POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
Puesta en la confianza del cinismo, la prepotencia y el fuero tácito, la empresa paraestatal Petróleos Mexicanos dio a conocer un comunicado de prensa en que descartó que la explosión en San Martín Texmelucan, Puebla, haya sido un atentado y agregó que existen indicios que la catástrofe se originó debido a la “ordeña” de un ducto que transportaba 200 mil barriles diarios de petróleo crudo desde Dos Bocas, Veracruz hacia Tula, Hidalgo.
“Todos los indicios permiten asegurar que fue un accidente; incluso se hallaron los cuerpos calcinados de dos personas pegados al tubo a unos metros de donde ocurrió la explosión”, dijo personal de la oficina de Comunicación Social de Pemex.
“En el caso del petróleo, las tomas se hacen en estos ductos por equivocación, porque lo que en realidad buscan es la gasolina”, se detalló.
La paraestatal agregó que en los últimos tres años detectó y clausuró un total de mil 465 tomas clandestinas.
Así a punta de caracteres, el saldo de 27 muertos y 52 personas heridas (cinco de gravedad) se reduce a otro renglón en la cronología de “accidentes” de monopolio petrolero nacional.
Según la contabilidad de la paraestatal, de 2004 a 2009 el número de tomas clandestinas pasó de 110 a 453 casos. En lo que va de 2010, según su director José Suárez Coppel, se han detectado 550 más.
Para que quede claro, el robo se expandió territorialmente; si en 2004 se concentraban en zonas como Veracruz, Tabasco, Tamaulipas y el estado de México, para 2008 eran ya 15 entidades más en las que se cometían hurtos: Baja California, Durango, Sinaloa, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Querétaro, Hidalgo, Tlaxcala, Oaxaca, Puebla y en el Distrito Federal. En 2009, Aguascalientes ingresó a esdta distinguida lista del horror.
En cuanto a San Martín de Texmelucan, en un reporte del último trimestre de 2009, Pemex informó que se habían detectado 11 tomas clandestinas, de 148 en total.
No obstante, ¿qué hizo al respecto? NADA.
En septiembre de 2010, PEMEX sostuvo que en el segundo trimestre de 2010 se localizaron 273 tomas clandestinas, 187 en poliductos y 86 en oleoductos de donde se extrajeron recursos estimados en 824 mil 661 barriles de productos petrolíferos.
Suponemos que es tanta la ganancia de la empresa que estos robos no le perjudican, pues, si sabe cómo, cuándo y dónde ocurren no se da por aludida y facilita que tragedias previsibles como la de San Martín de Texmelucan pasen, sabiendo que poco hará la justicia en su contra.
“Lo que sucedió en esta fuga, corrió el petróleo crudo, es un oleoducto que transporta petróleo crudo, tiene gas con el petróleo, el petróleo crudo fluyó hacia el río Atoyac, se movió a lo largo del río Atoyac y lo más probable que haya encontrado un punto de ignición en las casas que estaban alrededor del río", aseguró en conferencia el director de Pemex, Juan José Suárez Coppel.
Explicó que alrededor de la una de la mañana se reportaron problemas técnicos de fluctuación y presión, y que las 5:50 de la mañana se detectó una caída de presión “muy importante”.
“Hemos estado investigando, otra vez, no estamos desechando problemas mecánicos, se hizo una reparación completa de este ducto, se terminó de hacer esta adecuación en el 2008. Se están investigando las causas finales”.
El malabar verbal indica que, honestamente, el funcionario sabía tanto del desastre que cualquier hijo de vecino.
Desgraciadamente, la mentalidad tricolor de que “sabíamos” y no reaccionamos sumó una cuenta a los “daños colaterales” de PEMEX, causa permanente de males, disfrazada como “un orgullo de México”.
Una señora chingadera.
Con información de El Universal y otras fuentes On Line.
No hay comentarios:
Publicar un comentario