REFLEXIONES PERIODÍSTICAS: ¿MUJERES MÁS O MUJERES MENOS?

POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL

Es de sobra conocido que la estadística es la forma matemática de disfrazar un error, pero no por ello, los números dejar de ser una aproximación a la realidad.

El gobierno del estado de México llevó a cabo una nueva depuración de la cantidad de
feminicidios documentados en la entidad durante la administración que encabeza Enrique Peña Nieto, virtual candidato del Partido Revolucionario Institucional a la Presidencia de la República para 2012, y redujo de 944 a 468 los asesinatos de género perpetrados allí reconocidos oficialmente por la fiscalía especial en la materia hasta finales del año pasado.

El monto de asesinatos a mujeres ponía al Estado de México como líder absoluto en el rubro, así que antes de resolver, se optó por la típica reacción burocrática de desvanecer los crímenes y aceptar, elecciones mediante, un mínimo de culpabilidad por omisión o genuino desinterés.

El procurador estatal Alfredo Castillo Cervantes reconoció que la nueva depuración se efectuó cuando comenzó su gestión al frente de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, entre septiembre y octubre de 2010, para llevar esas cifras a reuniones en el Congreso Federal, donde se exigieron explicaciones a la dependencia.

Admitió que se desecharon los casos de mujeres asesinadas como consecuencia de asaltos a casas habitación, por percances o accidentes y algunos otros. “Algunas ni siquiera eran originarias del estado de México”, o sea tomó la escoba y metió la porquería debajo de la carpeta, sin embargo, tuvo la gentileza de advertir la maniobra y demostrar que en eso de la transparencia, los mexiquenses se pintan solos.

El gobernador Peña Nieto, cortó adrede el asunto recurriendo a la declaración de objetar la “politización” de los hechos en contra de sus legítimas aspiraciones, al saberse que en los laberintos de la derecha se perfilaba la implantación de una alerta por violencia de género en el estado de México, petición que fue negada el martes por el Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.

Otra vez, la sangre derramada se usó en la mofa contra los principios constitucionales de la protección absoluta del pueblo.

El secretario de Gobernación, Francisco Blake, lamentó que la mayoría de los integrantes de ese organismo decidió no emitir la alerta, aunque descartó que esa decisión se haya debido a supuestas presiones políticas; reflexión más falsa que una moneda de tres pesos o la preocupación popular del PAN.

La diputada del PRD Leticia Quezada demandó que el Estado mexicano cumpla con las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que se haga justicia en el caso de las mujeres violadas por policías en San Salvador Atenco, el 3 y 4 de mayo de 2004. Chéquese la temporalidad de la petición y el cinismo de hacer olas.

Es claro que al gobierno del Estado de México como a la mayoría de las entidades federativas no le interesa preservar los derechos humanos de alguien que no sea “su” gente. La indolencia y el maquillaje de datos son bastante convincentes. Decir que algunas mujeres asesinadas no eran originarias del EDOMEX y, por consiguiente, descartada de la cuenta siniestra es tanto como segregar allende de la tragedia.

Diputados y diputadas del PRI argumentaron sobre por qué no procedió la alerta de género en el estado de México. La senadora María del Socorro García dijo que “no se decretó porque no cumplió con los requisitos, (ya que) se tiene que atentar no sólo contra la vida, sino contra la libertad y la seguridad de las mujeres de manera generalizada en una región”. Con esa mentalidad hasta que no desaparezcan las mujeres, los representantes populares van a preocuparse. ¿Qué son cadáveres más o cadáveres menos?

Héctor Guevara dijo que el estado de México “no ocupa el primer lugar en feminicidios, sino el 14. Hay otras entidades que ocupan los primeros lugares, entre ellas Chihuahua”.El punto no es qué lugar ocupa un estado, sino qué demonios está haciendo para SOLUCIONAR la problemática. Una sola muerta vale toda una investigación y el deslinde de responsabilidades. Los crímenes contra mujeres, aseveró el diputado, ocurren en todo el país y no deben utilizarse con un sentido político electoral. En especial, cuando afecte a “mi partido”, le faltó agregar al pelmazo.

Por su parte, la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Rocío García Gaytán, afirmó que la posibilidad de abrir una investigación sobre los feminicidios ocurridos en el estado de México debía verse como una oportunidad de prevención y no como una denuncia para dañar la imagen de Peña Nieto. ¿Y cuál es la razón de aclarar un acto de justicia elemental implícita en una democracia real?.

“Hay 922 homicidios y 4 mil 773 denuncias por violaciones sexuales y eso no se puede esconder”, señaló García Gaytán, ¿entonces a que vienen las disculpas para el "ungido"?

Como responsable de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional, el Inmujeres se pronunció en favor de declarar la alerta de violencia de género en la entidad.
Antes del estado de México, ya habían sido rechazadas las solicitudes de alarma por feminicidios en los estados de Oaxaca y Guanajuato.

Andrea Medina, enlace en el Distrito Federal de la red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez, consideró lamentable que se den argumentos de una supuesta politización para no decretar esa alerta. “Es absurdo que tengamos niveles altísimos de violencia feminicida y que no podamos utilizar los recursos que tenemos para frenarla”, subrayó.

No obstante, en México, según se desprende de las acciones de la autoridad en todos sus niveles, ser mujer es ser un blanco móvil para la arbitrariedad, la injusticia y la destrucción, gozando de la impunidad total y eso es simplemente NO TENER MADRE.