POR.- KARLA ORTÍZ SUÁREZ
El jueves 11 de noviembre de 2010, en el WTC de la Ciudad de México, se cortó el listón de inauguración de la Expo-China 2010. Sí, leyeron bien. Resulta que nuestro querido gobierno panista en los últimos meses ha creado estrategias y alianzas (que se supone, son en beneficio de los mexicanos- como todo lo que hacen, claro está) para crear vínculos con países considerados dueños de potencia mundial, desarrollo económico con plataformas de hierro y con un desarrollo tecnológico único.
Todo esto con la idea (o intención) de llegar a ser A-L-G-Ú-N día como lo son los países primermundistas, sin corrupción e idealismos vagos, sustentados en la buena fe y en el aire (donde viven todas las promesas que a lo largo de décadas hemos escuchado por nuestros presidentes).
Entrar a la página oficial que te brinda el evento y buscar “mayor información” se convierte de manera literal en un abanico de imágenes hechas un híbrido, como si México y China realmente tuvieran cosas en común (además del gusto por el nopal. Que sí, ya no es nuestro).
Además de que presentan dicho evento como un “espacio de intercambio”, es decir, ¿También se van a ofrecer productos mexicanos…..a los mexicanos? Porque entonces ¿cuántos chinos piensan acudir a este evento para comprar cosas que ellos perfectamente pueden hacer, a un precio menor y beneficiando a los suyos? Vaya intercambio cultural…..
Jamás me atrevería a poner en tela de juicio el ingenio del chino, porque sea como sea, son individuos que nacieron para crear cosas y nos los han demostrado a lo largo de la historia. Pero el ingenio del mexicano supera cualquier expectativa.
Pudiera parecer que soy ave de mala güero, pero jamás he creído en buenas intenciones del Estado, y menos de un gobierno como el mexicano, que sin pretender echarle lodo o venderme a la izquierda amarilla y con solecito, no es necesario armar una campaña de desprestigio para nuestro destacado participante Felipe Calderón Hinojosa y su séquito de estrategas panistas.
Evidentemente este evento está encabezado por mexicanos con raíces chinas, por Chen Yuming embajador de China en México y por todo un séquito de empresarios que argumentan que en los últimos años se han exportado frutos mexicanos a su país lleno de tecnología para crear incluso robots que hagan lo que otros robots les dicten.
Hablan también del uso de su tecnología para que con nuestra buena intención de ayudar a nuestro planeta, comencemos a usar las calentadores solares…CHINOS, por lo tanto sin a bajo costo, pero de la garantía mejor no hablamos. Cuando en nuestro país los permisos y estándares de calidad (el famoso ISO) son tan cuadrados que termina siendo el mismo trámite burocrático que realizamos las personas todos los días.
¡Aguas! crediticios que pretenden adquirir su casa por medio de Infonavit desde el próximo año, porque se pretenden crear las “casas sustentables” con productos chinos, claro está, con la vieja y engañadora leyenda de “casas verdes”, donde los calentadores serán solares y los focos serán ahorradores. Pónganse listos con las garantías, como ellos lo hacen a la hora de cobrar.
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