miércoles, 11 de mayo de 2011

ASUNTOS EXTRANJEROS: PHOEBE PRINCE

POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
DATOS: ABC, TIME, EL PAÍS

El 14 de enero de 2011, Phoebe Prince, después de haber sufrido una emboscada en la biblioteca de la escuela, donde algunos compañeros le gritaron hasta que se cansaron “Irish Slut” ("¡Zorra irlandesa!"), y de regreso a casa, recibir el golpe de una lata aventada por “alguien”, desde un automóvil en marcha, la adolescente de quince años decidió elegir una medida desesperada para frenar el “bullying”.

Recorrió a pie los 700 metros que separan el instituto de su hogar. Atravesó la valla de madera, pasó por el jardín, entró en la casa de color blanco donde residía con su familia, cogió un pañuelo que le había regalado su hermana pequeña por navidades, subió al primer piso, se lo anudó al cuello, lo ató a la barandilla de la escalera y se lanzó al vacío. Su hermana, la que le había regalado el pañuelo, la encontró ya muerta.

Recién llegada el verano pasado, con su madre y sus tres hermanas, a South Hadley, una localidad rural del interior de Massachusetts de 17.000 habitantes, Phoebe había dejado en Irlanda a su padre y a su hermano, además de un capítulo importante de agresiones escolares. Parecía que portaba un letrero para ser molestada.

Siete días antes de la emboscada en la biblioteca, uno de los acosadores había irrumpido en una clase, con el profesor presente, y había gritado otra vez: (Slut) "Zorra". Era "zorra" en el patio, "zorra" en el gimnasio, "zorra" en el vestuario, "zorra" en la cantina, "zorra" en las excursiones y las fiestas. Un estudiante que iba a ser su pareja en el baile de invierno, Sergio Loubriel, la llamó por teléfono tras el incidente de la biblioteca. "¿Cómo estás?", le preguntó. "Estoy bien, no te preocupes", le dijo. Era siempre así. Phoebe marcaba cierta distancia y prefería no hablar de ello.

Sin embargo, la impotencia y la ira se estaban combinando de una manera poco manejable.

Al parecer, la relación de Phoebe con Sean Mulveyhill, de 17 años, fue el inicio de la tragedia. La joven Kayla Narey había estado saliendo con Sean, un joven rubio de gran sonrisa, capitán y estrella del equipo de fútbol del instituto. Habían roto. Y de repente, Phoebe apareció en el instituto. Tímida, guapa, novedosa. Con su acento irlandés, la nueva belleza representaba aire fresco. Se vieron en el patio. Comenzaron a hablar. Él le pidió una cita. Ella accedió y Kayla, disponiendo de las habituales amigas serviles, se dispuso a cobrar venganza.

La calentura adolescente duró poco: el capitán Sean y la recién llegada Phoebe se dejaron en octubre de 2010, y el joven atleta se alió con la banda de agresoras. Les dio detalles del encuentro sexual con la joven.
Después los comentarios y las acciones subieron de tono. Un día y otro también. Hasta convertirse en la comidilla de toda la comunidad escolar, incluyendo autoridades y docentes que, para variar, no hicieron nada. La víctima finalmente no les merecía compasión.

Anne O'Brien Prince, madre de Phoebe, se había puesto en contacto, cuando la chica vivía todavía, con empleados de la escuela -una enfermera y un tutor- en dos ocasiones. Su hija estaba deshecha. Iba a clase sin ganas. Les rogó que hicieran algo. El superintendente del colegio, que el 7 de enero amonestó a un grupo de adolescentes por los insultos, sugiere que en el suicidio pudo haber más causas que el acoso. El director del centro, Daniel Smith, mandó una carta a los alumnos en la que decía: "Phoebe era inteligente, encantadora y, como suele suceder con los adolescentes, una joven complicada que quería a sus amigos más cercanos y a su familia. Nunca sabremos los motivos específicos por los que decidió quitarse la vida".

En esas condiciones, una vez acaecido el suicidio, La fiscal del distrito, Elizabeth Scheibel, presentó cargos criminales contra nueve compañeros de instituto de Phoebe. Siete de ellos, mujeres de entre 16 y 17 años, por acoso. Y dos hombres, Austin Renaud, de 18 años, acusado de tener sexo con Phoebe, menor, y Sean Mulveyhill, el afamado casanova, de 17 años, también por sexo con una menor y por acoso.

La fiscal aseguró, después de haber hablado con 50 alumnos y profesores de la escuela, que esos motivos están bien claros: "Los sucesos del 14 de enero no fueron algo aislado. Son el clímax de una campaña que duró tres meses". Kayla, de las Chicas Malas, y Sean, el ex novio de Phoebe, se declararon inocentes en la vista oral celebrada el martes en el Tribunal Superior de Hampshire. El juez Judd J. Carhart les dejó en libertad hasta una nueva audiencia, prevista para septiembre, con la condición de que se mantengan alejados de la familia de Phoebe. La ex pareja y un tercer imputado decidieron no comparecer ante el juez, ante la prensa y ante los ex compañeros de instituto que habían acudido a los tribunales a verles las caras, puro morbo. Con la de ocasiones en que se habían unido en los pasillos para gritarle a Phoebe lo de "zorra" al unísono. En este momento se quedaron sin nada que decir, desaparecidos, lamentando a través de sus familiares que ahora son ellos los que reciben amenazas, pero estas anónimas, y algunas de muerte.

El cinco de mayo de 2011, el caso fue cerrado y las “chicas malas”, recibieron su castigo, pero más allá del periodo de sentencia, sentaron un precedente para un comportamiento que por primera vez fue penalizado legalmente en Estados Unidos: el bullying o acoso estudiantil.

Sean Mulveyhill y Kayla Narey fueron sentenciados a un año de libertad condicional y cien días de trabajo comunitario; los otros cinco jóvenes solamente realizarán trabajo comunitario, a pesar de que uno de ellos escribió "misión cumplida" después del suicidio de Prince e incluso se burlaron de la muerte y el dolor de la familia.

"Las chicas malas", como se les conocía en la escuela, aseguran que luego de la atención mediática que el caso recibió ellas recibieron amenazas, como las que le propinaron a Phoebe alguna vez.

En la audiencia de sentencia Nare, la principal "atormentadora" dijo: "Phoebe ... Lo siento. Lamento las palabras que dije de ti, lamento lo que escribí en mi Facebook, la mentó todo lo del 14 de enero, en la biblioteca, en el pasillo. Lloro cuando alguien dice algo humillante sobre ti. Estoy avergonzada de mí misma".

Una típica declaración para una historia promedio en la pesadilla oculta del American Dream.

Nota.- Slut,tiene una equivalencia en significado y desprecio para nuestro país como "PUTA".

No hay comentarios: