POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
Cuenta la física clásica que dos cuerpos iguales no pueden ocupar el mismo espacio. Por ende, el desencuentro de Carlos Slim con TELEVISA, a propósito de las tarifas publicitarias de esta última, responden a la nueva configuración del mercado interno mexicano.
En otras entregas, los DODOS hemos comentado que nos parece un absurdo que el gasto publicitario en México, vaya más por la deducción de impuestos, y no por la expectativa de aprovechar oportunidades de negocio, planeadas estratégicamente.
Mientras que en los países desarrollados, la publicidad está inmersa en una constante supervisión mercadológica en cuanto a resultados financieros para las empresas, aquí es un escaparate al mínimo esfuerzo creativo y a la ínfima calidad empresarial.
Si a lo anterior se le agregan los precios desmesurados de producción y exhibición del material publicitario, la situación se resume a fabulosos egresos presupuestarios y escaso margen de recuperación a través de las ventas.
Así que la confirmación que Teléfonos de México SAB (TMX, TELMEX.MX), y otras sociedades controladas por el empresario mexicano Carlos Slim, no han llegado a un acuerdo de publicidad con Televisa este año, (pese a ello ésta última espera que sus ingresos por publicidad crezcan este año en un dígito) no sorprende; confirma el desacuerdo entre el millonario y la manera aprovechada que el monopolio de comunicación y entretenimiento realiza sus operaciones.
Los ingresos de la televisora mexicana por difusión de publicidad aumentaron 5.5% en 2010, habría que indagar cuánto fue el crecimiento real en ventas, gracias a la publicidad, de los anunciantes.
Las compañías de Slim, en tanto, representaron 3.8% de los ingresos de difusión de publicidad en 2010, y casi 1.5% de los ingresos totales, es decir, no son baba de perico y, por supuesto, simbolizan una postura capitalista a considerarse.
Destacamos que los servicios y los productos que vende Carlos Slim se venden solos, precisamente por la prioridad que tienen en la vida cotidiana de los mexicanos, así que el ramalazo al contrincante será fuerte.
En un dejo diplomático, el Vicepresidente Ejecutivo de Grupo Televisa, Alfonso de Angoitia declaró: "Estamos listos para vender en lo que consideramos condiciones justas" y aunque sin Televisa cualquier campaña publicitaria se pierde "una parte relevante de la audiencia objetivo”, la decisión está tomada.
Quizás el reclamo de Slim no sea tan exclusivo y que la postura frente a TELEVISA sea un castigo por la incorporación del emporio al ramo de las telecomunicaciones. De ser correcta la apreciación, veremos en lo sucesivo una fuerte competencia por la hegemonía del sector, en enfrentamientos que cimbraran a los espectadores.
Sin embargo, Grupo Televisa espera realizar gastos de capital por 850 millones de dólares en 2011, en comparación con los mil millones de dólares de 2010, mostrando una fragilidad consecuencia de la extraña manera de activar negocios y dormirse en los laureles de una prioridad cuestionada.
En una especie de ultimátum planteó una posibilidad de acuerdo sobre el requerimiento que TELEVISA ajuste las tarifas publicitarias.
Viene a la mente la estrategia orquestada por TELEVISA para frenar la participación de Telmex en Dish, bajo el argumento de concentración prohibida o alianza simulada de la empresa de Carlos Slim en la compañía de televisión vía satélite.
La empresa de televisión interpuso recientemente un recurso de amparo en contra de la resolución emitida por la Comisión Federal de Competencia en 2009, en la que aprobó la concentración notificada por MVS y Echostar y en la que determinó que la participación de Telmex en Dish es sólo como prestador de servicios de facturación y cobranza, así como de distribución y arrendamiento de equipos.
En este asunto, la Comisión Federal de Competencia deberá determinar si la denuncia presentada por Televisa es procedente o no.
TELMEX, a través de un comunicado, explicó que la empresa no tiene participación directa o indirecta en el capital de Dish México; pero, aceptó que de recibir las debidas autorizaciones, podría participar en una inversión conjunta en esta compañía de televisión vía satélite.
La compañía telefónica espera que las autoridades del país, en materia de telecomunicaciones, le permitan ofrecer el servicio de televisión.
Desde que se lanzó Dish al mercado en 2009, los clientes de este sistema de televisión de paga pueden hacer sus pagos a través del recibo telefónico de Telmex, y el servicio es comercializado en puntos de venta de la compañía telefónica.
El trancazo de Slim se dejó sentir en la disminución de 4% de las ventas publicitarias anticipadas de TELEVISA y, en algún momento, esa cuenta podrá agracias a otras posibilidades publicitarias lejanas al monstruo azul naranja.
Eso sí, los cates están de oferta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario