POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
Llenarse la boca de polvo demagógico es fácil, extremadamente fácil. Cumplir es otra cosa. A un año de la cobarde matanza de 16 jóvenes en la colonia Villas de Salvárcar, Ciudad Juárez, Chihuahua, los resultados del programa gubernamental Todos Somos Juárez, implementado como tapadera a la ineficacia y estupidez de la guerra calderonista contra el crimen organizado, distan de celebrarse.
El programa —que incluye acciones para aplicarse a los rubros de seguridad, economía, trabajo, salud, educación y desarrollo social— acordó 160 compromisos por parte de autoridades de los tres niveles de gobierno, de los cuales muy pocos se han cubierto.
Uno de los principales propósitos que el presidente Felipe Calderón planteó al arranque de Todos Somos Juárez fue recuperar la tranquilidad para las familias de la frontera, sin embargo durante 2010 el número de homicidios se incrementó con respecto al año anterior, al pasar de 2 mil 600 en 2009 a 3 mil 60 el año pasado.
Para variar y sin temor, ocultando el huracán de indignación social, el Gobierno Federal dejó de lado el seguimiento a los 160 objetivos que comprenden el plan, o al menos ya no informa a la ciudadanía de los logros alcanzados, si es que ha habido alguno. Así lo demuestra el portal digital en el que se puede consultar los avances en cada uno de los puntos que se propusieron y que, en un inicio, el compromiso fue actualizar datos de manera constante.
La última actualización de esos documentos data del 11 octubre de 2010; es decir, más de 110 días sin informar a la comunidad los resultados.
En pleno año electoral, en el que hubo cambio de gobernador, a la ciudad que tiene 40% de los votantes de la entidad se le destinó una partida adicional de 3 mil 386 millones de pesos, de los cuales 870 fueron para seguridad pública, 800 para educación y cultura, 720 a desarrollo social, 706 a salud, 215 a economía, y 75.5 a generación de empleo.
El primer compromiso de los 160 que integran Todos Somos Juárez dice que para diciembre del año pasado la meta era “ajustar los sistemas de emergencia para reducir el tiempo de respuesta a menos de 7 minutos”, no obstante el tiempo de respuesta de los cuerpos de seguridad difícilmente baja —en promedio— de los 25 minutos y en un considerable número de llamadas el auxilio nunca llega.
El compromiso tres es “combatir el lavado de dinero para desarticular redes de financiamiento del crimen organizado”. En ese punto las autoridades federales ofrecieron una recompensa a quien denunciara delincuentes involucrados en el lavado, la cual sería de 25% de los recursos ilícitos que se logran incautar. Por supuesto, no se ha dado a conocer ninguna detención o entrega de tales recompensas.
Se planteó en el compromiso cinco “lograr la plena identificación del universo de vehículos que circulan en Juárez e incrementar la recuperación de vehículos con reporte de robo”, apenas se logró legalizar alrededor de 15 mil automóviles que estaban de forma ilegal en la ciudad y circulaban sin placas, siendo que diversas estimaciones revelan que el total ronda los 80 mil vehículos.
Los compromisos 69 y 71 que plantean “incorporar al programa Escuela Segura a todas las escuelas públicas de educación básica y a las primarias y secundarias privadas del municipio de Juárez” e “impartir conferencias y talleres para prevenir la violencia en las 141 escuelas secundarias del municipio”, impactan a la letra, pero el personal docente que labora en ellas, no tiene el conocimiento, ni la logística requeridas para su aplicación y algunas ni siquiera saben que son parte del proyecto.
El punto 18 dice que para diciembre de 2010 se habría de capacitar a mil jóvenes que quieran emprender un negocio, en la medición de avances se aprecia que para octubre apenas iban 400; cifra que no establece la obtención de un trabajo. De lograr la meta, las cifras serían notablemente insuficientes pues el 64% de los jóvenes juarenses no trabaja ni estudia.
Se realizaron 16 foros, en los cuales la gente podía preguntar, presentar una queja o hacer sugerencias a los secretarios de Estado y otros funcionarios públicos, quienes les respondían “en vivo”.
José Ángel Córdova Villalobos, secretario de Salud, estuvo en tres foros; el secretario de la Reforma Agraria y coordinador general de Todos Somos Juárez, Abelardo Escobar, participó en dos. El secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio Irazábal, dialogó en tres sesiones con la población; entre otros servidores públicos que también participaron.
El primer foro se realizó en marzo del año pasado y el último en julio, lapso que coincide con el desarrollo de la contienda electoral en la que se renovó la gobernatura del estado.
Después de las elecciones no hubo más sesiones de diálogos con la ciudadanía.
Por eso, el ciudadano promedio se mofa de las declaraciones estrambóticas del presidente Felipe Calderón Hinojosa, que no ve críticas a su estrategia contra el narcotráfico en el documento de los ex mandatarios Ernesto Zedillo (México), César Gaviria (Colombia) y Fernando Henrique Cardoso (Brasil), y tampoco considera que en las distintas expresiones adversas a la suya existan alternativas contrastantes a las que su gobierno está ejecutando.
“Falta mucho por abonar a que se consolide la idea de una política de Estado que, como tal, esté por encima de las visiones partidistas y pueda tener la fortaleza y el consenso de todos los participantes en política.
En general, yo las posiciones que he observado de propuesta y celebro que haya propuestas en materia de seguridad, revisándolas cuidadosamente, no veo con claridad que haya propuestas de alternativas muy claras o muy fundadas.
En general, abordan sobre los mismos temas: enfrentar al crimen organizado, depuración y fortalecimiento de las instituciones públicas, particularmente policiacas y ministeriales, tener especial énfasis en la política preventiva, como educación y generación de oportunidades para jóvenes, tener una política pública preventiva considerando el problema de adicciones desde una perspectiva de salud.
Todos estos temas los hemos abordado, no obstante que el gobierno ha insistido en que está abierto, como lo está, a recibir propuestas y sugerencias de alternativas, a final de cuentas, las que se plantean son más o menos en el mismo tema. Qué bueno que así sea”.
Esperemos que se acuerde que antes de ser lo que pretende, es un ser humano y que las decisiones inmisericordes tomadas, lo bañarán de sangre inocente hasta el último día de su patética existencia.
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