miércoles, 9 de noviembre de 2011

APUNTES: LA CRISIS DE VIOLENCIA ANUNCIADA

POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL

Después de capotear las fuertes críticas de algunos grupos de presión, lo máximo que pudo hacer Felipe Calderón, presidente de México, fue “advertir” que “viene una crisis en materia de seguridad, porque la dinámica delincuencial tiene otro ritmo. Ahí sí ha habido un cambio de paradigma brutal que quizá no hemos asumido todavía; la criminalidad cambió, se hizo mucho más violenta, mucho más agresiva y copó a los municipios y a muchas entidades”.

O sea que el gobierno no calculó el tamaño del desmadre y le crecieron los enanos.

Al encabezar la 31 sesión del Consejo Nacional de Seguridad en el salón Tesorería de Palacio Nacional, el mandatario insistió en la necesidad de cumplir con la Ley de Seguridad Pública y tener evaluados el cien por cien de los policías de todo el país.

“La sociedad está preocupada, con toda razón, por el tiempo que nos está tomando a las autoridades dar solución a este problema. No podemos defraudar a la ciudadanía”.

Por ello, emplazó a gobernadores y al jefe de Gobierno del DF a presentar en cuatro semanas un programa alterno para que puedan cumplir con la certificación de sus elementos en enero de 2012.

Ante miembros del gabinete, gobernadores y el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Calderón señaló que existen alrededor 150 elementos policíacos que no aprobaron los exámenes de control y confianza; sin embargo, continúan laborando en áreas antisecuestro.

“La vía para tener policías confiables es precisamente de arriba hacia abajo: iniciar un proceso de depuración a través de instrumentos de control de confianza. Comparto que hay que revisar, si se requiere para todos los niveles, el mismo rigor de confiabilidad, cosa que ya se está haciendo. México no puede esperar a que se limpien los cuerpos policiacos al ritmo en que vamos ahora”.

Sin dar nombres, dijo que si bien se critica que las fuerzas armadas hagan labores policíacas, hay entidades que solicitan su apoyo. “Ha habido casos en que pasan seis meses y luego prorrogamos el apoyo otros seis meses, y ya pasó un año, y prorrogamos otro año, y ya llevamos tres años, y todavía no se ve claro cuándo van a empezar a revisar en serio a sus policías”.

Aquí cabe preguntar si Calderón posee esa información tan escrupulosa por qué, en su condición de Primer Mandatario, no interviene directamente para cesar a esos malos policías.

Por supuesto los gobernadores, metidos en el ajo de la sucesión presidencial, le tiraron de a loco y ni por enterados se dieron.

Durante la sesión del consejo algunos gobernadores manifestaron que será imposible certificar a todas las policías en la fecha marcada (enero de 2013), debido a problemas técnicos y económicos.

El gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, solicitó reconsiderar la fecha planteada, pues de acuerdo con el Secretariado Técnico del Sistema Nacional de Seguridad, el tiempo calculado para realizar las evaluaciones es de 12 a 14 años.

Sin especificar si se trataba del Estado de México, Calderón dijo: “La gente tiene que esperar 12 años para tener policías confiables. A quién le va a llamar el ciudadano cuando lo estén robando o cuando lo estén secuestrando si sabe que su policía no es confiable”.

Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del DF, admitió que el plazo no se va a cumplir. Dijo que en la Ciudad de México ya fueron evaluados 12 mil elementos y faltan 42 mil.

“No llegamos a 50 por ciento en el mes de mayo (del año próximo). Habrá otras entidades donde materialmente no será posible, porque no hay poligrafistas”.

El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, señaló que las reglas son muy estrictas para cumplir el objetivo. “Nuestra realidad es otra, no aspiremos a una policía como la Suiza o alguno de esos países avanzados”, manifestó.

Sin embargo, Calderón reviró: “Y sí, a lo mejor es pretencioso querer tener una policía como la Suiza. Yo honestamente, como mexicano, no veo por qué un mexicano no puede aspirar a tener la mejor policía del mundo en su municipio, en su estado y en el país. Sí, tenemos distintos niveles de desarrollo, pero nuestra gente tiene el mismo derecho que aquellos ciudadanos”.

El gobernador de Oaxaca, Gabino Cué manifestó su preocupación sobre el destino que tendrán los policías que no aprueben la evaluación; por lo que sugirió un proyecto alternativo de empleo.

Al respecto, Calderón indicó: “Probablemente nos quedemos con policías más pequeñas. Es mejor tener una policía pequeña confiable, que multitudinaria y totalmente entregada al crimen”.

En tanto, el gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, se comprometió a combatir “a fondo” delitos como secuestro, homicidio doloso, extorsión y robo en todas sus modalidades.

También confió en avanzar en la certificación de la policía estatal para llegar a enero de 2013 con servidores confiables.

Y mientras la Grilla Mayor hace de las suyas, la estadística tenebrosa de la criminalidad arroja cifras desoladoras.

La cifra de ilícitos no denunciados en el país es de alrededor de 92 por ciento del total de hechos delictivos reportados en todo el país.

En 2010 la incidencia delictiva generó 22 millones 714 mil 927 delitos del fuero común, asociados a 17 millones 847 mil 550 víctimas.

De la cifra anterior (22.7 millones), 20.8 millones no fueron denunciados, por lo que no se inició una averiguación previa.

Únicamente 65 por ciento de las denuncias derivó en una averiguación previa, lo que representa sólo 8 por ciento del total de delitos.

No obstante, mediante acciones entre autoridades federales y locales se logró rescatar a 2 mil 610 víctimas de secuestro (2010 a septiembre de 2011).

Se detuvieron a mil 744 presuntos delincuentes el año pasado y a mil 261 en lo que va de este, lo que representa un promedio de 141 detenciones por mes.

Fueron desmembradas 446 bandas delictivas dedicadas al secuestro, lo que representa un promedio de 21 bandas atrapadas por mes.

Lo anterior, no complica los escrúpulos de los funcionarios quienes estás prestos a extender la mano y llevarse los recursos financieros de la Federación a las arcas sin mayor compromiso, que no sea de palabra, para proteger a sus representados.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un gobierno sabe que para acabar con la violencia, se debe crear comunidad y unidad. Apoyemos el proyecto de Marcelo Ebrard.
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