POR.- EL DODO DE LA MALA LECHE Y EL DODO DE HUMOR NEGRO
El improbable debate en pro de la legalización de las drogas en México ha puesto en alto contraste los múltiples discursos de la Presidencia de la República: uno enfatiza la libertad de expresión para que cada quien diga lo que se le pegue la gana al respecto; otro de antemano resalta que el poder Ejecutivo no firmará nada que contradiga la tragedia nacional que inauguró la guerra de los cárteles; otro, alimentado por terceros, justifica la conducta de Los Pinos por la presión de los Estados Unidos y la supuesta mentalidad de no negociar con delincuentes; uno más apunta al espíritu demagógico de las elecciones por venir; el chiste es que entre el sí, pero no, 28 mil muertos merecen una amplia explicación que ninguna instancia gubernamental desea aclarar y, aunque caras, las drogas siguen abasteciendo el mercado nacional.
No dudamos en las capacidades creativas o el don sindicalista del recién fallecido compositor de música popular Roberto Cantoral, sin embargo, el homenaje en el Palacio de las Bellas Artes de la Ciudad de México fue una exageración al sentar el precedente de que los verdaderos monstruos sagrados de la canción nacional tendrán que encontrar otro espacio acorde a la trascendencia que tuvo su obra en diferentes generaciones de mexicanos. Insistimos, “El triste”, “El Reloj” o “Al final” son parte medular del sentimentalismo de la nación, pero no bastan, creemos, para elevar al difunto a la altura del santuario del Arte sin contar con una opción para cuando llegue la despedida de figurones indiscutibles de la cultura mexicana.
En contradicción abierta quedó la rebelión y las sanciones que se esperan para los policías federales, que en Ciudad Juárez, denunciaron las movidas chuecas de sus mandos. Demostrando la habitual prepotencia de la autoridad, fueron callados y el incidente le reventó la bilis a Felipe Calderón, justo ahora que anda viendo la manera de vender “su” conflicto en una presentación menos agresiva, se resolverá con sanciones, expulsiones y el respaldo pleno a los mandos que saben lo que hacen, destacándose en la extorsión permanente a la ciudadanía. Esperan los siniestros que el ejemplo pare otras oposiciones al cumplimiento de la ley de Herodes.
Aberrante fue el calificativo usado por la Iglesia Católica Mexicana al dictamen de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en cuanto a la legalidad constitucional del matrimonio gay. Ahora que estamos metidos en las conmemoraciones del Bicentenario y el Centenario de los movimientos sociales que nos dieron Patria, valdría la pena exponer el papel “aberrante” que tuvieron las sotanas en la historia del México independiente para que los creyentes no se confundan con la fe en Dios y Cristo, y el apego “aberrante” que la curia ha tenido por el poder material, la intriga y la entrega al extranjero y otras barbaridades, ajenas a la integridad del individuo que defiende la Carta Magna de 1917.
Como se habrán enterado en el Facebook, el Gómez cumplió años y recibió sentidas felicitaciones, por supuesto, ninguna de grillos encumbrados, beatos de ocasión y otras entidades nefastas, sino un bonito caudal de gente real que lo aprecia y le soporta sus vaciladas. Nosotros, el Dodo de la Mala Leche y el Dodo de Humor Negro lo felicitamos tardíamente por habernos encontrado, por hacerle la chamba cuando él está en fiestas y por no habernos incrementado la renta de cocos por trabajar en el blog.
Gracias, público conocedor por querer a nuestro Editor, a pesar de ser como es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario