jueves, 3 de noviembre de 2011

EL COCOTAZO: LEGIONARIOS ARREGLISTAS

POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL

¿Será que no existe nada que el dinero no puede comprar? ¿Será que eventualmente todos tenemos un precio? ¿Será que también Dios es un hombre de negocios?.

Esperemos que no y que la justicia, aunque sea mínima, no se ponga a cotización.

El 26 de octubre de 2011, la agencia de noticia NOTIMEX dio a conocer una nota que rezó así.

Los Legionarios de Cristo alcanzaron una serie de acuerdos económicos con “cuatro o cinco personas” que alegaron haber sido víctimas de abusos sexuales de parte de su fundador, Marcial Maciel Degollado.

El cardenal Velasio De Paolis, delegado del Papa Benedicto XVI para la reforma de ese instituto, reveló que tras las negociaciones se abonaron cifras de entre 21 mil y 28 mil dólares, aunque no dio nombres ni cantidades exactas.

Aún queda pendiente resolver el caso de una persona que ha demandado “millones de dólares” como reparación al supuesto abuso sufrido, dijo a la prensa.

El vocero de la Legión en Roma, Andreas Schoggl, confirmó que estos acuerdos fueron establecidos como parte del trabajo de la Comisión de Acercamiento con las Víctimas, responsable de recibir las citadas denuncias, señaló.

Aclaró que aún no se presenta el reporte de ese grupo porque, según acuerdos previos, el mismo será dado a conocer al final del trabajo, que todavía se mantiene abierto.

La comisión de acercamiento constituye una de las medidas impulsadas por el mismo De Paolis como parte del proceso de reforma que viven los legionarios, envueltos en una profunda crisis tras el reconocimiento público del Vaticano a los delitos del fundador.

En mayo de 2006 la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano sancionó con la suspensión “ad divinis” a Marcial Maciel tras investigar las denuncias de abuso contra menores presentadas en 1998 por ocho exmiembros de los Legionarios de Cristo.


En la frialdad de los números, considerando el acervo financiero de los Legionarios, los delitos le salieron barato, y aunque el perjuicio moral y psicológico permanezca, billetes más o billetes menos bastan para voltear la página y curarse en salud.

¿Cómo es posible confiar en una institución, afincada en la educación, por ejemplo, cuyo fundador resultó tan decadente y tan afín a la malignidad que teóricamente perseguía?.

No cuestionamos las razones de los acuerdos monetarios, pero aun así, queda una gigantesca deuda con la cristiandad que no se ve manera de saldarla.

Lejos de ufanarse, los Legionarios deberían de hacer un acto de constricción personal, privado y establecer que, después de Maciel, toda elevada espiritualidad está lejana a ellos. Quizás, sea estúpido, inocente o infantil, partiendo del pragmatismo del Papa Benedicto XVI, sin embargo, nos negamos a aceptar que con la billetera en mano, el sentido universal de la justicia se dé por satisfecho.

Los mal nacidos están reduciendo a Cristo en una tapadera para blanquear su perversidad.

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