POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
Lo que hay que soportarle a un presidente enloquecido. En una inusual ceremonia, el presidente Felipe Calderón expresó su reconocimiento al Ejército por su lucha contra el crimen organizado y dijo que su presencia en las calles es aplaudida por los mexicanos (suponemos que no revisa la síntesis informativa diaria o, de plano, escucha sólo las voces de su conveniencia), además de ser reconocidos nacional e internacionalmente.
Arropado por soldados, (sólo así se anima a salir el paladín sangriento) Calderón dijo que "nunca, nunca nos rendiremos ni permitiremos vivir sometidos por el miedo o la violencia al arbitrio de nadie", (que no sea él o los intereses que lo mueven).
Afirmó que "esta presencia del Ejército ha sido, además, enormemente valorada por los mexicanos de hoy, quienes verdaderamente sufren precisamente la inclemencia de la delincuencia, quienes aplauden a los soldados de México avanzar por las calles en defensa de su seguridad, su libertad y sus familias", afirmó. (O que los reciben a plomazos para ver de qué cuero salen más correas).
Calderón celebró jueves 4 de noviembre de 2010, una convivencia con las tropas de la II Región Militar, en compañía del secretario de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván Galván, donde entregó reconocimientos a deudos de militares fallecidos en actos de combate al narcotráfico, entre otras ayudas como becas para hijos de miembros castrenses muertos. Los hijos de los militares y marinos muertos en la lucha contra la delincuencia serán becados con al menos ¡seis mil pesos anuales! para continuar con sus estudios en preparatoria y universidad, sea pública o privada (Al menos el ridículo sirvió para algo y en lo íntimo está siempre la solidaridad con las familias de los hombres y las mujeres que ofrendan su vida por causas cobardes, injustas y desgraciadas, diseñadas para mantener el status quo y el sacrificio de las mayorías)
Calderón dijo que el pueblo de México y el Presidente de la República en particular honran su labor. (Es tanta la honra que por eso se manda más carne fresca al matadero).
"Su lealtad y los riesgos que enfrentan día a día merecen y cuentan con el agradecimiento del pueblo de México", añadió ante soldados de esta región militar y decenas de niños que lloraban en plena ceremonia de convivencia. (Habría que preguntarles a esos niños, si las palabras del responsable directo de las bajas militares fueron suficientes para mitigarles la ausencia y traerles la resignación).
"Con sus acciones que están a la vista de todos, que son reconocidas nacional e internacionalmente hacen patente que la fuerza del Estado, representada entre otras cosas en sus fuerzas armadas, es la fuerza del derecho, la razón, la fuerza de la estabilidad, la fuerza del desarrollo nacional", afirmó Calderón. (Aquí muchas organizaciones no gubernamentales pro derechos humanos escriben sus “asegunes”).
"Rindo un sincero y sentido homenaje a los soldados caídos en el cumplimiento de su deber. Ellos son héroes y como tales merecen nuestro respeto, nuestra gratitud, admiración, porque han ofrendado su vida por la patria y por salvaguardar la seguridad de nuestras familias", sostuvo. (¿Y dónde estuvo él cuando el ejército aguanta los chingadazos, entra al quite o le cuelgan santitos que no deben?).
El homenaje lo hizo extensivo a Marinos y Policías Federales que perdieron la vida en esta lucha por la seguridad y por nulificar toda pretensión de dominio e imposición de los criminales sobre la gente. (Que se asiente que no se mezclan con los delincuentes de cuello blanco y menos con los mafiosos que se ocultan en el régimen).
Insistió en que unidos "venceremos" a la criminalidad, porque son millones los mexicanos que "queremos vivir en paz, salir adelante y a partir de nuestro esfuerzo y que nunca, nunca nos rendiremos ni permitiremos vivir sometidos por el miedo o la violencia al arbitrio de nadie", postuló. (Efectivamente, primero vamos a sacarlo del poder y luego ya veremos).
"Como comandante supremo los instruyó a que sigan empeñando su disciplina, talento, valor, coraje y su gran amor por. México, para que este país sea la patria grande que está llamada a ser y México sea el México que queremos e imaginamos: libre, seguro y que prospera en la paz y tranquilidad", sostuvo. (Básicamente, se joden y sobre los muertos las coronas)
El combate al crimen organizado ha dejado un saldo de 82 militares fallecidos, informó el secretario de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván Galván. (Naturalmente, la cifra jamás se conocerá por razones de Estado, pero contrasta con las treinta mil muertes sumadas por el narcotráfico).
Así es el cinismo oficial.
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