•Contar con una página web social permite entablar amistades, relaciones laborales y mucho más, pero a veces no medimos las consecuencias que genera publicar demasiada información en las mismas.
POR: JORGE VELÁZQUEZ
¿Hasta qué punto estás dispuesto a llegar para saber qué hacen tus amigos, tu pareja e incluso aquella persona que te cae mal?, pero la agregas a tu red social para tener presente cada movimiento que realiza, es como la frase “a los amigos hay que tenerlos cerca”, pero a los enemigos aún más cerca.
Un artículo publicado en la página web entraenlared.com comenta que la finalidad de las Redes Sociales es: compartir un perfil, formar parte de una Red de amigos, encontrar nuevos o buscar antiguos, incluso nos sirve para buscar trabajo, darnos a conocer, hacer negocios o simplemente compartir aficiones, fotos, vídeos.
Hi5, Myspace, Twitter, Facebook, son los nombres de algunas redes sociales que a lo largo del año tomaron fuerza en la sociedad, tal vez por ser novedosas, permitir interacción entre personas de diversas partes del mundo, que se yo, la realidad es que poco a poco se han convertido en parte fundamental del ser humano, a tal grado que se puede considerar una adicción, y ahí me incluyo, porque aunque no publique mucha información, paso horas y horas conectado a mi Facebook, y lo peor es que no me doy cuenta de la noción del tiempo. Hoy es casi imposible salir de casa sin antes revisarlo o comentar alguna publicación.
Quien no tiene una red social, está OUT, es como las escoria de la sociedad porque, ¿cómo es posible que no se cuente con un Facebook o un Twitter que son lo más IN actualmente?, o al menos eso es lo que nos han hecho creer para sentirnos parte de un grupo virtual, pero qué tan confiable o seguro es contar con esto, a veces no medimos el alcance que puede tener la web, y las consecuencias que generan nuestras publicaciones en la misma.
Tal vez suene raro, pero las redes son espías, sí, tipo paparazzi que siempre se enteran de la última aventura qué haces, la foto incomoda que te convierte en la comidilla de la sociedad, tu situación sentimental, lo que buscas, e incluso información que consideras ya había desaparecido, o peor aún, que jamás te enteraste lo que se dijo de ti.
Un artículo en línea de Evelio Martínez y Fabiana Furch en eveliux.com citado por el sociólogo Murphy dice que el peligro más común es el de una sobreexposicón de la intimidad.
Queda claro que publicar información personal en la red, tiene dos vertientes, por un lado, nos mostramos ante los demás para que nos conozcan, por el otro aportamos información a los delincuentes y somos presas fáciles para secuestros o extorciones. Sin duda el impacto de la web es impresionante, hoy, es casi imposible que no se cuente con alguna página social, nos es muy novedoso hacer comentarios donde otros se enteren de lo que hacemos día a día, ya sea para esperar respuesta ante nuestras acciones, o simplemente vean que tan divertida es nuestra vida personal.
Un ejemplo claro del poder de las redes sociales son las infidelidades, muchos abusan o hacen uso de esta página para entablar romances con personas desconocidas o viejos amores, que al final lo único que buscan es sexo.
Ejemplo de ello lo comenta Florencia Deffis, en la página web artículos.com, donde dice que quienes más tienen aventuras amorosas a través del Facebook son los baby boomers (personas nacidas entre 1946 y 1964). Sucede que con el Facebook o cualquier otra red social, la gente se re-conecta con viejos amores, sobre todo de adolescencia y lo que empieza, en muchas ocasiones como un mensaje inocente, revive sentimientos del pasado y esto termina en divorcios de parejas que llevan más de 30 años de matrimonio o que incluso tienen ya nietos. Y ya de los jóvenes (o sea personas en sus 30's)… ni hablamos, todos conocemos a uno o varios que han reencontrado amores del pasado estando casados y el status de sus historias.
No voy en contra de las redes sociales, digo, si lo hiciera, estaría mintiendo porque soy un adicto al Facebook, lo que me interesa recalcar es que midamos las consecuencias y datos que proporcionamos a aquellos que buscan hacer un daño, es preferible evitar revelar información como dirección, teléfono, fotografías comprometedoras, estado financiero, si hacemos viajes o no, en fin, datos que por más sencillos e inofensivos que consideremos, no sabemos que tan factible es hacer esto, lo mejor es mantenernos al margen, hacer amigos, pero pensar dos veces antes de facilitar información personal a un desconocido.
Hay que recordar que las redes sociales son espías, así que antes de buscar amoríos o incluso una aventura, nos demos cuenta que todos nuestros contactos se enterarán de lo que hagamos, y en caso de estar con alguien lo pensemos bien para evitar conflictos.
1 comentario:
No se escribe extorCiones, sino extorSiones, con "S".
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