viernes, 13 de mayo de 2011

EDITORIAL: LIBERTAD DE PRENSA 2011

POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL

Informar cuesta la vida, y no es un riesgo nuevo. El poder, en cualquier forma, es intransigente a la crítica con datos duros, inobjetables. Así ha sido desde tiempos remotos y no vemos que vaya a cambiar esa tendencia en México.

Con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa que se conmemora el 3 de mayo, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dio a conocer que en nuestro país, de 2005 a marzo de 2011, han ocurrido 68 homicidios y 13 desapariciones contra periodistas en el país.

A través de su Programa de Agravios a Periodistas y Defensores Civiles de Derechos Humanos, la CNDH dio a conocer, durante el mismo periodo, 473 expedientes de queja, 21 ataques a medios y ha emitido 20 recomendaciones por agravios.

El organismo que encabeza el ombudsman nacional Raúl Plascencia Villanueva, la CNDH aseguró que una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática.

Hizo un llamado a las autoridades para que actúen con eficiencia en la defensa y protección de quienes ejercen las libertades de prensa y expresión en México.

Recomendó esclarecer los casos en los que comunicadores y periodistas se han visto agraviados.

Indicó que es conveniente contar con un Observatorio en Materia de Periodistas, Comunicadores y Medios de Comunicación que permita identificar situaciones urgentes y patrones de violaciones a sus derechos humanos, así como llevar a cabo políticas públicas regionales.

En la actualidad el organismo de derechos humanos tiene en su portal www.cndh.org.mx, la Guía para Implementar Medidas Cautelares en Beneficio de Periodistas y Comunicadores en México, que elaboró en consulta con organizaciones de la sociedad civil.

Cerrando la evidencia de la inseguridad profesional de la noticia, la violencia, el tráfico de drogas y el incremento de los ataques contra periodistas, provocaron que por primera vez, en casi 30 años México, sea catalogado como un país en el que no existe libertad de prensa, de acuerdo con el informe anual de la organización independiente Freedom House. Desde 1980 y hasta 2010 el país había sido ubicado como “parcialmente libre”.

El número de personas en todo el mundo con acceso a medios de comunicación libres e independientes, se redujo a su nivel más bajo en 14 años. Sólo 15% de la población global vive en países donde la cobertura de la información política es amplia, la seguridad de los periodistas está garantizada y la intrusión del Estado en los medios de comunicación es mínima, es decir, una de cada seis personas.

En el reporte titulado Libertad de Prensa 2011: Encuesta Global de la Prensa Independiente, México se sitúa como una de las naciones que han experimentado un decremento significativo en su libertad de prensa, junto con países como Egipto, Honduras, Hungría, Corea del Sur, Tailandia, Turquía y Ucrania.

En ese mismo contexto, el presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Gonzalo Marroquín, afirmó que las acciones del crimen organizado y los gobiernos autoritarios constituyen las principales amenazas a la libertad de expresión en América Latina.

Además alertó de las “actitudes de gobiernos autoritarios e intolerantes”, que promueven leyes que restringen la libertad de prensa.

“A través de leyes buscan mecanismos legales para restringir no sólo el derecho a informar, sino el de las sociedades a recibir información”, dijo.

De acuerdo con Freedom House, la violencia en México, asociada con el tráfico de drogas, provocó en 2010 un aumento dramático en los ataques contra periodistas lo que elevó los niveles de autocensura e impunidad.

Los grupos criminales no sólo actuaron de manera más agresiva para tomar el control de la agenda de los medios, sino que han demandado una cobertura específica que convenga a sus intereses, detalla el reporte.

De acuerdo con el estudio, otras naciones como Rusia y Venezuela, ubicadas también en la misma categoría que México, se vieron amenazadas por regímenes autoritarios que utilizaron maniobras legales para reducir el espacio de la prensa independiente.

Otros controles detectados por la organización internacional, fueron la restricción de la televisión satelital, el acceso a internet y los teléfonos móviles, como fue el caso de Egipto, Irán, China, Siria, Vietnam, Corea del Sur, Pakistán y Tailandia.

De los 196 países investigados en 2010, 68 naciones (35%) fueron catalogadas como libres; 65 (33%) como “parcialmente libres”, y 63 (32%) se ubicaron en las “no libres” , en cuanto a libertad de prensa.

El organismo dice que el porcentaje de los que gozan de medios libres llegó a su punto más bajo desde 1996.

En América, 17 países fueron calificados como libres (49%), entre los que destacan Santa Lucía, Estados Unidos, Costa Rica, Canadá y Belice. 14 países (40%) se consideraron “parcialmente libres” como Haití, Argentina, Colombia, Guatemala, Paraguay, Nicaragua, Bolivia y Brasil. Cuatro fueron las naciones (11%) situadas “no libres” como Honduras, México, Venezuela y Cuba.

El porcentaje de aquellos que disfrutan de medios libres en 2010 declinó otro punto porcentual al nivel más bajo desde 1996, cuando Freedom House comenzó a incorporar datos poblacionales en la encuesta.

La cifra de aquellos que viven en países sin libertad de prensa aumentó en 3 puntos porcentuales, como reflejo de la inclusión en la lista de Estados con una numerosa población, como lo son Egipto, México y Tailandia.

Por primera vez, México y Honduras pertenecen a la categoría de los “no libres” en cuanto a libertad de prensa. La caída en el ranking se debe a la escalada de la lucha contra las drogas que ha cobrado factura a los periodistas, sugiere el organismo internacional.

En Honduras, las condiciones políticas que siguieron al golpe de Estado en 2009 ocasionaron la intimidación periodística por parte de los dos bandos. Los asesinatos de algunos reporteros no fueron investigados.

El reporte Libertad de Prensa 2011 presenta a Estados Unidos como uno de los mejores situados en la lista, sin embargo, debido a la filtración de documentos clasificados por WikiLeaks, se cuestionó la capacidad de las democracias de tomar acciones legales en contra de los responsables de la difusión de los cables diplomáticos.

Como respuesta predecible, las autoridades, grillos y demás fauna siniestra local minimizó y, en algunos casos, omitió lo sabido y se sumaron a la habitual convocatoria por la prensa libre y la apuesta democrática.

Al igual que el resto de nuestros colegas en cualquier posibilidad de información y análisis, El ÚLTIMO DE LOS DODOS celebró el tres de mayo trabajando y auspiciando la terquedad del público en la peregrina idea de que aun siendo una minoría tenemos la obligación y podemos concretarla de volver al país en un lugar mejor.

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