POR.- EL DODO DE LA MALA LECHE Y EL DODO DE HUMOR NEGRO
Vendiendo puro circo, la Conferencia Nacional de Gobernadores, venida a una liga de la justicia chafa, desde el lunes 13 de junio al domingo 19 de junio de 2011, una semanita nada más no vaya siendo que se canse, pusieron a 310 mil policías de todos los estados del país y del Distrito Federal a realizar el “Operativo Conago 1” con el fin de “atacar los principales delitos en contra de la seguridad ciudadana”, informó el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard.
La aritmética es concluyente: 310 mil elementos para una población de 120 millones son un bonito detalle.
Pero eso no limita al suspirante por la Presidencia de la República en 2012, que luego de la reunión que encabezó con los secretarios de seguridad pública de todos los estados del país, —excepto Querétaro, Baja California Sur e Hidalgo—, el también presidente en turno de la CONAGO, Marcelo Ebrard informó que la operación nacional comenzaría en el primer minuto del lunes 13 de junio y terminaría el domingo 19 de junio a las 24:00 horas.
Algo de mágico tendrá el plazo, pues apuntó que el lunes 20 de junio la CONAGO informará de los resultados logrados con este operativo que calificó como “el mayor esfuerzo que hayamos realizado en los estados de manera conjunta, paralela, permanente y coordinada”.
En el operativo participan las policías estatales, de investigación y ministeriales de todas los estados del país, o sea todo cristo y hechos bolas.
Los delitos que combatirán son: robo de vehículos, a transporte y a pasajeros; venta de autopartes hurtadas, recuperación de vehículos robados, combate al secuestro, detención de probables responsables que tengan pendientes mandamientos judiciales, desarticulación de bandas criminales y la detección de vehículos con vidrios polarizados o sin placas.
En teoría éstos representan entre 65% y 70% de los actos delictivos que afecta a la ciudadanía y que son parte del catálogo de delitos de “Alto Impacto Social”, aprobado por la CONAGO en febrero del 2010.
Lo que faltaba, un muestrario aprobado de actividades ilícitas.
El operativo se hace de manera sincronizada con un Plan de Operaciones Tipo que se ajustará a las condiciones y demandas de cada entidad para diseñar programas específicos a partir de la identificación de zonas de alta incidencia delictiva.
No podía faltar el juramento de respetar los derechos humanos, la garantía de seguridad ciudadana y la aplicación objetiva de ley.
El “Operativo Conago 1” da seguimiento a las detenciones relevantes para cerciorarse de que los responsables sean presentados a la autoridad correspondiente y sean sancionados conforme a la ley, y se van a cumplimentar las órdenes judiciales de individuos que delinquieron en un estado, pero que, según informes de las autoridades, viven en otra entidad.
Como candidato en campaña, Ebrard prometió que se tratará de “desarticular a bandas criminales, independientemente del origen, trayectoria y aspiraciones políticas. Estamos trabajando por la seguridad, ese fue el mandato que recibimos de los gobernadores y el que esperan los ciudadanos del país”.
Un Secretario de Estado, un Gobernador y el Jefe de Gobierno de la Capital ya están atrayendo los reflectores de la opinión pública pagada, aguardando que el heraldo de los “oprimidos” se trepe a la caravana presidencialista, en un país que camina en otra dirección.
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