sábado, 18 de junio de 2011

REFLEXIONES PERIODÍSTICAS: EL PACTO CIUDADANO POR LA PAZ 2011

La soberbia de los grillos mexicanos no conoce freno. Lejos de preocuparse por el movimiento de resistencia ciudadano que se ha gestado por las imbecilidades cometidas, desde el presidente de la República hasta el último monito de cilindrero elevado a burócrata, los señores todavía no se siente aludidos por el juicio popular que se desprende de actos como el que nos compete.

La matanza decretada por la casta gobernante logró que sectores importantes de la población, aun de dientes pa’ dentro, reconocieran que las cosas no pueden mantener a un costo sangriento sin que existan repercusiones sociales.

Coincidiendo en el cuarenta aniversario del jueves de Corpus de 1971, donde el gobierno de Luis Echeverría no dudó en repetir la dosis represiva contra estudiantes, la Caravana por la Paz coronó el objetivo de comprometer libremente a cada mexicano y a cada mexicana en la causa de salvar la vida frente al fanatismo bárbaro de los seudos políticos encumbrados.

He aquí lo acontecido:

Al pie del Monumento a Juárez, el más importante ubicado en el centro de la ciudad más violenta de México, el viernes 10 de junio de 2011, se firmó el Pacto Ciudadano con acuerdos y acciones de resistencia civil pacífica para obligar a los tres niveles de gobierno y al Congreso de la Unión a acatarlo. Participaron más de 250 organizaciones agrupadas en el Movimiento Nacional por la Paz y la población presente en la plaza.

“Queremos demostrarle a los señores de la muerte que México está de pie, que es democrático y que está luchando por alzarse en medio de tanto dolor”, aseguró ante la multitud el poeta y escritor Javier Sicilia.

Luego de casi 3 mil kilómetros recorridos y tras siete días llenos de dolor, la Caravana por la Paz, también llamada del consuelo, concretó la firma del Pacto Ciudadano en medio de un ambiente de indignación ante la muerte y desaparición de personas inocentes, que se resumió en los gritos de “justicia”; “ni un muerto más” y “lo logramos”.

El Pacto Ciudadano fue firmado por Sicilia, Raúl Vera, Miguel Concha, Gonzalo Ituarte, Óscar Enríquez, así como por las cientos de familiares de las víctimas que viajaban en la Caravana Nacional por la Paz, por las ONG que participaron en su elaboración y los pobladores de Ciudad Juárez, asistentes al acto público, además de que su firma se extenderá a plazas públicas del país y por Internet.

Entre las exigencias se encuentran garantizar la protección a educadores, a defensores de derechos humanos y a la no criminalización de la juventud; y entre las acciones de resistencia civil, entre otras, están evadir el pago de impuestos y destinarlos a este movimiento, hacer un boicot al proceso electoral de 2012 y pedir al gobierno financiar un canal de televisión hecho por jóvenes y para jóvenes.

“Este es un documento preliminar, pero en lo leído en esta versión del Pacto Nacional redactada de forma apresurada, está la sustancia. Será un documento modificable que iremos afinando”, aclaró el escritor Sicilia.

El Pacto Ciudadano de Juárez fue elaborado del documento base presentado el 8 de mayo por Sicilia y se agregaron exigencias y acciones de resistencia civil pacífica que salieron de las nueve mesas de debate abiertas en las Universidad Autónoma de Ciudad Juárez durante este viernes. Ahora será lanzado a una amplia consulta nacional para agregar más firmas y sumar apoyo.

“Venimos a perder el miedo y a demostrarles a la autoridades corruptas y a los criminales que nosotros somos más. Nosotros hemos visto en esta caravana que somos más. Hoy atestiguamos el nacimiento de una nueva ciudadanía, ciudadanos que se movilizan, que debaten y se organizan para presionar a quienes están en el gobierno para que acaten sus mandatos y si no lo hacen, serán castigados”, aseguró Sicilia.

Ante la violencia que ha dejado 40 mil muertos y más de 10 mil desaparecidos en el país, según organizaciones sociales, con la firma de este pacto buscan agrupar los esfuerzos de la sociedad civil para exigir a los gobiernos implementar acciones concretas para lograr la paz, la justicia y un combate efectivo a la corrupción en las instituciones y contra el patrimonio y la economía de los criminales.

En el “epicentro del dolor”, como Sicilia y este movimiento han llamado a esta ciudad, más de mil personas salieron a las calles con banderas blancas y de México, con camisetas con fotografías de sus desaparecidos y también con lentes obscuros y gorras para ocultar su identidad ante el miedo que existe hacia los criminales.

“Lo que este movimiento está construyendo es una nueva ciudadanía, organizada, basada siempre en el impulso de la paz, ante las agresiones y la violencia, que se moviliza con sus cuerpos, que ejerce presión con su presencia y que acude a los lugares donde las llagas están abiertas, por eso fuimos a las zonas más adoloridas, como lo es Juárez, por eso estamos aquí. A través de acciones colectivas como el boicot, esta masa obligará al Estado a garantizar la seguridad que ahora es incapaz de proveer”, asegura Pietro Ameglio, experto en movimientos de paz en conflictos armados e integrante de esta caravana.

Luego de los testimonios escuchados durante la Caravana por la Paz y tras la adherencia de más ONG a su paso por 12 estados de la República, este movimiento acordó impulsar la creación de movimientos de paz regionales, con la finalidad de dar fuerza a las acciones de resistencia civil pacífica que se pondrán en práctica luego de la firma, ayer viernes, del Pacto Ciudadano en Juárez.

Los movimientos de paz regionales serían los encargados de realizar las movilizaciones ciudadanas, apoyados por una figura pública emblemática, para presionar a las instituciones gubernamentales en cada uno de los 32 estados de la República, para que frenen la violencia que en esos lugares existe.

El Movimiento Nacional por la Paz realizará una caravana hacia el sur del país, con la finalidad de agrupar a más ciudadanos y organizaciones sociales y defensoras de derechos humanos y conocer las problemáticas de crimen organizado que se viven en esos estados y extender la fuerza social ciudadana.

Entre las exigencias que contiene está el fin de la estrategia de guerra y el regreso del Ejército a los cuarteles, la no aprobación de una reforma a la Ley de Seguridad Nacional y el impulso de leyes sociales de apoyo urgente a la juventud, cancelación de la Iniciativa Mérida y de los proyectos de seguridad auspiciados por Estados Unidos, freno a la compra y el tráfico de armas, revocación del mandato de los funcionarios corruptos en los tres niveles de gobierno y el fin a la centralización de las dependencias gubernamentales.

También se pide juicio político al presidente Felipe Calderón, a Genaro García Luna, a Javier Lozano y a cualquier funcionario que viole la ley. Buscan investigar las fortunas de personajes como Carlos Salinas y Elba Esther Gordillo, ampliar la matrícula y presupuesto de universidades, dar obligatoriedad de la educación superior y aumento salarial de emergencia proporcional a la inflación.

Movilizaciones a las procuradurías de las entidades para pedir se esclarezcan los casos de violencia, boicot tributario si hay incumplimiento en los puntos del Pacto Ciudadano de Juárez y la eliminación del secreto bancario, son otras demandas.

Estamos seguros que la movilización popular no ha terminado y que tendrá un peso definitivo en la continuidad de la facción gubernamental que nos ha ahogado en sangre

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