POR.- LA REDACCIÓN DODO
Sólo el presidente de los Estados Unidos se puede dar el gusto de tener a BB King y a Mick Jagger tocando y cantando blues en la sala de su casa.
En el contexto de la celebración de la herencia negra dentro de los Estados Unidos, el Primer Mandatario, Barack Obama, disfruto el 21 de febrero de 2012 de una velada de música blues.
En plan de guasa, Obama anotó: "Una de las cosas de ser presidente es que algunas noches, cuando quieres salir y simplemente dar un paseo, no puedes hacerlo. Y eso es frustrante. Pero también hay otras noches en las que BB King y Mick Jagger vienen a tu casa a dar un concierto".
En efecto, BB King, el guitarrista y cantante negro de 86 años, considerado el último de los grandes del blues, fungió como líder de la banda que tocó en la Casa Blanca.
Para Obama, el blues habla de algo universal. "Nadie pasa por la vida sin alegría y dolor, triunfos y penas. El blues transmite todo eso, a veces con una sola letra o una nota".
Mick Jagger, lider de The Rolling Stones, grupo de rock que este año cumple cincuenta años de vida, junto a Jeff Beck, una de las mejores guitarras del blues inglés, compartieron el escenario con Buddy Guy, Gary Clark entre otros músicos y cantantes del género que encendieron el lugar como cualquier tugurio del Profundo Sur.
La noche cumplió las expectativas y tanto el presidente como la primera dama, Michelle, disfrutaron como niños del concierto en primera fila. Entre el público también estaban la suegra de Obama, Marian Robinson, que vive con ellos en la Casa Blanca, miembros del Gobierno como la secretaria de Salud, Kathleen Sebelius, congresistas y otras autoridades.
A diferencia de otros espectáculos presidenciales, la noche de blues logró relajar a la audiencia, llevando al propio Obama a “echar la paloma” y cantar unas líneas de la mítica composición de "Sweet Home Chicago".
Sinceramente, el presidente no lo hizo mal y a su modo ya encontró el camino, pues, el pasado 19 de enero, entonó el clásico "Let's Stay Together" (Vamos a estar juntos) en un acto de recaudación de fondos en el Teatro Apollo de Nueva York, en un guiño a su autor, que se encontraba entre el público, el reverendo Al Green, considerado una de las leyendas del soul estadounidense.
Los videos filtrados a you tube y la transmisión televisiva local mostrarón a un presidente relajado, gozando el virtuosismo artístico del elenco invitado y en más de una vez transmitió la alegría del admirador ante los músicos.
En el testimonio de Mick Jagger, Obama estuvo al pendiente de los preparativo y asistió a los ensayos, mostrando una amabilidad y un sentido de propio de ser anfitrión.
Para Michelle Obama, la primera dama, Barack tiene una bonita voz y no pierde la oportunidad de cantarle a solas.
Por ende, el haber tomado el micrófono, ante una invitación de Buddy Guy, y haber cantado acompañado por esta banda de “estrellas” no resulta curioso en el anecdotario de Barack Obama, quien aguarda todavía el nombre del candidato republicano que le pelearán la posible reelección.
Cosas de la Historia, siglos después de que los esclavos de color inventaran el blues, esta expresión musical pudo escucharse en el centro del poder establecido de la Nación que aun no logra la igualdad racial definitiva.
De que hubo, buen blues esa noche, hubo. Eso que ni qué.
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