POR.- KARLA ORTIZ SUÁREZ
Al ver todas las reacciones que han tenido gobiernos sobre todo Estados Unidos y empresas con cedes internacionales antes Wikileaks, me parece que vamos como los cangrejos y en vez de avanzar se ve un atraso tecnológico y sobre todo de información continuo.
Desde el 2006 que Wikileaks abrió literalmente una puerta hacia la información que con anterioridad pocos eran los privilegiados en tener, se ha suscitado un continuo desprestigio hacia EEUU y su Ejército, como forma más directa de conocer toda esa corrupción, racismo e intolerancia en pleno Siglo XXI, por parte, se supone, de personas preparadas y con una educación más avanzada en comparación con América Latina.
También hay que ser sinceros, si todo este relajo que se hizo a escala mundial a principios de Diciembre, hubiera pasado en México o cualquier otro país de más abajo, las cosas hubieran sido más fáciles por la rápida intervención de EEUU o de países europeos. La cosa fue que la potencia mundial y patrón de todos los países del mundo, se le escapó de las manos este tema, tal vez porque no le dieron la importancia necesaria o porque pensaron que la sociedad iba a reaccionar ante tales pruebas que montan a pensar en Hitler (y saber que las cosas desde entonces no han cambiado mucho).
Me parece que en México fue una noticia un poco ambigua, sobre todo por parte de las mayorías que en nuestro país están reinadas por la desidia o el ensimismamiento de sus propios problemas familiares, sociales o económicos, sin embargo una pequeña minoría que nos interesó el tema estuvimos al pendiente de la reacción de las grandes marcas que bloquearon la página de Wikileaks, como Mastercard, que bloqueó este sitio para que no se realizaran transacciones en beneficio de los líderes de este portal que ofrece evidencias claras y contundentes de lo que escriben.
No tendría que ser raro por parte de un alto ejecutivo que en los años 90s fue limpiador de baños, sin embargo, puede ser que la presión de los grandes líderes o también por beneficio propio haya retirado de cierta manera el apoyo a una página que en términos generales no hacían nada, más que informar a los cibernautas de lo que los grandes gobiernos hacen a nuestras espaldas.
Regresando de nueva cuenta a México, me parece que todo el desmadre que hubo en los últimos días en torno a Wikileaks, no fue más que una buena mercadotecnia (improvisada, claro está) que les traerá beneficios tanto a los líderes de Wikileaks así como en la adquisición de nuevos fans latinoamericanos que tendrán, sobre todo en un momento tan metafórico como el que estamos viviendo: Navidad o Fin de año, “nuevos propósitos y nuevas verdades que se hacen presentes”.
Resulta un poco contrapuesto el hecho del porqué los medios de comunicación decidieron dar a conocer la noticia en México, cuando no hubo profundidad en su información y fue bastante repetitiva, tanto en las televisoras como en medios impresos. No obstante, las autoridades no han sabido imaginar el grado de “peligro” que es Internet para ellos, sobre en esas minorías que nos encanta navegar en la web y enterarnos de cosas tal vez más rápidos que ellos, pero es que tal vez ni siquiera piensan y menos, saben la manera que ahora cualquiera, puede ser un hacker.
Habrá que ver las reacciones en los siguientes días de la sociedad internacional, para predecir una teoría más confiable y para no decir que Wikileaks se ha convertido en el narcotizador y distractor internacional para lo que viene el próximo año, que como siempre, no será nadaaa alentador para nosotros los mortales.
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