· No todo lo que brilla es oro, y menos cuando la navidad se convierte en una fecha inolvidable ante un accidente que lo cambia todo.
POR: JORGE VELÁZQUEZ
Diciembre, es la época tan esperada en todo el año, porque es aquí donde amistades y familiares se reúnen para celebrar un año más de vida y convivencia entre ellos, dando gracias por haber compartido momentos satisfactorios y lo mejor, conservando y fortaleciendo su lazo tanto de amistad como familiar.
Si, la Navidad es la etapa en donde calles y hogares se visten de colores rojos y verdes, con adornos de estrellas, muñecos de nieve y lleno de luces que hacen del mismo un espacio agradable, que transmite paz y felicidad a las personas, pero no todo es bello, no al menos para aquellos que se encuentran encerrados en las cárceles o quienes llegan a sufrir accidentes en estos eventos, llegando al extremo de la muerte y pasando de una noche feliz, a la más espantosa y desagradable fecha por el resto de sus vidas.
Un artículo publicó en el diario A.M.com comenta que “golpes en la cabeza, asfixia por tragar objetos insólitos y quemaduras, son los tres accidentes más frecuentes asociados a las fiestas, según las estadísticas del IMSS”.
Las fiestas decembrinas aparentemente son inofensivas y el objetivo es brindar un momento de felicidad, pero no se debe olvidar que cualquier acción puede hacer de la misma un rato desagradable, por eso es importante tomar las medidas necesarias para evitar que ocurran accidentes.
Ahora bien, no todo lo que brilla es oro, tal es el caso de los presos, quienes no consideran estos días importantes, sea el caso porque en repetidas ocasiones los que ingresan al penal son abusados sexualmente y la supuesta “Nochebuena”, que todos esperamos con ansias, para otros es una pesadilla, porque al entrar a un reclusorio en estas fechas, algunas veces son violados como sinónimo de bienvenida y regalo de “Navidad”.
Año tras año, es desconcertante como en estas fechas, donde todo es amor y dulzura ocurren catástrofes que lo cambian todo, ejemplo claro: el alcohol. No digo que es malo tomar, siempre y cuando se haga con responsabilidad y en lugares seguros, pero desafortunadamente las personas no lo ven así, y salen a las calles en estado de ebriedad sin medir las consecuencias que sus actos pueden tener.
En este sentido, un artículo publicado en la página web clinicaser.info comenta que “La celebración de las fiestas de Navidad, Nochebuena y Año Nuevo ocasiona numerosos desplazamientos para asistir a fiestas familiares, con amigos y compañeros, o para realizar viajes de vacaciones. También es frecuente que en estas fechas se consuman bebidas alcohólicas.
El aumento de los desplazamientos en vehículos a motor conlleva a su vez un incremento del número de personas que sufren lesiones derivadas de colisiones y atropellos”.
A veces no medimos las consecuencias que puede haber si tomamos hasta morir, nos es muy fácil agarrar los caballitos de tequila, o los famosos “fondos” que si bien nos va, podemos caminar derechos. Sin embargo, esta sensación de parecer trompos y subirnos a un automóvil puede convertirse en una tragedia, ya que al manejar en este estado, surgen problemas como la muerte de alguien, y se pasa de una noche feliz, a un tormento que durará toda la vida.
Sin duda la navidad es una palabra que tiene demasiados significados, y que por lo mismo no garantiza que sea perfecta, siempre habrá algo que nos marque, sea para bien o para mal, lo importante es saber que nuestros actos conllevan una responsabilidad y consecuencia, es como el “karma” que afirma que si obras bien te irá de maravilla, pero si haces algo malo, se te regresara el doble o triple. Ahora sólo piensa que prefieres, una “Feliz Navidad” tomando con medida, o un desastre que haga que esta fecha no quieras que llegue.
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