POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
Hay muertos que aun en la tumba no alcanzarán la paz.
La noche del jueves 26 de enero de 2012, el ex titular de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad, Miguel Nazar Haro, falleció a los 87 años de edad, en su domicilio de la Ciudad de México.
Figura clave en la guerra sucia de los años setenta del siglo pasado, Nazar Haro murió a las 21:00 horas, luego de un coma depresivo que acentuó sus enfermedades, a raíz del deceso de su esposa, situación que mermó su salud de manera significativa.
Miguel Nazar, nació en 1924, en Tuxpan, Veracruz, y se convirtió en uno de los jefes policíacos más controvertidos del país, pues se le relacionaba con los hechos ocurridos el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de Tlatelolco y las terribles represalias que el gobierno federal ordenó contra los líderes y los militantes del movimiento estudiantil.
Creación irrefutable del sistema autoritario de la época, Nazar Haro enfrentaba acusaciones por el ilícito de privación ilegal de la libertad equiparable al secuestro, por presuntamente haber intervenido en la captura y desaparición de Jesús Piedra Ibarra, hijo de Rosario Ibarra de Piedra, en 1975.
Piedra Ibarra, quien militaba en la Liga Comunista 23 de Septiembre, fue detenido en abril de 1975 en Monterrey, Nuevo León. Desde el día de su captura nunca más se supo de él.
A pesar de las evidencias, el policía pudo sortear mil y una dificultades gracias a las múltiples relaciones políticas que impidieron la aplicación de la justicia cuando hubiera podido dar cuenta de sus actos.
En diciembre de 2003 se giró una orden de aprehensión contra Nazar Haro y en febrero de 2004 fue detenido e ingresado al penal de Topo Chico, en Nuevo León; sin embargo, fue trasladado al Distrito Federal debido a que la ley le permite a las personas mayores de 70 años el beneficio de la prisión domiciliaria.
En junio de 2005 fue incriminado por la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado como presunto responsable de la desaparición de seis integrantes de la Brigada Campesina de los Lacandones, en noviembre de 1974.
A finales de septiembre de 2006, un juzgado federal lo absolvió de este cargo, al no acreditarse la existencia del cuerpo del delito.
Al igual que otros cabecillas de los esquemas represivos del país, Nazar Haro jamás pagó al pueblo de México el daño que le hizo.
Nazar Haro ideó, fundó y organizó lo que se conoció como la Brigada Blanca, un ilegal grupo de policías y ex policías nunca reconocido, culpado de la desaparición, muerte y tortura de opositores políticos.
Pero, debido a esos sarcasmos de la vida, Nazar Haro murió en su casa, rodeado de familiares y amigos, lejos, muy lejos, de esos hombres y mujeres que sucumbieron en sus manos sin recibir compasión alguna.
El mal, a veces, se sale con la suya.
1 comentario:
Ayyy güey
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