lunes, 27 de diciembre de 2010

EXTRA: EL LEVANTÓN DE ÉRIKA GÁNDARA

Érika Gándara, de 28 años, era desde algunos meses la única agente de policía que protegía con la única compañía de un rifle R-15 a los nueve mil habitantes del pueblo de Guadalupe, cercano a Ciudad Juárez, Chihuahua, y fronterizo con Estados Unidos y donde los señores de la droga delinquen a sus anchas.

"Yo sí soy policía. No estoy aquí para hacer labor social o humanitaria. Yo soy la única policía del pueblo, la autoridad", subrayó en un despacho a la AFP.

Cuando Gándara entró a trabajar como radio-operadora en la policía municipal a mediados de 2009, el cuerpo contaba con una decena de agentes. Poco después empezó la ola de violencia en la zona y Gándara tuvo que trabajar sobre el terreno ante los ataques que empezaron a recibir.

"De mis 10 compañeros, unos renunciaron y a otros los mataron. Aquí nadie quiere 'entrarle' a policía y además tampoco hay presupuesto".

Más de 2.700 personas han sido asesinadas este año en la región del valle de Juárez, donde se ubica Guadalupe.

Érika, soltera y sin hijos, aseguraba que no recibía dinero de los narcotraficantes.
"Muchos dicen que la policía es corrupta y que el 'narco' les da dinero. Yo no entro en ese juego porque sé que así como llega el dinero fácil también la muerte llega rápido".

El jueves 23 de diciembre de 2010, en la mañana, un grupo armado ingresó a la casa de la mujer policía y se la llevó por la fuerza.

El año pasado, justo la semana en que la agente comenzó a trabajar en el Departamento de Seguridad de Guadalupe, un oficial de policía fue asesinado. Meses después otros siete renunciaron y en junio de este año, los pocos uniformados que quedaban se dieron de baja después de que asesinaran al alcalde, Jesús Manuel Lara.

Actualmente son cinco las mujeres que dirigen los departamentos de policía de varios municipios conflictivos en este estado, norte del país.

En octubre de 2010, Marisol Valles, una estudiante de criminología, asumió a sus 20 años la jefatura de la policía de Praxedis G. Guerrero, situado también en el estado de Chihuahua, fronterizo con Texas y considerado uno de los más violentos de México.

El 29 de noviembre, un grupo de sicarios asesinó a tiros a Hermila García, la primera jefa de policía víctima del crimen organizado en el poblado de Meoqui, a 70 kilómetros de la capital del estado.

En 2008 también fue asesinada la directora administrativa de la policía en Ciudad Juárez, Silvia Molina, frontera con Estados Unidos.

Aunque la Fiscalía General del Estado de Chihuahua fue parca en la información sobre lo ocurrido a Érika Gándara, las expectativas de un final feliz son escasas.

Chihuahua es uno de los estados más violentos de México que han sido azotados por el narcotráfico, en especial Ciudad Juárez, fronteriza con la estadounidense El Paso (Texas) y en donde se han registrado más de 3.100 asesinatos en este año

De esta manera, otra mujer que se atrevió a decir basta fue levantada para escupirle a los poderes estatal y federal la cobardía de la que hacen gala.

Hoy, las faldas Érika Gándara adquieren mayor dignidad que los pantalones del presidente de la República.

RGM

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