POR.- EL DODO ELECTOR
Anticipándonos a la Historia, los DODOS sabemos que el sexenio de Felipe Calderón será recordado como el mandato de la violencia. La guerra personal del presidente de México contra el crimen organizado aprisionó a la sociedad en un fuego cruzado, cuyas consecuencias son todavía invaluables.
No obstante, siguiendo la tradición del relumbrón, en el último año de poder, Calderón intentará vender una imagen menos lamentable y procura, de entrada, que en los primeros tres meses de 2012 haga cien giras de trabajo, previas a la fecha que por ley electoral se impida realizar actividades que pudieras leerse como proselitismo ante los comicios del primero de julio.
De acuerdo con el calendario electoral 2012, el registro de candidatos a la Presidencia de la República se realizará del 15 al 22 de marzo próximo. Las campañas tendrán una duración de 90 días y comenzarán el día siguiente al de la sesión donde los aspirantes se registrarán para la elección y concluirán tres días antes de la jornada de votación.
El 2 de enero de 2112, la Secretaría de Gobernación ordenó a las dependencias de la administración pública federal suspender la difusión de propaganda a partir del 23 de marzo próximo y hasta la conclusión de la jornada, siempre y cuando los contenidos no se apeguen a lo estipulado en la Constitución, en el Código Electoral y lo que autorice el Instituto Federal Electoral.
Sin embargo, la contracción del tiempo político es un aliciente para que Felipe Calderón vaya de un lugar a otro recitando esos discursos que nadie cree.
Uno de los proyectos que se busca concluir en todo el país será la cobertura universal de salud, a través del cual, cualquier mexicano tiene derecho a un médico, medicinas, tratamiento y hospital; sin embargo, los que presentan mayor rezago son Baja California y el Distrito Federal.
Baste citar los casos de influenza, que en un principio por decreto de negaron, y que efectivamente ocurrieron, mostrando las limitaciones de las metas reales y la incongruencia vigente entre el verbo y la curación.
Sin embargo, el presidente anunció hace unas semanas la asignación de 300 millones de pesos para finalizar la construcción del hospital de alta especialidad en Durango, que tendrá capacidad superior a 200 camas.
La visita del Papa Benedicto XVI a Guanajuato, incluye un encuentro con el titular del Ejecutivo el 24 de marzo próximo. Curiosamente, la reunión ocurrirá un día después del arranque de las campañas por la Presidencia de la República.
De acuerdo con el mandatario éste es el sexenio de la infraestructura, pues se han destinado más recursos que en la época de Porfirio Díaz, pasando por alto los criterios específicos de la comparación.
Una de las obras pendientes es la carretera Mazatlán-Durango, que tendrá un costo de 19 mil 600 millones de pesos y con lo que se busca potenciar el desarrollo económico de la región.
En Sinaloa, se ejercerá en 2012 un presupuesto de mil 431.9 millones de pesos para la continuación de los trabajos del entronque de entrada norte a Mazatlán, el acceso norte Culiacán, la construcción del circuito exterior de Culiacán, el entronque Benito Juárez-Los Mochis.
Mientras, se tiene previsto que en las próximas semanas Calderón visite Tlaxcala, donde supervisará obras como la carretera Los Reyes-México-Zacatepec, el libramiento Tlaxcala y el tramo Calpulalpan-Ocotoxco.
El Consejo de Desarrollo Económico de San Luis Potosí anunció que posiblemente Calderón asista al inicio de la construcción del parque industrial Puro Potosino, en cuya obra se prevé invertir inicialmente más de 100 millones de pesos. El arranque puede ser entre el 31 de enero y 14 de febrero, y los trabajos de construcción durarán alrededor de 6 meses.
Apenas comenzó el año y el Ejecutivo Federal ha realizado por lo menos de dos a tres giras a la semana, por lo que es un hecho que la promesa de las cien visitas ocurra, aunque esto no signifique que en la realidad se concreten.
En ese sentido, el tiempo está de su parte, lo que prometa Calderón difícilmente podría concretarse en que lo resta de presidente. Así que como prometer no empobrece, la propaganda política estará a la alza y los indecisos tendrán remedos de convencimiento, a ver sí así, el panismo se larga con menos vergüenza.
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