POR.- LA REDACCIÓN
Lo intento pero, a pesar de su tamaño, no pudo. Agustín Carstens fue el candidato derrotado.
Tras un proceso de selección tan polémico como previsible, la ministra de Economía y Finanzas de Francia, Christine Lagarde, alcanzó el consenso necesario para convertirse, antes de la fecha límite, como la clara ganadora de un delicado proceso de sucesión al frente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La designación de Lagarde, la primera mujer y no economista en llegar al sillón gerencial del FMI, se convirtió en una decisión inevitable tras la sorpresiva postura de Estados Unidos y Brasil de romper el silencio y apoyar a la ministra de Finanzas de Francia.
Poco antes Rusia y China habían ofrecido su apoyo a la representante francesa que, al final, se confirmó como una candidata inevitable con el mayor número de votos.
Los 24 miembros del consejo del FMI votaron a favor de su nombramiento para el puesto. El Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, confirmó su apoyo a Christine Lagarde, para desatar así la cascada de pronunciamientos que algunos países habían mantenido en reserva.
“Estoy complacido de anunciar nuestra decisión de apoyar a Christine Lagarde para encabezar el Fondo Monetario Internacional (FMI)”, aseguró Geithner en un comunicado distribuido a los medios de comunicación.
Poco después, Brasil y la India decidían dar un paso al frente para depositar su voto y esperanzas en la candidatura de Christine Lagarde por su “reiterado compromiso con la continuidad del proceso de reformas del Fondo, expresado en público y en conversaciones con algunos gobernadores del FMI”.
En la recta final quedó el candidato de México, Agustín Carstens, promovido provincianamente por el gobierno turno, quien no consiguió el respaldo requerido para echar por tierra la tradicional e inamovible regla que ha pervivido durante seis décadas y que prácticamente garantiza el monopolio de la dirección del FMI a un europeo.
Nada más confirmarse la noticia al nombrar a Lagarde como la ganadora “por consenso”, Agustín Carstens, transmitió sus mejores “deseos y apoyo” a la nueva titular del FMI, a través de un comunicado emitido por el banco central mexicano.
“Espero que bajo la dirección de la señora Lagarde el FMI realice progresos significativos para fortalecer la gobernabilidad de la institución y así asegurar su legitimidad, su cohesión y, en último término, su efectividad”, aseguró Carstens para lanzar así un guiño a favor de las reformas que ha reclamado a lo largo de su fallido periplo por hacerse con la gerencia del Fondo Monetario Internacional.
Lagarde, de 55 años, se convirtió en la primera mujer al frente del FMI, tras la salida intempestiva de Strauss Khan, quien aún deberá sortear un escándalo judicial, a causa de mañas impensables a este nivel de funcionarios.
Nada más ser notificada de su amplia victoria sobre Agustín Carstens, Christine Lagarde declaró desde París que se sentía “honrada” con la designación al frente del organismo internacional y, en un acto de generosidad obligada, transmitió su “respeto y estima” al gobernador del banco central mexicano, Agustín Carstens, quien competía por ese puesto y a quien calificó de “colega y amigo”.
No es igual dirigir la economía de un país tan curioso como el nuestro, que pretender manejar una instancia política global de primer orden. Sin embargo, que conste que Carstens hizo lo que pudo: NADA.
Algunos datos de la ganadora:
Christine Lagarde Madeleine Odette, (nacida el 1 de enero de 1956) fue ministra de Asuntos Económicos, Finanzas e Industria de Francia, y recientemente designada directora gerente del Fondo Monetario Internacional para asumir el cargo, a partir el 5 de julio de 2011.
Lagarde fue designada ministra de Finanzas por el presidente Nicolas Sarkozy en junio de 2007.
Anteriormente fue ministra de Agricultura y Pesca y de Comercio en el gobierno de Dominique de Villepin.
Lagarde hizo historia como la primera presidenta mujer de la firma internacional de abogados Baker & McKenzie.
El 16 de noviembre de 2009, The Financial Times le clasificó la mejor ministra de Finanzas de la Eurozona. Ese mismo año fue catalogada como la decimoséptima mujer más poderosa en el mundo por la revista Forbes.
Lagarde fue la primera mujer en convertirse en ministro de Asuntos Económicos de la economía del G-8, y será la primera mujer en dirigir nunca el FMI.
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