POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
Sin circo mediático, unciones de presidente o votos de la ignorancia, existen en México personas que por un hecho, un simple hecho, muestran que con toda la adversidad encima, la esperanza no muere.
El 27 de mayo de 2011, cinco personas, entre ellas un hombre inocente, operador de la Ruta 5 La Estanzuela, fueron acribilladas en la colonia Nueva Estanzuela, ubicada al sur de la ciudad de Monterrey, Nuevo León.
Los hechos ocurrieron al filo de las 14:00 horas en el cruce de la Avenida Presidencia Sur y Patrimonio en la parte media de ese populoso sector.
Dos de los hombres quedaron sin vida bajo un techo donde se resguardaban del Sol y otros dos a un costado de los vehículos con los que trabajaban en ese sector.
La base de taxis presta sus servicios a las personas radicadas en la parte alta de las colonias Ignacio Manuel Altamirano y Nogales de la Sierra, donde, de acuerdo a los habitantes, los autos de alquiler son piratas.
En tanto, la única persona identificada, Jesús Leonel Rodríguez Gutiérrez, de 26 años, se encontraba en el sitio y fue alcanzado por las balas, justo antes de abordar uno de los taxis que lo trasladaría a su hogar en la Colonia Los Nogales de la Sierra.
Los hombres de entre 25 y 45 años de edad quedaron tirados en el suelo en el perímetro cercano a los autos de alquiler, de acuerdo a los testigos, la acción del comando fue bastante rápida y no les dio tiempo para tratar de escapar del lugar.
En los autos tipo Tsuru y Volkswagen se podían apreciar los impactos de bala. En el pavimento quedaron esparcidos casquillos de proyectil calibre .223, AR-15 y de AK-47.
Trascendió que los autores materiales de la múltiple ejecución iban a bordo de dos camionetas sujetos armados a bordo de dos camionetas de reciente modelo, una Escalade y otra Durango, quienes huyeron rápidamente a gran velocidad, tras realizar las detonaciones, con dirección al sector de La Rioja.
La esquina donde perecieron los cinco hombres fue acordonado al menos 50 metros a la redonda por las autoridades; asimismo, cerca del lugar están ubicados tres planteles escolares mismos que suspendieron las clases tras presentarse el incidente armado.
Hasta aquí, la crónica del reportero es un texto promedio en el presente del país. Violencia y muerte. Hasta aquí, el resultado es predecible: los responsables no serán encontrados.
Sin embargo, cerca del lugar de la tragedia, una mujer hizo la diferencia.
La maestra del Jardín de Niños Alfonso Reyes del Turno Vespertino, que aplicó las técnicas aprendidas sobre cómo actuar cuando se presenta una balacera cerca de un plantel escolar, y que video grabó el momento en que mantuvo a sus alumnos “pecho tierra”, en unos minutos dotó en el ánimo de nuestra gente un ejemplo incuestionable de sentido común, valentía y decisión, oponiéndose indirectamente al efecto canalla de terror que inculca este tipo de acciones asesinas.
La maestra Martha Rivera Alanís, narró a través de la red social el momento que vivió junto con sus alumnos, cuando afuera del jardín de niños donde labora se registraba la balacera que dejó como saldo cinco personas sin vida, al sur de la ciudad el pasado viernes.
“@BalaceraMTY @CiudaDanaMtySur #balacera nueva estanzuela varias detonaciones :(.
“@CiudaDanaMtySur estuvo muy feo mis peques del jardin estaban muy asustados :( y yo tambien !!! BASTA A ESTOOOO !!!!”.
“No busque ser famosa ni ser reconocida solamente me encontre en el momento y con la inteligencia adecuada para mostrar nuestra realidad...”, escribió en su cuenta @mrivera1276.
El video que se encuentra en el canal de Youtube, con el nombre de “En un kinder en La Estanzuela, mayo 27 del 2011” registró importantes niveles de audiencia y, poco a poco, la noticia ha ido corriendo.
Por supuesto, el oportunismo político de las autoridades no tardó en manifestarse y montando el clásico mitote para justificar las idioteces propias, no han escatimado loas a la profesora que asumió que sólo hizo lo que debía de hacer, que sólo cumplió con su trabajo.
Si de ese calibre fueron todos los grillos que nos friegan, México sería el mejor de los mundos.
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