POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
El gobierno federal se encargó de reventarlos. La privatización de la energía eléctrica era impostergable. ¿Para qué? Para devolver “favores” y amarrar discretos negocios a espaldas del pueblo. Ahora, el servicio es deplorable, la atención mínima, los costos altos y el cobro excesivo es la única puntualidad.
En un documento de análisis, elaborado por la Comisión Especial de la Cámara de Diputados, ventilado por un periódico de tirada nacional, se estableció la Comisión Federal de Electricidad (CFE) erogó de 2000 a 2009 un promedio de 30 mil millones de pesos anuales por concepto de compra de energía a productores privados, pero mantiene ociosa casi 50% de su capacidad.
Por supuesto que el monstruo labora a la mitad, puesto que es de esa forma como cumple las indicaciones de su creador; se necesita tornar vulnerable el sector y aventarlo a los brazos de la libre empresa, según requiera la estrategia de los mandamases.
La CFE destinó 268 mil millones de pesos a la compra de fluido eléctrico; además, construyó infraestructura y logró niveles de 47% en reserva estratégica de energía. ¿Reserva? Sí, reserva que en el mundo se ubica alrededor de 15% y que en México, haciendo las restas pertinentes por la producción privada, estaría en 24%, lejos aun del estándar universal.
La jugarreta es básica: administrar a favor de intereses específicos y anular cualquier obstáculo.
La Comisión Especial, presidida por el diputado César Augusto Santiago Ramírez, estableció que en 30 años la CFE destinaría 1.3 billones de pesos para pagar a los productores privados, lo que representa un promedio anual de 44 mil millones de pesos, monto similar al presupuesto carretero de los últimos cuatro años.
El reporte agrega que una explicación en los excedentes de la capacidad instalada “se deriva de un mayor número de permisos de generación de electricidad otorgados a privados por la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
“No se justifica otorgar dinero a CFE para que siga creando plantas generadoras de energía beneficiando a empresas españolas que no se requieren (...) peor aún que se hayan suscrito contratos hasta 2041 para generar energía que la propia Secretaría de Energía considera innecesaria”.
Misteriosamente, tanto el gobierno federal como el de la Ciudad de México guardan una simpatía a prueba de balas con los capitalistas españoles, ya que importantes proyectos han sido llevados a las manos de sus representantes locales. ¿Será otra reconquista disfrazada?.
En 2010 los particulares generaron 47% de la electricidad, casi la mitad de la obligación productiva que supuestamente iba a reportar el aniquilamiento de Luz y Fuerza del Centro, y el sindicato correspondiente.
Y como calladita se ve más bonita, la Comisión Federal de Electricidad se hizo rosca ante el “balconeo” mediático. ¿Qué podría aclarar, si las patadas vienen del mismo pesebre?.
Una bonita estampa de la parcialidad burocrática.
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