POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
En México, las mujeres son 51% de la población del país, es decir, por un principio de elemental democracia deberían de tener un equivalente legal en derechos y obligaciones.
Sin embargo, nunca, desde el imperio mexica, mujer alguna ha ocupado el liderazgo gubernamental del país.
En el Gabinete Federal sólo hay dos secretarias de Estado, de un total de 19.
En la Suprema Corte de Justicia de la Nación, dos ministras, de 11 puestos.
En las 32 entidades únicamente hay dos gobernadoras.
En ambas cámaras legislativas las mujeres constituyen el 23%: en la Cámara de Senadores son 18.0 % y en la Cámara de Diputados 22.6%.
En las legislaturas locales las mujeres son 20.3%. Ni siquiera se alcanza el 30% mínimo recomendado por organismos internacionales.
En las presidencias municipales, las instancias de gobierno cercanas a la población, la participación de las mujeres es de 3.4%.
En 18 entidades de México fueron aprobadas, por hombres y MUJERES, las llamadas “leyes antiaborto”, que desde el año 2000 han llevado a prisión al menos a 46 féminas en Puebla, Tamaulipas y Veracruz, y otras 130 en Guanajuato.
En el sector público como privado el nivel directivo ofrece menos de 10% de empleos a mujeres.
En los 504 casos de asesinadas en Ciudad Juárez, Chihuahua, y las 76 desaparecidas, más las cifras ocultas que se acumulen, las autoridades no han investigado, detenido y castigado a los responsables.
En Chiapas, 90% de las denuncias de violencia contra las mujeres terminan en conciliación, porque los funcionarios concluyen que las lesiones de la víctima no son lo suficientemente graves o la denunciante no está decidida a seguir con el procesamiento judicial.
El 82% de mujeres mexicanas que han sido víctimas de violencia no lo denunció a las autoridades
En 13.8 % de las parejas mexicanas, la decisión sobre si la mujer trabaja, es tomada sólo por el hombre.
En 11.1% de las parejas, el hombre decide cuándo tener relaciones sexuales.
En 5.9% de las parejas el hombre es quien decide quién usa métodos anticonceptivos.
38.2% de las mujeres está de acuerdo conque una buena esposa debe obedecer a su esposo en todo lo que él ordene.
68.1% está de acuerdo en que el hombre debe responsabilizarse de todos los gastos de la familia.
De las mujeres que trabajan 10.4% lo hacen sin recibir pago alguno por su trabajo, en comparación con sólo 5% de los hombres en esta situación.
La mitad de las mujeres que trabajan y perciben ingresos ganan dos salarios mínimos o menos, en tanto que sólo 32.2 por ciento los hombres tiene ese bajo nivel.
Del trabajo desempeñado por las mujeres, más de tres cuartas partes es doméstico (76.9%) y casi una cuarta parte es externo (23.1 por ciento).
En contraste, el trabajo realizado por los hombres se compone por 78.7% de tipo económico y sólo 21.3 por ciento doméstico; es decir, las proporciones son inversas.
El 57.6% de las mujeres calificadas en México no ingresan al mercado laboral y pasan a "áreas grises", tales como la informalidad activa y el trabajo no renumerado e incluso la pérdida de los puestos de trabajo.
Uno de cada seis nacimientos en el país ocurre en mujeres menores de 19 años y la tendencia dominante de sexo son mujeres.
Desgraciadamente, ante la vulnerabilidad de las estadísticas, la realidad es peor para las mexicanas, pues, incluso ante una pregunta prefieren mentir o callar.
¿QUÉ ESTÁMOS HACIENDO COMO SOCIEDAD PARA CAMBIAR ESTO?
FUENTE: COMISIÓN NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS, ONGS, NOTAS PERIODÍSTICAS
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