MALA LECHE: ¿NO QUE YES, WE CAN?

POR.- EL DODO DE HUMOR NEGRO

No se puede. Sorry, Nop. La Secretaría de Salud y los legisladores del Partido Acción Nacional sostienen que no hubo, hay o habrá condiciones para que en las escuelas públicas se cumpla la reforma de los treinta minutos de ejercicio obligatorio para evitar la proliferación de la obesidad entre la niñez mexicana.

El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Mauricio Hernández, contabilizó que la media hora de ejercicio físico obligatorio representaría el 20% de la jornada diaria de clases, lo que afectaría (juar juar juar) la calidad educativa (sic).

A causa de la mentalidad gubernamental, las clases en México para instrucción básica duran cuatro horas y media al día, lo que da menos de 23 horas semanales para que los alumnos se informen de un conocimiento raquítico, inútil y ajeno a la realidad productiva que urge la sociedad.

Como se las acostumbran las “eminencias” grillas o se aumentan el horario de clases o se reducen programas. Pero, las dos cosas son irreconciliables.

El ejercicio implica acondicionamiento de los inmuebles escolares y paga adicional a profesores.

Reducir clases, pues, sería darle armas a la oposición para documentar que los mexicanos, en promedio, estamos distantes de la media del conocimiento universal. Esto avala a muchas bestias que nos gobiernan.

La estadística gubernamental federal muestra un incremento “alarmante” de 77% en el número de niños entre cinco y 11 años de edad que padecen obesidad. Pero como el destino de la Patria es elevado, los senadores blanquiazules bajaron el pulgar en eso de la aprobación de la reforma propuesta por los diputados en pleno.

Así con la mano en los bajos, los caciques de la polaca vernácula prefieren heredar a futuras legislaturas el problema y no moverle ahorita al asunto de los gorditos, no se vaya a enojar la Maestra y por vernos esbeltos, los cocolazos se pongan caros.

Los DODOS se los advertimos, el punto nada más era taparle el ojo a Doña Obama y a otra cosa, mariposa.

Aprovechando las ñáñaras que han desatado en el planeta los fuertes sismos ocurridos en lo que va del año, el jefe del Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, solicitará a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) la canalización de recursos extraordinarios, superiores a los 5 mil millones de pesos, para realizar de forma urgente obras de mitigación de riesgos, la sustitución de vivienda ruinosa por nueva y la revisión de edificios.

Previendo que la naturaleza se ponga punk asestándole a la capirucha un terremoto superior a los de 1985, Ebrard “oportunamente”, a unas horas de ocurrido un movimiento sísmico de 4.9 grados en la escala de Richter, en la Ciudad de México, con epicentro en el estado de Michoacán, soltó la nueva que se necesitan mil 500 millones de pesos para realizar obras de mitigación en sitios de alto riesgo de todo tipo, como barrancas, taludes y cauces de río.

Metido en gastos, anexó 3 mil 500 millones más para atender la necesidad de 12 mil viviendas de alto riesgo estructural, que requieren ser renovadas o reforzadas, y recursos adicionales para llevar a cabo labores de revisión de edificios públicos y privados de la capital.

“Vamos a tener que acelerar el paso respecto a muchas viviendas y edificios, reparación de edificios, aunque no sean gubernamentales, y para eso sí vamos a necesitar recursos”.

El apunte es para infundirle terror a cualquier, pues, con las calmas burocráticas las obras capitalinas se mantienen por la intervención de la morenita del Tepeyac, ahora con la prisa que cada cual haga sus cálculos.

“Es mejor dedicarnos a la prevención que esperar que tengamos por desgracia una contingencia, es mejor hacerlo ahora porque salvaríamos vidas”, de no ser las de su gente, porque el pueblo invariablemente se las apaña de a Soledad Trujano.