POR.- EL DODO DE HUMOR NEGRO Y EL DODO DE LA MALA LECHE
En un entorno grillo de pésimas expectativas, el divorcio entre la ciudadanía real y los improbables “políticos” mexicanos es una realidad inobjetable. Otra vez, la escena grilla ignora que las bases de su poder se están volatizando. Por ende, bastantes de sus acciones están fuera de lugar, lógica y proporción.
Como ya es sabido por la opinión pública, Felipe Calderón, desde hace un rato, quemó los puentes y se ha internado en un camino sin retorno en una guerra contra el narcotráfico, que pocos quieren, a los menos beneficia y a todos maldice.
Por ello, el que uno de sus lacayos menores, el Secretario Técnico del Consejo de Seguridad Nacional, Alejandro Poiré, afirme que su patrón asumió el costo político, a pesar de que los resultados se perciben con más claridad conforme se avanza en los planes trazados por la administración, es un ejemplo soberbio de la burocracia condicional que brinca, de acuerdo al ritmo del señor de Los Pinos.
“Esta no es la guerra del gobierno contra las drogas, sino la lucha de todos los mexicanos por construir una seguridad auténtica, basada en la ley y la justicia. El gobierno federal decidió asumir el costo político de combatir el crimen organizado, a sabiendas de que los resultados de esta lucha se perciben con mayor claridad conforme se avanza en los proyectos de consolidación institucional”.
Por enésima ocasión se pretende meter a los “mexicanos” en un asunto en el que nadie los tomó parecer hasta que el fuego cruzado nos metió a fuerza.
Poiré subrayó que en caso de haberse adoptado una “política de omisión, simulación o, peor aún, de negociación, hubiera sido negligente y criminal”, se habrán postergado por mucho más tiempo las soluciones reales y dejado a la población a merced del crimen.
Sin embargo, en el renglón de resultados tangibles, el desastre es mayúsculo, al manifestarse que el grueso del pesó de la violencia circundante lo ha cargado la gente de todos los niveles socioeconómicos, que no gozan del abrigo de ninguna de las instituciones públicas.
El Secretario Técnico destacó que la gestión de Felipe Calderón está debilitando y desarticulando todas las organizaciones criminales sin distingos.
También sostuvo que sólo 9 por ciento de los delitos cometidos en el país son de orden federal. El resto corresponde perseguirlos y castigarlos a los estados.
“En otras palabras, con base en la observancia y mejoramiento de la propia ley, se ha ido arrancando de raíz la hierba mala, arando la tierra y sembrando las nuevas instituciones que México requiere para lograr la seguridad y justicia plenas que todos anhelamos. La tierra es fértil; necesitamos mucho trabajo de parte de todos para cosechar más rápido en todas las regiones del país”.
Aseguró que los principales objetivos de la Estrategia Nacional de Seguridad son fortalecer e imponer el estado de derecho y disminuir la incidencia delictiva.
Dichas metas, explicó, no son resultado de la coyuntura, pues expresan el compromiso que el Presidente manifestó desde su campaña electoral de 2006.
Además, dan respuesta a las demandas ciudadanas de condiciones permanentes y auténticas de seguridad y justicia que se fueron perdiendo en décadas pasadas conforme se empoderaron las organizaciones criminales en el país.
No obstante, reviramos los incrédulos, no pasa un día sin que el crimen haga de las suyas y las fuerzas de seguridad se hagan rosca, limitándose a atender una estrategia que sólo conocen los “iniciados”.
En esa vertiente, Poiré informó que la Procuraduría General de la República investiga el reclutamiento forzado y el secuestro como presunto móvil de las matanzas que perpetraron Los Zetas en San Fernando, Tamaulipas. El funcionario aseguró que la mayoría de los involucrados en estos crímenes están detenidos.
“Entre las líneas de investigación sobre los hechos más recientes se encuentra, desde luego, el reclutamiento forzado a partir de la propia lucha (entre Los Zetas y el cártel del Golfo) que acabo de mencionar, a la que las personas se resisten y por eso estos criminales arteramente las ultiman”.
“También se ha manejado que se trata de secuestros que concluyen con la muerte de personas”, además de otras que manejan algunos medios de comunicación que es necesario confirmar.
El funcionario declaró que casos como el de Tamaulipas ilustran la realidad provocada por grupos de delincuentes para quienes el abuso, el secuestro, la extorsión y el homicidio se han convertido en una forma de vida.
Dijo que Los Zetas y el cártel del Golfo amenazan la tranquilidad de la población y la viabilidad del imperio de la ley, primordialmente en Tamaulipas y Nuevo León.
“No es admisible, no es posible, no es opción para el gobierno de la República, ni puede serlo para nadie en el país, dejar de combatir a esta enfermedad social y criminal.
“Tampoco es opción dejarlos hacer en paz su negocio para que nos dejen en paz a nosotros. Esta no debió ser nunca una opción en el pasado, y no lo será, no lo ha sido, en modo alguno, para la presente administración”, añadió.
Para los interesados en la estadística aquí van otros datos.
• Las operaciones que realiza el Ejército mexicano contra el crimen organizado en Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí han dejado hasta el momento un saldo de 338 delincuentes muertos y la pérdida de cinco militares.
• Al hacer un balance de las acciones emprendidas en el contexto de la Operación Noreste, la Sedena señaló que en los últimos cuatro meses se ha detenido a mil 234 presuntos delincuentes, de los cuales 25 pertenecían a corporaciones policiacas, además de que se liberó a 104 secuestrados.
• También se decomisaron 51 toneladas de mariguana, 238 kilos de cocaína, 38 de heroína, mil 580 pastillas psicotrópicas, mil 991 dosis de crystal, 2 mil 76 armas largas, 517 cortas, 451 granadas, 21 lanzagranadas y dos lanzacohetes.
Por si alguien pregunta, los muertes no paran.
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