Los DODOS no aparecimos al pie de la Columna de la Independencia, en la Ciudad de México, porque consideramos que el SILENCIO NUNCA ES LA OPCIÓN EN CONTRA DE LOS CANALLAS, al contrario, esos mal nacidos lo interpretan como aceptación o impotencia.
Los periodistas y los reporteros no podemos darnos el lujo de callar; tenemos que seguir trabajando con y para la noticia. Quizás, en la perspectiva de las vergüenzas del gremio, no ganemos mucho, pero en la visión de quienes nos meten en el mismo caso de los vendidos, un punto de vista acertado puede ganar una percepción diferente.
Todos los que trabajamos en medios, sabemos que con la oportunidad viene un riesgo que tenemos que asumir. En México, la libertad de expresión y el derecho a la información no son deberes, son un arrebato cotidiano al Estado y a los intereses oscuros que ha alimentado.
Lo nuestro es seguir informando y comunicando, a pesar de que nuestras mujeres y nuestros hombres desaparezcan o sean asesinados, habrá otras y otros que seguirán en la necia de exhibir su verdad.
Por eso es importante distinguir entre los periodistas y los reporteros que se ostentan como tales y están al servicio de los criminales de cuello blanco y los ilegales, y los anónimos que día a día buscan una luz en este mundo de tinieblas en que se ha convertido este país.
EL ÚLTIMO DE LOS DODOS apoya las cinco peticiones dadas a conocer el siete de agosto de 2010, pero las gritará fuerte, pues sabe que el silencio es otra forma de complicidad.
1. Alto a la impunidad en torno de los asesinatos, secuestros, desapariciones y amenazas a periodistas y trabajadores de los medios de comunicación.
2. Cumplimiento cabal, por parte de las instituciones del Estado mexicano y de los diferentes órdenes de gobierno, de su deber y obligación constitucional de garantizar y custodiar el acceso a los derechos de libertad de expresión y acceso a la información.
3. Vigencia plena a los derechos a la libertad de expresión y al acceso a la información para todos los mexicanos, y el compromiso de no suspender, acostar, negociar o transferir esas garantías conquistadas por la sociedad.
4. Poner en marcha en el corto plazo, las medidas necesarias para garantizar las condiciones de seguridad del trabajo periodístico en el país, así como los mecanismos institucionales de protección a la labor de los periodistas, con pleno respeto a la pluralidad, la libertad y la independencia de todos y cada uno de los medios de comunicación.
5. Corresponsabilidad y compromiso de las partes involucradas para salvaguardar el derecho de todos los mexicanos al libre acceso a la información y a la expresión de sus ideas
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