechando el jolgorio, el presidente aventó una amenaza al monopolio correspondiente al rematar: “Hay que poner más competencia en los proveedores de Internet en el país. Sé que hay que hacer que esa competencia le dé a los usuarios mucho mejor servicio y mucho mayor capacidad de banda ancha”.
Los préstamos, sin enganche y sin aval —disponibles a partir de esta semana—, se pagarán a una tasa anual de 12%, contra 50% de las tarjetas de crédito, por lo que el plan, dijo, “es una promoción que no tiene igual en el mercado”, porque se puede pagar de 6 a 36 meses de plazo. Calderón explicó que el millón 700 mil hogares representa tres usuarios por computadora, con lo que se beneficiará a 6.5 millones de mexicanos “este mismo año”.
Reiteró que el apoyo de 300 pesos para Internet implica que el gobierno federal “va a regalar” tres meses de Internet, el cual se negoció con proveedores para que les cobren 99 pesos al mes en contrato forzoso de un año.
El mandatario recordó que al inicio de su sexenio 14 millones de mexicanos tenían acceso a la web; ahora son 33 millones, pero es “insuficiente”.
No quedó claro para qué necesitamos más cibernautas. No obstante, creemos que se refiere al número de votantes acarreados que necesita la candidata panista para arañar la silla presidencial.
Habiendo tanto por hacer en áreas prioritarias para la subsistencia de la gente, el primer mandatario y sus aventajados asesores decidieron que las computadoras son exactamente aquello que necesitan los “que menos tienen” para ser felices y responder solidariamente a la convocatoria electoral de apoyar al partido que con singular alegría les ha partido la madre.
No nos jodan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario