Todavía enchilados por el pase de rosca de la criminalidad en Ciudad Juárez y el asesinato de dos “american citizens”, Hillary Clinton, la “big mama” de la Casa Blanca, vendrá a México el próximo 23 de marzo con el propósito de cantarle las calmadas a Felipe Calderón y compañía, acompañada por el secretario de la Defensa, Robert Gates; la titular del Departamento de Seguridad Interna; Janet Napolitano: el Director Nacional de Inteligencia, el vicealmirante Dennis Blair; el Jefe del Estado Mayor Conjunto, Michael Mullen; el Asistente para Seguridad Interna de la Casa Blanca, John Brennan; la administradora en funciones de la Agencia Antinarcóticos (DEA), Michele M. Leonhart, y el director de la Oficina de Control de Bienes en el Extranjero del Tesoro, Adam Szubin. O sea la plana mayor del poder imperial
Más comprometidos que a gusto, la contraparte mexicana estará integrada por la canciller Patricia Espinosa; los secretarios de Gobernación, Fernando Gómez Mont; Defensa, Guillermo Galván Galván; Marina, Francisco Saynes; Hacienda, Ernesto Cordero; Seguridad Pública, Genaro García Luna; el procurador Arturo Chávez Chávez; los titulares del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, del Sistema de Administración Tributaria, de Aduanas, Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda y del Consejo Nacional contra las Adicciones.
La consigna, se rumora, será “ustedes aguanten y denles por su lado”, total ya faltan menos muertos y santas pascuas.
Es de troglodita retractarse, o al menos que alguien le escriba un parlamento para que convoque a la prensa y se disculpe públicamente por las declaraciones homo fóbicas, como lo hiciera el dipuhooligan priísta Cristian Vargas, al resaltar que los homosexuales tienen la tendencia a violar a los niños y a no cuidarlos.
Adiestrado en el seguimiento de la línea, expuso "No he sido presionado por mi grupo parlamentario para retractarme, pero me preocupa el desarrollo psicoemocional del niño".
Y para que no hubiera dudas, el trucutrú, en un hecho casi milagroso, pudo expresar el siguiente elevado razonamiento: "Tengo una gran preocupación por el desarrollo psicoemocional de los menores. Por ejemplo, y como lo dice Aquilino Apolaino, catedrático de la Universidad Complutense, el niño en su primera etapa es un mero espectador de lo que acontece a su alrededor; viene una segunda etapa donde imita todo aquello que ha observado y después actúa. Estas tres etapas, están encadenadas, son sucesivas y determinantes en su comportamiento, por eso mi inquietud".
Honestamente dudamos en la capacidad unineuronal del sujeto a modo de construir un pensamiento tan complejo. Sin embargo, portentos mayores hemos constatado, como el sexenio de Vicente Fox, así que con su maza oculta en la espalda, el dipohooligan decepcionó a sus fanes e hizo muecas mustias con tal de que no le quiten la charola y el hueso.
La seudo organización no gubernamental Uno+Una matrimonio, a pesar de olor a incienso y a pan, está reuniendo treinta y cinco mil firmas para mandar una iniciativa ciudadana a la Asamblea de Representantes del Distrito Federal que revoque las reformas del Código Civil local que permite el matrimonio y la adopción de personas del mismo sexo.
Con el habitual fanatismo de la vela perversa y la moral de sacristía, el vocero de la ONG, Rodolfo Bermejo, se jactó de contar al día con 20 mil firmas comprobables en el padrón del Instituto Federal Electoral y tener una clientela potencial de un millón de defeños encabritados por los desmanes morales de las autoridades capitalinas.
Según los organizados, la idea es mostrar que los chilangos reconocen el matrimonio heterosexual y que, por ende, los asambleístas tienen que retractarse de hacer pactos con el chamuco y llevar a la sociedad al infierno de todos tan temido.
Las señoras, esperamos que todas casadas por las tres leyes, aseguraron que aunque la familia está en crisis, no hay que destruirla, sino fortalecerla, no afectando el derecho sagrado a la procreación; a pesar que los mexicanos ya no cabemos, no se debe limitar el sano deporte de atínele al parto.
Entre el dipohooligan y UNO+UNA matrimonio, la apuesta es a ver quién dice más barrabasadas por segundo y atrae a los habituales distraídos a causas que sólo justifican el reparto de los dineros partidistas o las ambiciones personales de pasar a la lista de innombrables.
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