ASUNTOS EXTRANJEROS: LOS JIJOS DE JUAN ESCUTIA

POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL

¿Qué parte del Derecho Internacional no comprenden los titulares de los poderes del Estado Mexicano?.

La pregunta no es ociosa porque se han encargado en los últimos días de patalear, berrear y casi incendiarse como monjes budistas a causa de la ley antiinmigrante SB1070, promulgada por la gobernadora de Arizona, Estados Unidos, Janice Brewer, que convierte en delito estatal encontrarse ILEGALMENTE en su jurisdicción, obligando a los agentes policiales a interrogar a cualquier persona sobre su situación migratoria, sólo con la sospecha de que ese individuo se encuentra fuera de ley. Otras disposiciones del proyecto permitirían demandas contra agencias gubernamentales que obstaculicen la aplicación de las leyes de inmigración, y haría ilegal contratar indocumentados como jornaleros o transportarlos a sabiendas.

En los Estados Unidos, el anuncio de esta disposición ha movilizado a la ciudadanía para tratar de frenar la aplicación, ignorando que Arizona tiene unos 460 mil inmigrantes ilegales y es el cruce fronterizo más activo de la nación.

Aplaudimos y estamos de acuerdo que sea al seno de los Estados Unidos que se discuta la viabilidad de esa normatividad y que elijan la salida legal que mejor les parezca. Son ciudadanos y están en su país.

Lo que sí es una desmesura es postura de México para levantar tolvaneras en una materia que, desafortunadamente, está fuera de su alcance.

Los Estados Unidos y el estado de Arizona dentro de su territorio tienen el poder soberano de hacer lo que se les venga en gana, respetando el marco jurídico que los regula.

La situación sería radicalmente diferente si Los Estados Unidos y Arizona impusieran leyes DENTRO de México, pero ese no es el caso de la ley antiinmigrante SB1070. Que es dura, sí, que es un bonito ejemplo de la mentalidad reaccionaria del partido republicano, también, que es una afrenta a los derechos humanos, habría que ver. No obstante, como un Estado Libre y Soberano, los Estados Unidos están conduciéndose en apego a la libertad que cualquier miembro de la sociedad internacional disfruta.

En la habitual ignorancia de la grilla tricolor, México está comprando un problema que ha inflamado gracias a su disposición absoluta de los perros de la guerra y al fracaso económico, político, social y cultural de la Nación, que empuja a miles de compatriotas a jugársela en el otro lado, tratando de mejorar condiciones de vida que su propio país es incapaz de asegurarle.

Antes de hacer una parodia de los “niños héroes”, México tiene que aceptar la culpabilidad de que los estados del sur de nuestro vecino norte recurran a medidas drásticas simplemente por cuestiones de elemental seguridad al percibir que del otro lado de la frontera el orden institucional se está desmoronando.

Sea el destino que tengan la ley SB1070, México está gastando la garganta en condenas cínicas e hipócritas de cara a la traición de los ideales de cualquiera de los movimientos sociales que en este año recordamos. En vez de estar haciendo el oso habitual, la burocracia debería de poner orden en casa y luego fijarse en lo que sucede en otra colonia.

Sin embargo los “representantes del pueblo” hacen eco de la mentalidad emplumada de pretender violar leyes aunque sean ajenas, y así no hay cómo.