Se ha dicho tanto sobre él que es mejor guardar silencio. Eludimos decir por decir. Que los de siempre toquen a duelo o a la alegría. No creemos que haya sido un santo, ni tampoco un demonio. Fue un hombre. Imperfecto, apasionado y defensor de sus ideas. Pero, hombre al fin, a pesar del cargo y del disfraz. Apostó por el neo-zapatismo y consintió la caricatura de dictadura indígena que hoy somete el “territorio libre” de Chiapas.
El obispo emérito Samuel Ruiz García falleció esta mañana debido a complicaciones cardiacas por las que era atendido desde hace dos semanas en el hospital Ángeles del Pedregal.
La noticia del fallecimiento fue confirmada por Pablo Romo, colaborador cercano del prelado.
El obispo emérito de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, había sido trasladado el pasado 12 de enero desde un hospital en el estado de Querétaro para su atención en la ciudad de México.
El prelado presentaba daño cerebral con "infarto reciente en territorio de arteria cerebral media izquierda con consecuencias importantes en la movilidad de su hemicuerpo derecho (hemiplejia derecha)", reportaron ayer los médicos que lo atendían en el hospital.
Después de la reacción instantánea vendrá la reflexión. Indiscutible figura de la memoria reciente del país, Samuel Ruiz es otro nombre en la larga lista de personajes que, a SU MODO, moldearon una realidad limitada a la vanidad de los mortales.
Era solo un hombre, aunque quieran venerarlo.
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