POR: CARLOS ENRÍQUEZ
Se dice que el mes de diciembre es muy ansiado por la mayoría de las personas, que se ilusionan cada vez que llegan las fiestas de Navidad y Fin de año, donde todo es felicidad, alegría y la familia convive, pero solo para unos cuantos.
La Navidad es una época donde se acostumbra a expresar amor a familiares, a través de regalos, unos demasiado ostentosos, y quien tiene dinero puede hacerlo sin ningún problema.
Sabemos que en México existe una verdadera barrera entre las clases sociales, que acomoda a la clase alta o mejor conocidoa como la de los ricos, poderosos, que son unos cuantos; a la clase media mejor, que aunque cada vez es menor, sobrevive; y la clase de los jodidos, que son millones.
¿Cómo decirle a un ciudadano de esos "que menos tienen", que la Navidad está apunto de llegar y que es hora de celebrar, cuando él y su familia apenas tiene para medio comer?
Los menos afortunados son demasiados. Con grandes sacrificios viven el día a día, trabajando de sol a sol, sin descanso, por un salario que no rebasa los $55 pesos diarios. Sí, ese, que para colmo aumentó 4.1%, es decir $2.30 pesos; realmente una mentada para los ciudadanos.
¿Cómo le dices a un pobre ciudadano que la Navidad es una fecha para celebrar, para estar unidos, cuando el único alimento que los tiene de pie es el amor de su familia?.
Lo impresionante radica en que aun cuando ellos conocen su situación económica, no pierden la esperanza de celebrar en estas fechas ¿pero cómo celebra un ciudadano de clase baja la Navidad?
Evidentemente conoce su realidad, ajena a lujos, comodidades, antojos y regalos. Si bien le va y, toda la familia trabaja, desde el más grande a hasta el más pequeño de los integrantes, podrán comprar un pollo rostizado y brindar con un refresco, y a dormir porque ya no hay nada más que puedan celebrar. Solamente estar unidos como familia y pedirle al de arriba que no suban la canasta básica porque si la tortilla ya subió ¿qué podemos esperar para el año nuevo, sólo que se les ocurra subir el huevo o la leche?.
Para concluir, si hacemos la suma del salario mínimo y lo sumamos siete veces nos da una cantidad obscenamente miserable, sólo para comer algo muy barato y que aparte, sobre algo para los gastos que faltan, pues la semana todavía no se acaba, pero el dinero ya esta por terminar.
Hay que dar gracias a la ¿vida? y esperar que el próximo año vaya mejor y así, tal vez, celebrar una navidad mejor algún día.
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