POR.- EL DODO DE LA MALA LECHE Y EL DODO DE HUMOR NEGRO
Haciendo gala de las escasas cualidades de mando que guarda, el presidente Felipe Calderón hizo ajustes en el primer círculo de gobierno, resaltando, además de la fragilidad del poder, limitadas opciones para poner exclusivamente a sus amigos “leales” en puestos demandados a inteligencias efectivas y no de bajo perfil y dudosa procedencia.
Fernando Gómez Mont fue retirado de la Secretaria de Gobernación, precisamente por no alcanzar las cuotas políticas de un ministro del interior serio. En vuelto en escándalos y rebasado por la guerra abierta por su jefe, en diferentes espacios sociales, el ex de Gobernación regresará al litigio y será otro testigo mudo del vuelo peligroso de un sexenio catastrófico.
La llegada del bajacaliforniano José Francisco Blake a la calle de Bucareli repitió la fórmula de malo conocido y, según los rastros del currículum y la mínima gestión pública, el señor es un improvisado para una oficina delicada que debe de preparar la transición presidencial de 2012. Muy poco se espera del “amigo” del presidente, salvo que sea todavía mayor el estilo que le gusta al de Los Pinos; ese de “sí, como usted diga”.
La salida de Patricia Flores de la Oficina de la Presidencia fue consecuencia de la intoxicación del favor presidencial, el nepotismo y las corruptelas, destapadas por los columnistas y los medios, que moldearon una renuncia definitiva sin carácter de algún día regreso. Tampoco se espera que Gerardo Ruiz Mateos, quien dejó Economía para volver a la Presidencia, vaya a ser mucho, no obstante, se le da el beneficio de la duda y la seguridad de que es otro “brother” de Calderón y eso es el principal sostén del nombramiento. Quitan a Juana, pero traen a Chana.
El ascenso de Bruno Ferrari, titular de ProMéxico, a la Secretaría de Economía, parece tener un poco de sustancia, al menos por la trayectoria del individuo en el mundo de los negocios y las finanzas privadas, a ver si con un enfoque menos político, las condiciones de vida de la población promedio de México mejoran; aspiración que ralla en la esperanza y no en el aval de los datos.
Los relevos del gabinetito son efectos de los resultados electorales intermedios que le dieron a la oposición mayor fuerza, bajo la candidez de leales alianzas, olvidando que los grillos sólo le son fieles a sí mismos.
La rebeldía de Gómez Mont a caer en el garlito y renunciar al Partido Acción Nacional le hicieron persona non grata a los lacayos del presidente que tarde se les hizo para lanzarse sobre el “disidente” y aventarlo por el retrete oficial.
No existe indicio de un cambio efectivo en el crujir del calderonismo que, simultáneamente, comenzó a repartir en “todos los hogares mexicanos” un “libro de historia nacional”, que publicara como revista la afamada y mal intencionada editorial Clío, parte del corporativo TELEVISA, en el que Luis González y González hace un resumen casi de educación elemental y donde curiosamente no aparece en absoluto mención a los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón, eso sí, se lista el surgimiento del Acción Nacional y la larga procesión de pecados de las administraciones priístas.
La entrega es a domicilio, acompañada por una carta de Felipe Calderón que concluye: “Espero que disfrutes con tu familia la lectura de este libro y que este Año de la Patria pueda marcar el inicio de una nueva etapa de desarrollo con justicia, libertad y democracia para México, tal y como la soñaron los héroes que nos dieron Patria y libertad con la Independencia y los que lucharon por la democracia y la justicia en la Revolución.
De mexicano a mexicano, ¡Muchas Felicidades!”
¿Habrá que preguntarse cuánto costó este gesto demagógico, típico de la clase en el poder? Pero que conste que no hay dinero para encarar los desastres naturales.
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